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Es normal que te deje de gustar la decoración de tu habitación. Puedes hacer pequeñas modificaciones por tu cuenta, como cambiar tus carteles y reorganizar tus muebles. No obstante, si quieres hacer renovaciones más grandes, necesitarás la ayuda de tus padres. Pídeles ayuda cuando estén tranquilos, hazles saber exactamente cómo planeas redecorar y explícales por qué sientes que es necesario hacerlo. Escucha el punto de vista que tengan y trata de encontrar una solución que funcione para todos.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Tomar decisiones acerca de la conversación

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  1. A veces, el momento para hablar puede ser tan importante como la conversación en sí. Cuando decidas cómo tener la conversación, piensa en un buen momento para hablar. [1]
    • No querrás bombardear a tus padres cuando estén ocupados o estresados. Trata de hablar en un momento en el que tus padres estén normalmente relajados.
    • Por ejemplo, imagina que tus padres suelen relajarse y ver televisión los miércoles por la noche. En este caso, ese puede ser un buen momento para acercarte a ellos en lugar de hacerlo un martes por la noche, cuando ambos están ocupados.
  2. No querrás abordar la conversación sin tener un plan. Piensa en tus propios sentimientos y necesidades. Identifica por qué deseas redecorar tu habitación. ¿Por qué es importante para ti y cómo puedes transmitírselo mejor a tus padres? [2]
    • A menudo, redecorar se trata de algo más profundo. Tal vez estás haciendo mayor y tu habitación ya no refleja tu personalidad. Quizás tus gustos han cambiado con los años y ahora quieres algo que refleje tu individualidad.
    • En lugar de simplemente hablar de tus planes para redecorar, muéstrales a tus padres por qué es importante para ti. Habla de cómo tu habitación es tu santuario y de cómo deseas que exprese la persona en la que te estás convirtiendo.
  3. Tus padres quieren que aprendas a ser responsable. Si solicitas un cambio grande, como reorganizar tu habitación, es posible que esperen que hagas algo a cambio. Piensa en lo que puedes hacer a cambio del derecho a redecorar. [3]
    • Encuentra algunas maneras específicas para ofrecer un trato. Piensa en lo que tus padres valoran. ¿Hay algo que ellos frecuentemente quieran que hagas de otra manera? Tal vez quieren que mejores tus calificaciones o ayudes más en la casa.
    • Ofrece cambiar algunas cosas específicas si tus padres te permiten redecorar tu habitación. Por ejemplo, puedes acordar mantener limpia tu habitación a cambio de poder redecorarla.
  4. No querrás abordar la conversación sin practicar un poco. Hablar con tus padres puede ponerte nervioso, así que repasa en tu cabeza algunas maneras de comenzar la conversación. [4]
    • Descubre cómo captar la atención de tus padres. Por ejemplo, practica diciendo algo como “Mamá, papá, ¿podría hablar con ustedes?”.
    • Practica tu frase de apertura unas cuantas veces frente al espejo. Algo tan simple como “Quería hablar acerca de mi habitación” puede ser suficiente.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Hablar con tus padres

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  1. Comienza la conversación directamente. Acércate a ellos cuando no estén ocupados y hazles saber que te gustaría que conversen de algo. Diles algo como “Mamá, papá, ¿tienen un minuto? Quería preguntarles algo”. [5]
  2. Tus padres quieren asegurarse de que entiendas y aprecies el ser responsable. Si simplemente pides redecorar tu habitación sin una introducción real, es posible que piensen que no entiendes cuánto dinero se necesita para pagar las renovaciones. Comienza tu petición expresando gratitud por lo duro que trabajan para darte los beneficios que tienes. [6]
    • Diles algo como “Sé que ustedes trabajan muy duro para poder tener esta gran casa. Realmente aprecio poder tener mi propia habitación y mi propio espacio”.
    • Querrás asegurarte de que tus padres sepan que aprecias lo que tienes en el presente. Debes hacer que sepan que te gusta tu habitación, incluso si quieres cambiarla.
  3. Haz una solicitud clara. Esto les dará a tus padres una clara percepción a lo que le van a decir “Sí”. Habla con ellos acerca de lo que quieres cambiar en tu habitación específicamente y qué tipo de ayuda necesitas de ellos. [7]
    • Diles cuál es tu idea para la redecoración. Por ejemplo, puedes decirles “Quiero volver a pintar mi habitación de un color que me guste. Ya no me gusta el amarillo, así que en verdad me gustaría pintarlo de azul o verde”.
    • Ten en cuenta que no todas tus peticiones se realizarán. Diles a tus padres lo que quieres directamente, pero prepárate para comprometerte potencialmente.
  4. La redecoración cuesta dinero. Incluso si tus padres pueden permitirse renovar tu habitación, ellos quieren que aprendas el valor del dinero. Si te ofreces voluntariamente a cubrir algunos de los gastos, es más probable que acepten tu petición. [8]
    • Diles cómo piensas ayudar a pagar las redecoraciones. Por ejemplo, puedes decir algo como “He estado ahorrando y tengo aproximadamente 30 dólares por haber cuidado niños cada mes. Puedo comprar la pintura con eso”.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Lidiar con su decisión

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  1. Probablemente tus padres tengan su propia opinión sobre el asunto. Intenta no discutir con ellos ni interrumpirlos. En vez de eso, mantén la calma y trata de ver su punto de vista. Es posible que tengan un punto que estás pasando por alto. [9]
    • Por ejemplo, quizás tus padres se preocupan de que tus gustos cambien rápidamente. Si aún eres joven, es posible que cambies de opinión nuevamente en el futuro. Probablemente tus gustos han cambiado varias veces respecto a tus colores y estilos favoritos en los últimos años, y tus padres no quieran perder dinero redecorando si vas a querer volver a hacerlo dentro de poco.
    • Trata de considerar en verdad su punto de vista. Reflexiona sobre tus gustos y con qué rapidez cambian. Tal vez quieres pintar tu habitación de verde, pero este solo ha sido tu color favorito durante unos meses. Puede ser razonable aplazar el volver a pintar hasta que tus gustos sean más estables.
  2. Discutir no te va a llevar a ninguna parte. Solo va a frustrar a tus padres. Si ellos piensan que estás siendo inmaduro o intransigente, será menos probable que acepten tu petición. [10]
    • Incluso si frustras, cuida tu tono de voz. Un tono amigable y respetuoso será más efectivo que alzar la voz o quejarse.
  3. Es posible que tus padres digan “No” a algunas peticiones. Si esto sucede, mantente abierto a llegar a un arreglo. En lugar de discutir, considera su respectiva y acuerden algo que funcione para todos. [11]
    • Por ejemplo, imagina que tus padres se niegan a volver a pintar tu habitación ya que es costoso y requiere mucho tiempo. Además, les preocupa que cambies de opinión en el futuro.
    • Si eso ocurre, trata de ver si ellos estarían dispuestos a llegar a un acuerdo. En lugar de volver a pintar, quizás podrían dejarte poner algún papel tapiz temporal.
  4. Siempre hay una posibilidad de que tus padres no estén de acuerdo con tu solicitud. En este caso, lo mejor es aceptar un “No” por el momento. En el futuro, puedes preguntar nuevamente. Si eres maduro y aceptas las decisiones de tus padres, la probabilidad de que te digan “Sí” en el futuro aumentará. Ellos verán que eres maduro, lo cual hará que permitirte tomar algunas de tus propias decisiones sea más probable. [12]
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Consejos

  • Trata de incorporar lo que ya tienes a tu diseño. Si lo haces, te ahorrará tiempo y dinero, y aumentará las posibilidades de que tus padres te digan que sí.
  • Ten un plan básico listo para tu habitación ya que que, si sabes cómo la deseas, te ahorrará tiempo.
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