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Hay pocas experiencias más molestas que la de tener que controlar una vejiga llena en un autobús que no tiene programada ninguna parada en poco tiempo. Si todavía tienes tiempo para prepararte para tu próximo viaje en autobús, puedes hacer muchas cosas para minimizar la incomodidad, por ejemplo beber menos agua antes de abordar y aprender a controlar los músculos que contienen la orina. Pero si estás sentado en el autobús en este momento y no tienes tiempo para aprender trucos nuevos, intenta descruzar las piernas, permanecer sentado tan quieto como te sea posible y lee algo divertido para distraerte. Como último recurso, si ya te resulta imposible aguantar un minuto más, hay opciones que puedes intentar para aliviarte discretamente.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Prepárate para el viaje

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  1. Considera que estar hidratado es importante para la salud, pero si estás a punto de abordar un autobús para hacer un viaje largo, es inteligente no excederse ni con el agua ni con los líquidos en general. Si no puedes soportar la sed, lleva contigo una botella de agua y mójate la boca con pequeños sorbos durante el viaje, en lugar de beberla toda de una vez.
    • ¡Dile que no a ese café latte grande o al refresco gigante antes de subir al autobús! La cafeína es un diurético y te hará orinar con más frecuencia de la habitual. Si necesitas tu café de la mañana, trata de beberlo mucho antes de la hora de abordar el autobús, así le darás tiempo de pasar por tu sistema.
    • Considera que el alcohol es peor que la cafeína, porque estimula a tu cuerpo a producir más orina de la que produciría con la misma cantidad de agua. [1] Evita beberlo en cualquiera de sus modalidades antes o durante el viaje.
  2. En estos días, la mayoría de los autobuses que hacen un recorrido de más de unas pocas horas tienen baños. Puedes hablar por teléfono y averiguar en la línea de autobuses por la que viajarás a fin de asegurarte de que las unidades cuenten con ellos. El problema es que a menudo los baños de los autobuses no están limpios, no siempre se vacían antes de cada viaje, y si el transporte va lleno frecuentemente están cerrados y no se pueden usar. La mejor táctica es iniciar el viaje armado con varios consejos y trucos que puedas usar para controlar a tu vejiga por tanto tiempo como sea posible y pensar en el baño del autobús como un respaldo que podrías usar si realmente ya no aguantas más.
  3. En los viajes muy largos, generalmente hay una o dos paradas de descanso. Aun en el caso de que el autobús no tenga un baño disponible, en su momento tendrás dónde aliviarte. Nuevamente, llamar a la línea de autobuses con anticipación, a fin de averiguar qué paradas de descanso hace la ruta, te ayudará a prepararte mentalmente. Si sabes en cuánto tiempo será la siguiente parada, te resultará más sencillo distraerte por el tiempo que falte. Si no tienes idea de cuándo tendrás la oportunidad de ir al baño, controlar tu vejiga te parecerá una tortura eterna.
  4. ¿Te acuerdas de cuando tus padres te hacían ir al baño antes de los viajes por carretera, aunque no tuvieras ganas? Esto será especialmente importante cuando estés a punto de iniciar un viaje largo en autobús con pocas paradas, especialmente si este no tiene baño. Aprovecha tu última oportunidad de usar tu baño limpio y confortable en casa, así tu viaje en autobús estará lo más libre de sufrimientos que sea posible.
  5. Tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, los músculos del suelo pélvico son los que controlan la cantidad de orina que libera tu vejiga. Es recomendable que practiques la maniobra Knack, que es un ejercicio diseñado para fortalecer los músculos del suelo pélvico, a fin de tener más control cuando se trate de orinar. Si estás en un autobús y realmente tienes que ir al baño, hacer la maniobra Knack puede enviarle el mensaje a tu cerebro de que ese no es un buen momento para orinar, y la urgencia será menor. Intenta lo siguiente antes de tu viaje: [2]
    • Encuentra tus músculos del suelo pélvico. Estos son los músculos que se tensan cuando aguantas la orina o interrumpes el flujo de esta y todavía no has vaciado tu vejiga.
    • Tensa los músculos, luego tose al mismo tiempo. Mantén los músculos tensos hasta que termines de toser, luego relaja.
    • Repite entre 10 y 15 veces todos los días anteriores a tu viaje en autobús.
  6. Si tienes un largo viaje por delante y piensas que vas a tener problemas para controlar tu vejiga, no tiene nada de malo protegerte en caso de una emergencia. Ve a la farmacia y escoge algún artículo protector a fin de evitar un accidente. Solo asegúrate de ponerte el pañal antes de abordar el autobús.
    • Los pañales para adultos fueron diseñados para ayudar a la gente a lidiar con la incontinencia urinaria, pero los usan personas con todo tipo de necesidades, como las novias con vestidos de boda demasiado voluminosos como para levantarlos con la comodidad requerida para hacer una visita al baño.
    • Puedes comprar toallas protectoras pequeñas, similares a las toallas higiénicas, más grandes o pañales de cobertura total, dependiendo de lo que pienses que vas a necesitar.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Lidia con la urgencia mientras estás en el autobús

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  1. Siéntate sin cruzar las piernas, si estás de pie y tienes urgencia de orinar, cruzar las piernas puede ayudarte a contener la orina, pero cuando estás sentado es mejor no cruzarlas. Si presionas los muslos hacia tu abdomen, apretarás la vejiga y las ganas empeorarán. Mantén los pies apoyados en el piso y las piernas en una posición cómoda y relajada.
    • Evita inclinarte hacia adelante por la misma razón. Inclina tu asiento hacia atrás y trata de mantener el torso recto y de no encorvarte.
  2. Considera que si te mueves demasiado presionarás tu vejiga y eso hará que tu urgencia sea más extrema. Tal vez quieras mover los pies o cambiar de posición de un costado al otro, pero retorcerte solo empeorará las cosas. Trata de encontrar una posición cómoda y luego permanece quieto.
  3. Esta es una de las mejores maneras de lidiar con las ganas de orinar en un autobús. Si realmente no hay ningún lugar para ir al baño durante una o dos horas, saca el mejor provecho de la situación intentando olvidar tu incómodo estado físico. Abre tu material de lectura o mira un vídeo que sea lo suficientemente absorbente como para mantener tu mente alejada de la urgencia de vaciar tu vejiga.
  4. Considera que ambas acciones pueden ocasionar que los músculos del suelo pélvico se aflojen un poco, con lo que empeorarán tus ganas de orinar. Lo más probable es que no puedas hacer nada al respecto si te da un ataque de tos, pero sí puedes asegurarte de que el libro o el vídeo que elijas no sea tan cómico como para hacerte reír tanto que te orines en los pantalones. [3]
  5. Tener una urgencia insoportable de orinar es parcialmente psicológico, por lo que pensar en un recorrido en balsa por los rápidos y en géiseres chorreando agua te hará sentir peor. Deja que tu mente divague por el desierto, sin espejismos, y por otros lugares que sean secos. Si tienes un amigo travieso que piense que es divertido cantar "El chorro de agua" o algo por el estilo, mientras tú intentas aguantar las ganas, dile que no le resultará tan gracioso si te orinas en el asiento junto al suyo.
  6. No existe la posibilidad de que te estalle por aguantar las ganas de orinar por un rato, así que no te preocupes. [4] Si llega el punto en el que tu cuerpo no pueda retenerla por más tiempo, simplemente dejará de hacerlo. Es de esperar que para entonces el autobús ya haya hecho una parada. Si sientes que el momento ha llegado y sigues sentado en tu asiento, atrapado entre la ventanilla y un extraño, sigue leyendo.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Resuelve qué harás cuando ya no puedas aguantar más

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  1. Pregúntale si existe alguna posibilidad de que pare el autobús en un área de descanso para que puedas usar el baño (seguramente otros pasajeros también aprovecharán la oportunidad). Sin embargo, ten cuidado de no distraer al conductor y ten presente que es importante que no levantes la voz o hagas algo que pueda crear una situación peligrosa.
    • Considera que es posible que el conductor no quiera parar y que tengas que seguir esperando. Si es un autobús chárter que viaja con un horario establecido, es poco probable que el conductor se quiera detener, sin embargo, vale la pena intentarlo.
    • Si el conductor te dice que no, pregúntale cuánto falta para la siguiente parada, así al menos podrás regresar a tu asiento sabiendo cuánto falta para que puedas ir al baño.
  2. Cuando tienes que ir, tienes que ir, así que ten disponible algún envase o recipiente donde hacerlo. Cúbrete la falda con una chamarra o con alguna otra cosa y orina dentro de un recipiente de algún tipo. Escoge uno que tenga tapa, a fin de mantener la situación lo más higiénica posible y ciérralo cuando termines.
    • Si tu compañero de asiento es un amigo, pídele que se acomode frente a ti mientras usas el asiento del lado de la ventanilla para orinar discretamente dentro del recipiente.
    • Espera a que sea un momento oportuno, en el que el autobús recorra un tramo de carretera llano y que no esté atravesando las calles con baches de alguna población.
  3. Seguramente no estarías leyendo este artículo si considerases que orinarte encima es una opción viable, pero vale la pena señalar que orinar en el asiento de un autobús es antihigiénico y grosero con los demás pasajeros. Si realmente no hay manera de que puedas evitarlo y no puedes encontrar un recipiente adecuado, haz todo lo posible por aguantarte tanto como te resulte posible hasta que el autobús finalmente pare.
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Consejos

  • Planea con anticipación cualquier viaje en autobús que dure más de tres horas.
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