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La berenjena se puede congelar si vas cocinarla después de descongelarla. Para congelar una berenjena necesitas limpiarla, cortarla en rebanadas y escaldarla antes de meterla al congelador. Alternativamente, puedes cocinar las berenjenas horneadas o rebanadas de berenjena a la parmesana. Aquí te decimos cómo hacerlo.
Pasos
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Elige una berenjena fresca. Entre más fresca esté la berenjena, mejor ser conservará en el congelador.
- Cualquier berenjena que congeles debe estar madura y sin semillas pero no completamente madura. Busca las berenjenas que tengan un color uniformemente oscuro.
- No use berenjenas que tengan manchas o partes aguadas.
- Las variedades tradicionalmente negras tienden a descomponerse menos en el congelador que las variedades Chinas o Tai, pero todos los tipos pueden ser congelados para su uso posterior. Simplemente ten en cuenta el hecho de que la carne se suaviza más después de haber estado en el congelador, pero esto no suele ser un problema si planeas cocinar la berenjena después de haberla descongelado.
- Si no puedes congelar la berenjena inmediatamente, guárdala dentro del refrigerador hasta que pueda hacerlo. Pero entre más pronto congeles la berenjena después de haberla cosechado, mejor.
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Lava la berenjena. Enjuaga la berenjena con agua fría, frótala gentilmente con tus dedos para quitarle cualquier suciedad y residuos que pudiera tener.
- Si cosechaste la berenjena de tu propio jardín y batallaste para quitarle la tierra, puedes frotarla gentilmente con un cepillo para verduras.
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Corta la berenjena en rebanadas. La berenjena debe de estar cortada en rebanadas de 8.5 mm de grosor y sin piel.
- Utiliza un cuchillo filoso para cortar 6.35 mm de la parte superior e inferior de la berenjena.
- Usa un pelador de verduras para quitarle la piel. Coloca la berenjena en posición vertical sobre uno de los extremos recién cortados y pela la verdura de arriba hacia abajo.
- Usa un cuchillo filoso para cortar la rebanada en rebanadas que midan alrededor de 8.5 mm cada una.
- Trabaja rápidamente y sólo corta la berenjena que puedas escaldar. La berenjena empezará a perder color después de 30 minutos de haberla cortado.
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Hierve agua en una olla grande. La olla debe de estar 2/3 llena con agua. Colócala en la estufa a fuego alto para que hierva.
- Dale tiempo al agua para que alcance el punto de ebullición.
- Asegúrate de que tu olla sea lo suficientemente grande para que toda la berenjena cortada quepa. Si no tienes una olla lo suficientemente grande para que quepa toda la berenjena, tienes que escaldarla por partes. Pero sólo debes de cortar la berenjena que vas a poder escaldar en un lote.
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Agrega jugo de limón al agua hirviendo. Vierte 1/2 taza (125 ml) de jugo de limón por cada galón (4 litros) de agua utilizada. [1] X Fuente confiable National Center for Home Food Preservation Ir a la fuente
- El jugo de limón evita que la berenjena se decolore y no afecta dramáticamente al sabor de la berenjena.
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Prepara un tazón grande de agua helada. El tazón de agua debe de ser tan grande como la olla que utilizaste para escaldar la berenjena.
- Usa una charola o más de hielo para asegurarte de que el agua esté muy fría.
- Asegúrate de que el agua esté fría antes de empezar a escaldar la berenjena.
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Escalda la berenjena. Coloca las rebanadas de berenjena en agua hirviendo y escáldalas por 4 minutos.
- El escaldado destruye las enzimas de la berenjena que hacen que la verdura se descomponga con el tiempo. Si no la escaldas, perderá su valor nutricional, color y sabor dentro de un mes, incluso si la congelas.
- Puedes usar la misma agua para escaldar varios lotes de berenjena no más de 5 minutos. Pero tal vez necesites agregar más agua y jugo de limón conforme el nivel de agua disminuya.
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Transfiere rápidamente la berenjena al agua helada. Tan pronto como la berenjena sea escaldada, usa una cuchara ranurada para retirar las rebanadas del agua hirviendo y meterlas al agua helada.
- Al enfriar rápidamente la berenjena, detienes el proceso de cocción.
- Deja que las rebanadas de berenjena reposen en el agua helada por 4 -5 minutos o hasta que estén frías al tacto.
- Agrega más hielo y agua al tazón conforme sea necesario para mantener la temperatura adecuada.
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Drena las rebanadas de berenjena. Retíralas del agua helada con una cuchara ranurada y drénalas en un colador o en varias capas de toallas de papel limpias..Anuncio
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Coloca las rebanadas de berenjena en un contenedor resistente al congelador. Puedes usar una bolsa con cierre de plástico o un contenedor de plástico resistente al congelador. .
- Si empacas la berenjena dentro de bolsas de plástico, quítales todo el aire que puedas para evitar que se quemen. Las bolsas herméticas son la mejor opción, pero aún así puedes usar bolsas de plástico estándares con sello siempre y cuando sean apropiadas para usarse en el congelador.
- Si empacas la berenjena en contenedores de plástico resistentes al congelador, deja al menos 1.27 cm de espacio vacío en la parte superior del contenedor. Este espacio permite que las berenjenas se expandan mientras se congelan.
- Los contenedores de vidrios no se recomiendan para el uso en el congelador.
- Etiqueta la bolsa o el contenedor con la fecha actual para que sepas, en el futuro, qué tanto tiempo tienen tus berenjenas dentro el congelador.
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Si lo deseas, separa las rebanadas con plástico envolvente o envoltura para congelar. [2] X Fuente de investigación Si planeas usar las rebanadas de berenjena de manera separada en el futuro, debes de separar las rebanadas con plástico envolvente.
- Este paso es opcional, pero si no lo haces con precaución, las rebanadas se pegarán al congelarse.
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Congela hasta que estén listas para usarse. Generalmente, las berenjenas congeladas duran alrededor de 9 meses.
- La berenjena sellada al vacío y congelada mantendrá su calidad por hasta 14 meses.
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Hornea la berenjena antes de congelarla. Otra manera de congelar la berenjena es de la manera precongelada. [3] X Fuente de investigación
- Precalienta el horno a 204 grados Celsius. Prepara una bandeja para hornear poco profunda cubriéndola con papel aluminio.
- Usa un tenedor para picar la berenjena múltiples veces. Esto sirve para evitar que haya presión entro de la berenjena mientras se hornea. Entre más agujeros hagas, más segura estará.
- Asa la berenjena durante 30-60 minutos. La berenjena está lista cuando empieza a colapsarse dentro del horno. Las berenjena pequeñas tardan 30 minutos, pero las grandes pueden tardar hasta una hora.
- Quítale la carne. Cuando la berenjena esté fría, córtala a lo largo usando un cuchillo. Usa una cuchara de metal para quitarle la carne.
- Empaca la carne en contenedores herméticos. Deja 1.27 cm de espacio vacío en cada contenedor.
- Congela por hasta 12 meses.
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Prepara las rebanadas de berenjena con parmesano. Si planeas usar la berenjena para preparar berenjena con parmesano, puedes cubrir las rebanadas con pan molido y congelarlas sin hornearlas.
- Lava y enjuaga la berenjena como lo harías si estuvieras congelando rebanadas escaldadas.
- Mete cada rebanada en leche, huevo batido o pasta para freír.
- Cubre las rebanadas en la mezcla de pan molido sazonado. El pan molido puede sazonarse con hierbas italianas, queso Parmesano o dejarlo así, sólo el pan molido seco.
- Envuelve las rebanada en papel encerado. En lugar de colocar las rebanadas en capas entre plástico envolvente, asegúrate de que cada rebanada cubierta con pan esté completamente envuelta en su propia hoja de papel encerado.
- Congela por hasta 6 meses.
- Para usarse, descongela las rebanadas en el congelador y hornea o fríelas como normalmente lo harías.
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Cosas que necesitarás
- Un cuchillo filoso de cocina
- Un pelador de verduras
- Un cepillo para verduras
- Una olla grande
- Un tazón grande
- Contendor o bolsas de plástico resistentes al congelador
- Plástico envolvente
- Una bandeja para hornear
- Papel aluminio
- Un tenedor
- Guantes para hornear
- Papel encerado
Referencias
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