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Tener una rutina estable ayudará a moldear el comportamiento de tu perro, facilitará más el entrenamiento y reducirá su nivel de estrés. Asimismo, puede ayudar a tu perro a adaptarse a estar solo en casa e incluso podría hacer que te sea más fácil pasar tiempo con tu mascota cuando estés en casa. Tan solo cíñete a una rutina constante, incluyendo la alimentación y las horas para hacer sus necesidades, y observa lo contento que se volverá tu perro.

Método 1
Método 1 de 3:

Establecer un horario de alimentación

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  1. Elige una hora por la mañana y por la noche en la que estés en casa para alimentar a tu perro. Asegúrate de que el horario permanezca constante de forma que tu perro sepa cuándo esperar la comida. Si mantienes a tu perro en un horario de alimentación, esto ayudará a que desarrolle un metabolismo saludable y evitará que pida comida en otros momentos. [1]
    • Por ejemplo, alimenta a tu perro por la mañana antes de ir a trabajar y nuevamente al volver a casa.
  2. Elige una zona tranquila y cómoda para colocar el tazón de comida de tu perro. Párate en la zona en donde esté su tazón y pregúntale a tu perro si tiene hambre como una forma de entrenarlo para que vaya a ese lugar a la hora de la comida. [2]
    • No hagas ninguna otra actividad con tu perro en la zona de alimentación de forma que aprenda a ir allí únicamente cuando sea la hora de comer.
  3. Cuando estés listo para alimentar a tu perro, coloca su tazón de comida en el suelo para que pueda comerlo. Independientemente de si come o no, recoge el tazón y guárdalo cuando hayan pasado entre 5 y 10 minutos. Esto ayuda a entrenar a tu perro para que coma cuando el tazón esté en el suelo. [3]
    • Si dejas la comida en el suelo, es posible que tu perro deje un poco para comerlo a lo largo del día y, por ende, no tendrá una rutina constante.

    Consejo: si tu perro no come cuando colocas el tazón en el suelo, esto podría indicar que está enfermo. Si tu perro tampoco come la vez siguiente, programa una cita con el veterinario.

  4. Usa el mismo tipo y la misma cantidad de comida cada vez que alimentes a tu perro de forma que pueda desarrollar un metabolismo saludable. Los cambios significativos en la dieta de tu perro podrían ocasionarle estrés. [4]
    • Por ejemplo, si normalmente le das a tu perro una cucharada de comida, evita darle dos cucharadas después de haber estado fuera por un día largo.
  5. Aunque debes mantener la comida para perros en una rutina establecida, los perros prefieren tener acceso al agua cada vez que tengan sed. Deja un tazón a su disposición a lo largo del día de forma que tu perro pueda beber cuando lo necesite. [5]
    • Cambia todos los días el agua del tazón de tu perro.
    • Limpia el tazón uno que otro día para evitar que crezcan bacterias.
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Método 2
Método 2 de 3:

Establecer una rutina para salir

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  1. Intenta despertarte a la misma hora todas las mañanas de forma que tu perro sepa cuándo es momento de empezar el día y salir. Déjalo afuera 5 minutos y luego vuelve a dejarlo entrar. Alrededor de 10 minutos antes de irte a dormir, dile a tu perro que es la hora de dormir y vuelve a dejarlo salir por 5 minutos. [6]
    • Si tu perro no hace sus necesidades mientras esté afuera, prueba con llevarlo adentro y mantenerlo en su jaula o caseta por 2 o 3 minutos y luego volver a dejarlo salir. Esto ayudará a entrenarlo para que haga sus necesidades durante el tiempo que esté afuera. [7]
  2. Apenas tu perro haya terminado de comer, déjalo salir por 5 minutos de forma que sepa que es momento de hacer sus necesidades. Asegúrate de que las haga antes de volver a dejarlo entrar. [8]
    • Debes dejar salir a los perros adultos grandes como mínimo una vez cada 4 a 6 horas, y a los cachorros cada 1 a 2 horas o cada 20 a 30 minutos cuando estés entrenándolos para que hagan sus necesidades afuera.
  3. Aunque un perro estará menos estresado al seguir una rutina, jugar con él todos los días ayuda a tranquilizarlo más. Lánzale una pelota para que te la traiga, jueguen frisbi o corretea con él de forma que pueda quemar la energía adicional y pasar tiempo de calidad contigo. [9]
    • Asegúrate de diferenciar entre el juego y la disciplina. Por ejemplo, utiliza una voz severa al decirle a tu perro que suelte algo que no deba tomar y una voz juguetona cuando te traiga una pelota.

    Consejo: aparte de jugar con juguetes al aire libre, ten también una selección de juguetes para mordisquear y huesos con los que tu perro pueda jugar cuando esté adentro.

  4. Sacar a pasear a tu perro permite que salga e interactúe con distintos entornos. Deja que tu perro olfatee mientras caminan para que así pueda relajarse. Mantén un ritmo constante de forma que tu perro no deje de caminar en lugar de detenerse cada cierta cantidad de metros. [10]
    • Si no tienes tiempo para sacar a pasear a tu perro, considera la posibilidad de contratar un servicio de paseos para perros para que lo saque a pasear por ti.
    • Asegúrate de que tu perro esté al día con sus vacunas. De lo contrario, podría tener una mayor susceptibilidad a las enfermedades.
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Método 3
Método 3 de 3:

Modificar la rutina

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  1. No debes tratar de hacer varios cambios a tu rutina al mismo tiempo, ya que podrías estresar a tu perro. Intenta más bien enfocarte en una cosa a la vez de forma que tu perro se acostumbre a ello. [11]
    • Por ejemplo, si vas a mudarte a una nueva casa, evita cambiar la comida de tu perro o el horario en el que se la des. Enfócate en cambio en acostumbrar a tu perro a comer y vivir en un lugar nuevo.
  2. Un cambio repentino puede estresar a tu perro y ocasionar que se comporte mal. Para empezar, cambia una pequeña parte de la rutina (por ejemplo, alimentar a tu perro 15 minutos antes de lo habitual o hacer que los paseos duren un poco menos). Cada semana, haz otro cambio pequeño de forma que tu perro tenga tiempo para acostumbrarse a su nuevo horario. [12]
    • Si debes cambiar a otra comida para tu perro, empieza por mezclar un poco de la comida nueva con la antigua. Sigue añadiendo más de la comida nueva cada vez que lo alimentes hasta reemplazar por completo lo que solía comer.
  3. Si sabes que estarás fuera la mayor parte del día, pregúntale a un amigo o un vecino si puede ayudar a mantener el horario de tu perro. Esto evitará que tu perro se estrese porque no estás y hará que de todos modos tenga una rutina constante. [13]
    • Si sabes que estarás fuera por más tiempo (por ejemplo, de vacaciones), lleva a tu perro a una guardería de mascotas para que puedan darle el cuidado y la atención que necesita.
  4. Si mantienes una rutina regular con tu perro, pero de todos modos se comporta mal, llévalo al veterinario para hablar sobre tus opciones. Es posible que le recete medicamentos para ayudar a tu perro a desestresarse y ayudar con los problemas de comportamiento. [14]
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Consejos

  • Los perros con una rutina estructurada reaccionan de una mejor manera a los cambios pequeños en su vida cotidiana. Mantén una rutina para ayudar a tu perro a permanecer menos estresado.
  • Las rutinas pueden ser de ayuda, pero una rutina excesiva puede ocasionar problemas de comportamiento. Asegúrate de introducir a tu perro a experiencias nuevas cada cierto tiempo como una forma de mantenerlo mentalmente saludable.
  • Es posible que el comportamiento de un perro cambie a medida que envejezca. Haz ajustes lentamente a la rutina de tu perro en concordancia.
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