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Las semillas de girasol son fáciles de cosechar, pero tendrás que esperar a que el girasol se seque completamente si quieres cosechar las semillas suavemente. El girasol se puede dejar secar en el tallo o en la casa luego de sacarlo del mismo. De cualquier manera, debes tomar precauciones para proteger las semillas mientras se van secando. A continuación verás lo que necesitas saber sobre la manera correcta de cosechar semillas de girasol.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Secado en el tallo

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  1. Los girasoles estarán listos para cosechar una vez que las cabezas se pongan marrones, pero debes prepararlos para el proceso de secado, una vez que la parte posterior de la cabeza empiece a volverse color amarillo oscuro y marrón amarillento. [1]
    • Para cosechar las semillas, la cabeza del girasol debe estar completamente seca. De otra manera, la flor no entregará las semillas. Un girasol alcanzará este estado naturalmente, luego de unos cuantos días de haber comenzado a marchitarse.
    • Es más fácil secar los girasoles en el tallo si tienes un clima seco y soleado. Pero si vives en un clima húmedo, quizás necesites considerar secarlas fuera del tallo.
    • Por lo menos la mitad de los pétalos amarillos deben de haberse caído antes de empezar a preparar al girasol para la cosecha. La cabeza de la flor también debe comenzar a doblarse. Puede verse como muerta, pero si aún tiene sus semillas, entonces el girasol se está secando de una manera saludable.
    • Examina las semillas. Así estén aún atrapadas en la cabeza de la flor, deben comenzar a rellenarse. Estas semillas también deben ser duras y tener su característica cáscara de rayas negras y blancas.
  2. [2] Cubre la cabeza de la flor con una bolsa de papel amarrando la bolsa sin apretar con una pita o un hilo para evitar cortarla.
    • También podrías usar un trapo o una tela transpirable similar, pero nunca debes utilizar una bolsa de plástico. El plástico limitará el flujo de aire, haciendo que se acumule la humedad en las semillas. Si se acumula demasiada humedad, las semillas se pueden podrir o llenar de moho.
    • Amarrar una bolsa a la cabeza evita que los pájaros, ardillas y la mayoría de animales silvestres se introduzcan sigilosamente y "cosechen" tus semillas de girasol antes de que tú lo hagas. También evita que las semillas se caigan al suelo y se pierdan.
  3. Si la bolsa se moja o se rompe, sácala con cuidado y cámbiala por una bolsa de papel fresca e intacta.
    • Quizás puedas evitar que la bolsa se moje durante una tormenta colocando de manera temporal una bolsa de plástico encima de la de papel. Pero no ates la bolsa de plástico sobre la cabeza de la flor y retírala apenas la lluvia amaine para evitar que se llene de moho.
    • Cambia la bolsa de papel apenas se moje. Es más fácil que una bolsa de papel mojada se rompa y que el moho se desarrolle en las semillas si se encuentran en una bolsa mojada por un periodo de tiempo prolongado.
    • Recoge todas las semillas que pueden haber caído en la bolsa vieja al cambiarla. Examina las semillas en busca de signos de posibles daños y, si se encuentran en buenas condiciones, almacénalas en recipientes herméticos hasta que estés listo para cosechar las semillas que quedan.
  4. Una vez que la parte posterior de la cabeza de la flor se ponga marrón, córtala y prepárala para cosechar las semillas.
    • Deja aproximadamente 30 cm (1 pie) de tallo unido a la cabeza de la flor.
    • Asegúrate de que la bolsa de papel aún esté amarrada de forma segura en la cabeza de la flor. Si se sale al sacar y transportar la cabeza de la flor, podrías perder una cantidad significativa de semillas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Secado fuera del tallo

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  1. Los girasoles estarán listos para el secado una vez que la parte posterior de la cabeza comience a ponerse de color amarillo oscuro o marrón.
    • La cabeza del girasol se debe secar antes de recoger las semillas. Las semillas de girasol son fáciles de sacar cuando el girasol está seco, pero casi imposible si aún está húmedo.
    • La mayoría de los pétalos amarillos deben de haberse caído en este punto y la cabeza quizás ha comenzado a doblarse o marchitarse.
    • Las semillas se deben sentir duras al golpearlas y también deben tener su característica apariencia de rayas blancas y negras.
  2. Asegura una bolsa de papel marrón en la cabeza del girasol utilizando una pita, cuerda o hilo.
    • No utilices bolsas plásticas. El plástico no dejará que la cabeza de la flor "respire", así que se podría acumular un exceso de humedad dentro de la bolsa. Si esto ocurre, las semillas se podrían podrir o podría acumularse moho en ellas, haciendo que no sean aptas para su consumo.
    • Si no tienes bolsas de papel marrones, podrías utilizar un trapo u otra tela transpirable similar.
    • Si secas el girasol fuera del tallo, no tendrás que preocuparte por que los animales puedan comerse las semillas antes de que las recojas. Pero aun así, necesitas colocar la bolsa en la cabeza del girasol para cosechar las semillas sueltas.
  3. [3] Retira la cabeza del girasol con la ayuda de un cuchillo o unas tijeras afiladas.
    • Deja aproximadamente 30 cm (1 pie) de tallo unido a la cabeza.
    • Trabaja con cuidado para que no saques la bolsa de papel de la cabeza mientras la retiras.
  4. Deja que la cabeza del girasol se siga secando en un lugar cálido.
    • Cuelga el girasol amarrando un pedazo de pita, hilo o cuerda a la base de la cabeza y uniendo el otro extremo de la pita a un gancho, barra o colgador. El girasol debe secarse con el lado del tallo hacia arriba y la cabeza hacia abajo.
    • Seca el girasol dentro de la casa en un lugar cálido y seco. Ese lugar debe tener buena ventilación para evitar que se acumule la humedad. También debes colgar la cabeza del girasol a lo alto para evitar que algún roedor lo mordisquee.
  5. Abre la bolsa con cuidado diariamente. Vacía el contenido de la bolsa para recoger las semillas que han caído más temprano.
    • Almacena esas semillas en un recipiente hermético hasta que el resto esté listo para cosechar.
  6. Las semillas de girasol están listas para cosecharse una vez que la parte posterior de la cabeza se torna marrón oscuro y se pone bien seca.
    • El proceso de secado demora un promedio de uno a cuatro días, pero podría tardar un poco más dependiendo de qué tan temprano coseches la cabeza de la flor y de las condiciones en las que ésta seque.
    • No retires la bolsa hasta que estés preparado para cosechar las semillas. De otra manera, podrías dejarlas caer y perder muchas de ellas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cosecha y almacenamiento de las semillas

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  1. Coloca la cabeza del girasol sobre una mesa, mostrador o sobre cualquier otra superficie de trabajo antes de retirar la bolsa de papel.
    • Vacía los contenidos de la bolsa. Si hay semillas dentro de la bolsa, pásalos a un tazón o recipiente de almacenamiento.
  2. Para retirar las semillas, simplemente cepíllalas con tu mano o con un cepillo rígido para vegetales. [4]
    • Si vas a cosechar semillas de más de un girasol, puedes retirarlas frotando suavemente las cabezas de las flores juntas.
    • Sigue frotando las cabezas de las flores hasta expulsar todas las semillas.
  3. Pasa las semillas cosechadas a un colador y enjuágalas bien con agua fría del grifo.
    • Deja que las semillas escurran completamente antes de retirarlas del colador.
    • Al enjuagar las semillas, les sacarás casi toda la suciedad y bacterias que se puedan haber acumulado en ellas mientras que estuvieron afuera.
  4. Extiende las semillas en un secador grueso formando una sola capa y déjalas secar por varias horas.
    • También podrías secar las semillas en varias capas de papel toalla, en lugar de una capa con un secador grueso. De cualquier manera, deben estar planas en una sola capa para que cada semilla pueda secarse completamente.
    • Mientras vas extendiendo las semillas, debes retirar los desechos o cualquier otro cuerpo extraño que notes. También debes retirar cualquier semilla dañada.
    • Asegúrate de que las semillas estén completamente secas antes de proceder con el siguiente paso.
  5. [5] Si planeas consumir pronto las semillas, puedes echarles sal y tostarlas ahora.
    • Remoja las semillas toda la noche en una solución hecha con 2 litros de agua y ¼ o ½ taza (60 a 125 ml) de sal.
    • Alternativamente, también podrías hervir las semillas en esta solución de agua con sal por dos horas, en lugar de remojarlas toda la noche.
    • Escurre las semillas sobre papel toalla absorbente seco.
    • Extiende las semillas en una simple capa en una bandeja para hornear poco profunda. Tuéstalas durante 30 a 40 minutos, o hasta que estén doradas, a una temperatura de horno de 150 °C (300 °F). Mueve las semillas por ratos mientras se tuestan.
    • Déjalas enfriar completamente.
  6. Pasa las semillas, tostadas o sin tostar, a un recipiente hermético y almacénalas en la refrigeradora o congeladora.
    • Las semillas tostadas se almacenan mejor en la refrigeradora y se pueden guardar ahí por varias semanas.
    • Las semillas sin tostar se pueden guardar por varios meses dentro de la refrigeradora o congeladora, pero duran más en la congeladora.
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Cosas que necesitarás

  • Bolsa de papel marrón o un trapo
  • Pita, hilo o cuerda
  • Cuchillo o tijeras afiladas
  • Colador
  • Papel toalla o secador grueso
  • Olla mediana o grande
  • Recipiente hermético

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