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Los rábanos en realidad son algo fácil de cultivar y los problemas solo surgen si uno se deja en la tierra demasiado tiempo después que ha madurado. Sin embargo, aun si un rábano ha estado en el suelo después de madurar, todavía puedes cosechar sus semillas después.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Cosecha rábanos

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  1. Muchas variedades maduran rápido, solo necesitan aproximadamente tres semanas antes de estar listos para cosecharlos y comerlos. Permite que los rábanos de tu jardín maduren, pero cuando lo hagan, coséchalos rápidamente.
    • Los rábanos de primavera maduran rápidamente y tienden a degradarse rápido si se dejan en la tierra por más días de los necesarios. Los rábanos de invierno pueden dejarse un poco más de tiempo porque necesitan más para madurar y para deteriorarse en la tierra.
    • Los rábanos de invierno generalmente mantienen su calidad a lo largo del clima frío del otoño. Algunas variedades pueden mantenerse en el jardín debajo de una capa gruesa de mantillo de paja durante el invierno. [1]
    • Aunque cada variedad madura a su propio ritmo, en general, los rábanos de primavera maduran en un periodo de 20 a 30 días y los rábanos de invierno maduran en un periodo de 50 a 60 días. [2]
    • Cuando un rábano se deteriora en la tierra, desarrollará una textura esponjosa e inapetecible, además de un sabor picante.
  2. Las raíces de un rábano maduro son aproximadamente de 2,5 cm (1 pulgada) de longitud o un poco menos. Cuidadosamente raspa un poco de tierra justo encima de las raíces, a un lado de las hojas que salen del suelo, para revisar el tamaño.
    • Puedes raspar la tierra con tus dedos o con una espátula de jardín pequeña.
    • Los rábanos con raíces de 2,5 cm (1 pulgada) deben cosecharse. Si observas raíces que son muy pequeñas, vuelve a cubrirlas con tierra y deja que los rábanos continúen su crecimiento hasta madurar.
    • Como los rábanos de primavera maduran tan rápido, debes empezar a revisar las raíces frecuentemente mientras alcanzan la madurez.
    • Si planeas cosechar tus rábanos de invierno en el otoño, hazlo antes de que la tierra se congele. [3] Si quieres hacer el intento de conservarlos durante el invierno, cúbrelos con una capa gruesa de mantillo de paja y coséchalos
  3. [4] Cosechar un rábano es bastante fácil. Para sacarlo de la tierra, agarra el rábano en la base de sus hojas y arráncalo hacia arriba. Puede ser que necesites moverlo gentilmente para liberarlo de su lugar en la tierra, pero la mayoría de los rábanos saldrán con un poco de fuerza hacia arriba.
    • Es importante que coseches los rábanos en cuanto estén maduros, aunque no planees comerlos inmediatamente. Durarán más tiempo en tu refrigerador que bajo tierra.
    • Si tu cosecha de rábanos se ha estrechado lo suficiente, debes ser capaz de cosechar uno sin afectar las raíces de cualquier rábano vecino. Esto puede ser importante porque algunos rábanos pueden estar listos para cosecharse antes que otros.
  4. [5] Recorta las hojas de la parte superior de cada rábano usando tijeras de cocina o un cuchillo afilado. Si deseas, estas hojas pueden limpiarse con agua del grifo fría y guardarse para propósitos culinarios.
    • Si planeas guardar las hojas, límpialas bajo agua del grifo y frota para quitar cualquier suciedad visible con la ayuda de tus dedos. Seca con una toalla limpia de papel al terminar.
    • Coloca las hojas limpias y secas en una bolsa de plástico resellable. Cierra la bolsa y almacénala en el refrigerador hasta por tres días.
    • Las hojas de rábanos pueden agregarse a ensaladas o a otros platos que usan vegetales verdes.
    • Si no planeas guardar las hojas de rábano, puedes desecharlas sin tomar ninguna de las medidas preventivas.
  5. Cuando las hojas se han recortado en cada rábano, puedes limpiar el rábano bajo agua del grifo fría. Coloca los rábanos limpios en bolsas de plástico herméticas, resellables y refrigéralos hasta que los uses hasta por dos semanas.
    • Puedes restregar la mayoría de tierra y escombros usando tus dedos, pero para la suciedad obstinada e incrustada, usa un cepillo para vegetales para restregar los lados del rábano mientras lo enjuagas con agua.
    • Asegúrate de que los rábanos se hayan secado por completo usando toallas de papel limpias antes de almacenarlos.
    • Coloca los rábanos en el cajón de verduras si tu refrigerador tiene uno. Este espacio mantendrá las condiciones ideales de temperatura y humedad, por lo que preservará los rábanos por más tiempo.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Cosecha los brotes de rábano

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  1. Cuando un rábano se convierte en semilla, no se podrá comer. Como resultado, debes apartar algunos rábanos de tu jardín con la intención específica de permitir que las plantas se conviertan en semilla.
    • Por supuesto, cualquier rábano que dejas accidentalmente en la tierra después de que ha madurado puede usarse para obtener semillas. Es útil designar algunas plantas de rábano antes de tiempo para ese propósito, pero eso no significa que tus semillas de rábano deben surgir únicamente de esas plantas.
  2. Cuida las semillas de rábano como lo haces siempre, pero de otra manera, no las molestes. Puede tomar un par de semanas después de la etapa de madurez para que los rábanos desarrollen brotes florales y finalmente los brotes.
    • Mientras las semillas de rábano siguen creciendo después de la madurez, saldrán uno o dos tallos sin hojas. Cuando estos tallos estén lo suficientemente largos y fuertes, producirán pequeños brotes. De estos brotes, pronto salen las vainas. Estas vainas crecerán y adquirirán una forma larga puntiaguda . [6]
  3. Usa un cuchillo afilado o tijeras de jardín para recortar las vainas de la planta cuando los brotes caen por completo.
    • Si solo quieres cosechar las semillas para usarlas en la cosecha de la próxima temporada y nada más, puede ser que quieras considerar esperar hasta que las vainas se empiecen a poner amarillas y secas en la planta antes de que las arranques. Esperar hará que cosechar las semillas desde la planta sea más fácil para ti y probablemente podrás hacerlo con tus manos.
  4. Puedes lavar las vainas frescas de rábano y agregarlas a una ensalada. Las vainas son comestibles y similares en apariencia y textura a las vainas de guisantes. Pueden agregarse a ensaladas o disfrutarse crudas por si solas.
    • Las semillas de rábano también pueden retoñar cuando están frescas. Para hacer esto, necesitarás abrir las vainas antes de que se sequen. Recoge las semillas y haz que retoñen como lo harías con guisantes .
  5. Si quieres cosechar las semillas para usar en el futuro, cuelga las vainas en una ubicación seca y permite que se sequen hasta que tengan un color bronceado claro. [7]
    • Por su puesto, si permites que las vainas se sequen cuando están en la planta, puedes omitir este paso y seguir al siguiente porque ya estarán adecuadamente secas sin esperar más tiempo.
  6. En este punto, las vainas están lo suficientemente quebradizas para que las puedas abrir sin ayuda de ningún utensilio especial. Usa la uña de tu pulgar para cortar cada vaina y así abrirla. Suavemente, raspa para sacar las semillas usando tus dedos.
    • Coloca toallas de papel limpias en tu área de trabajo para ayudar a atrapar las semillas que salen mientras abres las vainas.
    • Las semillas deben tener un bonito color café cuando estén lo suficientemente secas. Deberían estar secas cuando abres las vainas, pero si las semillas todavía tienen un color únicamente bronceado claro, necesitarán secarse más. Seca las semillas al esparcirlas en una sola capa en tus toallas de papel y al colocarlas después en una ubicación cálida y soleada. Deberían estar listas en un día.
    • Una opción alternativa es dejar las semillas en las vainas secas y abrirlas de la misma forma justo antes de estar listo para plantar. Sin embargo hacerlo así puede ocupar un mayor espacio de almacenamiento, pero a largo plazo las semillas se protegerán mejor.
  7. Si las semillas no se secan por completo, permite que se sequen un poco más antes de guardarlas. Después de que estén secas, colócalas en un sobre pequeño o en un frasco hermético y guárdalas hasta que estés listo para plantarlas.
    • El mejor contenedor que puedes usar es un sobre pequeño de papel. El sobre debe ser pequeño, pero lo suficientemente grande para guardar todas las semillas con un pequeño espacio sobrante. Asegúrate de que el sobre se cierre de forma completa y segura después de que las semillas estén adentro.
    • Cualquier contenedor que uses debe tener una etiqueta que indique el contenido y la fecha actual.
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Cosas que necesitarás

  • Tijeras de cocina, tijeras de jardín o un cuchillo afilado
  • Cepillo para vegetales
  • Toallas de papel
  • Bolsas plásticas resellables
  • Refrigerador
  • Sobre pequeño o frasco
  • Cuerda
  • Marcador o lapicero

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