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Nadie, ni siquiera un amigo cercano, puede evitar por completo que una persona sienta dolor y tristeza por haber perdido a un ser querido. El duelo es una emoción intensa y poderosa que causa una gran variedad de sentimientos impredecibles. Como amigo, tal vez te sientas incómodo interactuando con una persona que pasa por esto y te preocupe decir cosas incorrectas. No obstante, ten en cuenta que estar con tu amigo es lo mejor que puedes hacer. Incluso si no puedes “hacer” que se sienta mejor, le estarás ayudando en el proceso del duelo si eres compasivo, comprensivo y bondadoso.

Método 1
Método 1 de 3:

Estar con tu amigo

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  1. La mayoría de las personas que pasa por un duelo no quiere o no necesita que hagas grandes gestos o proclames audazmente tu apoyo. En su lugar, solo querrá varios recordatorios pequeños, pero claros, de que lo apoyas. Ponte en contacto con esa persona al menos con la misma frecuencia con que lo hacías antes de se diera el fatídico suceso y de forma similar (llamando, enviando mensajes, entre otros). Confírmale brevemente tu presencia, disponibilidad y compasión. [1]
    • Por ejemplo, puedes enviarle un mensaje de texto o correo diciéndole “Solo quería que sepas que estoy pensando en ti. Por favor, ponte en contacto conmigo cuando quieras. Estoy aquí para ti”.
    • También podrías llamarle y decirle “Hola. Quería saber cómo estás hoy. No puedo imaginarme las cosas difíciles por las que estás pasando”.
  2. Menciona que estás disponible cuando puedas estar allí para esa persona (para escucharla, para que llore en tu hombro, para ayudarla con las compras, entre otros). Si estás dispuesto y disponible para que pueda llamarte o escribirte en cualquier momento, díselo: “Llámame cuando sea que me necesites. Lo digo en serio. No importa si son las 3 de la tarde de un miércoles o las 3 de la madrugada de un sábado, solo llámame”. [2]
    • Tal vez no sea posible que estés disponible todo el tiempo y está bien. Si es posible, averigua si pueden cubrirse entre su grupo de amigos. Incluso puedes establecer un sistema de ayuda (haz que la persona que pasa por el duelo sepa que alguien responderá, sin importar la hora, si envía un mensaje de auxilio).
  3. Puede ser muy tentador ofrecer tu ayuda de manera genérica como “Si hay algo que pueda hacer, dímelo”. Sin embargo, en lugar de darle esta carga, menciona las cosas que puedes hacer y que sabrás que será de ayuda. [3]
    • Por ejemplo, podrías preguntarle “¿Podría traer a mis hijos para que ayuden a rastrillar las hojas por ti?” o “Me gustaría traerte la cena un par de veces por semana. Si está bien para ti, ¿qué días prefieres que lo haga?”.
    • Si rechazan un ofrecimiento específico, entonces puedes hacer uno más general como “Está bien. ¿Hay algo en particular con lo que necesites ayuda? Si no hay nada ahora, puedes llamarme cuando surja algo”.
  4. El duelo es un proceso individualizado. No intentes predecir el camino que tomará ni tampoco supongas que hay una forma “correcta” o “incorrecta” de experimentar las cosas. Demuéstrale tu amor y apoyo al estar con a su lado en los buenos, los malos y los momentos comunes del proceso del duelo. [4]
    • Por ejemplo, si eres amigo de una pareja que ha perdido a su hijo, no esperes que tengan el mismo proceso de duelo. Acepta el tiempo de duelo de cada persona y esfuérzate por apoyar en cada caso.
    • Seguro has oído de las “5 etapas de duelo”. No obstante, esa teoría estaba destinada originalmente a las personas que enfrentan su propia muerte y se ha desacreditado en gran parte en la forma de describir el proceso de duelo de un ser querido.
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Método 2
Método 2 de 3:

Ofrecer palabras de consuelo

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  1. Nunca le preguntes a una persona que está de luto “¿Cómo te va?” si no estás listo para escucharla y darle tu completa atención. Preguntarle cómo se siente es una de las formas más simples, pero más esenciales, que puedes decir. Sin embargo, debes ser sincero al respecto para ser de ayuda. [5]
    • Es posible que quiera hablar de sus sentimientos por 20 minutos, que no quiera decir mucho o que solo quiera un abrazo y un hombro donde llorar. Deja que te guíe y dale lo que necesite.
    • Usa un tono compasivo y ten una mirada cariñosa cuando le preguntes algo como “Hola, ¿cómo estás hoy?”.
  2. Incluso si has experimentado la muerte de un ser querido antes, no sabrás cómo se siente exactamente tu amigo. Su duelo no será el mismo que el tuyo al igual que el tiempo de proceso no es igual para todos. Evita decirle que sabes cómo se siente. Evita decirle sobre todo cómo debería sentirse. [6]
    • Por ejemplo, no le digas “Sé cómo te sientes. Cuando mi padre murió, me sentí destrozado al principio. En un par de meses empezarás a sentirte un poco mejor”. En su lugar, dile algo como “No puedo imaginar cuán duro es esto para ti. La muerte de mi padre fue uno de los momentos más duros de mi vida. Mi única sugerencia es que te tomes todo el tiempo que necesites para procesar tus sentimientos”.
  3. Es posible que tu amigo prefiera usar los términos como “fallecido” y “ya no está con nosotros” o que le molesten mucho esos términos y solo quiera decir cosas como “muerto” y “muerte”. Escucha la expresión que prefiere y úsala cuando hablen de la persona que ha fallecido. [7]
    • Usa el nombre o la relación familiar que tenía con la persona que falleció (como “tu papá”) frecuentemente cuando hables sobre ella. Por ejemplo, en lugar de decirle “No puedo imaginar lo mucho que esta pérdida duele”, dile “No puedo imaginar lo mucho que el fallecimiento de Daniel debe doler”.
    • Tal vez tu amigo quiera hablar sobre su ser querido todo el tiempo o no quiera hacerlo del todo. Una vez más, sigue lo que desee.
  4. No hay palabras mágicas que puedan evitar que tu amigo sienta dolor. En lugar de esforzarte demasiado en encontrar formas que puedan hacer que se sienta mejor, enfócate en decirle palabras de compasión, cariño y amor. Evita lo siguiente: [8]
    • Evita mencionar que la persona está “en un mejor lugar” o que “al menos ya no siente dolor”, incluso si tu amigo tiene tu misma perspectiva espiritual o religiosa. Si lo haces, es posible que sienta que estás deslegitimando el duelo que siente.
    • No digas cosas como “al menos tienes a tu hermana”, “encontrarás a alguien nuevo algún día” o “aún eres joven y tienes mucho tiempo para tener otro hijo”. No minimices la pérdida que siente al clasificarla.
    • Evita decirle algo como “Debes superarlo”. No se puede persuadir ni ordenar a alguien que deje de estar de duelo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Continuar apoyándolo

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  1. Prácticamente todos los amigos, conocidos, colegas y demás te ofrecerán sus condolencias durante los días y semanas siguientes de la muerte de una persona. No obstante, después de aproximadamente un mes, es probable que la mayoría sienta que es tiempo de seguir adelante. Sin embargo, si eres un verdadero amigo, debes seguirle ofreciendo tu apoyo tanto como sea necesario. [9]
    • No hay nada marcado respecto a por cuánto tiempo debes ponerte en contacto y ofrecerle tu apoyo. Continúa haciéndolo mientras sientas que tu amigo lo necesite. Nunca dejes de hacerlo por completo. Después de todo, su duelo nunca terminará.
    • Sí, se trata de un gran compromiso, al igual que lo es ser un verdadero amigo.
  2. Es probable que ciertos días, como el cumpleaños, los días festivos favoritos y el aniversario de la muerte del fallecido, creen tensión en el duelo de tu amigo. Prevé estos días y sé más compasivo, cariñoso y servicial cuando tu amigo necesite que lo seas. [10]
    • Dependiendo de cómo murió, situaciones como visitar un hospital, ver un accidente grave o escuchar que hubo un incidente violento en las noticias puede crear tensión.
    • Tal vez tu amigo prefiera distraerse (por ejemplo, ir a almorzar y ver una película contigo) en los días desencadenantes, quizás quiera recordar y hablar sobre la persona que falleció o tal vez le interese hacer ambos.
  3. El duelo deja una cicatriz permanente, incluso luego de que las señales evidentes hayan desaparecido en gran parte. Ir a terapia de duelo poco después de perder a un ser querido suele ser de mucha ayuda al igual que seguir yendo después de años (o incluso comenzar de inmediato tras la pérdida). [11]
    • No digas algo como “Debes ir a terapia de duelo para superarlo”. En su lugar, sé compasivo y solidario. Dile “He escuchado que las terapias de duelo pueden ser de mucha ayuda. Me haría feliz averiguar las opciones que hay para ti. También puedo llevarte a las sesiones si lo prefieres”.
  4. Tu amigo será la misma persona que conociste, pero al mismo tiempo alguien diferente después de haber experimentado la muerte de un ser querido. Las cosas nunca volverán a ser como eran antes. En su lugar, esfuérzate por desarrollar una nueva relación con él basándote en su vida después de la pérdida. Míralo como una oportunidad para ser un amigo más atento y compasivo. [12]
    • Es posible que tu amigo te rechace o se separen por completo. Enfócate en ser un buen amigo con cada oportunidad que tengas, pero acepta el rumbo que su relación tome. A veces, ser un buen amigo significa dejar ir su amistad.
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