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El agua estancada producto del mal drenaje de tu césped puede provocar diversos problemas, desde zancudos hasta daños en la estructura de tu casa. Para afrontar esta situación, primero debes estudiar tu césped para comprender cómo y por qué se acumula el agua en ciertas zonas específicas. Una vez que adquieras una idea más clara de la razón de este problema, podrás tratarlo como corresponde: redirigiendo el agua de lluvia, tratando la tierra y agregando vegetación, o una combinación de los tres.

Método 1
Método 1 de 3:

Identificar el problema

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  1. Observa tu jardín cuando llueve. Nota en qué lugar el agua se estanca y se asienta con exactitud. También toma en cuenta qué tan escasa o abundante es la lluvia, ya que esto puede afectar qué tan grande es la zona afectada. Pon tutores o banderas en el centro de la zona o sus bordes mientras aún está mojada si crees que la perderás de vista una vez que se seque. [1]
    • Por ejemplo, supongamos que tienes una zona de 10 metros cuadrados con agua estancada después de un día de lluvia regular.
    • Después de una lluvia abundante por más de tres días, la zona se expande a 20 metros cuadrados.
    • En este caso, es posible que la zona problemática sigan siendo los originales 10 metros cuadrados, puesto que la zona circundante normalmente no presenta agua estancada.
  2. Primero, observa si se está concentrando más agua en dicha zona por medio de una estructura cercana, como el techo de tu casa o el cobertizo. Luego, verifica si el agua fluye desde una superficie impermeable (como una entrada para el auto o un patio) que esté cerca. Por último, verifica la superficie del césped para ver si la zona afectada está claramente más baja que la zona circundante.
    • El agua va a donde la lleve la gravedad, así que siempre avanza desde la zona afectada para averiguar cómo llega el agua hasta ahí.
  3. El exceso de agua que se drena y se acumula en una depresión en el suelo es un verdadero problema, pero recuerda que es posible que no sea el único. Probablemente la tierra misma impide la absorción del agua. Esto podría deberse a:
    • la compactación del suelo a causa del peso colocado sobre él, por ejemplo, cuando estacionas vehículos en el mismo pedazo de terreno repetidas veces;
    • las raíces gruesas de la vegetación que bloquean la absorción del agua por medio de la capa superior del suelo;
    • la tierra compuesta sobre todo de arcilla, en vez de arena o materia orgánica.
  4. Toma un tutor de madera de 1 m (3 pies) y plántalo un tercio del camino, en el terreno junto a tu casa. Haz lo mismo con un segundo tutor a 30,5 m (100 pies) de distancia de la casa, con la zona afectada en medio. Luego: [2]
    • Ata una cuerda alrededor del primer tutor donde se encuentra con la tierra. Luego ata el otro extremo al segundo tutor, usando un nivel para determinar qué tan alto debes hacer el nudo, para mantener la cuerda bien horizontal.
    • Avanza a lo largo de la cuerda y mide su altura en relación al suelo para verificar cuánto cae a medida que te alejas de la casa.
    • Lo ideal es que el césped caiga 5 cm (2 pulgadas) cada 3 m (10 pies) desde tu casa. Si el suelo vuelve a elevarse conforme te alejas de la casa, esto podría formar parte del problema de drenaje.
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Método 2
Método 2 de 3:

Redirigir el agua

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  1. El agua sigue la gravedad, así que si se acumula en una depresión, levanta el suelo en dicha zona. Primero, pasa un rastrillo de jardinería por la capa superior del suelo afectado, de modo que se mezcle bien con la tierra que vas a agregar. Luego, recoge tierra de un sitio más alto y redistribúyela con el rastrillo sobre la zona baja, arándola bien para mezclarla con la tierra original. Llena la depresión casi por completo, dejando 5 cm (2 pulgadas) de espacio. Llena los últimos 5 cm (2 pulgadas) colocando hierba, de modo que sus raíces impidan que la tierra sea arrastrada. [3]
    • Recuerda mantener la pendiente de tu césped en bajada desde tu casa, no hacia ella.
    • Lo ideal es que dicha pendiente baje 5 cm (2 pulgadas) cada 3 m (10 pies) desde tu casa.
  2. . Si el techo de tu casa o el cobertizo está agregando agua a cierta zona de tu jardín, redirige el agua instalando canales y drenajes. Es indispensable hacerlo si el agua se acumula junto a tu casa, puesto que podría penetrar los cimientos y desarrollar moho y grietas. Asegúrate de colocar tus drenajes donde la tierra desciende hacia afuera de la casa, de modo que no crees un nuevo problema mientras solucionas el antiguo.
    • Instalar un barril para recolectar el agua de los canales es una excelente forma de disminuir la cantidad de agua que tu césped debe absorber.
  3. Traza el lecho de una zanja que lleve el agua cuesta abajo desde la zona afectada. Retira 30 a 38 cm (12 a 15 pulgadas) de tierra a lo largo de esta ruta. Compacta el suelo de modo que el lecho quede plano y los costados formen un ángulo hacia arriba y hacia afuera, lejos del lecho, para permitir que fluya el agua circundante. Cubre el lecho y los costados con tela para jardinería para evitar el crecimiento de hierba y maleza. Luego agrega una capa de 1,2 cm (1/2 pulgada) de gravilla sobre el lecho. [4]
    • Considera a tus vecinos a la hora de crear la ruta de tu zanja. Desviar el agua estancada resolverá tus problemas de drenaje, pero inundar su jardín te traerá serios problemas.
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar la tierra y agregar plantas

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  1. Airea tu césped . Si la estructura radicular de tu hierba u otra vegetación es tan gruesa que le impide a la tierra absorber el agua, usa un aireador de césped para romper la barrera. Haz agujeros en la tierra con las puntas o púas del aireador de modo que el agua pueda penetrar más profundo más rápido. Elige de una variedad de modelos (desde aireadores que puedes usar debajo de los zapatos mientras caminas hasta otros que empujas como una podadora), en función del tamaño de tu zona afectada.
    • Por lo general, todos los modelos se dividen en 2 clasificaciones: aireadores de púas macizas y de púas huecas (o sacabocados). Estos últimos se consideran los más eficaces.
    • Airear el césped también aumentará la actividad de los gusanos, ya que estos formarán aún más caminos para que el agua fluya hacia y a través de la tierra.
  2. Altera la composición del suelo . Si la prueba de suelo indica que tu césped está compuesto sobre todo de arcilla, incorporarle nuevos elementos favorecerá la absorción del agua. Usa un rastrillo de labranza o jardinería para soltar y retirar al menos 15 cm (6 pulgadas) de la capa superior de la zona afectada. Luego, vuelve a rastrillar el lecho del agujero para soltar el suelo que está por debajo de modo que se mezcle bien con la capa de 15 cm (6 pulgadas) de materiales orgánicos que vas a agregar. Después, aplica con el rastrillo una mezcla de compost, hojas muertas, virutas de madera, corteza de árbol y arena para horticultura.
    • El nuevo material orgánico será más ligero y más permeable que la arcilla.
    • También favorecerá el crecimiento de plantas, lo que a su vez absorberá más agua por medio de sus raíces.
    • Además, una tierra más rica atraerá a los gusanos y los agujeros que formen aumentará el drenaje.
    • El yeso y la piedra caliza también rompen la arcilla con eficacia para aumentar la permeabilidad.
  3. Planta árboles, arbustos o plantas muy sedientas en o cerca de la zona afectada. Nota qué tanto sol o sombra recibe la zona donde se dan los problemas de drenaje. Elige vegetación de tu localidad que se desarrolle en tu jardín específico. Si tu tierra está compuesta principalmente de arcilla, elige plantas bien adaptadas a ella.
    • Las plantas ideales para la arcilla son las siguientes: (árboles) abedul, picea azul, manzano, abeto de Douglas, cicuta oriental, eucalipto, arce japonés, amelanchier, picea común, cedro rojo occidental; (arbustos) agracejo, budelia, hortensia, rosas, viburnum; (plantas) hierba doncella, enebro común, enebro rastrero, frambuesa rastrera, orejas de elefante o alocasia, geranio.
  4. Si tu tierra no es de arcilla, pero aún tienes problemas de mal drenaje, ve un paso más allá y convierte la zona afectada en un jardín de lluvia. Haz un agujero en el centro de ella. Hazlo lo suficientemente profundo y ancho para acumular toda la escorrentía o agua estancada circundante. Prepara una mezcla para plantar que esté compuesta de 60 % arena, 20 % compost y 20 % de capa superior de suelo para llenar el agujero. Elige plantas nativas de tu zona que crezcan en agua para plantarlas en tu nuevo jardín.
    • Lo ideal es que el suelo absorba toda el agua de tu jardín en un día de lluvia. Este es en parte el motivo por el que crear un jardín de lluvia en suelo de arcilla no es una solución, puesto que al agua le es más difícil drenarse por medio de la arcilla.
    • El jardín de lluvia es un excelente punto de llegada para los canales y los lechos de las zanjas para eliminar la escorrentía de los techos, las entradas para los autos y los patios.
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Advertencias

  • Añadir a la tierra una gran cantidad de aserrín, corteza o cualquier otro material orgánico rico en carbón puede provocar una deficiencia de nitrógeno. Usa un fertilizante de nitrógeno o abono para equilibrar el nitrógeno y acelerar la descomposición del material orgánico.
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