Las cebollas son indispensables en la cocina, y ya que se mantienen tan bien, están disponibles todo el año. Si cultivas tus propias cebollas y las almacenas las puedes tachar de forma permanente de tu lista de compras. Aprende a seleccionar las cebollas para almacenarlas y a crear las condiciones adecuadas para almacenarlas de modo que conserven su sabor y su valor nutricional por un máximo de diez meses.
Pasos
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Almacena las cebollas de fin de temporada. Las cebollas que se cosechan en la primavera y el verano no son lo suficientemente resistentes para almacenar. Deben consumirse dentro de unas pocas semanas de la cosecha. Planea almacenar las cebollas que se cosechan en el otoño, ya que estas variedades pueden durar todo el invierno.
- Si cultivas tus propias cebollas, planea almacenar las cebollas que plantes durante la primavera.
- Las cebollas están listas para cosecharse y almacenarse al final del verano o a principios del otoño, cuando la parte superior de la planta comienza a caerse y secarse.
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Guarda las cebollas picantes. Las cebollas picantes, a diferencia de las cebollas suaves, tienen compuestos azufrados que hacen que llores al picarlas y ayudan a preservar a la cebolla en el invierno. Las cebollas suaves no tienen este sistema de auto-preservación, por lo que se deben consumir en un par de semanas después de ser cosechadas. Las siguientes variedades de cebolla globo va bien en el almacenamiento a largo plazo:
- Las cebollas amarillas como la ebenezer, la globo amarillo, globo amarillo downing y globo amarillo danvers.
- Las cebollas blancas como las globos blancos southport. Estas sólo deben conservarse si el cuello es pequeño.
- Las cebollas rojas incluyendo las llamadas globo rojo wethersfield y Southport.
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Seca la piel de las cebollas. Después de que las cebollas se cosechan, se extienden en un área ventilada para que la piel se endurezca. No retires las hojas. Deja que se sequen durante dos a cuatro semanas.
- Asegúrate que el lugar esté alejado de la luz solar y la humedad. La luz solar puede manchar el sabor de las cebollas y ponerlas amargas.
- Las cebollas terminarán de curarse cuando sus tallos ya no estén verdes. La piel de las cebollas debe estar seca alrededor del tallo y ajustada alrededor de las cebollas.
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Recorta las cebollas. Una vez que los tallos estén completamente secos, usa unas tijeras o un cuchillo afilado para cortar las raíces de la cebolla.
- Desecha las cebollas que todavía tengan tallos verdes en este punto, así como las que estén magulladas o estén lastimadas.
- Corta las hojas por lo menos una pulgada por encima del bulbo, o déjalas intactas y trénzalas.
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Elige un lugar fresco y oscuro para almacenar tus cebollas. El espacio debe tener una temperatura mantenida entre 40 a 50 grados Fahrenheit, o 4 a 10 grados centígrados. Muchas personas optan por guardar sus cebollas en una bodega o en el sótano. Si el espacio es demasiado caliente, la cebolla empieza a brotar. Si el lugar escogido es demasiado frío, la cebolla empieza a pudrirse.
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Mantén el espacio de almacenamiento en seco. La cebolla absorbe fácilmente la humedad y la humedad del aire pudrirá tu producto. El nivel de humedad debe mantenerse a 65-70 por ciento.
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Asegúrate de que el espacio esté bien ventilado. Mantener el flujo de aire alrededor de la cebolla ayuda a prevenir la putrefacción.
- Para una buena ventilación, cuelga tus cebollas en cestas de malla, bolsas o pantimedias.
- Si decides usar pantimedias como una opción de almacenamiento, has un nudo entre cada bulbo. Utiliza los bulbos de la parte inferior, corta la cebolla a continuación del nudo por lo que la cebolla por encima de ella se mantiene segura. También puedes utilizar nudos con hilos o giros entre las cebollas para mantenerlas separadas.
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Trata de almacenar las cebollas en pantimedias. Sí, has oído bien, en pantimedias. Ata la parte inferior de las pantimedias, introduce una cebolla en la manga y ata las pantimedias de nuevo justo por encima de la cebolla. Introduce la siguiente cebolla en la manga y repite hasta que el manguito de pantimedias se llene con tantas cebollas que pueda soportar.
- El almacenamiento de las cebollas de esta manera permite que respiren correctamente. Cualquier humedad que puede entrar en contacto se evaporará, dándole a los angiospermas una vida útil más larga.
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Usa los bulbos de cuello grueso primero. Los bulbos de cuello grueso son los más antiguos y no duran tanto como las más jóvenes, las cebollas pequeñas.
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Inspecciona periódicamente las cebollas almacenadas. Tómate un momento de vez en cuando para ver por encima de tus cebollas. Desecha cualquier cebolla que haya empezado a pudrirse.
- Aun se pueden comer las cebollas que han comenzado a brotar. Simplemente cortar la parte verde antes de usarla en una receta.
- Si una cebolla está viscosa o descolorida, no te arriesgues a comértela.
- Guardar los bulbos extras para plantarlos en la primavera.
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Guarda tus cebollas en el congelador. Pica las cebollas y colócalas en una capa plana sobre una bandeja de horno y congélalas. Después de que se congelen, quita las cebollas de la hoja y guárdalas en bolsas Ziploc o contenedores de almacenamiento en el congelador. Uno de los lados hacia abajo de esta opción te limita el espacio de almacenamiento.
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Envuelve las cebollas sobrantes y guárdalas en el refrigerador. Cuando cocinas, a menudo parte de las cebollas sobran en la preparación de la comida. Para almacenar correctamente estos residuos para su posterior utilización, envuélvelas en plástico y colócalas en el cajón de las verduras en el refrigerador.Anuncio
Advertencias
- Mantén las cebollas lejos de las papas cuando las almacenes. Las cebollas absorberán la humedad de las papas, echando a perder las cebollas.
Referencias
Acerca de este wikiHow
Si quieres almacenar cebollas recién cosechadas, dispérsalas en un área cálida y con buena ventilación durante 2 a 4 semanas para que la piel se endurezca. Una vez que la piel se haya endurecido, corta las raíces por lo menos dos centímetros por encima del bulbo. Busca un lugar oscuro y bien ventilado para almacenar las cebollas donde la temperatura se mantenga entre 5 °C y 10 °C, por ejemplo, en un sótano o en una bodega. Si quieres, puedes colocar las cebollas en unas pantimedias haciendo nudos entre cada cebolla para permitir que respiren y se mantengan secas.