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En tus rutinas cotidianas, ¿ves cosas notables que inspiran tu creatividad? Lleva lápiz y papel y registra esas imágenes a mano. Emplearás una “licencia de artista” para darles un instinto propio a las cosas, así que tu trabajo será lo contrario de una fotografía. Las cosas vistas y documentadas con tus propios ojos y manos forman parte de ti. Años después, tus dibujos siguen hablando contigo y remontándote en el tiempo a ese momento. Por sencillos que sean, te alegrará haberlos hecho.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reunir las provisiones

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  1. Un lápiz (n.º 2), un sacapuntas, unas hojas de papel o un bloc de dibujos pequeño de bolsillo encuadernado en espiral. Opcional: una barra de lápiz de tiza optimista Conté (de color de herrumbre), una barra al pastel gris, un lápiz de carboncillo, un juego de viaje de acuarelas y un lápiz. Además, un estuche para llevar las provisiones.
  2. Busca donde acomodarte. Imagina que estás allí, quizá protegido de los demás para no molestarte mientras piensas y trabajas. Capta todos los sentidos y ábrete; deja que las cosas lleguen hacia ti.
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    Anota, con palabras, tus impresiones. Deshazte del miedo a la página en blanco describiendo la escena con palabras, toma nota de tus impresiones. Podrías hacer una lista de los aspectos concretos de la situación en ese momento: tu ubicación, el tiempo, el viento, la temperatura, etc. Simplemente empieza a hacer marcas sobre el papel. Haz lo que te imagines para ayudar a revelar la relación entre el ojo y la mano y conseguir que se mantengan vivas esas líneas.
  4. El mundo está lleno de cosas llamativas. Una vez que empieces esta actividad, te verás inundado por la información que es digna de documentación en el papel. Solo el resalte de la imagen y su registro le dan vida.
  5. Árboles, copas, dibujos de ramas, troncos que tienen distintas cortezas, cómo están unidos los árboles al suelo, etc. El cielo, las nubes, capas de color o tonos de valor del blanco a los grises, pasando por el negro. Las malas hierbas, robustas, las vainas, el césped, plantas con flores diminutas, piedras, guijarros, etc. Flores, arbustos, flores silvestres, flores plantadas en todas las etapas de crecimiento.
  6. Papel en desuso, trozos de desechos tirados al suelo. Abundan los bancos de parques, los asientos, los barcos, los autos, las bicicletas, las pasarelas, los puentes, las vallas, las paredes, etc.
  7. A fuerza de meter una serie, podrías investigar las facetas de una sola cosa; por ejemplo, tu equipo y rutina de café de la mañana. Podrías querer celebrar alguna comida o fruta en particular. Haz una colección con imágenes elegidas al azar. Ábrete a optar por ello.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Hacer bosquejos pequeños

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  1. Dibuja un rectángulo de aproximadamente 8,9 x 11,5 cm (3 ½ x 4 ½ pulgadas) u otra figura geométrica si usas hojas de papel. Esto te da parámetros y proporciona un marco para tu bosquejo. Cambia los formatos: trabaja horizontalmente, verticalmente, en cuadrado, etc. Si lo deseas, las puedes pasar luego a un “álbum de recortes” o un “álbum de fotos”, incluso una página que pegaste a un collage lleno de color.
  2. Divide lo que ves en tres o cuatro figuras geométricas, como un rompecabezas dentro del plano de la imagen. Prueba a hacer que las líneas toquen dos o más bordes del papel.
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    Añádele abundante textura. Repetir una forma para crear un dibujo da como resultado la textura. Aprovéchala. Si la textura es suave, exagérala para que sea más dramática.
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    Cambia de lugar las cosas para tu gusto. No hace falta que dibujes exactamente lo que está delante tuyo, mueve las cosas según te parezca. Todo trata de la obra de arte, diseñar una página, no necesariamente captar la realidad.
  5. º 2 . Usa la punta afilada con todo lo que es de presión leve a fuerte. Inclina el lápiz hacia el costado y sacúdelo mientras bosquejas. Traza líneas que vayan de finas a gruesas. Esto se llama línea con peso y puede representar rápidamente el volumen de un objeto, como un tronco o una roca.
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    Sombrea con lápiz. Apúntalo hacia adentro sobre su lado y frota una zona del bosquejo. Marca donde la luz es fuerte en el objeto como el blanco del papel, hasta donde está a la sombra. Sombrea las zonas que tengan textura para que parezcan casi tridimensionales.
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    Mezcla el sombreado con el dedo. O no. Si deseas una transición menos fluida de una zona de sombreado a otra, deja solas las marcas de lápiz.
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    Sombrea con rayas para obtener sombreados. Simplemente haz una serie de líneas en una dirección y repítelas en sentido contrario.
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    Perfecciona tus dibujos sencillos. Si quieres más detalles, agrégalos. Manipula tus dibujos, llevándolos de lo abstracto a lo realista. Los dibujos consisten en líneas que son irregulares y guardan una cualidad gestual hacia las que son delicadas y finas, cada una tiene belleza propia. Guárdalas y celebra ejemplos de cada una.
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    Si vas a trabajar en un bloc de dibujos, simplemente ábrelo y emprende el viaje.
  11. Las posibilidades son infinitas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Pintar los bosquejos

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    Practica sujetar la caja de acuarelas. La mayoría tienen un agujero para el pulgar y son ligeras. La paleta y las pinturas están pensadas para trabajar por la vía rápida y convertirse rápidamente en una extensión de la mano no dominante.
  2. No necesitas tanta, pero cámbiala, con frecuencia, si se ensucia. Llena una taza hasta la mitad de la cantimplora para beber.
  3. Pinta dentro de las rayas o de manera más abstracta. Pinta solo lo que es más importante y deja el resto con líneas blancas y negras. Pinta suavemente o usa formas y colores fuertes.
  4. Prueba a pintar directamente sin hacer bosquejos primero. Considera las posibilidades ilimitadas.
  5. Está cuando lo necesites y puedes acudir a él en momentos de apuro. Su valor aumenta con el uso y la familiaridad. Ayuda a pasar el rato, aunque te relajes durante acontecimientos difíciles. Guardar los bosquejos es un regalo para ti mismo.
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Consejos

  • A la gente le atraen los artistas que están trabajando. La gente tiene una curiosidad natural por ver lo que pasa, así que sé cortés y ten presente que sencillamente están interesados. Cuenta hasta qué punto estás dispuesto a hacerlo. Está bien decir que tienes que concentrarte en tu obra si una persona habla demasiado.
  • Saca tus propias fotos de consulta si crees que más tarde, en casa, quieres recibir detalles específicos de la escena u objeto que trabajas.
  • Añade otras provisiones para mantener vivo tu interés. Bolígrafos o rotuladores en gel en negro o de colores. Rotuladores mágicos, lápices de tiza y pasteles. Los rotuladores de trazo fino con tinta permanente son buenos, pero los rotuladores solubles en agua suelen desteñirse si se mojan y pueden ofrecer maravillosos efectos imprevistos al usarlos con las acuarelas.
  • Sería bueno exponer estos bosquejos pequeños en un marco con collages comprado. Dejarlos en el libro en espiral contribuye a guardarlos fácilmente en una caja de fotos comprada.
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Advertencias

  • Sé respetuoso al bosquejar a los demás y mantén los detalles faciales de los demás anodinos. Evita dibujar detalladamente a niños o bebés de desconocidos.
  • Siempre sé consciente de quienes están a tu alrededor y no te alejes de la gente. Crear arte es tan absorbente, es fácil perderte en ella, así que ten cuidado con el paso del tiempo. Lo que es aún mejor, trabaja con un amigo.
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