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Los sapos son anfibios fascinantes. Se les conoce por su piel seca y verrugosa y sus llamadas de apareamiento distintivas que se oyen en los meses más cálidos. Asimismo, se les llama los mejores amigos de un jardinero, ya que se alimentan de muchos insectos que dañan plantas y destruyen jardines. Si deseas hacer que tu jardín sea un lugar acogedor para un sapo, hay varios aspectos importantes que debes tener en cuenta.

Método 1
Método 1 de 3:

Crear un espacio habitable en tu patio

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  1. Sin importar cuán agradable y atractivo sea tu jardín, si no es seguro para estos animales, es poco probable que quieran vivir ahí. Para volverlo seguro tendrás que hacer lo siguiente:
    • Proporciónales algo con lo que puedan cubrirse. Los sapos son muy precavidos, ya que no desean encontrarse con depredadores como aves, serpientes o mascotas. Por ello, evitan áreas donde sienten que podrían estar en peligro de convertirse en la cena. Puedes emplear arbustos y otras plantas frondosas para crear un lugar donde puedan esconderse. [1]
    • Evita utilizar productos químicos. Como todo anfibio, un sapo tiene la piel delgada y es vulnerable a los pesticidas y herbicidas que hay en tu jardín. [2] Por ello, lo más recomendable es que emplees elementos orgánicos, como tierra, fertilizantes y los productos contra las plagas y la maleza.
  2. Quizá el patio ya tiene un área con árboles grandes que proporcionan sombra. Si este es el caso, tienes suerte, ya que es la mejor opción. Por otro lado, si no es así, tendrás que elegir un lugar y crear la sombra.
    • A los sapos les gusta vivir en un lugar tranquilo, así que será mejor que elijas un lugar al que no tengan acceso mascotas o niños pequeños. Una buena opción es alguna de las esquinas del patio. [3]
  3. Puedes colocar el hábitat de tu sapo en una parte de tu jardín, siempre y cuando no te moleste sacrificar varios metros cuadrados de espacio. De lo contrario, puedes convertir alguna otra parte de tu patio en el hogar de este animal.
    • Por lo general, los sapos prefieren estar cerca de plantas de distintas alturas, de modo que lo mejor será que construyas su hábitat tan cerca del jardín como sea posible. Asimismo, es buena idea que el sol no caiga directamente sobre el área que elijas durante la mayor parte del día, sobre todo si el lugar donde vives tiene un clima cálido y seco.
    • Para convertir una parte del jardín en el hogar de tu sapo, tendrás que quitar algunas plantas de un área de al menos 0,1 m 2 (1 pie cuadrado). Elige un área del jardín que requiera un regado constante, ya que, por el bien del animal, tendrás que regar su hábitat frecuentemente. A diferencia de algunas plantas, los sapos no se desarrollan saludablemente en un clima seco.
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Método 2
Método 2 de 3:

Construir un hábitat para sapos

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  1. Tendrás que darle una fuente de agua al sapo, sobre todo si esperas que viva en el jardín de forma permanente. Los sapos no toman agua, sino que la absorben a través de su piel, remojando su cuerpo. Por ello, es esencial que coloques una fuente de agua donde este quepa por completo. [4]
    • Los sapos se reproducen en áreas cercanas a lagos o estanques. Por ello, tener un pequeño estanque o acequia cerca de casa hará que tu patio sea un lugar más acogedor para estos animales. [5]
    • Si no hay un estanque u otra fuente de agua cerca de tu casa, puedes utilizar la bandeja de una maceta (un contenedor redondo que se coloca debajo de una maceta para recibir el agua que se filtra al regar la planta). Excava un pequeño agujero en tu jardín y coloca la bandeja ahí. Luego, rellena el espacio con la tierra que sacaste de modo que el borde de la bandeja y la tierra queden a la altura del resto del suelo. Adicionalmente, puedes colocar algunas rocas planas en el borde de la bandeja para asegurarte de que no se mueva. Finalmente, llena el recipiente con agua limpia. [6]
  2. La idea es proporcionar plantas que le sirvan de escondite al sapo, así como atraer insectos que este pueda comer por la noche.
    • Trata de incluir flores silvestres y otras plantas propias del lugar del que proviene este animal. Por ejemplo, una de las especies favoritas entre los sapos de Norte América es la especie Veronica filiformis . [7] Para descubrir cuáles son las plantas correctas según el lugar donde vives, ve a un pantano de tu localidad y observa qué especies crecen alrededor de los estanques. [8]
  3. Como cualquier anfibio, los sapos necesitan vivir en un espacio húmedo y tener acceso a una fuente de agua en todo momento. Si bien es cierto, no viven en el agua, como sus parientes cercanos, las ranas, pero si necesitan tener a su disposición un área húmeda para esconderse. [9]
    • Puedes utilizar tablas de madera, troncos y rocas grandes para crear áreas que cubran al sapo y le ayuden a mantenerse húmedo.
  4. Las casas para sapos son espacios pequeños y acogedores que también pueden servir como decoración para el jardín. Además, le proporcionan un espacio seguro que permanece húmedo, que es como los sapos prefieren que sea el lugar donde viven. Puedes comprar una casa para sapos en Internet o en una tienda de jardinería, o puedes hacerla tú mismo.
    • La forma más básica de hacer una casa para un sapo es comprar una maceta mediana de terracota. Para empezar, utiliza un martillo para romper un pedazo en la parte del borde. Luego, voltea la maceta y colócala en el hábitat del sapo de modo que este pueda usar el agujero que creaste como puerta. [10]
    • Otra opción sería utilizar una sierra de marca Dremel, o una para cortar azulejos, para crear una entrada más pareja en la maceta de tu elección. Asimismo, puedes decorarla con pintura y pequeñas piedras o azulejos rotos, según desees.
    • Si riegas toda el área del hábitat frecuentemente, incluso la casa del sapo, puedes mantener su interior húmedo y así beneficiar a su afortunado habitante.
  5. Este paso es opcional, pero existen distintas formas de decorar el hábitat de un sapo. Muchos jardineros prefieren crear un espacio rústico con madera, mientras que otros utilizan colores vivos y diseños florales. Puedes decorar el lugar de acuerdo a tu preferencia.
    • Coloca piedras de río lisas cerca de la fuente de agua. De esta manera, el espacio tendrá una apariencia más natural, además de proporcionar un escondite para bichos e insectos.
    • Los adornos para el jardín, como los gnomos o las hadas, le añaden un toque especial al hábitat de un sapo. Por otro lado, es mejor evitar las estatuillas que parezcan depredadores, como serpientes, aves u otros animales salvajes grandes.
    • Es importante tener en cuenta la seguridad de los sapos. Por ello, es mejor evitar colocar comederos, bañeras o casas para aves cerca de su hábitat. Los sapos pequeños son la comida favorita de muchas aves, por lo que el espacio no será acogedor ni seguro si se encuentra demasiado cerca de un hábitat para aves.
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Método 3
Método 3 de 3:

Dar mantenimiento al hábitat de los sapos

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  1. Si eres afortunado (y vives cerca de un área donde hay estanques o bosques), no tendrás que esforzarte demasiado para encontrar algunos inquilinos para tu hábitat. Solo será cuestión de esperar unos días hasta que un sapo encuentre la nueva fuente de agua y empiece a sentirse como en casa.
    • Si luego de una o dos semanas aún no hay ningún residente en tu hábitat para sapos, quizá sea buena idea ir a un estanque o área boscosa de tu localidad para atrapar uno. También puedes comprarlos en algunas tiendas de mascotas, pero ten en cuenta que no es recomendable liberar un sapo doméstico en un patio. Es muy probable que no esté acostumbrado al campo y que no tenga las habilidades e instintos necesarios para sobrevivir.
  2. Quizá te sientas tentado a ir al jardín y conocer a tus nuevos inquilinos, pero es mejor si los observas de lejos. Asimismo, asegúrate de mantener a las mascotas y niños pequeños alejados del lugar.
    • Enséñale a los niños mayores a observar el hábitat de los sapos de lejos y asegúrate de supervisar a los niños pequeños cuando estén en el patio. Si no es posible mantener a las mascotas fuera del área, quizá debas construir una pequeña cerca que rodee el hábitat. De lo contrario, es poco probable que los sapos quieran vivir en el hábitat que creaste.
    • Para medir cuán cómodos se sienten los sapos cuando estás cerca, obsérvalos mientras haces tus labores de jardinería. Si no huyen, quizá con el tiempo puedas tocarlos o, incluso, sostenerlos. Simplemente, no te apresures.
  3. A los sapos les gusta tener un hábitat húmedo, así que mantén el área húmeda, pero no demasiado. Asegúrate de que la bandeja NUNCA se quede sin agua y no dejes que se ensucie o enturbie.
    • Dado que debes regar el hábitat frecuentemente, es importante que las plantas del área requieran un regado constante para desarrollarse correctamente. De lo contrario, en algún momento estas podrían ahogarse o sus raíces podrían pudrirse. Si notas que el regado continuo daña las plantas del hábitat, tendrás que reemplazarlas con algún tipo de vegetación que tolere más agua.
  4. En la mayoría de patios abundan los bichos, por lo que los sapos tendrán suficiente alimento sin necesidad de que intervengas. Si eres afortunado de vivir en un área donde no hay tantos bichos nocturnos, quizá sea buena idea conseguir una luz para atraer insectos al hábitat en las noches. [11]
    • Cualquier tipo de luz pequeña para el jardín servirá, pero no debe medir más de 1 m (3 pies) de alto. Colócala en los alrededores del hábitat y mantenla encendida durante la noche en los meses cálidos tanto como puedas. [12]
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Consejos

  • A los sapos les gusta estar en áreas con sombra. Intenta colocar su hábitat en un área fresca y con sombra.
  • Los sapos no generan verrugas.
  • Coloca plantas propias de su hábitat natural en su nueva casa.
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Advertencias

  • Nunca dejes que otras mascotas (sobre todo perros o gatos) “jueguen” con tu sapo.
  • No dejes que los niños manipulen un sapo sin supervisión. Es fácil lastimar o matar a estos animales casualmente. Asimismo, es necesario recordarles a los niños pequeños que deben lavarse las manos correctamente luego de tocar a un sapo y ayudarles en la tarea.
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Cosas que necesitarás

  • bandeja para el agua de la maceta
  • rocas
  • plantas

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