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El líquido de la transmisión tiene que cambiarse de vez en cuando para aumentar la vida de la transmisión, generalmente entre los 48.000 a 97.000 Km (30.000 a 60.000 millas), aunque en ocasiones puede ser más a menudo (comprueba los intervalos de las revisiones en en el manual de usuario). Cuando el líquido de la transmisión se estropee, es posible que tengas problemas al cambiar de marcha, que el vehículo se ralentice o incluso se pare en los semáforos. Puedes consultar el manual de usuario para averiguar con qué frecuencia necesitas cambiar el líquido, pero también puedes aprender a diagnosticar y resolver el problema tú mismo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Empezar

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  1. El líquido de la transmisión automática (en inglés ATF) es el líquido que se utiliza en los vehículos con transmisión automática o cambio automático. Suele ser de color rojo o verde para distinguirlo del aceite del motor y de otros líquidos del vehículo. En la mayoría de los vehículos, es posible comprobar el nivel con una varilla graduada mientras el motor esté en marcha.
    • Busca la varilla graduada del líquido de la transmisión la cual suele tener un tirador rojo. En la mayoría de vehículos estará marcada con claridad y sera fácil de acceder a ella ya que se encuentra próxima a la varilla graduada del aceite. Las varillas graduadas muestran una marca de lectura en frío y en caliente. En caso de que el motor no haya estado en marcha durante aproximadamente una hora y no vivas en un clima extremadamente caluroso, considera la lectura en frío para conseguir los niveles correctos.
    • En caso de que los niveles estén bajos pero el líquido parezca transparente, solo tendrás que llenar el sistema. En caso de que el líquido parezca decolorado o turbio, tendrás que cambiarlo. Una vez hayas alcanzado el kilometraje que requiere que cambies el líquido de la transmisión, deberás optar cambiarlo en cualquier caso incluso aunque el líquido parezca correcto.
  2. Asegúrate de tener suficiente espacio para no meterte debajo del vehículo y de que los gatos lo soporten con seguridad.
    • Aparca siempre sobre una superficie plana y uniforme cuando trabajes debajo del vehículo y usa soportes de gato u otros inmovilizadores adecuados para garantizar la seguridad en caso de que un gato falle o el vehículo intente rodar en el aparcamiento.
  3. El cárter suele estar sujeto en la parte inferior de la transmisión con seis u ocho tornillos, por lo que tendrás que meterte debajo del vehículo para localizarlo. En los vehículos de tracción delantera, la transmisión suele estar montada de izquierda a derecha bajo el compartimento motor. En los vehículos de tracción trasera, la transmisión suele estar suspendida debajo de la consola central, orientada de delante hacia atrás.
    • Examina el cárter. En la mayoría de los vehículos podrás vaciar el líquido de la transmisión soltando el tornillo de vaciado en el centro del cárter y dejando escurrir el líquido dentro de un recipiente. Sin embargo es posible que en algunos vehículos tengas que desmontar totalmente el cárter de la transmisión. El cárter de la transmisión tendrá múltiples tornillos pequeños alrededor del borde para sujetar el cárter a la transmisión, los cuales podrás desenroscar para poder extraer el cárter libremente.
    • En caso de que quieras revisar el filtro del líquido, las juntas o cualquier otro de los componentes, es posible que quieras desmontar el cárter para examinar el conjunto por completo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Vaciar el líquido

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  1. Para recoger el líquido de transmisión que esté cayendo, necesitarás colocar debajo del tornillo de vaciado una bandeja lo suficientemente grande como para recogerlo. Puedes comprar recipientes de plástico baratos en la mayoría de tiendas de repuestos para vehículos.
    • En caso de que la transmisión no tenga tapón de vaciado, realizar el vaciado del líquido puede convertirse una operación muy conflictiva. Ya que es posible que el líquido gotee alrededor del cárter (en vez de a través del orificio de vaciado), necesitarás una bandeja receptora que sea al menos tan ancha como el propio cárter de la transmisión para evitar que se convierta en un desastre.
  2. Para vaciar el líquido, desenrosca el tornillo de vaciado o bien desarma el cárter para que el líquido comience a salir inmediatamente. Es probable que te caiga algo de líquido en las manos (es casi imposible evitarlo), pero asegúrate de mantener la cara y el pecho fuera de su camino para minimizar el derrame. Coloca el recipiente debajo de él, desenrosca el tapón y quítalo rápidamente para dejar libre el camino.
    • En caso de que el cárter de la transmisión tenga un tapón de vaciado, quítalo para vaciar el líquido en una bandeja receptora. Usa una bandeja que pueda contener hasta diez litros del líquido de la transmisión, aunque es probable que no llegue a rebosar.
    • En caso de que necesites retirar todo el cárter del líquido de la transmisión, desenrosca hasta la mitad los dos tornillos de la parte más alta y luego desenrosca completamente los otros tornillos. Una vez esté desenroscado el último tornillo, el cárter caerá un poco y el líquido empezará a vaciarse. También es posible que tengas que tirar con un poco de fuerza para aflojarlo.
  3. La mayoría de cárters de transmisiones automáticas tienen un imán en su interior que recoge las partículas de metal que se hayan podido producir por el desgaste de las piezas en movimiento. Extrae estas partículas junto con el líquido que quede en el cárter. Las partículas metálicas son normales y representan el uso y desgaste típico de de los engranajes. Sin embargo, no es normal cualquier viruta que sea grande o con forma irregular. Guarda estos fragmentos y pide consejo a un mecánico certificado para asegurarte de que la transmisión no precise una intervención inmediata.
    • Alrededor de un 50 por ciento del líquido permanecerá en la transmisión cuando la vacíes. Para vaciar todo el líquido, incluyendo el líquido del convertidor de par, debes vaciar la transmisión completamente, un proceso que suele formar parte de una rutina de mantenimiento más profunda.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cambiar el líquido

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  1. Mientras cambies el líquido es buena idea revisar y valorar el estado del filtro y de las juntas y sustituirlas en caso de que sea necesario. No es necesario cambiarlos cada vez, pero los filtros y juntas agrietados o con fugas deben quitarse y cambiarse por componentes iguales que es posible comprar en tiendas de repuestos para vehículos. Para averiguar qué tipo de repuestos necesitas para tu modelo, ve a una tienda de repuestos para vehículos y habla con un técnico.
    • En caso de que hagas esto, o hayas decidido lo contrario, cambia el tapón y el montaje del cárter apretándolos con una junta o llave dinamométrica. No aprietes demasiado los tornillos.
  2. Una vez que el cárter esté puesto en el vehículo, puedes bajarlo de los soportes de gato y reponer el líquido de la transmisión con la clase adecuada. Hay varios tipos de líquido de transmisión, así que tendrás que asegurarte de usar el tipo recomendado por el fabricante del vehículo. Comprueba el manual de usuario para añadir la clase de líquido correcta.
    • En la mayoría de los vehículos podrás añadir el líquido de la transmisión a través del hueco del que extrajiste la varilla graduada. Normalmente el líquido va directamente en esta boca, por lo que necesitarás usar un embudo. Vierte un poco menos de líquido que la cantidad que hayas vaciado para no llenarlo en exceso. Puedes encontrar las cantidades adecuadas en el manual de usuario.
  3. Comprueba el nivel de líquido. En caso de que el nivel esté bajo, añade más líquido hasta que el líquido de la transmisión esté en el nivel correcto. Evita llenarlo en exceso. Algunas transmisiones necesitan que el vehículo esté en punto muerto y otras apagado para comprobar el líquido de la transmisión. Es posible añadir una cantidad incorrecta de líquido en caso de que no esté en la posición correcta. La varilla graduada y el manual de usuario indicarán la posición correcta.
  4. El líquido de la transmisión es perjudicial para el medio ambiente, por lo que es importante que evites el vaciado o vertido de líquidos de la transmisión en el medio ambiente. Ponte siempre guantes y limpia la piel de cualquier residuo que quede inmediatamente después de terminar el cambio de los líquidos.
    • La mayoría de tiendas de repuestos para automóviles y carrocería cuentan con programas de reciclado de líquidos que te permitirán eliminar los aceites del motor, líquidos de la transmisión y otros líquidos del vehículo que obtengas al realizar el mantenimiento de tu vehículo. Localiza el punto de recogida de tu zona.
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Consejos

  • Localiza el punto de recogida de líquido antes de empezar el proceso de su cambio. Averigua cómo transportar el líquido viejo y sucio y protege el medio ambiente.
  • Algunos fabricantes no recomiendan cambiar el líquido excepto cuando se repare la transmisión. Estas transmisiones tienden a no tener la varilla graduada tradicional para comprobar el nivel y es posible que tengan sensores que muestren los niveles del fluido de la transmisión.
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Advertencias

  • Las transmisiones manuales necesitan un procedimiento totalmente distinto para cambiar el aceite de la transmisión. Este artículo es para transmisiones automáticas .
  • Cambiar el líquido de la transmisión puede alargar la vida de la transmisión incluso en caso de que el color del líquido todavía sea rojo cuando lo compruebes extrayendo la varilla graduada. En caso de que el líquido sea rojo oscuro o marrón y huela a quemado, vacía por completo la transmisión ya que es posible que haya un daño grave en la transmisión.


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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

El líquido de transmisión lubrica los componentes en el interior de la transmisión de tu auto, y probablemente necesites cambiarlo si los engranajes no funcionan correctamente o si escuchas un traqueteo debajo del capó. Por lo general, el líquido de transmisión debe cambiarse cada 48 280 a 96 560 km (30 000 a 60 000 millas). Para cambiarlo, primero estaciona tu auto en una superficie plana y eleva cada lado con soportes de gato o con una rampa. Ubica la bandeja para el líquido de transmisión, la cual es una placa metálica plana en el medio del auto con una tuerca del tamaño de la punta de tu dedo. Coloca un balde grande debajo de esta tuerca para recoger el líquido de transmisión que drene. Utiliza una llave de tubo o una llave hexagonal para aflojar esta tuerca y sacarla para vaciar el líquido antiguo. Utiliza guantes y ropa vieja en caso de que el líquido te salpique. Una vez que todo haya terminado de drenar, vuelve colocar la tuerca y ajústala con la llave de tubo o la llave hexagonal. Vierte el líquido antiguo en botellas viejas de un litro para determinar qué cantidad necesitas verter en tu auto. Revisa el manual del propietario de tu auto para determinar qué tipo de líquido de transmisión necesitarás. A continuación, abre el capó del auto y retira la varilla de la línea de transmisión. Por último, introduce un embudo en la línea de transmisión y vierte el líquido nuevo en el interior. Al terminar, revisa la varilla de medición para asegurarte de que no sea necesario agregar más líquido.

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