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El modo en el que comienzas una sesión de masaje con Reflexología ajustará el estilo del mismo durante toda la duración del tratamiento. Muchos reflexologistas desarrollan sus propias rutinas después de que han tratado a docenas de clientes. Este artículo enfatiza algunas de las rutinas más populares a usar para comenzar un masaje con Reflexología.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:
Prepara el espacio en el que llevarás a cabo el tratamiento con reflexología
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Asegúrate de que la temperatura en la habitación sea cómodamente cálida de modo que tu cliente no sienta frío. Recuerda que tu cliente estará recostado e inmóvil por lo menos una hora, de modo que la habitación del tratamiento debe ser cálida.
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Ten una sábana a la mano en caso de que tu cliente sienta frío.
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Prepara sábanas o toallas adicionales que puedas utilizar para mantener cálidos los pies de tu cliente entre los tratamientos de presión.
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Disminuye la intensidad de las luces en la habitación para crear ambiente.
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Pon música suave y melodiosa. Trata de no poner ningún tipo de música que tenga letra, debido a que esta puede distraerte tanto a ti, como a tu cliente.
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Ten a la mano una botella de agua para tu cliente.
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De ser necesario, recorta tus uñas y lava tus manos.Anuncio
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Vierte agua tibia en una tina para pies.
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Agrega un cuarto de taza (56 g) de sales de Epsom al agua. Cuando el sulfato de magnesio de las sales es absorbido a través de la piel, está absorbe las toxinas de los pies, calma el sistema nervioso, reduce la hinchazón y relaja los músculos.
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Mezcla la sales de Epsom hasta que se disuelvan en el agua.
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Coloca la tina para pies al final de tu mesa o silla de tratamiento de modo que tu cliente pueda sumergir sus pies cómodamente dentro de esta.
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Permite que tu cliente remoje sus pies por lo menos 10 minutos.
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Eleva los pies de tu cliente fuera del agua, y uno por uno, seca cada pie completamente con una tela absorbente.
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Retira la tina de pies y vacía el agua mientras tu cliente se acomoda en una posición comfortable para su tratamiento.Anuncio
Método 3
Método 3 de 3:
Dale a tu cliente un masaje de pies y un buen apretón de pies previo a la reflexología
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Esto ayuda a incrementar la circulación y a fomentar una relajación más profunda.
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Sujeta el talón izquierdo de tu cliente con tu mano izquierda y coloca tu mano derecha sobre el pie cerca del tobillo.
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Presiona gentilmente la parte superior e inferior del pie. Esta presión ayuda a romper los cristales de ácido úrico que se forman en los pies; al romper estos cristales de ácido úrico, ayudas a incrementar la circulación.
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Coloca una de tus manos sobre el tobillo de tu cliente y envuelve su talón en la Palma de tu otra mano.
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Tira gentilmente hacia ti el pie y la pierna de tu cliente. Jala sólo lo suficiente para que el pie se mueva alrededor de tres centímetros en dirección hacia ti .
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Coloca tu mano derecha horizontalmente sobre el pie de tu cliente y tu mano izquierda verticalmente a lo largo de su planta.
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Presiona hacia abajo en la parte superior del pie usando tu mano derecha, mientras presionas hacia arriba la planta del pie con tu mano izquierda.
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Libera la presión y repite esto otras tres veces.
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Usa ambas manos para apretar y doblar el pie de tu cliente utilizando el mismo movimiento que utilizarías para exprimir una prenda húmeda.
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Da golpecitos en las plantas de los pies de tu cliente usando la parte posterior de tu mano. Comienza desde los dedos realizando un movimiento similar al de una bofetada para golpear la planta del pie en dirección al talón y de vuelta hacia los dedos. Golpea lo suficientemente fuerte como para que el cliente pueda sentirlo, pero que no lo haga sentir dolor.
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Da un masaje a la pierna de tu cliente comenzando desde el talón y subiendo por la espinilla hacia la rodilla.
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Lleva tus manos hacia la parte posterior y da un masaje a la parte posterior de la pierna de tu cliente, comenzando desde la parte de atrás de su rodilla, continuando hacia la pantorrilla y devuelta a su talón. Si tus manos son lo suficientemente grandes, puedes dar masaje al frente y detrás de la parte inferior de la pierna al mismo tiempo.
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Trabaja la parte de atrás de la pierna con tus dedos, y la parte frontal de la pierna con tus pulgares.
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Aplica presión con tus pulgares a los puntos de reflejo del diafragma en el pie izquierdo de tu cliente.
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Envuelve el pie izquierdo de tu cliente en una toalla para mantenerlo tibio mientras repites el masaje de relajación en su pie derecho.
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Comienza tu sesión de tratamiento con reflexologia regular.Anuncio
Consejos
- Si utilizas velas aromáticas en su habitación de tratamiento, ten en mente que estás proveen calor y encender muchas de ellas pueden hacer que tu habitación se sienta in cómodamente cálida o demasiado perfumada.
- Pregunta a tu cliente si no le molestaría la adición de unas cuantas gotas de un aceite esencial, como lavanda, al baño de pies. Explora las esencias de otros aceites esenciales y considera añadirlos a la aromaterapia de tu rutina.
- Realiza la sesión previa a la reflexologia tan relajante como se pueda. Algunos clientes primerizos pueden sentirse un poco nerviosos o desconfiados a la hora de que trabajen con sus pies. El ambiente y el ritmo que prepares te ayudarán en gran medida a aliviar la ansiedad que tu cliente pueda sentir.
- Si no puedes oscurecer lo suficiente tu habitación de tratamiento, ofrece a tu cliente una máscara de descanso para los ojos.
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Advertencias
- Podrías no ofrecer un baño de pies a tu cliente si este tiene cortaduras o aberturas en las plantas de sus pies.
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Cosas que necesitarás
- Tina para pies
- Sales de Epsom
- Toallas
- Agua embotellada
- Sábana
- Reproductor de CDs y CDs (opcional)
- Velas aromáticas y aceites esenciales (opcional)
Acerca de este wikiHow
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