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El jengibre se puede congelar para que dure más tiempo, ya sea entero o picado. Congelar el jengibre es muy fácil y, si lo usas con frecuencia, podrás almacenar grandes cantidades en el congelador en cualquier momento.
Pasos
Este método es ideal para almacenarlo a largo plazo y también para almacenar ese pedazo de jengibre que acabas de cortar.
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Escoge un trozo de jengibre fresco y sin magulladuras (o más trozos, según sea necesario). Verifica que esté limpio; si no lo está, frótalo con suavidad y asegúrate de que esté seco antes de proseguir.
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Envuelve el trozo o los trozos de jengibre con plástico autoadesivo o aluminio. Envuelve cada trozo por separado si vas a congelar más de uno.
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Coloca el jengibre en una bolsa con cierre para el congelador. Trata de que el tamaño de la bolsa y el tamaño o la cantidad de jengibre sean iguales. Presiona para expulsar la mayor cantidad posible de aire antes de cerrar la bolsa.
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Coloca la bolsa en el congelador. Cada vez que saques jengibre, saca uno entero. Deja que se descongele, luego úsalo como de costumbre.
- Si vas a preparar un salteado y tienes un cuchillo afilado, puedes rebanar el jengibre antes de que se descongele; durante el proceso de cocción, se descongelará rápidamente.
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Este método es útil si te gusta usar normalmente jengibre molido.
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Escoge un trozo de jengibre en buenas condiciones. Pélalo y muélelo bien. Para hacerlo, utiliza un rallador fino o un procesador de alimentos.
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Forra una bandeja con papel para hornear o aluminio.
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Uno por uno, esparce 1 cucharadita o cucharada del jengibre molido a lo largo de una sección del papel para hornear o de aluminio. Haz que la capa sea lo más uniforme posible. Repite hasta que se termine todo el jengibre.
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Coloca una capa de plástico autoadesivo suavemente sobre la pasta de jengibre. Introduce la bandeja en el congelador.
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Sácala del congelador. Levanta las partes congeladas del jengibre molido. Traslada cada porción a una bolsa con cierre o a un recipiente hermético.
- Si optas por usar una bolsa, trata para expulsar la mayor cantidad posible de aire antes de cerrarla.
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Ponla al fondo del congelador. Usa el jengibre a medida que lo necesites. Durará hasta seis meses [1] X Fuente de investigación .Anuncio
Este método podría ser útil si necesitas jengibre picado para utilizarlo en salteados, en recetas para el horno, etc.
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Escoge un trozo de jengibre en buenas condiciones. Puedes pelarlo o dejarlo sin pelar, según tus preferencias. Si lo quieres pelado, ahora es el momento de hacerlo.
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Pica el jengibre en trozos pequeños. Te recomendamos trozos del tamaño del pulgar o del largo de un fósforo.
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Colócalos dentro de una bolsa con cierre o un recipiente hermético. Si optas por usar una bolsa, trata de expulsar la mayor cantidad posible de aire antes de cerrarla. [2] X Fuente de investigación .
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Introdúcela en el congelador. El jengibre durará hasta 3 meses.Anuncio
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Selecciona el jengibre. Escoge uno relativamente grande para que sea más fácil cortar los medallones. Pela el jengibre.
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Corta los medallones. Simplemente corta a lo largo de la línea del jengibre para hacer rodajas redondas que parezcan medallones disparejos. Continúa hasta rebanar todo(s) el(los) jengibre(s).
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Coloca los medallones en una bolsa con cierre para el congelador. Trata de empaquetarlos lo más ajustado posible. Presiona para expulsar el aire antes de cerrar la bolsa. Otra opción es ordenarlos en capas en un recipiente pequeño apto para el congelador.
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Cosas que necesitarás
- Bolsas con cierre para congelar
- Recipientes herméticos para el congelador
- Utensilios, como rallador, procesador, cuchillo y tabla de picar, etc.
Referencias
Acerca de este wikiHow
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