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¿Quieres cocinar el rábano picante utilizando la raíz fresca, como los condimentos en frasco que venden en las tiendas? No es tan complicado, de hecho, ¡puedes usar tu imaginación!
Pasos
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Compra raíces de rábano picante (o cultívalo ! ). Cuando vayas a comprar, escoge aquellas que estén firmes, sin manchas mohosas, verdes o partes blandengues. Evita las raíces que se vean arrugadas y secas, ya que son las más viejas, aunque incluso podrían tener brotes.
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Ten cuidado mientras cocinas. Esta es una raíz fuerte, de sabor y olor penetrante, el cual se intensifica si la rallas. Esto sucede debido a que contiene unas enzimas que al ser desintegrarse liberan aceite de mostaza. Este aceite se desvanece después de 30 minutos de estar expuesto al aire y se destruye con el calor, por lo que, generalmente, se usa vinagre para neutralizar esta reacción y normalizar el sabor. El vinagre puede limitar el sabor picante dependiendo del momento en que lo agregas; por lo tanto, no demores mucho en incorporarlo si prefieres unos rábanos de sabor suave. Asimismo, el rábano picante fresco pierde sabor durante la cocción, por lo que es mejor añadirlo al final de la preparación del plato.
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Límpialo, quítale toda la cáscara y desecha los extremos. Corta el rábano en trozos del tamaño más adecuado según la medida de la cuchilla y la capacidad de tu licuadora o procesador de alimentos en particular.
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Rállalo con el procesador de alimentos. Por lo general, la rejilla más delgada es la que mejor funciona para los condimentos; sin embargo, puedes probar los diferentes tamaños.
- Esto te provocará ardor en los ojos y en la garganta. Trabaja a un brazo de distancia y hagas lo que hagas, ¡no huelas el rábano picante adrede! Es recomendable que utilices guantes y un protector para tus ojos. Mantén la limpieza; evita que la mezcla se desperdigue sobre tu cuerpo u otros alimentos.
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Agrégale vinagre. El momento en que se agrega el vinagre es fundamental. El vinagre no solo neutraliza el efecto de las enzimas del rábano rallado, sino que estabiliza el sabor picante. Si prefieres que el rábano no pique demasiado, añádele el vinagre de inmediato. Si te gusta que pique todo lo que sea posible, añádelo después de 3 minutos.
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Escúrrelo. Usa un colador de malla fina, una muselina o una estopilla y calcula la cantidad de líquido que quieres que tenga. Utilízalo de inmediato para preparar alguna receta o guárdalo en un frasco limpio para más adelante.
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Dale color, si así lo deseas. Para darle color, pica una beterraga y ponla a hervir en vinagre. Puedes usar este vinagre para preparar el rábano. Puedes probar con remolacha dorada, beterraga o con cualquier otro colorante (el azafrán o la cúrcuma también funcionan bien, pero aparte de darle color, le cambiarán el sabor.) El tiempo de cocción y la proporción del vinagre en relación a la raíz también pueden alterar la intensidad, brillo, nitidez y saturación del color final.Anuncio
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Prepara la clásica crema de rábano picante: bate la crema a punto de nieve e incorpora la mezcla blanca de rábano rallado al gusto con movimientos envolventes. También puedes combinarlo con crema agria, crema fresca o mayonesa. Añade sal gruesa al gusto.
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Incorpora la mezcla de rábanos a tus recetas favoritas que vienen bien con los cambios de estación, como por ejemplo: puré de papas, panqueques de papa, aderezos de ensaladas, salsas, crema de queso o queso de cabra para untar, hamburguesas, salsas de cóctel, bloody mary, gazpacho, salsas vegetales, ensalada de col, moldes de gelatina, espuma de salmón o de pescado, ensalada de huevo, alitas picantes, marinadas, martinis, rollitos maki, sambal, panecillos, bollos, fondue de queso, sándwiches, vegetales fermentados, etc. ¡Las posibilidades son infinitas!
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Terminado.Anuncio
Advertencias
- Esta raíz contiene aceites sumamente volátiles de sabor penetrante. Cuando las células de la raíz se desintegran, la actividad química de las enzimas libera los aceites. Trabaja en un espacio con buena ventilación y si has estado en contacto con la raíz, no te toques los ojos ni la piel. Una vez que hayas terminado con la preparación, deberás lavarte las manos minuciosamente. Durante la preparación, protégete los ojos y la piel y evita aspirar el olor de la raíz.
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