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Si tienes ante ti montañas de tareas, empezar puede parecer algo imposible. Sin embargo, dividir tus obligaciones de estudio en objetivos pequeños te permitirá trabajar en ellos uno por uno con mayor facilidad. Antes de empezar a estudiar, debes ponerte en el estado mental adecuado y establecer un plan para el éxito. No sigas un sistema de estudio que no te guste sino, en cambio, piensa con creatividad sobre lo que te funcione mejor y aborda de esa forma el material. Empieza a estudiar con bastante anticipación para así no abrumarte, aunque no debes castigarte por procrastinar.

Método 1
Método 1 de 4:

Mantenerte responsable

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  1. Sé amable contigo mismo a pesar de tus hábitos de procrastinación . En caso de que procrastines de manera crónica o de que simplemente no parezcas poder empezar, castigarte al respecto solo empeorará las cosas. Evita culparte o tratar de darte castigos como una forma de motivarte, ya que el comportamiento de este tipo puede ser agotador y constituir una distracción. En cambio, debes ser amable contigo mismo cuando tengas dificultades. Reconoce el problema pero recuérdate que está bien y que estás trabajando para mejorar. [1]
    • No te compares con otros compañeros de aula a los que parezca irles bien. Todos aprenden y trabajan de forma distinta y, por tanto, debes enfocarte en tus propias necesidades y habilidades sin preocuparte por la forma como les vaya a todos los demás.
  2. Haz el intento de practicar la escritura libre o escribir en un diario como una forma de explorar tus ansiedades en cuanto a tus estudios o los factores específicos que eviten que empieces. [2] Como otra opción, desahógate con un amigo o un compañero de aula. Después de sacar de tu sistema estos factores estresantes, haz a un lado tus sentimientos negativos. Respira hondo y repítete a ti mismo que es momento de cambiar tu estado mental de forma que puedas ponerte a trabajar.
    • Si te es útil desahogarte con un amigo, tan solo ten cuidado de que esté dispuesto a escucharte y de que no vayas a distraerlo de sus propios estudios.
  3. Después de establecer un plan de estudio, convérsalo con un amigo, un compañero de aula o un pariente. Infórmale que tan solo quieres repasar rápidamente tu plan y resolver los desafíos u obstáculos con anticipación. Pídele que sea tu compañero de responsabilidad y monitoree tu progreso de vez en cuando o bien tan solo infórmale que te pondrás en contacto con él cuando hayas logrado algunos objetivos. [3]
    • El estudio es una tarea personal y solitaria, pero rendirle cuentas a otra persona puede ser una excelente motivación.
    • Emparéjate con un compañero de aula o de piso para que así ambos puedan rendirle cuentas al otro por sus estudios.
    • Como otra opción, puedes decirle a un amigo que podrás reunirte con él únicamente si terminas tus objetivos para las 9 p. m. No querrás decepcionar a tu amigo y perderte de la diversión, así que usa tu deseo de evitar esta consecuencia como un combustible para tus estudios.
  4. A menos que trabajar con otras personas constituya más una distracción, busca un compañero o grupo de estudio con los cuales puedas colaborar. Asegúrate de que hablen unos con otros sobre sus estilos de aprendizaje y preferencias de estudio antes de empezar de forma que te asegures de que sean compatibles como compañeros de estudio. Luego, acuerden juntos una serie de objetivos y determinen cómo y cuándo los lograrán. En caso de que no te sirva estudiar en grupo, puedes conseguir un tutor que pueda ayudarte a trabajar en tus tareas. Programa citas con anticipación y úsalas como plazos de progreso hacia los cuales debas trabajar.
    • Puedes buscar un tutor en tu escuela o bien consultar con una agencia privada de tutoría.
    • Cada persona en un grupo de estudio podría ofrecerse para encargarse de un subtema distinto y luego todos podrían compartir sus materiales de estudio unos con otros. [4]
    • Reserva una sala de estudio, lleva bocadillos o convierte los estudios en un juego de forma que el trabajo sea más placentero.
    • Empieza a trabajar con bastante anticipación por si acaso tus pares no logren cumplir con los objetivos del grupo y para asegurarte de tener tiempo para repasar determinados temas de forma independiente.
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Método 2
Método 2 de 4:

Establecer un cronograma de estudio

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  1. Considera los factores ambientales y las habilidades de estudio que te sean útiles para retener información y tener tu mejor desempeño en los exámenes. Determina si es que prefieres trabajar a solas en un espacio tranquilo o si un lugar público (por ejemplo, una biblioteca o cafetería) te ayuda a mantenerte enfocado. [5] Reflexiona sobre si recuerdas mejor los datos cuando repasas tus propios apuntes de una clase o cuando lees por encima el libro de texto y las tareas anteriores de la clase. Determina cuál es la combinación de factores que sacarán a relucir la versión más positiva, productiva y enfocada de ti mismo de forma que puedas implementar este sistema en todas las sesiones de estudio en el futuro. [6]
    • Reflexiona sobre las sesiones de estudio anteriores que hayan ido particularmente bien y otras que no hayan ido para nada bien y evalúa cuáles son los factores que contribuyen a tu progreso y los que lo entorpecen.
    • Estudiar te resultará mucho menos estresante si puedes desarrollar un sistema de estudio personalizado.
  2. Enfócate en tus objetivos de largo plazo y en lo que lograrás con el estudio. Si bien estudiar día tras día puede ser agotador, no te concentres en los aspectos negativos sino, en cambio, colócate en un estado mental positivo visualizando todo lo bueno que obtendrás con tu trabajo duro. Imagina que obtienes una buena calificación en un examen, que recibes elogios de tu profesor o que te sientes orgulloso de tus calificaciones al final del periodo académico. Deja que estos buenos sentimientos te inunden a medida que replanteas tu perspectiva sobre el estudio.
    • En caso de que tengas la esperanza de asistir a la universidad u obtener una beca, considera la forma como cada sesión pequeña de estudio te acercará un paso más a tus sueños.
    • Emplea tus objetivos de largo plazo como motivación para seguir exigiéndote. [7]
  3. Establece objetivos concretos para tu sesión de estudio. [8] Divide tus objetivos de estudio más grandes en pasos pequeños y manejables. Identifica objetivos específicos y alcanzables en los que puedas trabajar uno por uno. [9] Esto permitirá que hagas un buen progreso, y lograr cada objetivo te hará sentir consumado al final de tu sesión de estudio.
    • Si bien es fácil abrumarse con una enorme cantidad de tareas y de trabajos que parezcan interminables, no debes preocuparte por "¿Cómo terminaré esta tarea algún día?" sino, en cambio, preguntarte "¿Cuánto de esta tarea puedo realizar en 2 horas?".
    • No trates de leer todo un libro de un tirón sino, en cambio, establece el objetivo de leer un capítulo o 50 páginas a la vez.
    • Al momento de prepararte para un examen, repasa tus apuntes de clase solo de la primera semana del semestre ese día y luego enfócate en tus apuntes de la segunda semana el día siguiente.
  4. Puedes elegir un sistema para ordenarlas que disminuya el estrés y te permita seguir avanzando, aunque esto dependerá de la cantidad de resistencia que experimentes o de qué tan difíciles sean tus materias. Haz el intento de trabajar desde la tarea más corta hasta la que tome más tiempo, trabaja del proyecto más fácil al más difícil o empieza por abordar la tarea más difícil de forma que las cosas se vuelvan más fáciles conforme vayas avanzando. Como otra opción, puedes abordar tus materias en el orden de tu cronograma de clases. [10]
    • En caso de que hayas elegido seguir un sistema lógico, esto te ayudará a reducir la fatiga en cuanto a las decisiones y te resultará más fácil pasar de una tarea a otra.
  5. Después de dividir tu carga de estudio en objetivos pequeños, es momento de hacerlos encajar en un horario que te funcione. Quienes prefieran un horario más rígido pueden asignarle a cada tarea una hora de inicio y final, en tanto que quienes prefieran que haya un poco de flexibilidad podrían querer asignar un límite de tiempo a cada actividad y determinar el orden según cómo se sientan. [11] Independientemente del método que elijas, debes reservar un periodo de tiempo específico todos los días para el estudio.
    • Si te dices a ti mismo "Tendré que estudiar en algún momento de esta semana", esto estimulará la procrastinación, en tanto que decir "Estudiaré de las 6 hasta las 9 p. m. los lunes, martes y jueves" te servirá para ceñirte a tu plan. [12]
    • Haz el intento de ceñirte a un horario regular, aunque no dudes en salirte de tu rutina regular en caso de que necesites cambiar un poco las cosas. Por ejemplo, puedes dormir bien una noche y programar tu alarma para las 5:00 a. m. para estudiar el domingo por la mañana. Quizás te resulte más fácil levantarte y empezar de inmediato, ya que lo habrás planificado de antemano.
    • Mientras más específica e intencionadamente puedas programar tus tareas de estudio, tendrás un mayor éxito con tus estudios y el manejo del tiempo.
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Método 3
Método 3 de 4:

Prepararte y preparar tu espacio de trabajo

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  1. Puedes realizar una actividad física simple durante unos minutos para sacudirte un bajón malhumorado. Sal y da una caminata de 10 minutos para tomar un poco de aire fresco. Trata de soltarte haciendo una ronda de saltos de tijera o bien baila alrededor de tu dormitorio al ritmo de tu canción favorita.
    • Estas actividades te darán un estallido de energía y mejorarán tu ánimo, además de que servirán para que tu cerebro entre en un estado receptivo, y esto hará que el estudio surta un mayor efecto. [13]
    • Si puedes hacer esto, empezarás desarrollar impulso, y esto dará como resultado una sesión de estudio productiva.
  2. En caso de que te sientas grogui y no tengas motivación, puedes empezar por tomar una ducha fría o lavarte el rostro para despertarte. Vístete con telas suaves que se sientan bien contra tu piel y no uses ropa que tenga etiquetas que te causen comezón o pretinas demasiado ajustadas que te distraigan. Opta por ropa que te sea conocida y te quede bien. Ten cuidado de estar vestido de manera adecuada para el clima y lleva una capa adicional de ser necesario. En caso de que tengas el cabello largo, recógetelo para que no te caiga sobre los ojos. [14]
    • Ten cuidado de que tu ropa de estudio no se sienta muy similar a tu pijama. De lo contrario, podrías empezar a cabecearte.
  3. Independientemente de que vayas a trabajar en el escritorio de tu dormitorio universitario o en la mesa de la esquina en una cafetería, debes deshacerte primero de toda la basura, de haberla, para despejar la zona. Quita de tu espacio de trabajo todo lo que no tenga relación con tus tareas de estudio. [15] De ser necesario, haz todo lo demás a un lado, ya que podrás lidiar con el desorden más adelante. Cuando tengas una superficie despejada sobre la cual trabajar, dispón todos los libros, hojas de trabajo, cuadernos, bolígrafos, resaltadores, notas adhesivas y otros materiales que necesitarás. [16]
    • Al momento de elegir un espacio de trabajo, debes eliminar tantas distracciones como sea posible. Mira en dirección opuesta al refrigerador o la ventana en caso de que estas cosas llamen tu atención. Siéntate en una mesa en la que no esté tu amigo para que no se molesten mucho mutuamente.
    • Considera la posibilidad de hacer que tu espacio de estudio sea cálido y acogedor de forma que estés deseoso de pasar tiempo allí. Decora las paredes con fotografías tuyas y de tus amigos, coloca una planta alegre de interiores sobre tu escritorio y elige una silla cómoda para sentarte.
  4. En caso de que vayas a trabajar en una computadora, cierra todas las ventanas o pestañas que no tengan relevancia a tus estudios. Luego, inicia sesión a tu cuenta de aprendizaje en línea y abre todas tus lecturas en PDF de forma que todo esté listo. Siéntate junto a una toma de corriente eléctrica y enchufa tu computadora antes de empezar para que no tengas que interrumpir tu concentración cuando baje la batería.
    • En caso de que te distraigas con facilidad pero sea necesario que uses una computadora como herramienta de lectura o de investigación, podrías imprimir el material como una forma de ayudar a mantenerte enfocado. [17]
    • Si necesitas usar la computadora únicamente como procesador de texto o para visualizar archivos PDF, desconéctala de la red inalámbrica o colócate en una zona en donde no haya una red inalámbrica de forma que no sientas la tentación de conectarte.
    • Cuando no necesites usar una computadora para tus estudios, apaga la tuya y guárdala.
  5. No querrás estar recibiendo mensajes de texto grupales de tus amigos o llamadas de tu familia cuando estés intentando estudiar. De ser necesario, infórmales a los demás de antemano que estarás estudiando y que deberás desaparecer durante un rato para concentrarte. Luego, programa tu dispositivo al modo de "No molestar" o, mejor aún, apágalo del todo. [18]
    • Mantén tu teléfono fuera de vista para así no sentir la tentación de darle un vistazo constantemente.
  6. Bebe bastante agua y ten contigo una botella de agua de forma que no tengas sed mientras trabajas. Ten a la mano una reserva pequeña de maní, barras de granola o fruta fresca para evitar los gruñidos del estómago y mantenerte energizado mientras estudias. [19]
    • No estudies justo después de hacer una comida grande, ya que simplemente te sentirás soñoliento y querrás relajarte.
    • Evita posponer una comida como recompensa, ya que tu estómago adolorido constituirá una distracción. Asegúrate de tener a la mano un bocadillo para ahuyentar el hambre.
    • No consumas bocadillos azucarados de una máquina expendedora, comida rápida ni pasteles de hojaldre, ya que estos alimentos te darán un subidón corto de energía que se convertirá con rapidez en sueño.
  7. Opta por música que no tenga letra o canciones cuyas letras conozcas tan bien que simplemente se pierdan en el fondo para que así la música no se vuelva una distracción. Haz el intento de repetir el mismo álbum o elegir una lista de reproducción estilo radio de forma que no pierdas tiempo colocando las canciones en una lista.
    • La música adecuada te servirá para relajar tu mente y agudizar tu enfoque. [20]
    • Prueba con las interpretaciones modernas del piano clásico o los solos de guitarra o reproduce la banda sonora de tu película favorita.
    • Puedes acelerar las cosas con una lista de reproducción de electro-swing o relajarte con una mezcla de ritmos lo-fi.
    • En tu aplicación favorita de música, busca listas de reproducción diseñadas para ayudarte a concentrarte en tu trabajo (por ejemplo, "Canciones para estudiar" o "Ritmos de estudio").
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Método 4
Método 4 de 4:

Abordar el material

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  1. En caso de que empieces a entrar en pánico en cuanto a la cantidad que tengas que estudiar, ten presente que te resultará mucho menos estresante si puedes tan solo empezar. Comprométete a trabajar en una tarea muy simple y rápida solo para poner en marcha las cosas. Por ejemplo, para empezar, podrías dedicar 5 minutos a leer por encima tu lista de vocabulario o bien probar con la Técnica Pomodoro. Esto involucra programar un temporizador de 25 minutos para cada tarea. El tiempo pasará con rapidez y terminarás con una sensación de logro.
    • Cuando hayan pasado alrededor de 5 minutos, se calmarán los centros de dolor en tu cerebro que suenan una alarma cuando no estás dispuesto a empezar.
    • Con la Técnica Pomodoro, a cada bloque de 25 minutos se le conoce como un "pomodoro" y puedes programar otro temporizador de 5 minutos para tener un descanso corto entre cada "pomodoro".
    • En caso de que te parezca que 25 minutos es muy poco, no dudes en seguir trabajando después de que el temporizador termine. El objetivo es que empieces.
  2. Desarrolla una guía de estudio personalizada para cada materia. Esto puede servirte cuando tu profesor no comparta una guía de estudio o en caso de que la guía existente no funcione muy bien con tu estilo de aprendizaje. Diseña una guía de estudio que tenga el mayor sentido para ti. Haz el intento de elaborar tarjetas mnemotécnicas , hacer una lista con viñetas de cada tema que debas saber, o elaborar una lista de todas las preguntas que consideres que podrían figurar en tu examen. Consulta tu libro de texto para encontrar preguntas de repaso o haz que el encabezado de cada sección se convierta en una pregunta. [21]
    • En caso de que el encabezado de sección del libro de texto sea "Temas antropomórficos en los cuentos de hadas", tu pregunta de estudio puede ser "¿Puedo describir el uso de temas antropomórficos en los cuentos de hadas?".
    • Busca en línea plantillas y ejemplos de guías de estudio como un punto de partida.
  3. En caso de que aprendas de manera visual, podrías crear un mapa mental o un diagrama de Venn para organizar los temas que debas estudiar. Traza un mapa y utiliza colores, flechas e íconos como una forma de ayudarte a visualizar los conceptos que se presenten en el libro de texto. Como otra opción, puedes codificar tus apuntes por colores para ayudarte a asociar temas e ideas. [22]
    • En lugar de leer por encima palabras de vocabulario de un archivo PDF o un libro de texto, reescribir las palabras y las definiciones en tu propia caligrafía usando un bolígrafo de un color divertido podría serte útil para retener mejor la información.
  4. Emplea mnemotecnias para ayudarte a memorizar datos. Las mnemotecnias son trucos simples basados en las palabras que pueden servir para refrescarte la memoria. Haz el intento de elaborar un acrónimo para ayudarte a recordar una lista de palabras o ideas. Escribe una canción publicitaria o un rap para ayudarte a memorizar nombres y fechas importantes de la historia o la trama de una novela que se te haya asignado leer. [23] Busca en línea "cómo recordar [tema]" para obtener algunas ideas o bien no dudes en crear tus propias mnemotecnias.
    • Prueba con las mnemotecnias populares, como "Mi Vecina Tiene Muchas Joyas Solo Una No Presta" para ayudarte a recordar el orden de los planetas del sistema solar: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
    • También puedes usar una frase simple como "Viva la Reina Isabel" para ayudarte a recordar la fórmula de la ley de Ohm (el Voltaje es igual a la Resistencia por la Intensidad).
  5. Al lidiar con un tema complejo que no comprendas del todo, busca en internet recursos que puedan suplementar tu cursado. Dedica 20 minutos a ver un video informativo que divida el tema en términos más simples o llena tu teléfono celular con podcasts de biología que tengan relación con tu plan de estudios. Cada presentador explicará el tema de forma distinta y, por tanto, no dejes de explorar hasta encontrar un método que encaje contigo. [24]
    • Establece límites de tiempo para ayudar a mantenerte encaminado y recompénsate explorando tangentes interesantes después de cumplir con tus objetivos de estudio.
  6. Piensa en una forma pequeña de recompensarte después de lograr tu objetivo. En caso de que estés en medio de una sesión de estudio, puedes dar una caminata rápida, comer una barra de granola o escuchar una de tus canciones favoritas. Si es que necesitas un descanso más largo, puedes ver un video de YouTube o un capítulo de tu programa de televisión favorito o bien dedicar entre 20 y 30 minutos a practicar un pasatiempo. En caso de que haya terminado tu sesión de estudio, no dudes en relajarte jugando un videojuego, entrar en las redes sociales para conectarte con tus amigos o salir a algún lugar.
    • La comida puede ser una buena recomendación, pero evita consumir demasiados bocadillos azucarados a una etapa temprana de tu sesión de estudio, ya que, a la larga, experimentarás un bajón de azúcar. Deja los bocadillos azucarados para el último tramo de tu maratón de estudio de forma que te den un empujón.
    • En caso de que tomes la decisión de recompensarte con un descanso rápido del estudio, no olvides que, a la larga, tendrás que volver a trabajar. Establece un límite de tiempo para tu descanso y evita escuchar a la voz en tu cabeza que te ruegue "solo unos minutos más".
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Consejos

  • En caso de que necesites ayuda, no temas pedírsela a tu profesor. Acude a él durante el horario en el que esté en su oficina o pregúntale si puedes programar un momento para hablar con él sobre la materia. Ten cuidado de hacerle también preguntas en clase, ya que hacer preguntas demostrará que estás motivado y que quieres tener un buen desempeño en su clase.
  • Asegúrate de dormir bien por las noches para ayudar a que retengas la información que hayas estudiado. Debes apuntar a dormir como mínimo 8 horas al día.
  • Esfuérzate por tomar buenos apuntes durante la clase y mantenlos en un cuaderno o archivador organizados. Utilízalos para ayudarte con tus exámenes próximos, tareas y proyectos.
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