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Como padre o madre, apoyar a tu hija después de una violación puede ser muy difícil. Asegúrate de hacer que reciba la ayuda médica y emocional necesaria después del abuso. Mientras sana del calvario, ofrécele tu amor y apoyo al mismo tiempo que le brindas espacio. Para ser fuerte y útil durante esta experiencia difícil, reserva un tiempo para lidiar con tus propias emociones.

Método 1
Método 1 de 3:

Buscar ayuda médica y psicológica

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  1. Si la violación ha ocurrido en los últimos tres días, llévala al centro de emergencias de un hospital de inmediato. Allí, los médicos la examinarán para detectar lesiones internas y le realizarán un análisis de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Dentro de las 72 horas de la violación, la evidencia del ADN recolectada puede ayudar a atrapar al agresor. [1]
    • En el hospital, pregunta si algún miembro del personal está capacitado para cuidar a víctimas de violación, como examinadores forenses de enfermería o enfermeros examinadores de agresión sexual.
    • El personal del hospital generalmente notificará a la policía del delito informado.
    • En algunos países, el período ventana para recolectar la evidencia médica puede ser más largo.
    • Por más que sea tarde para recolectar la evidencia del ADN, lleva a tu hija para que un médico la examine y detecte lesiones internas y enfermedades de transmisión sexual.
  2. Es mejor abordar el riesgo de embarazo después de la violación cuanto antes. Habla con el médico de tu hija o el enfermero para que le den anticonceptivos de emergencia, que se pueden administrar hasta 120 horas después de las relaciones sexuales. Si ha pasado más tiempo desde la violación, pregunta si pueden hacerle una prueba de embarazo. [2]
    • Un profesional médico puede hablar acerca de las opciones de tu hija con ella y tratar un embarazo no deseado, en caso de ser necesario.
  3. Evitar sus sentimientos con respecto a la violación podría ser dañino a largo plazo para ella. Pide una cita para que hable con un terapeuta acerca del calvario. Quizás se sienta más cómoda al hablar con un profesional médico que no esté involucrado sentimentalmente en la situación. [3]
    • El médico de tu hija podría proporcionarte referencias de terapeutas que puedan ayudarla.
  4. Si es lo suficientemente grande como para sopesar las distintas opciones, permite que escoja cómo lidiar con el ataque. Ayúdala a comparar las distintas posibilidades sin presionarla para hacer algo. Si es muy joven para tomar decisiones con respecto a sus cuidados médicos o psicológicos, no la apresures si se muestra resistente o afligida.
    • Por ejemplo, puedes hablar con tu hija adolescente o adulta acerca de sus opciones para prevenir o terminar un embarazo después de la violación sin decirle qué debería hacer.
    • Si tu hija es más joven, no la presiones para que hable con los médicos o los oficiales de policía acerca de su trauma antes de que esté lista.
  5. Una de las decisiones más importantes que tendrá que tomar después del ataque es si presentar la denuncia ante la policía o no. Quédate con ella si prefiere hablar del incidente con las autoridades justo después de ocurrido, ya sea en el hospital o en el departamento de policía. Si denuncia el delito a posteriori, dale el número del departamento de policía o llévala a la comisaría para presentar el informe. [4]
    • Ofrécele llamar por ella si no se siente cómoda para hacerlo.
    • Si no quiere que estés presente cuando hable de la violación, respeta sus deseos.
  6. Las líneas de crisis para víctimas de violación ofrecen la oportunidad de buscar ayuda y consejos de manera anónima. Haz una búsqueda en línea para conocer las líneas telefónicas disponibles en tu región. Dale a tu hija el número para que use si lo desea, sin presionarla. [5]
    • En Estados Unidos, tu hija puede llamar a la línea nacional de abuso sexual al (800) 656-HOPE.
  7. Los grupos de apoyo pueden ayudar a los supervivientes de violaciones al sentirse menos aislados. Ayudar a otras víctimas puede ofrecer una sensación única de alivio y comprensión. Haz una búsqueda en línea para conocer grupos locales que ofrezcan apoyo a víctimas de violaciones. [6]
    • Para apoyarla, llévala a un encuentro y espera afuera, en el caso de que no se sienta cómoda y quiera irse.
  8. Sanar a nivel físico y emocional después de una violación puede tomar meses o años, dependiendo de la persona y la situación. Presta mucha atención a tu hija para ver si se recupera del ataque. Consulta con su médico si observas que experimenta alguno de los siguientes síntomas: [7]
    • depresión
    • insomnio
    • trastornos alimentarios
    • aislamiento social
    • hiperactividad
    • lesiones autoinfligidas
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Método 2
Método 2 de 3:

Ofrecerle apoyo

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  1. Todas las personas lidian con los traumas de formas distintas y tienen mecanismos de afrontamiento diferentes. Pregúntale a tu hija cómo puedes ayudarla a que se sienta más cómoda y segura después del calvario. Sigue sus pistas antes de ofrecerle confort físico, como darle una brazo o tomarle la mano.
    • Algunas víctimas de agresión sexual evitan el contacto físico después del ataque, mientras que otras lo necesitan para sentirse seguras y queridas.
    • Tu hija quizás se sienta reconfortada con su comida favorita, una taza caliente de té, un baño relajante con aceites u otros gestos pequeños que puedes tener para ayudarla.
  2. Sobrevivir a una agresión puede causar distintas emociones que pueden afectar el comportamiento de tu hija. Conserva la calma y compréndela si su estado de ánimo es cambiante, tiene arrebatos o reacciones negativas. Tu aceptación en este momento difícil a la larga ayudará a reducir estas respuestas. [8]
    • Por ejemplo, si tiene una actitud confrontativa con sus hermanos y desea evitar las reuniones familiares, permite que haga lo que desee mientras lidia con el trauma.
    • Quizás quiera pasar más tiempo sola o con una persona en particular, como una amiga especial o su madre.
  3. El miedo a no ser creídas puede evitar que las víctimas de una agresión sexual compartan lo sucedido con sus seres queridos. Una vez que tu hija se abra acerca de la violación, dile que le crees por completo. Esta sensación de validación puede proporcionarle algo de paz mientras se recupera. [9]
    • Por ejemplo, puedes decirle "Sé que estás muy dolida por la violación, y quiero que sepas que estoy aquí para ti".
    • Reconoce directamente que te dice la verdad si alguien expresa dudas acerca de su versión de los hechos. De lo contrario, la insinuación de que alguien duda podría molestarle.
  4. Darle el espacio que necesita al mismo tiempo que le haces saber que cuenta contigo puede ser difícil. Dile que puede hablar contigo cuando lo necesite, que la amas y que estás dispuesto a ayudarla de cualquier forma que precise. [10]
    • Por ejemplo, puedes decir "No te presionaré para que te abras, pero estaré aquí si quieres hablar".
    • Ofrecerle la opción de ayudarla sin presionarla para que se abra hará que se sienta apoyada sin abrumarla.
  5. No existe una cantidad de tiempo establecida para recuperarse de un ataque sexual. No supongas que debe reponerse meses e incluso años después del abuso. Permite que se recupere a su propio ritmo sin presionarla por volver a ser como era.
    • Jamás le preguntes si aún no ha superado el ataque, dado que podría sentir vergüenza.
    • No le cuentes acerca del progreso de otras víctimas de abuso sexual, dado que podría dudar de su proceso de sanación.
  6. Observa el comportamiento de tu hija y su estado de ánimo para ver qué cosas la hacen sentir mal. Ciertas imágenes, música, situaciones sociales o movimientos podrían causarle molestia al recordarle el ataque. Esfuérzate tanto como puedas por evitar estos disparadores en tus acciones o en el entorno familiar.
    • Por ejemplo, los juegos de lucha o los abrazos muy fuertes podrían causarle ansiedad.
    • Evita las películas o los programas de televisión cuya temática sea el ataque sexual. Dile que puede y debe apagar inmediatamente cualquier cosa que la haga sentir mal. Esto la ayudará a evitar el trauma de segunda mano.
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Método 3
Método 3 de 3:

Controlar tus emociones

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  1. Si bien las emociones fuertes pueden ser dañinas para ti y tu familia, no te culpes por experimentarlas. Es absolutamente normal que sientas enojo y tristeza por la violación. Habla de tus sentimientos con amigos y familiares de confianza para superarlos. [11]
    • Escribir en un diario puede ayudarte a resolver estas emociones.
  2. La psicoterapia se recomienda para las personas que lidian con un problema específico o factor estresante. Pide una cita con un psicoterapeuta local para hablar de la violación de tu hija y tus sentimientos con respecto al tema. Si la sesión te resulta útil, reserva sesiones semanales para seguir trabajando en el problema. [12]
    • Habla con un terapeuta que te permita ordenar tus sentimientos y ser más comprensivo con tu hija.
    • Si tu hija no está lista para ver a un terapeuta, pídele que asista a una de tus sesiones contigo para que vea cómo puede ayudarla.
  3. Después de este tipo de trauma, enfocarse en el bienestar propio puede ser difícil. Tómate un tiempo para relajarte y recuperar las energías, lo que te ayudará a ser más fuerte para tu hija. Prueba alguna de estas actividades de cuidado propio:
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