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Los quilts no solo se usan como ropa de cama, sino también como objeto de decoración. Muestra tu obra, tu reliquia de familia preciada o tu compra valiosa colgándola en la pared para que todos la vean. Cuélgalo como una cortina, enmárcalo como un cuadro o simplemente usa velcro para evitar hacer agujeros en la pared. Con una ubicación detallista y un cuidado intensivo, el quilt puede durar incluso más que usándolo como una frazada.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Decidir un método para colgarlo

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  1. [1] Mide el ancho del quilt para que puedas comprar la varilla del tamaño correcto. Luego usa la cinta métrica, un nivelador y un lápiz para marcar en la pared los lugares donde quieras colocar los soportes de la varilla en cada extremo. Atornilla bien los soportes en su lugar. Inserta la varilla a través de la manga del quilt o de los ojales y luego coloca la varilla en los soportes. [2]
    • Instala un tercer soporte para sostener la varilla por el centro para los quilts que sean de más de un metro (4 pies) de ancho.
    • Cuando midas para determinar dónde irán los soportes, marca dónde estarán las partes superiores e inferiores de cada soporte y los agujeros para los tornillos.
    • Si es posible, trabaja con alguien más que pueda pararse atrás a una cierta distancia para verificar que las marcas estén niveladas.
    • Para facilitar la instalación de los soportes, taladra un agujero poco profundo de prueba para cada marca para los tornillos. Quita el tornillo y coloca el soporte sobre la pared con los agujeros para los tornillos alineados sobre los agujeros de prueba.
  2. Compra tiras de velcro con reverso adhesivo. Coloca dos tiras en la parte trasera del quilt, una en cada esquina superior. Pega más tiras en intervalos regulares por toda la parte trasera superior para un soporte extra. Luego, mide la distancia entre cada tira. Mide la pared y marca con un lápiz dónde se va a pegar cada tira. Coloca las tiras sobre cada marca y luego cuelga el quilt presionando las tiras con las de la pared. [3]
    • Ten en cuenta que algunas pinturas de paredes pueden ser resistentes a los reversos adhesivos. [4]
    • Como alternativa, atornilla o clava una tabla a la pared y coloca las tiras de velcro sobre ella. Elige una tabla que sea de 5 cm (2 pulgadas) de ancho y 1 cm (media pulgada) de grosor. Corta el largo de la tabla a 5 a 10 centímetros (2 a 4 pulgadas) menos que el ancho del quilt para que no se vea.
    • Usa más tiras que las que crees que necesitarás para asegurarte de que sostengan el peso del quilt. Alinea la parte superior en intervalos frecuentes o dobla, triplica o cuadriplica la cantidad de tiras que uses en cada intervalo.
    • Las tiras pueden asegurarse doblemente a el quilt cosiéndolas o sujetándolas con alfileres.
    • Este método funciona mejor con los quilts más pequeños y livianos.
  3. Elige un marco de madera que sea un poco más grande que el quilt. Coloca el marco boca abajo sobre una sábana de algodón limpia. Dobla los extremos de la sábana sobre la parte trasera del marco y engrápalos para que la tela quede tirante en la parte frontal del marco. Luego, coloca el marco boca abajo sobre la parte trasera del quilt y cose a mano la tela en la parte trasera del quilt. Cose un patrón de zigzags paralelos desde arriba hacia abajo o de lado a lado por toda el quilt. [5]
    • Cuelga el marco desde las esquinas con clavos o tornillos o según las instrucciones de cualquier herramienta que se utilice.
    • No cubras el quilt con vidrio. Bloquear la circulación del aire puede producir moho.
    • Usa grapas sin óxido para evitar las manchas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Elegir dónde colgarlo

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  1. Obviamente, elige una pared que sea suficientemente grande para que quepa el quilt. Además, ten en cuenta las habitaciones grandes y espaciosas para colgar quilts más grandes. Permite que los espectadores las admiren tanto de lejos como de cerca. [6]
  2. Considera el color o el tono de la pintura o del empapelado de la pared al momento de buscar un lugar apto para colgarlo. Elige las habitaciones que tengan colores que contrasten con el quilt. Cuélgalo donde resalte de sus alrededores y llame la atención de las personas. [7]
  3. Evita colgar el quilt donde esté en contacto directo con la luz del sol natural. Evita que se destiña alejándolo de los rayos ultravioletas. Usa luz artificial para iluminarlo. [8] [9]
  4. Inclínate por las habitaciones con temperaturas que sean continuamente moderadas. (18 a 24 °C o 65 a 75 °F). Evita las áreas con poca circulación de aire y mucha humedad, ya que puede producirle moho. También evita colgar el quilt cerca de radiadores, conductos de calefacción o de aires acondicionados y otras fuentes de humedad y temperaturas extremas. [10] [11]
  5. Asegúrate de que su parte inferior cuelgue bien alto para que no se pueda dañar. Considera tanto el suelo como los muebles que tus mascotas puedan trepar, como la parte trasera del sofá, la cama o la cabecera o las repisas. No dejes que el quilt se convierta en una toalla o un juguete. [12]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar el quilt

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  1. Ten en cuenta que el tirón constante del peso de un quilt colgado puede dañar y debilitar sus costuras con el tiempo. Sácalo una vez cada seis semanas para evitar que se dañe mucho. Puedes alternarlo con otro quilt durante las próximas seis semanas o volverlo a colgar, pero esta vez boca abajo. [13] [14]
  2. Elimina el polvo para preservar las fibras del quilt. Asegúrate de que el suelo o la mesa estén limpios antes de extenderlo sobre ellos. Usa una aspiradora de mano con succión mínima para no dañar las costuras. Extiende una rejilla de fibra de vidrio o nailon (o un filtro de café) sobre el accesorio de cepillo pequeño de la aspiradora para reducir más la succión. Mantén las pasadas suaves y parejas a medida que avances. Reemplaza la rejilla o el filtro, si es necesario, a medida que el polvo se acumule. [15] [16]
  3. Para darle una limpieza más profunda, usa una sábana larga para forrar una bañera limpia, una piscina para niños u otro recipiente que sea lo suficientemente grande para sumergir todo el quilt. Colócalo en la parte superior y llena el recipiente con una mezcla de 15 gramos (media onza) de detergente suave para la ropa por cada 3 litros (1 galón) de agua. Deja que se moje sin tocarlo. Escurre el recipiente y presiona el quilt entre tu mano y el recipiente para quitar el jabón. Aplánalo con una toalla limpia para eliminar el agua jabonosa. Sujeta los extremos de la sábana y saca el quilt del recipiente. Estíralo sobre una superficie limpia y no porosa, y deja que se seque con el aire. [17] [18]
    • Usa la aspiradora como método de limpieza principal para evitar dañar el quilt con exceso de lavados.
    • No remojes el quilt si tiene: tinte o tinturas que se puedan correr: telas brillosas, de seda o de algodón; signos de costuras débiles u otros daños.
    • Las lavadoras, secadoras, la limpieza en seco y el planchado pueden arruinar el quilt.
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