Descargar el PDF Descargar el PDF

Las tortugas rusas, también conocidas como tortugas horsfieldii, viven en climas áridos y generalmente crecen en ambientes cálidos con poca humedad. Sin embargo, en un hábitat con poca humedad, corren el riesgo de deshidratarse y acumular suciedad en su piel y caparazón. Lo recomendable es bañarla con regularidad para mantenerla hidratada, limpia y saludable. Los veterinarios recomiendan bañar a las crías todos los días y a los adultos una vez por semana. [1] Para bañar adecuadamente a una tortuga rusa, consigue los suministros apropiados, remójala y lávala suavemente, y sécala cuidadosamente cuando hayas terminado.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Reunir los materiales

Descargar el PDF
  1. Lo ideal es que el recipiente que elijas sea de porcelana o plástico oscuro, de modo que la tortuga no se sienta tentada a salir. [2]
    • Una bandeja de arena para gatos limpia y poco profunda o una fuente para hornear grande de porcelana pueden ser ideales para este propósito.
    • Lo que sea que decidas usar como bañera, solo úsalo para bañar a la tortuga. Una vez que lo uses para bañarla, no será adecuada para la preparación de alimentos u otros fines similares.
  2. Necesitarás otro recipiente, como una taza o una regadera pequeña, para enjuagar a la tortuga. También debes tener un cepillo de dientes de cerdas suaves o un cepillo de uñas y un rollo de toallas de papel a la mano. [3]
  3. Pon suficiente agua limpia y tibia (no caliente) en el fondo del recipiente para que el nivel del agua llegue a la parte de abajo del caparazón de la tortuga. No añadas jabones, detergentes u otros productos al agua. [4]
  4. Usa un libro o un artículo de tamaño similar para inclinar ligeramente la batea. Esto creará un extremo profundo y un extremo poco profundo para que la tortuga pueda sentarse con seguridad en la batea. Coloca la cabeza de la tortuga en el extremo poco profundo, con la parte trasera en el extremo profundo.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 2:

Enjuagar y restregar a la tortuga

Descargar el PDF
  1. Protege a la tortuga asegurándote de que tus manos estén limpias antes de manipularla tanto a ella como a los suministros de baño. [5]
  2. Sumerge lentamente a la tortuga en el agua. Deja que se tome unos minutos para acostumbrarse a estar en el agua. No la presiones hacia abajo con fuerza. [6]
  3. Remojarla en agua tibia no solo hidratará su piel, sino que también la alentará a beber y eliminar los desperdicios. [7]
    • No debes dejar que el agua se enfríe, ya que la tortuga depende del calor del ambiente para estar activa. Lo mejor es sacar el agua periódicamente y agregar más agua tibia.
    • No dejes a la tortuga en el agua sin supervisarla. Se puede volcar fácilmente y ahogar, incluso en una cantidad pequeña de agua.
  4. Usa otro recipiente para enjuagar suavemente el caparazón, la cabeza y las extremidades de la tortuga. Esto ayudará a eliminar la suciedad e hidratar las partes de la tortuga que no están sumergidas en la batea de baño. Deja que el agua gotee entre tus dedos o usa una regadera para crear una lluvia suave. [8]
  5. Una vez que hayas suavizado la suciedad impregnada rociando el caparazón con agua, limpia la suciedad restante con un cepillo suave. Vierte un poco más de agua sobre el caparazón para enjuagar la suciedad que hayas desprendido con el cepillo. [9]
    • Asegúrate de prestar mucha atención a los espacios entre las placas óseas (secciones en forma de placa del caparazón) y la parte inferior del caparazón superior, especialmente alrededor de las extremidades, la cola y la cabeza. La suciedad tiende a acumularse en estas áreas.
    • Frota suavemente el plastrón (caparazón inferior) y el caparazón superior.
  6. Sé cuidadoso cuando restriegues estas partes de la tortuga, sobre todo las áreas que no están densamente cubiertas de escamas. [10]
  7. Examina a la tortuga para encontrar lesiones, daño en el caparazón, signos de ácaros o estomatitis, una infección bucal común en las tortugas. Si descubres algún signo de enfermedad o lesión, llévala a un veterinario. [11]
    • Busca manchas rojas o grietas alrededor del pico y la boca de la tortuga. Estos pueden ser signos de estomatitis o pudrición bucal.
    • Examina el caparazón en busca de grietas, decoloraciones o lesiones.
    • Revisa la piel y las escamas en busca de heridas o ampollas.
    • Revisa los pliegues de la piel de la tortuga alrededor de la cabeza y las extremidades en busca de ácaros, que se verán como pequeños puntos rojos o negros. Esto se puede quitar suavemente con un cepillo de cerdas suaves y enjuagar con agua.
  8. Cuando termines de bañar a la tortuga, seca suavemente su cabeza, sus extremidades y su caparazón con toallas de papel antes de llevarla nuevamente a su hábitat. [12]
    • Asegúrate de que la tortuga esté completamente seca para evitar posibles problemas con la pudrición del caparazón debido al exceso de humedad.
    • Tira las toallas de papel de inmediato en un contenedor de basura con tapa para evitar la propagación de enfermedades o parásitos.
  9. Es posible que quieras verter el agua del baño en el inodoro por razones sanitarias. Lava el recipiente del baño con un detergente suave y agua caliente, y enjuágalo bien.
  10. Las tortugas pueden transmitir salmonela y otras enfermedades. Siempre lávate bien las manos después de bañar o manipular a la tortuga. [13]
    Anuncio

Consejos

  • El baño puede alentar a la tortuga a eliminar los desechos, lo cual es importante para su salud. No te preocupes si defeca o expulsa uratos (una combinación semisólida y blanquecina de orina y otros desechos) en el agua. Esto es normal y saludable.
Anuncio

Advertencias

  • Nunca dejes de supervisar al a tortuga en el agua, ya que puede ahogarse.
  • Nunca uses jabón, detergente u otros productos de limpieza en la tortuga, ya que pueden ser dañinos o fatales. Baña a la tortuga únicamente con agua limpia.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 1693 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio