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Ver la vida de un familiar o amigo destruida por el alcoholismo es una experiencia muy angustiante y dolorosa. En general, para tratar esta enfermedad, es necesario que el alcohólico entre a un programa de rehabilitación y así pueda sobrellevar su adicción. Si piensas que uno de tus seres queridos es alcohólico y quieres ayudarlo, primero debes determinar si realmente lo es. Luego podrás ayudarlo a conseguir el tratamiento adecuado.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Pedirle a la persona que deje de tomar

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  1. Es muy probable que una persona que tiene “problemas con el alcohol” no haya pasado a ser completamente alcohólica. Una persona con problemas menores puede resolverlos por sí sola, pero el alcoholismo es una enfermedad que no tiene cura. Las personas alcohólicas necesitan que alguien más intervenga por ellas. Estos son los signos de que una persona es alcohólica: [1]
    • problemas en el trabajo o en la escuela, como llegar tarde o ausentarse, debido a la resaca;
    • desmayos frecuentes después de beber;
    • problemas legales relacionados con la bebida, como arrestos por intoxicación en público o manejar alcoholizado;
    • incapacidad de dejar un vaso tranquilo o estar en la presencia de bebidas alcohólicas sin tomarlas;
    • organización del horario de acuerdo a las salidas a beber y las resacas que le siguen;
    • problemas con sus relaciones interpersonales debido al abuso del alcohol;
    • ansías de beber al despertar y síntomas de abstinencia cuando no bebe.
  2. Cuando hayas tomado la decisión de hablar con esa persona sobre su hábito de consumir bebidas alcohólicas, deberás saber exactamente lo que le vas a decir. Asegúrate de que la conversación sea clara y concisa; recuerda que no debes juzgarla. Así te prestará atención y no se sentirá como si la estuvieras atacando.
    • Trata de memorizar algunas frases claves que sean importantes para ti. Por ejemplo, puedes decir “Te quiero mucho y me preocupa que te lastimes emborrachándote los fines de semana. Te apoyaré en conseguir cualquier ayuda que necesites”. [2]
    • También puede ser de utilidad reunir un grupo de amigos de confianza para que hablen con tu ser querido. No obstante, ten cuidado de que la persona afectada no se sienta atacada.
  3. Si has notado algunos signos de alcoholismo, habla con la persona y dile que estás muy preocupado. [3] Explícale que su comportamiento afecta mucho a sus seres queridos y que es mejor que deje de tomar, tanto por su propio bien como por el de su familia. Háblale sobre los problemas que su comportamiento está causando. [4]
    • Asegúrate de tener la conversación cuando la persona no haya bebido. Es mejor hacerlo durante la mañana sin importar si tiene resaca en ese momento. Dile que está lastimando su cuerpo enfermándolo día tras día.
    • Prepárate para que niegue algún problema. Por lo general, los alcohólicos niegan que tengan algún problema con su consumo de alcohol. Es poco probable que reconozcan su comportamiento o lo tomen en serio hasta que estén listos. Si bien debes seguir sacando a colación el tema, prepárate para el hecho de que probablemente no sea aún el momento indicado.
  4. Cuando le hables sobre su hábito de consumir bebidas alcohólicas, no empieces la conversación con una acusación o una crítica. Evita atosigarla constantemente, solamente empeorarás el problema. Si terminas peleándote con ella, no querrá abrirse y compartir contigo sus razones para tomar. [5]
    • Ten en cuenta que probablemente esto provoque un ataque o crítica personal. Parte del mecanismo de defensa de una persona alcohólica contra el reconocimiento de los efectos negativos de su comportamiento es culpar a otras personas por su adicción. Por consiguiente, generalmente cualquier comentario que indique que existe un problema será contrarrestado con uno señalando que el “problema” es la situación (como el trabajo o el matrimonio) en lugar de la persona misma.
    • Intenta escuchar de manera honesta y razonable. Desde luego, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. No obstante, es difícil enojarse con alguien que es agradable, comprensivo y honesto. [6]
    • No necesitas aceptar la culpa o el abuso. Al momento de lidiar con un alcohólico, es importante establecer límites saludables, pues generalmente esta persona no los posee. Incluso si hay problemas que hayan contribuido al consumo de alcohol (por ejemplo, problemas en la relación), no fuiste la causa del alcoholismo. Por ende, no es aceptable el comportamiento cruel, manipulador, irresponsable o abusivo.
      • Tienes todo el derecho de alejarte o hacer caso omiso a una persona alcohólica que se comporte de esta manera.
      • Esto no significa que seas malo o que estés abandonando a la persona con el problema. Si el alcohólico no quiere entender que su comportamiento tiene un efecto negativo en su vida, probablemente seguirá bebiendo.
  5. Cuando hables sobre su problema con la bebida, asegúrate de preguntarle si tiene otros problemas o cosas que la estresan y así la llevaron a beber. También debes averiguar si ella tiene una buena red de apoyo. Si no la tiene, tal vez quieras recomendarle que busque la ayuda de un grupo. [7]
    • Es posible que la persona no quiera hablar sobre el tema que la llevó a tomar o niegue que tiene un problema en primer lugar. [8]
    • No obstante, ten en cuenta que el alcohol básicamente cambia a una persona, normalmente hasta el punto en que le es difícil saber qué la llevó a beber y cómo es ella en el interior.
    • El alcohol puede provocar un comportamiento irracional, una mala toma de decisiones y un pensamiento confuso. Esto puede continuar incluso cuando la persona alcohólica no esté tomando. Preguntarle a un alcohólico “¿Por qué lo haces?” podría no dar lugar a respuestas útiles. La “respuesta” simplemente podría ser “Lo hago debido al alcoholismo”.
    • Es normal si no entiendes. Existe la posibilidad de que no seas capaz o estés en la mejor posición para entender a la otra persona. El solo hecho de que aprecies a una persona no te capacita para poder solucionar sus problemas.
    • Por ejemplo, una persona de 14 años podría no ser capaz de entender al mundo de la manera en que lo hace alguien de 41.
    • Una persona que no ha estado en combate no podría comprender completamente lo que es ver a un camarada morir en batalla.
  6. El alcoholismo es una enfermedad muy compleja y una de las dificultades es la naturaleza paradójica que posee, así que forzar o humillar a la persona para que deje de beber probablemente no funcionará. [9] Es más, es muy probable que tome aún más.
    • Debes entender que no puedes evitar que la persona tome. Sin embargo, puedes recomendarle lugares donde la puedan ayudar. [10]
    • No obstante, eso no significa que debas ayudarla a conseguir alcohol o le permitas consumirlo.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Ayudar a la persona

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  1. Te guste o no, beber delante de una persona alcohólica la hace pensar en “Tú bebes, ¿por qué no puedo hacerlo yo?”. No interesa si puedes controlar tus ansias de beber, porque la otra persona no es capaz de hacerlo. [11] Esto también puede llevarte a desarrollar malos hábitos. La mejor manera de ayudar a la otra persona es pasar tiempo con ella en lugares donde no sirvan bebidas alcohólicas. Así le será más fácil dejar de tomar.
  2. Pregúntale a la persona más cercana al alcohólico si ha notado algún comportamiento extraño o si piensa que hay un problema. Evita decirle que la otra persona es alcohólica y ten cuidado de hablar de más con aquellas que no conozcas. No es bueno que comprometas la privacidad de otros.
    • Si piensas que la persona sufre de alcoholismo, entonces será necesario que involucres a terceros. El problema será demasiado grande como para resolverlo tú solo y tendrás que conseguir ayuda para el alcohólico lo más antes posible.
  3. Recuérdale que estás preocupado por ella, que te importa mucho y que quieres conseguir ayuda. Comparte lo que piensas con ella y pregúntale qué puedes hacer para ayudarla. Prepárate por si no quiere tu ayuda o decide evitarte por un tiempo.
    • Si la persona acepta buscar ayuda, recomiéndale un profesional. Ten una lista a mano con todos los recursos que puedan ayudar al alcohólico. Esta lista debe incluir los números de teléfono y direcciones de grupos de Alcohólicos Anónimos, [12] los nombres de algunos psicólogos y terapeutas especializados en tratar esta enfermedad, además de una lista de centros de rehabilitación. [13]
  4. Si el alcohólico se rehúsa a ir a un tratamiento o siquiera considerarlo, trata de involucrar a un terapeuta. [14] Él tendrá la experiencia necesaria para asistir a distintos tipos de alcohólicos y te ayudará a formar un plan.
    • Un terapeuta profesional sabrá cómo manejar los comportamientos del alcohólico que confunden o lastiman a los miembros de su familia.
  5. Si el alcohólico decide ir al tratamiento y toma los pasos necesarios para no tomar más, aliéntalo lo más que puedas y hazle saber que está tomando la decisión correcta. Frena cualquier sentimiento de culpa o vergüenza que tenga la persona mostrándole que estás orgulloso de ella por buscar ayuda.
  6. [15] Si fue internado en un centro de rehabilitación y completó el tratamiento, quedará vulnerable cuando salga. Para la mayoría de las personas, el tratamiento siempre continúa y el alcoholismo es una enfermedad con la que deben lidiar constantemente. Los familiares y amigos del alcohólico deben seguir apoyándolo, incluso si recae. Esto le sucede a casi todos los alcohólicos.
    • Piensa en actividades no relacionadas con el alcohol que puedan hacer juntos. Con frecuencia, cuando una persona ha hecho del consumo de alcohol una parte importante de su vida, buscar actividades que no incluyan esta bebida puede parecer poco natural. Ser un buen modelo a seguir y un amigo puede significar redescubrir la diversión, socialización y relajación sin la necesidad de una bebida.
    • Anima a la persona a que vaya frecuentemente a las reuniones de Alcohólicos Anónimos y así consiga la ayuda que necesita. Hazle saber que estás ahí por si te necesita.
  7. [16] Apoyar a un ser querido alcohólico es muy frustrante y puede llevar a la desesperación e impotencia. El alcoholismo es una “enfermedad familiar”, porque afecta a todas las personas cercanas al alcohólico. Tómate un tiempo para realizar las actividades que te gusten y mejorar tu autoestima durante este tiempo.
    • Ve a terapia. Puede ayudarte mucho el hablar con alguien sobre tus preocupaciones y sentimientos durante estos tiempos difíciles.
  8. Es necesario tomar un descanso de apoyar a una persona con problemas de alcohol. Mientras ayudas a tus familiares o amigos alcohólicos, es importante que pases tiempo con otras personas para distraerte y recuperar tu energía.
    • Asegúrate de resolver primero tus problemas personales. Evita enfocarte demasiado en los problemas del alcohólico, porque puedes dañar tus otras relaciones o desarrollar problemas de dependencia. [17]
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Consejos

  • Si tu amigo se niega rotundamente a admitir que tiene un problema, no hay nada que puedas hacer. No lo tomes personalmente o te sientas responsable por sus problemas.
  • Si esta persona es parte de tu vida, es inevitable que sus problemas con la bebida te afecten. Intenta ir a una reunión de Alcohólicos Anónimos o leer algún libro sobre el alcoholismo. Tendrán varios consejos para que puedas salir adelante.
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