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La mayoría de los perros sufren algún tipo de malestar estomacal en su vida (tal vez con frecuencia). Los problemas estomacales implican diarrea, vómitos, flatulencia y pérdida del apetito. La mayor parte del tiempo, es una leve enfermedad pasajera que se trata fácilmente en casa, pero en ocasiones puede ser algo más grave. Este artículo te ayudará a tratar de determinar si los problemas estomacales de tu perro son leves y pueden tratarse en casa o si es necesario llamar a un profesional para ayudar a tu amigo canino.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Decidir acudir al veterinario

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  1. Si es la primera vez que tu perro tiene un problema digestivo o si tienes un joven cachorro, llama a tu veterinario. Los perros pequeños y los cachorros tienen reservas corporales pequeñas, así que incluso una leve diarrea puede provocar una rápida deshidratación. [1]
    • Los cachorros jóvenes son especialmente vulnerables al parvovirus . [2]
    • Los perros pueden ponerse quisquillosos para comer la primera vez que se encuentran en un nuevo hogar o ambiente. Consulta con el veterinario sobre qué debes esperar durante los primeros días de ser dueño de un perro.
  2. Si tu perro tiene una condición o enfermedad crónica, pregúntale al veterinario si debes esperar malestares estomacales como un síntoma de dicha enfermedad. [3] Puedes elaborar con anticipación un plan de tratamiento para manejar los problemas estomacales cuando se presenten.
  3. Si tu perro toma medicamentos, pregúntale al veterinario o lee la etiqueta para saber cuáles son los potenciales efectos secundarios. Algunos medicamentos producen náuseas, diarrea u otros problemas estomacales.
    • Si crees que un medicamento es la causa de la enfermedad de tu perro, consulta con el veterinario y pide que le cambien de medicamento.
    • Es posible que tu perro vomite o evacúe los medicamentos necesarios aún si se trata de un dolor estomacal común y corriente. Habla con el veterinario sobre cómo reponer las dosis perdidas.
  4. Existen ciertos alimentos que son tóxicos para los perros y que nunca debes dárselos al tuyo. Algunos de dichos alimentos pueden provocar malestares estomacales, mientras que otros pueden dar lugar a graves problemas médicos, tratamiento de emergencia y en ocasiones, una muerte rápida. Busca atención veterinaria de inmediato si es posible que tu perro haya comido cualquiera de los siguientes: [4]
    • pasas y uvas
    • alimentos y carnes podridas, comidas mohosas
    • huesos cocidos (la cocción los hace quebradizos e inseguros para su consumo)
    • chicle o comida elaborada con xilitol
    • bebidas alcohólicas
    • aguacates
    • nueces y nueces de macadamia
    • cebollas y ajos
    • té, café o cualquier cosa que contenga cafeína
    • chocolate de cualquier forma
    • masa hecha con levadura
    • huesos de cereza, albaricoque y durazno y semillas de manzana y mostaza
  5. Si ha habido algún traumatismo, sobre todo un golpe o una lesión en la cabeza, el pecho o el abdomen, llama al veterinario. Tal vez tu perro ha sufrido una conmoción cerebral, está en shock o experimenta un daño interno. [5]
  6. Es común que los perros con problemas estomacales experimenten diarrea y vómitos, al igual que los humanos. Si el vómito, diarrea u orina de tu perro tienen un aspecto inhabitual, contáctate con el veterinario. [6]
    • Debes hacerlo en particular si notas sangre, una sustancia similar a la sangre o una sustancia negra y alquitranada en el vómito o diarrea. La sustancia negra y alquitranada en las heces podría ser sangre digerida.
    • Otro motivo para llamar al veterinario es sobre todo si tu perro tiene arcadas de forma incontrolable o vómitos improductivos. Este podría ser un síntoma de distensión abdominal (por lo general, es un problema que se presenta en los perros de razas grandes de pecho profundo) y es una emergencia médica.
  7. Si no sabes cuál es la causa de los problemas estomacales de tu perro y este se ve muy enfermo, lo mejor que puedes hacer es acudir al veterinario. Si tu perro tiene ojos opacos, falta de energía, falta de apetito, sangre en el vómito o las heces o dolor en la barriga, es probable que tenga una infección grave. Todas las infecciones graves requieren ayuda profesional. [7]
    • Todas las infecciones requieren el consumo de líquidos adecuados para tratarlas. Normalmente esto significa tomar suficiente agua. [8]
    • Los casos graves de infección requieren un tratamiento, nutrición y medicamentos por vía intravenosa. El tratamiento de las enfermedades no infecciosas también podría implicar análisis de sangre y radiografías. [9]
    • Ciertas condiciones al interior del cuerpo (como enfermedades hepáticas, pancreáticas, intestinales y estomacales) se manifiestan como diarrea, vómitos y pérdida del apetito.
    • Solo las infecciones bacterianas responden al tratamiento con antibióticos. El veterinario decidirá si es probable la presencia de una infección bacteriana y por ende, si debe usarse antibióticos.
    • Las ascárides (y otras lombrices intestinales) se tratan con medicamentos específicos.
    • No existen medicamentos específicos para tratar los virus en perros. Sin embargo, podría ser necesario darle a tu perro cuidados de apoyo, como administrarle líquidos o fármacos por vía intravenosa para evitar las náuseas, mientras que su sistema inmunológico combate el virus.
  8. Los perros pueden tener intolerancia o sensibilidad a los alimentos. Una verdadera alergia alimentaria es poco común y generalmente se manifiesta como un problema cutáneo. Si tienes alguna duda sobre la sensibilidad alimentaria, elimina de la dieta de tu perro todos los alimentos comunes que provoquen sensibilidad. Sustitúyelos con una comida nueva o que nunca antes haya probado por unas cuantas semanas. Vuelve a introducir poco a poco varios alimentos para ver si se repite el problema estomacal. Los alimentos comunes que producen sensibilidad incluyen: [10]
    • Granos como maíz o trigo.
    • Carnes comunes en su alimentación como pollo y carne de res.
    • Huevos.
    • Por ejemplo: sustitúyelos con papas cocidas o pato.
    • Si el problema estomacal aún persiste a pesar de los cambios en su dieta, contáctate con tu veterinario.
  9. ¿Qué tipo de agua toma tu perro? En ocasiones, existen químicos en el agua que son seguros para los humanos, pero no para los perros. Cambia el agua que toma: prueba el agua embotellada, agua filtrada o agua de un grifo distinto. Si persiste el problema estomacal, cambia otros aspectos de su dieta o contáctate con un veterinario.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Pippa Elliott, MRCVS

    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
    La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios

    Pippa Elliott, veterinaria licenciada, recomienda: "Sigue a tu perro por el patio y observa dónde bebe. Algo tan simple como una fuente para aves contaminada con sus heces podría ser la causa de un malestar estomacal".

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Parte 2
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Tratar los problemas estomacales leves

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  1. Tu perro debe estar bien hidratado para evitar la deshidratación, ya que esta puede dar lugar a graves complicaciones. Sin embargo, asegúrate de que no se exceda con el agua o que no la tome muy rápido. [11]
    • A veces, tomar muy rápido provoca náuseas y vómitos.
    • Si tu perro no tiene ganas de tomar agua, contáctate con tu veterinario.
  2. Debes descansar el estómago de tu perro para darle a su sistema digestivo tiempo para restablecerse. Cuando parezca estar lo suficientemente tranquilo y cómodo para volver a comer, pasa al siguiente paso. [12]
  3. Vas a preparar una dieta blanda para que coma tu perro mientras experimenta problemas estomacales. Averigua cuánto pesa en libras. Divídelo por 10. Luego multiplica por 1,25. El resultado es la cantidad de tazas de comida que debes preparar. [13]
    • La cantidad de comida que necesitas preparar para 1 día (en tazas) = 1,25 * [(el peso de tu perro en libras)/10]
    • Por ejemplo, si tu perro pesa 30 libras (13,6 kg), necesitarás 3,75 tazas por día.
  4. La proporción general para una buena comida para la recuperación de tu perro es 2/3 de arroz blanco y 1/3 de carne blanca. Esta carne blanca puede ser pollo, conejo o pescado blanco.
    • El arroz debe estar cocido y suave.
    • Agrega caldo de res si deseas o si tu perro es quisquilloso para comer.
    • Evita las carnes rojas, los huevos y el requesón, ya que no son lo suficientemente blandos.
  5. Alimenta a tu perro con 5 porciones divididas a lo largo del día. Aliméntalo solo con esto y agua. [14] La combinación de la dieta blanda y el agua ayudará al sistema digestivo de tu perro a volver a la normalidad.
  6. Así te asegurarás de que el sistema digestivo de tu perro se mantenga sano y libre de infecciones y que tu perro pueda tolerar comida más complicada. Si vuelven a aparecer los síntomas, sigue dándole esta dieta hasta que los síntomas vuelvan a desaparecer y luego por 2 días más. Si la reaparición de los síntomas parece preocupante, contáctate con el veterinario.
  7. La otra mitad de la comida de tu perro debe provenir de su alimento para perros regular. [15]
  8. Después de unos días de descanso y de una dieta blanda, tu perro debe volver a su estado normal. Si no mejora, los síntomas vuelven a aparecer o estos empeoran (falta de energía, rehusarse a comer, sangre en el vómito o las heces y dolor en la barriga), contáctate con tu veterinario. [16]
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Consejos

  • El agua estancada o el agua caliente de lago pueden experimentar una proliferación de algas tóxicas de color verde azulado. Vigila a tu perro si le gusta nadar en el agua de lago. Estas algas pueden provocar vómitos. Si sospechas que tu perro las ha ingerido, comunícate con tu veterinario de inmediato.
  • A medida que envejecen los perros, su capacidad de tolerar comida poco familiar o comida podrida disminuye y pueden ponerse muy enfermos.
  • Comer basura (sobre todo después de largos días festivos) es una causa frecuente de graves problemas estomacales. Por eso, mantén la basura bajo llave o en botes de basura a prueba de perros para evitar que esto ocurra.
  • Vigila de cerca a tu perro cuando esté al exterior para ayudar a evitar que contraiga muchas enfermedades indeseables.
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Advertencias

  • Si la diarrea dura más de 3 días, contáctate con tu veterinario de inmediato.
  • Si la salud de tu perro se deteriora o este se enferma más durante el tratamiento, comunícate con tu veterinario de inmediato.
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Cosas que necesitarás

  • un perro
  • carne blanca de pollo, de conejo o pescado blanco
  • arroz
  • agua
  • caldo de res (opcional)
  • calculadora (opcional)

Referencias

  1. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  2. Ford, R. B. (2006). Kirk and Bistner's Handbook of Veterinary Procedures and Emergency Treatment. Saunders.
  3. Nelson, R. a. (2013). Small Animal Internal Medicine, 5a edición. Mosby.
  4. Kahn, C. a. (2010). The Merck Veterinary Manual, 10a edición. John Wiley and Sons.
  5. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  6. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  7. Ford, R. B. (2006). Kirk and Bistner's Handbook of Veterinary Procedures and Emergency Treatment. Saunders.
  8. Ford, R. B. (2006). Kirk and Bistner's Handbook of Veterinary Procedures and Emergency Treatment. Saunders.
  9. Ford, R. B. (2006). Kirk and Bistner's Handbook of Veterinary Procedures and Emergency Treatment. Saunders.
  1. Kahn, C. a. (2010). The Merck Veterinary Manual, 10a edición. John Wiley and Sons.
  2. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  3. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  4. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  5. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  6. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.
  7. Tilley, L. a. (2011). Blackwell's Five-Minute Veterinary Consult: Canine and Feline. Wiley-Blackwell.

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