Descargar el PDF Descargar el PDF

Ver a una querida mascota en medio de un ataque no es algo por lo que debas alarmarte, desesperarte o asustarte. Eliminar todo estímulo del ambiente, suministrar un tranquilizador y cuidarlo después del ataque será de gran ayuda durante todo ese momento perturbador. Si permaneces calmado y te enfocas en mantener a tu mascota a salvo, podrás ayudarle a que se recupere en el menor tiempo posible.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Mantén a tu perro a salvo

Descargar el PDF
  1. Tu perro se desorientará y se asustará durante un ataque. Si te pones histérico o gritas, le ocasionarás más estrés o si no reforzarás la impresión de que está bien que esté asustado. Alarmarlo solamente elevará su agitación y puede prolongar el episodio. Esto es básicamente perjudicial para una recuperación rápida.
    • Durante un ataque, tu perro se encuentra en un estado altamente sensible; el ruido, la luz y hasta un toque, pueden desencadenar una serie de impulsos eléctricos en el cerebro que alimente el ataque. Si te mantienes calmado, puedes evaluar la situación en la existencia de posibles detonantes y actuar para asegurarte que el ambiente tranquilo y silencioso.
    • Anota la hora. Anota la hora del ataque apenas empiece y cuando termine. Esta es una información útil para que el veterinario tenga una idea de la seriedad del ataque.
    • Además, cuando una mascota se encuentra en medio de un ataque, parece que el tiempo no pasara; pero puede ser reconfortante saber que lo que se sintió como toda una vida duró tan solo uno o dos minutos.
  2. Durante un ataque, tu perro destrozará lo que haya a su alrededor. Mira alrededor y busca objetos cercanos con los que él pueda chocarse y lastimarse, como las patas de las sillas o un calentador eléctrico. De ser posible, aparta cualquier objeto fuera de su camino en vez de mover al perro, ya que esto último lo estimularía.
    • También tendrás que sacar aquellos objetos que no deseas que se rompan o se muevan, sean o no un peligro para tu perro.
  3. Es fácil sacar objetos que no sean muy pesados de la habitación, pero no es así con los objetos más pesados como mesas; por lo tanto, coloca una almohada en las áreas peligrosas para brindarle protección. También, las mantas y toallas funcionan en momentos de necesidad como este.
    • Es una buena alternativa colocar un edredón encima de tu perro sin cubrir su cabeza, si es que corre el peligro de golpearse contra un objeto grande.
    • Si tu perro se está golpeando la cabeza con el piso, está bien colocar un cojín debajo de él para suavizar los golpes.
  4. Es un cuento viejo que un perro pueda tragarse su lengua durante un ataque. Bajo ningún concepto pongas tu mano en la boca de un perro que esté teniendo un ataque. Él no sabrá lo que está haciendo, morderá y no soltará tu mano hasta que se termine el ataque, ya que tomar este riesgo es innecesario e imprudente.
  5. Debes tocar a tu perro solamente (además del momento en que le des un tranquilizante, como se explica más adelante) si se encuentra en peligro y su ataque lo lleve a sufrir una lesión seria. Por ejemplo, si está sufriendo un ataque en lo alto de unas escaleras; entonces es mejor arriesgarse a moverlo y deslizarlo tranquilamente en el piso para ponerlo en un lugar seguro.
    • "Deslizar" a tu mascota es fundamental aquí. No querrás tener en tus brazos a un perro en medio de un ataque y que ambos se arriesguen a lastimarse. Si puedes, empújalo, deslízalo o muévelo de tal manera que no implique cargarlo para que ambos se mantengan a salvo.
  6. Una vez que hayas hecho todo lo que puedas para ayudar a tu perro a recuperarse, haz un video corto del ataque con tu teléfono inteligente. Esto es muy útil para tu mascota, ya que no todo lo que parece un ataque es en realidad un verdadero ataque. Esto es de gran ayuda para el veterinario observe el ataque de primera mano.
    • Que otra persona grabe el video, si estás muy exaltado para hacerlo. Solo asegúrate de que permanezca a una distancia razonable para no empeorar la condición del perro.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 4:

Minimiza la estimulación

Descargar el PDF
  1. Una habitación semi-oscura brinda mucho menos estimulación para tu cachorro, posiblemente mejore y se reduzca el ataque. Mira alrededor y ve lo que puedes hacer para asegurarte de que la habitación esté lo más pacífica y tenue posible. Deja encendida una luz tenue durante la noche para vigilar a tu perro.
    • En términos simples, un ataque es una tormenta eléctrica en el cerebro. Cualquier cosa que estimule al cerebro; ya sea una luz, un ruido, algún olor o toque, tienen el potencial de empeorar o incluso alargar el ataque. [1]
  2. Esta tormenta eléctrica en el cerebro de su perro se intensificará con ruidos del exterior. Para ayudarlo a superar esto, apaga la televisión y la radio, y también haz que todos salgan de la habitación. La última cosa que tu perro necesita es una audiencia de personas conmocionadas, con la respiración entrecortada y hablando, así que sácalos de la habitación para darle espacio y paz a tu perro.
    • Necesitarás vigilar a tu perro para tu propia tranquilidad, para anotar la hora del ataque y para asegurarte que esté bien. Permanece lo más callado y quieto posible durante este momento para que sea menos difícil para él.
  3. La estimulación olfativa de un perro (su rastreador) puede ser bastante potente; así que si tienes velas aromáticas encendidas o un asado en el horno, adopta medidas para deshacerte de cualquier tipo de olor. Apaga las velas, sácalas y abre la puerta para que mejore ventilación.
    • No se podrá mover fácilmente a un perro grande durante un ataque. Será más fácil mover a un perro pequeño durante un ataque, aunque esta no sea una buena idea ya que el contacto es también un estimulante y puede perturbar su delicada condición. Será mucho más fácil deshacerte de los olores en vez de mover a tu perro.
  4. Este es un tema controversial para algunos dueños porque se sienten forzados a acariciar a sus mascotas para calmarles la ansiedad. Esto es un riesgo debido a que el toque es una forma de estimulación, por eso es mejor que lo dejes solo. Su ataque pasará más rápido si no tratas de involucrarte.
    • Durante un ataque, en el mejor de los casos él no se dará cuenta de que estás ahí y en el peor, podrías prolongar el ataque. Mientras que tocarlo puede ser reconfortante para ti, no lo será para él.
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 4:

Usa un tranquilizante

Descargar el PDF
  1. Si tu mascota ha tenido ataques anteriormente, puede que el veterinario haya prescrito unos tubos rectales de Diazepam para usarlo durante o después de un ataque. Diazepam es un tranquilizador y es lo suficientemente bueno para calmar la actividad cerebral y terminar con el ataque en algunos perros.
    • Ya que tu perro no puede tragar medicinas orales durante un ataque, un método conveniente para suministrarle medicamento es por el recto. Diazepam es bien absorbido a lo largo de la mucosa rectal y entra rápidamente al torrente sanguíneo. [2]
    • Un perro de 20 kg necesita una jeringa rectal de Diazepam de 10 mg, tan pronto como fuese posible después del ataque. Se puede suministrar la dosis hasta tres veces durante un periodo de 24 horas.
  2. Para instilar Diazepam rectal, quita la tapa de la jeringa de dosificación y exprime una gota de Diazepam en la punta de la boquilla para lubricarla. A continuación se describe cómo suministrarle la medicina a tu perro de manera segura y delicada:
    • Retira la cola de tu perro del ano delicadamente y puedas ver la abertura rectal.
    • Coloca la boquilla en el orificio central y empleando un movimiento delicado, presiona el cuello de la jeringa de tratamiento en el recto hasta llegar a la profundidad de los hombros de la jeringa.
    • Con el supositorio firmemente situado en el lumen; apriete el tubo para vaciar el contenido en el recto.
    • Retira la boquilla y bota el supositorio usado.
  3. Cuanto más pronto le des Diazepam al perro, más pronto desaparecerán los síntomas. Sin embargo, no pierdas la calma por tener prisa. Aunque el tiempo es importante, es más importante que no agraves más la situación de tu perro.
    • También puedes darle la medicina a tu perro después del ataque para ayudarlo a mantenerse calmado y prevenir futuros episodios, especialmente si es propenso a tener ataques.
    Anuncio
Parte 4
Parte 4 de 4:

Cuida a tu perro después del ataque

Descargar el PDF
  1. Una vez que se recupere, es probable que tu perro tenga hambre o sed. Los perros pequeños son los más propensos a tener la glucosa baja después de un ataque y es una buena señal, si pide algo para comer. Aunque no lo pida, haz que la comida y el agua estén a su alcance.
    • No te preocupes si no come automáticamente. Dale un minuto para que se adapte nuevamente a su entorno. El descanso también es necesario.
  2. Él no puede dejar de sentirse extraño y desorientado por un tiempo, así que si quiere descansar, déjalo. Es completamente comprensible que esté cansado y ningún síntoma debe preocuparte.
    • Además, algunos perros sufren de ataques recurrentes, lo que significa que es probable que tenga más ataques dentro de un periodo de 24 horas. Si esto le pasa a tu perro, mantenlo callado, tranquilo y relajado.
  3. El veterinario va a querer revisar a tu animal y hacer unos exámenes de sangre para investigar si hay alguna enfermedad o un problema subyacente que desencadenó el ataque en primera instancia. Tus preguntas también serán contestadas para que tengas tranquilidad.
    • El veterinario tendrá mejor control de la situación mientras más detallada sea la información que le des. Si no tienes un video grabado, déjale saber al veterinario cuánto duró un episodio, qué comportamiento tuvo tu perro y cómo estaba tu cachorro después del ataque.
    Anuncio

Referencias

  1. Seizures in Dogs. Podell. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 1996 Jul;26(4):779-809
  2. The use of diazepam per rectum at home for the acute management of cluster seizures in dogs. Podell. J Vet Inter. Med. 1995 Mar-April; 9(2):68-74

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 6312 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio