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A las mariposas monarca se las conoce por su patrón distintivo anaranjado y negro, pero las orugas también tienen su propio aspecto singular con rayas negras, amarillas y blancas particulares. Criar orugas monarca hasta que se conviertan en mariposas es una forma divertida de experimentar una de las transformaciones más dramáticas en la naturaleza. Mejor aún, criar estas orugas de hecho puede ayudar con los intentos para la conservación de esta hermosa especie.

Método 1
Método 1 de 3:

Recolectar los huevos o las orugas

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  1. Las orugas monarca se alimentan de manera exclusiva de plantas de algodoncillo, y las mariposas hembras ponen sus huevos en ellas de forma que las larvas tengan una gran cantidad de comida. Si lo que quieres es encontrar orugas monarca, puedes ya sea plantar algodoncillo en tu jardín o bien explorar tierras cubiertas de vegetación en tu localidad para encontrar plantas que ya estén creciendo. [1]
    • Si bien la apariencia exacta del algodoncillo diferirá según la variedad, por lo general tiene un tallo con hojas anchas. Si el algodoncillo está floreciendo, es muy fácil identificarlo, ya que las flores tienen una forma distintiva de estrella. Asimismo, en caso de que el tallo o las hojas estén dañados, la planta secreta un líquido lechoso. [2]
    • El algodoncillo crece en zonas en las que la tierra se haya movido. Por ejemplo, es posible que encuentres que crece a lo largo de una cuneta, ciclovía o vías del tren, o bien podrías detectarlo en una pastura, un parque o un jardín cuya vegetación haya crecido demasiado.
    • Antes de salir a buscar plantas de algodoncillo, debes buscar imágenes de la planta en línea o bien fijarte en una guía de identificación de plantas.
  2. Después de encontrar una planta de algodoncillo, debes revisarla todos los días empezando en la primavera. Los huevos de mariposa monarca son amarillos y redondos, tienen alrededor del tamaño de la punta de un lápiz y, por lo general, se encuentran en el lado inferior de la hoja. Suele haber únicamente un huevo en una hoja, y lo usual es que una mariposa monarca hembra ponga solo un huevo en cada planta de algodoncillo. [3]
    • Los huevos de mariposa monarca eclosionan en el espacio de entre 4 y 5 días y, por tanto, te será de ayuda que encuentres los huevos lo más pronto posible.
    • En caso de que no hayas revisado la planta en el espacio de unos días, es posible que observes orugas monarca en lugar de huevos. Las orugas recién eclosionadas tendrán alrededor del tamaño de un grano de arroz, un cuerpo liso y rayas negras, amarillas y blancas apenas visibles. Las orugas mayores tienen las mismas rayas distintivas pero son de mayor tamaño, llegando a alcanzar entre los 2,5 y los 4 cm (1 a 1,5 pulgadas) antes de transformarse en mariposas. [4]
  3. Si quieres proteger a los huevos frágiles de mariposa monarca o las larvas recién eclosionadas, lo mejor es dejarlos en la hoja. Puedes ya sea romper el tallo del algodoncillo con las manos o arrancar con suavidad la hoja que contenga el huevo y luego llevártelos de vuelta a casa. [5]
    • Si te llevas todo el tallo, esto te brindará bastante comida para la oruga hambrienta, aunque puedes tan solo recoger unas cuantas hojas si así lo deseas.
    • No olvides revisar toda la planta para tener la certeza de que no haya ningún otro insecto ni sus huevos ocultos allí. En caso de que veas algo que no sea una oruga monarca o un huevo, quita de allí al insecto o retira la hoja en donde se encuentre el huevo.
    • Puedes mantener fresco el tallo de algodoncillo envolviendo el extremo con papeles toalla húmedos y luego con papel de aluminio. Asimismo, puedes usar tubos florales de espuma en caso de que puedas acceder a suministros de floristería.

    Consejo: debido a que la savia puede irritarte la piel y los ojos, lávate las manos con jabón y agua después de manipular el algodoncillo.

  4. Después de traer el algodoncillo adentro, rocíale unas gotas de agua al papel toalla y colócalo en el fondo de un recipiente pequeño (por ejemplo, un frasco de vidrio o un recipiente para almacenar alimentos). En caso de que te hayas llevado todo el tallo de algodoncillo, arranca con cuidado la hoja que contenga el huevo y luego colócala dentro del recipiente con el lado del huevo hacia arriba. [6]
    • Cubre el recipiente con una tapa hecha de malla o una tapa que tenga agujeros de forma que el aire pueda circular.
    • El agua en el papel toalla hará que la hoja de algodoncillo no se seque.
    • En caso de que hayas encontrado orugas que ya hayan eclosionado, puedes trasladarlas en cambio directamente a su recinto permanente.
  5. Una vez que las larvas rompan el cascarón, obtendrán agua y comida del consumo de las hojas de algodoncillo a las que hayan estado adheridas. Si añades unas cuantas gotas de agua todos los días, el algodoncillo no se secará en tanto esperas a que los huevos eclosionen. [7]
    • No dejes de hacerlo hasta que los huevos eclosionen. Esto por lo general toma alrededor de 4 días.
  6. Puedes esperar de forma segura para trasladar las larvas hasta que tengan 4 o 5 días, ya que hasta entonces no reptarán. Una vez que tengan 4 o 5 días, deberían medir alrededor de 2,5 cm (1 pulgada) de largo y estarán listas para trasladarlas a su recinto principal. En caso de que haya una oruga reptando sobre una hoja, puedes tomar la hoja entera y trasladarla a un recinto nuevo. En caso de que la oruga se encuentre en el fondo o el lado del recipiente, tómala con suavidad en tus dedos para trasladarla. [8]
    • Al eclosionar los huevos en un recipiente pequeño, podrás vigilar de cerca su progreso. Asimismo, en caso de que vayas a criar a más de una generación de orugas, te será de ayuda tener un recipiente aparte para eclosionar los huevos para así evitar que se propaguen las enfermedades, ya que únicamente trasladarás al recinto más grande a las orugas que estén saludables. [9]
    • En caso de que te preocupe dañar las larvas al trasladarlas, puedes humedecer un poco las cerdas de un pincel de artista y luego deslizar a cada oruga sobre él para trasladarlas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Disponer el recinto de las orugas

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  1. Tu imaginación es el límite en cuanto a la creación de un recinto para las orugas. En caso de que vayas a criar únicamente 1 o 2 orugas monarca, podrías emplear una caja de zapatos o un recipiente limpio para alimentos, o bien un acuario en caso de que vayas a criar más orugas y quieras brindarles un recinto más grande. Tan solo debes tener cuidado de que el recinto que elijas tenga como mínimo 10 cm (4 pulgadas) de profundidad para que la mariposa adulta tenga espacio para extender sus alas. [10]
    • Cuando las orugas empiecen a reptar, podrán escapar del recinto en caso de que no tenga una tapa segura. Sin embargo, debes tener cuidado de que la tapa pueda abrirse con facilidad, ya que será necesario limpiar el recinto todos los días.
    • Asimismo, deberá haber bastante ventilación, por lo que debes elegir una tapa hecha de malla, una pantalla o una red.
    • Con un recipiente de lados transparentes podrás ver a las orugas a medida que vayan desarrollándose. Sin embargo, esto no es necesario.

    Consejo: en caso de que no tengas una malla, podrías estirar unas medias a través de la parte superior de un recipiente y asegurarlas en su lugar con una banda elástica.

  2. Al igual que en el recinto para los huevos, con un poco de agua en un papel toalla ayudarás a que las hojas de algodoncillo no se sequen. Debido a que las orugas tendrán mucha hambre a medida que crezcan, debes tener cuidado de contar con varias hojas frescas de algodoncillo para cada larva. Incluso puedes colocar tallos enteros de algodoncillo en el recinto en caso de que hayas elegido un recipiente lo suficientemente grande. [11]
    • Para no introducir insectos o bacterias no deseados al recinto, debes enjuagar las hojas de algodoncillo bajo agua corriente fría antes de colocarlas en el recipiente.
    • En caso de que vayas a colocar hojas individuales en el recipiente, será necesario que añadas hojas frescas todos los días. Asimismo, deberás reemplazar los tallos enteros cuando las hojas empiecen a enroscarse, tornarse marrones o tener un aspecto seco.
    • Puedes colocar palos en el recinto como una forma de apoyar los tallos de algodoncillo si así lo deseas.
  3. A las orugas monarca les encanta la luz natural indirecta, por lo que debes colocar el recipiente cerca de una ventana. Sin embargo, podrían morir si se calientan demasiado, así que debes tener cuidado de que no sea una ventana en la que el sol caiga directamente sobre las orugas. [12]
    • Asimismo, ten cuidado de que el recipiente no esté en el camino de ningún conducto de ventilación de aire acondicionado, ya que el aire fuerte y las temperaturas fluctuantes pueden ser peligrosos para las orugas pequeñas.
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Método 3
Método 3 de 3:

Criar y liberar a las orugas

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  1. Si quieres mantener a las orugas saludables y felices, es importante que su recinto se mantenga limpio. Retira con cuidado las hojas, de haberlas, y hazlas a un lado. En caso de que haya orugas en las hojas, de todos modos no hay problema con moverlas. Tan solo debes vigilarlas de forma que no se alejen reptando. Reemplaza los papeles toalla en el fondo del recinto y limpia los lados del recipiente usando un paño húmedo. [13]
    • Al terminar, añade algodoncillo fresco y regresa las hojas antiguas en las que haya orugas.
    • Las orugas producen una gran cantidad de excremento. Podrás ver estas pequeñas manchitas negras o marrones en el fondo del recipiente. Si dejas los excrementos en el recinto, esto puede enfermar mucho a tus orugas monarca.
  2. Cada oruga debe recibir alrededor de entre 2 y 3 hojas frescas al día aunque no se las comerán todas. De este modo, ayudas a mantenerlas cómodas a medida que reúnen energía para su futura transformación. En el transcurso de estas 2 semanas, verás a las orugas crecer de manera dramática. [14]
    • Durante este periodo, las orugas mudarán de piel alrededor de 5 veces. Con frecuencia se quedarán muy quietas a un lado o en la parte superior del recipiente y es posible que incluso veas que la cápsula negra en la cabeza se desprende, lo cual es completamente natural. Sin embargo, no debes tocar a las orugas durante este tiempo ni tratar de mover el recipiente. En caso de que estén adheridas a la tapa, debes retirarla con cuidado al limpiar. [15]
    • Cada vez que las larvas mudan de piel, pasan a una nueva etapa o estadio, de 5 estadios en total. Estos se distinguen principalmente por el tamaño de la oruga, la longitud de los tentáculos delanteros y traseros, y el desarrollo de las rayas, las cuales empiezan a aparecer cerca del final del primer estadio. [16]
    • Por desgracia, es normal que mueran algunas de las orugas durante este periodo de 2 semanas. Las que estén saludables deberían sobrevivir siempre y cuando mantengas limpia la jaula y les brindes hojas frescas. Sin embargo, ten cuidado de retirar las larvas muertas apenas las veas. Por lo general verás a las orugas muertas tumbadas en el suelo del recinto.
  3. Cuando hayan pasado alrededor de 2 semanas, las orugas estarán listas para empezar a transformarse en mariposas. Una vez que una larva esté lista para pupar, se adherirá a la parte superior o el lado del recinto o bien a la parte inferior de una hoja con una hebra de seda. Le tomará alrededor de entre 24 y 36 horas formar una crisálida, y es importante que no intentes mover a la larva durante este periodo. En caso de que esté adherida a la tapa, debes moverla con cuidado cuando sea necesario limpiar el tanque. [17]
    • En caso de que todas las orugas hayan empezado a transformarse, no será necesario limpiar la jaula de nuevo hasta después de que liberes a las mariposas.
    • Antes de que una oruga empiece a cambiar, es posible que observes que sus tentáculos delanteros empiezan a colgar y quizás esté menos activa de lo normal.
    • La crisálida tendrá un color verde claro, aunque es posible que se oscurezca cerca del final del proceso.
  4. Después de que la oruga forme la crisálida, lo único que puedes hacer es esperar. Quizás no parezca que ocurre nada, pero la oruga estará experimentando una transformación asombrosa y dramática. Por lo general, las mariposas monarcas emergen a media mañana después de alrededor de entre 10 y 15 días. [18]
    • En caso de que haya otras orugas que aún no hayan empezado a pupar, debes seguir dándoles algodoncillo fresco. Por supuesto, debes tener mucho cuidado al levantar la tapa del recipiente en caso de que haya una crisálida adherida a él.
  5. Una mariposa recién eclosionada tendrá las alas dobladas y húmedas, y es muy importante que le des tiempo para que se seque por su cuenta. En caso de que la toques durante las primeras 4 a 5 horas después de la eclosión, podrías dañar sus alas frágiles. [19]
    • Cuando hayan pasado apenas unas horas, la mariposa estará lista para volar.
  6. Si quieres darle a la mariposa monarca la mejor posibilidad de que ponga sus propios huevos, es necesario que la liberes lo más pronto posible. Rodea con cuidado a la mariposa con tus manos, sujetándola de tal forma que sus 4 alas estén cerradas verticalmente. Luego, lleva a la mariposa afuera y abre las manos. Debería simplemente salir volando. [20]
    • Lo mejor es liberar a la mariposa en un día cálido y soleado. De ser necesario, puedes mantener a la mariposa eclosionada en el recinto de las orugas durante hasta un día en tanto esperas que haya las condiciones climáticas adecuadas. [21]
  7. Traslada a la mariposa a una jaula más grande en caso de que vayas a conservarla . Lo mejor es liberar a la mariposa monarca a su estado salvaje de inmediato pero, si quieres o necesitas conservarla en interiores, debes trasladarla a un recinto más grande. Puedes emplear una carpa de malla, una jaula para mariposas u otro recipiente similar, pero no debes mantenerla junto con las orugas durante más de un día. [22]
    • Coloca un platillo pequeño con un poco de agua con azúcar y una bola de algodón en la jaula de la mariposa para que pueda beber, y cambia el agua todos los días. [23]
    • Limpia el fondo de la jaula todos los días al cambiar el agua. Límpialo con un paño húmedo para deshacerte de los excrementos, de haberlos.
    • Si mantienes a las mariposas adultas en un recinto junto con las orugas, podría propagarse el parásito OE. Este ocasiona que se formen marcas de color gris oscuro en las pupas y es posible que las mariposas no eclosionen con éxito.
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Consejos

  • En caso de que tengas la intención de criar una segunda generación de orugas monarca, debes esterilizar el recipiente usando una solución de 10 % de lejía después de haber liberado a la primera generación. [24]
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Advertencias

  • El algodoncillo suele ser tóxico para los demás animales. Por ende, debes tener cuidado de mantener los tallos adicionales lejos de otras mascotas.
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Cosas que necesitarás

Recolectar los huevos

  • plantas de algodoncillo
  • recipiente pequeño
  • papeles toalla
  • agua
  • pincel de artista (opcional)

Disponer el recinto de las orugas

  • recipiente (por lo menos de 10 cm o 4 pulgadas de profundidad con una tapa de malla o de pantalla)
  • papeles toalla
  • agua
  • hojas o tallos de algodoncillo
  • palos (opcional)

Criar y liberar a las orugas

  • paño húmedo para limpiar
  • hojas frescas de algodoncillo
  • jaula para mariposas (opcional)
  • agua con azúcar (opcional)
  • bandeja (opcional)
  • bola de algodón (opcional)

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