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Si bien los chalecos antibalas generalmente se asocian con los miembros de la policía pertenecientes a los equipos la SWAT, también los utilizan los oficiales de patrulla, la seguridad privada y cualquiera que necesite protección contra los tiros. Se conocen también con el nombre de chalecos balísticos y se inventaron en el año 1969, un año después de la creación del primer equipo de la SWAT. Si tienes pensado comprarte un chaleco antibalas por protección personal, a continuación te presentaremos algunas cosas que necesitas saber.

  1. El blindaje corporal duro utiliza placas de metal o de material cerámico para detener cualquier objeto hasta una bala de rifle o de escopeta. El blindaje corporal blando utiliza capas de telas especiales para capturar la bala durante su trayectoria y dispersar la fuerza del impacto. El blindaje corporal blando puede detener desde balas de casi cualquier pistola, perdigones de escopeta (hasta perdigones calibre 12 número 00) y balas de ametralladora.
    • Las placas de blindaje corporal duro están hechas de acero, cerámica o polietileno. Son altamente resistentes si reciben el impacto en la cara de la placa, pero especialmente en el caso de las placas no metálicas, son vulnerables si reciben el impacto en sus bordes, y su embalaje debe hacerse con mucho cuidado a la hora de transportarlas.
    • Las placas de blindaje corporal blando están hechas de fibras de aramida tejidas, tales como el Kevlar o el Twaron, o de fibras de polietileno impregnadas de resina colocadas en forma paralela o cruzada, tales como la Spectra o la Dyneema. Las fibras de polietileno más nuevas son tan resistentes al impacto como lo son las de fibras de aramida más viejas, y a la vez son más livianas en cuanto al peso pero más vulnerables a la degradación ambiental. Actualmente, se están llevando a cabo experimentos con nanotubos de carbón, considerándolo como un posible material para chalecos antibalas y también hay experimentos que utilizan fluidos con la consistencia de gel en conjunto con fibras existentes que proporcionan una protección adicional en el lugar del impacto.
  2. Los chalecos antibalas se clasifican según la cantidad de fuerza de impacto que pueden detener. Los niveles de protección actualmente disponibles son los siguientes:
    • Los chalecos nivel II-A son los más delgados que hay. Generalmente tienen un espesor de 4 mm (0,16 pulgada) y están hechos de materiales blandos. Están diseñados para poder utilizarlos debajo de la ropa durante períodos de tiempo largos.
    • Los chalecos resistentes a las balas nivel II generalmente son de 5 mm (0,2 pulgada) de espesor. Son los que generalmente utilizan los oficiales de patrulla. Pueden utilizarse ocultos debajo de una camisa suelta o por encima de la ropa.
    • Los chalecos nivel III-A son de 8 a 10 mm (0,32 a 0,4 pulgada) de espesor. Son más pesados y más rígidos que los chalecos nivel II-A y los de nivel II. Están diseñados para detener balas más pesadas, como las de una Magnum .44, y ataques de fuego rápidos, como los de una ametralladora 9 mm. Están diseñadas para encargarse de situaciones de combate menor, pero de todas formas se pueden utilizar debajo de la ropa si es necesario.
    • Los chalecos nivel III y nivel IV incorporan placas de blindaje de 25 cm por 30 cm (10 pulgadas por 12 pulgadas) que varían desde 6 mm hasta 25 mm (1/2 hasta 1/4 pulgada) de espesor que cubren el pecho y la espalda. Cada placa añade desde 2 kg hasta 4 kg (de 4 a 9 libras) de peso a los 1,5 kg hasta 2 kg (3 a 5 libras) que ya pesa el chaleco de blindaje blando y reduce según estos valores la movilidad de la persona que los utiliza. Estos chalecos no pueden utilizarse por debajo de la ropa y normalmente los utilizan los oficiales de la SWAT.
    • Los chalecos resistentes a puñaladas utilizan placas de blindaje similares a las de los chalecos de placas de blindaje nivel III y nivel IV (el personal penitenciario es el que generalmente utiliza estos chalecos para evitar que los prisioneros los apuñalen con cuchillos improvisados y estiletes contrabandeados). Este tipo de chalecos se clasifica según la energía del impacto que puede desviar. [1] Los niveles de protección actualmente disponibles incluyen los siguientes 3 niveles y se ha comprobado que protegen de la presión de las puñaladas, permitiendo un límite de penetración de 7 mm (0,28 pulgada): el nivel 1 protege de la presión de 24 julios (J); el nivel 2 protege de la presión de 33 julios (J); el nivel 3 protege de la presión de 43 julios (J).
  3. Tal como lo hacen las placas en los chalecos antibalas nivel III y nivel IV, añaden cierto peso y cierta carga al chaleco, reduciendo así la movilidad. Sin embargo, pueden utilizarse debajo de la ropa. En espera del resultado de las futuras investigaciones, las placas podrían llegar a reemplazarse por los fluidos con la consistencia de gel descritos anteriormente.
    • Algunos chalecos antibalas están diseñados para permitirle al portador introducir placas adicionales para agregar capas de protección. Estos chalecos pueden acomodar las placas de blindaje para convertirse en un chaleco resistente a las puñaladas como así también resistente a las balas, mientras que el blindaje corporal blando puede proteger solamente de las cortaduras con cuchillo, pero no de las puñaladas.
  4. Los chalecos nivel II y nivel II-A pueden ocultarse debajo de una camisa gruesa y suelta o de una camisa de vestir más delgada, o bien una camiseta. Los chalecos nivel III-A requieren un suéter o una chaqueta para poder ocultarse bien. Por último, los chalecos nivel III y nivel IV requieren por lo menos una chaqueta pesada o un suéter para poder ocultarse o un uniforme de combate, y por lo general se usan por encima de la ropa.
    • Generalmente los chalecos que se utilizan debajo de la ropa son de color blanco para que puedan confundirse con una camiseta interior si normalmente se lleva la camisa con el cuello desabotonado. Los chalecos que se usan por encima de la ropa suelen ser de colores oscuros.
  5. El chaleco antibalas debe quedarte razonablemente cómodo. Si es muy grande, resultará inapropiado y tenderá a deslizarse, y si es muy pequeño, podría dejar tus órganos vitales expuestos a una lesión. Algunos fabricantes confeccionan chalecos antibalas solo en talles estandarizados, lo cual podría representar un problema si lo compras en Internet y no puedes probártelo antes de comprar.
  6. El blindaje corporal protege el torso (solo de frente y de espalda). Si quieres proteger tus hombros, cuello, costado o ingle, necesitarás un accesorio.
    • Actualmente existen muchos mercados de accesorios y complementos oficiales que se adaptan a la mayoría de los chalecos que se fabrican.
    • Los accesorios se enganchan en el chaleco y protegen diferentes partes del cuerpo. Existen defensas adicionales para los hombros (guardahombros), el abdomen (protección lateral), el cuello (gorgueras o guardacuellos) y la ingle (blindaje inguinal).
    • Asegúrate de que los accesorios que compres se puedan enganchar en tu chaleco básico. También asegúrate de que se adapten cómodamente a tu cuerpo, así no limitan tu movimiento.
  7. Las capas de protección no solo añaden peso al chaleco antibalas, sino que también elevan su costo. Sin embargo, algunos vendedores de blindaje corporal revenden chalecos usados de la policía a personal de seguridad privada y a los ciudadanos.
    • Está comprobado por el Instituto Nacional de Justicia de los EE.UU. que el blindaje usado es tan resistente como el blindaje nuevo. Las fibras de aramida como el Kevlar y el Twaron duran muchos años. No obstante, las telas exteriores se desgastan más rápidamente en un chaleco usado que en uno nuevo. También deberás reemplazar el elástico del portador antes en un chaleco usado que en uno nuevo.
    • Algunos vendedores ofrecen descuentos por cantidades si compras múltiples unidades, lo cual podría ser un dato importante si piensas equipar una fuerza de seguridad o un grupo de guardaespaldas.
    • Ten en cuenta la garantía que te ofrece el vendedor, como así también la que te ofrece el fabricante.
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Consejos

  • Algunos vendedores de blindajes corporales te dejarán disparar a modo de prueba paneles representativos para que compruebes qué tanta protección brinda un chaleco antibalas determinado. No deberás poner a prueba tu propio chaleco después de comprarlo, sino podrías arruinarlo y no te servirá para defenderte de las balas de otra persona.
  • Para limpiar el blindaje corporal blando, utiliza un detergente suave sin blanqueador u otros químicos y no lo seques con aire caliente.
  • Si tienes pensado utilizar un chaleco antibalas debajo de tu ropa por un período largo de tiempo, mejor será utilizarlo por encima de una camiseta interior hecha de una tela diseñada para transportar la transpiración de las áreas cubiertas hacia las áreas que no están cubiertas por el chaleco.
  • Si tienes un vuelo, ten cuidado con las regulaciones más recientes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de los EE.UU. con respecto al blindaje corporal. Actualmente no está prohibido, pero será mejor que lleves tus credenciales personales contigo, así como también el relleno de las placas duras de tu blindaje corporal. Necesitarás tiempo extra para pasar por los controles de TSA.
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Advertencias

  • A pesar de que se denominan “antibalas”, los chalecos resistentes a las balas no evitarán que sientas el fuerte impacto que provoca una bala al golpear el chaleco.
  • El Departamento de Estado de los EE.UU. exige un permiso de exportación emitido por la Oficina de Industria y Seguridad para llevar fuera del país un chaleco antibalas nivel III y nivel IV. Podrías demorar entre 3 semanas y 2 meses en obtener este permiso.
  • No puedes comprar ningún tipo de blindaje si te han condenado por algún delito grave.
  • Algunas jurisdicciones prohíben la venta de chalecos antibalas a civiles, en general o en la modalidad cara a cara. Cerciórate de las leyes de tu estado o país antes de comprar un chaleco antibalas.
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