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Los galgos italianos son amables, cariñosos e inteligentes. Aunque son excelentes perros falderos, les encanta correr y jugar, y requieren ejercicio moderado. Son perros de compañía que adoran pasar tiempo con sus dueños, así que cerciórate de que tendrás tiempo para acariciarlos y jugar con ellos. Una cantidad adecuada de ejercicios, visitas de rutina al veterinario y una dieta saludable son partes claves del cuidado de un galgo italiano. Aunque no se requiere mucho esfuerzo en el cuidado del pelaje, lavarle los dientes y cortarle las uñas es esencial en su rutina de cuidado.

Método 1
Método 1 de 3:

Equilibrar el tiempo de compañía con el de juego

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  1. Los galgos italianos son cariñosos, amables y les encanta pasar la mayor parte de su tiempo con su dueño o su familia. [1] Aunque son sociables y se llevan bien con los niños y otros perros, al principio pueden ser tímidos. Si estás pensando en adquirir un galgo italiano, asegúrate de tener mucho tiempo para hacerle cariño y realizar actividades con él. [2]
    • Haz tu mayor esfuerzo por no dejarlo solo por más de un par de horas. De ser posible, pasa por la casa durante el descanso del almuerzo para sacarlo a pasear rápidamente. Pasa noches y fines de semana dándole mucho afecto si trabajas en el día.
  2. Aunque les encanta tomar siestas y sentarse en la falda de las personas, los galgos italianos son rápidos y ágiles, y requieren una cantidad moderada de ejercicio. Salgan a pasear a paso ligero durante 15 a 30 minutos un par de veces. [3]
    • Correr de corrido o en intervalos todos los días lo ayudará a fortalecer sus patas y evitará el riesgo de lesiones.
    • Su tamaño los hace excelentes perros para departamento y no hay requisitos de espacio específicos para su raza. Sin embargo, sí es bueno para ellos tener un área cerrada del tamaño necesario para correr y ejercitar sus patas.
    • Evita el juego con niños pequeños u otros perros más grandes, además de otras situaciones que podrían lastimar a tu perro. Sé muy cuidadoso sobre el tiempo de juego que tienes con tu cachorro, pues los galgos italianos jóvenes son muy frágiles.
  3. A esta raza le encanta acechar y atrapar una presa, así que es obligatorio tener pelotas y juguetes para perseguir. Dale juguetes para morder y peluches que pueda cazar y masticar para que no se aburra. Asegurarte de que tenga juguetes para masticar disminuirá el daño que pudiera hacerle a tus muebles y ropa. [4]
    • Un galgo italiano aburrido, al igual que muchas otras razas, puede ponerse travieso y masticar tus pertenencias. Asegúrate de que tenga sus propios juguetes para que se mantenga ocupado.
  4. Entrena a tu perro . Como los galgos italianos son tan inteligentes, disfrutan de los ejercicios mentales que implica el entrenamiento. Empieza con los comandos básicos, como “siéntate”, “quieto” y “ven”. [5]
    • Ofrécele un premio de comida, dile un comando y guía a tu perro suavemente a la posición adecuada cuando esté empezando el entrenamiento. Repítelo entre diez y veinte veces para que se vuelva automático y asegúrate de darle un premio y un refuerzo positivo cuando el perro siga la orden.
    • Haz que las sesiones de entrenamiento sean cortas y divertidas, pues los galgos italianos normalmente tienen periodos de concentración cortos. Siempre haz que el entrenamiento esté basado en recompensas dándole bocadillos e incorporándolo en el periodo de juego.
    • Los galgos italianos son perros sensibles por lo general, así que es importante que nunca los golpees, los manotees o les grites.
  5. Aunque son inteligentes y fáciles de entrenar, suele ser difícil enseñarles en casa. Si adquieres un cachorro, empieza el entrenamiento en casa de inmediato y acostúmbralo a un horario regular de comida y deposiciones. [6]
    • Saca a tu perro entre 15 y 20 minutos después de comer y aliméntalo a la misma hora todos los días. Sácalo unas cuantas veces al día además de después de comer, como a primera hora de la mañana y media hora antes de ir a dormir.
    • Piensa en usar el método de la jaula para perros. Compra una jaula que le permita al perro moverse libremente pero que no sea tan grande. Déjalo en la jaula mientras trabajas o en la noche y déjalo fuera después de unas horas si fuera posible. [7]
    • No regañes a tu perro si llegas a casa y encuentras un caos. Si el perro tuvo el accidente horas antes, no hará una conexión entre el regaño e ir al baño dentro de la casa.
    • Prueba dejar almohadillas o tapetes de papel si no quieres usar una jaula.
    • Limpia cualquier accidente rápidamente con un limpiador de enzimas para evitar que el perro se sienta atraído hacia un lugar en particular en la casa y ocupe ahí.
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantener saludable al perro

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  1. Dos o tres comidas pequeñas al día es mejor para la digestión del perro que una grande o dejarla servida todo el tiempo. Consulta con el veterinario sobre la frecuencia y la cantidad de alimento que es mejor para la edad y el nivel de actividad de tu perro. Conservar una dieta y un peso saludables contribuirá a evitar posibles problemas.
    • Si presionas suavemente la columna del perro con las manos por encima y no puedes sentir sus costillas, es posible que esté en sobrepeso. Habla con el veterinario y reduce la cantidad de alimento que consume tu perro. Reduce la cantidad de premios de comida y otros alimentos que come tu perro entre comidas.
    • Cuando compres comida para tu galgo italiano, busca marcas que sean para razas de perro toy. Si tienes un cachorro, compra un alimento indicado solo para cachorros.
    • Una buena cantidad de alimento para un perro pequeño es normalmente de tres cuartos a una taza de comida dos veces al día.
    • Decidir qué darle de comer a tu perro depende de lo que puedes permitirte y de tus preferencias personales. Por ejemplo, quizás prefieras preparar comida para perros cruda o hecha en casa o tal vez te guste la facilidad de guardar marcas comerciales. De cualquier forma, asegúrate de alimentar a tu perro comidas equilibradas y nutritivas.
    • Si quieres hacer la comida para perro tú mismo o darle una dieta cruda, consulta con un experto de nutrición animal primero. De lo contrario, el perro podría perder la salud.
  2. Aunque la mayoría de los galgos italianos son saludables, la raza es propensa a algunos problemas de salud, como en la cadera, la tiroides y la visión. Para mantener a tu perro con buena salud, averigua si a los padres se les hizo pruebas para descartar trastornos genéticos o problemas específicos de la raza, o si los tuvieron. [8]
    • Pregúntale al criador o al albergue de donde lo obtuviste si están disponibles los historiales médicos de sus padres, de preferencia antes de comprarlo o adoptarlo.
    • Muchos de los problemas de salud a los que son propensos los galgos italianos se pueden detectar con un examen de sangre que realice el veterinario, así que es importante hacérselos de manera regular.
  3. Conoce el comportamiento normal de tu perro. Fíjate en las conductas inusuales, como que esté muy intranquilo, camine de un lado a otro, tenga dificultad para caminar, se detenga antes de saltar, esté jadeando o vomite. Llama al veterinario si te preocupa que pudiera tener un problema. [9]
    • Préstales mucha atención a las patas del perro, en especial cuando sea cachorro o joven. Fíjate si cojea o no apoya peso en una de las patas. Los galgos italianos tienen los huesos frágiles y son propensos a tener fracturas en la pierna.
  4. El veterinario podrá hacerle exámenes de rutina para descartar posibles problemas hereditarios como en los ojos o la tiroides. También garantizará que tu perro esté al día con sus vacunas y le revisará las caderas y patas o los problemas específicos de la raza. [10]
    • Habla con el veterinario de tu perro sobre su dieta y nivel de actividad para contribuir a que tu perro mantenga un peso saludable. Cargar mucho peso hará que las patas y las caderas del galgo italiano se esfuercen.
    • Pregúntale al veterinario si recomienda un tratamiento contra las pulgas o garrapatas para tu ubicación.
  5. Ten abrigado al galgo italiano con un abrigo, una chaqueta o un suéter, en especial cuando vayas a salir durante los meses más fríos. Debe quedarle entallado y tener una curva que se adapte a su columna, pero que permita el movimiento natural. [11]
    • No compres mangas largas, pues normalmente restringen el movimiento.
    • Los suéteres tejidos suelen resbalarse por la espalda del perro y no son la opción más abrigadora.
    • Cuando compres ropa para perro, busca productos que estén diseñados específicamente para la raza a fin de seleccionar la mejor forma y material.
  6. Los galgos italianos corren un gran riesgo de desarrollar una condición llamada displasia de cadera. Mantente atento a los síntomas como cojeo, duda al momento de saltar y pérdida de masa muscular en los muslos. Por lo general es hereditaria, así que saber si alguno de los padres del perro la tuvo, te ayudará a ti y a tu veterinario a mantenerlo saludable. [12]
    • Mantenerte atento al peso del perro, no alimentarlo en exceso y proporcionarle ejercicio regular te ayudará a evitar la displasia de cadera o lidiar con ella.
    • Consulta con el veterinario para decidir cuánto debes darle de comer a tu perro y con qué frecuencia para evitar la obesidad.
    • Ten en cuenta que el perro podría presentar displasia de cadera en cualquier momento de su vida, también de cachorro.
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Método 3
Método 3 de 3:

Acicalar al galgo italiano

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  1. Como los galgos italianos son propensos a tener enfermedades en las encías y otros problemas dentales, sus dientes requieren un cepillado a diario. Es mejor usar un cepillo para perros pequeños que una gasa o una almohadilla envuelta en tu dedo. [13]
    • Es posible que el perro se resista a que lo cepillen, pero es una parte esencial de tener un perro saludable. Sé confiado y decidido al momento de cepillar, pero haz tu mayor esfuerzo por no abrumar o asustar al perro.
    • Llegará un momento en que acepte el cepillado como parte de su rutina si lo haces todos los días.
  2. Cortarle las uñas es importante, pues si están muy crecidas pueden provocarles problemas en las patas a los perros que tienen huesos débiles. Córtale las uñas a tu galgo italiano dejando una o dos semanas, o cuando escuches un sonido de contacto durante las caminatas con el perro. [14]
    • Las uñas de perro no deben tocar el suelo. Fíjate en su paso o la forma en que camina para asegurarte de que no esté poniendo mucho peso en la parte posterior de las patas debido a unas uñas muy crecidas.
    • Usar una lima de uña en lugar de un cortaúñas reduce el riego de quitarle mucha uña, lo que podría provocarle dolor y sangrado.
  3. Los galgos italianos no necesitan mucho acicalamiento, además del cuidado de los dientes y las uñas. Usa un lavadero, un cuenco o una bañera para bañar al perro conforme sea necesario, por ejemplo, si apestara o si se hubiera metido en algo sucio.
    • Ten un ojo en su manto para ver si hay polvo o caspa, y cepíllalo una vez a la semana o conforme sea necesario.
    • Revísale las orejas un par de veces a la semana y límpiale la cera o el residuo que hubiera con una gasa envuelta alrededor del dedo. No uses agua para limpiarle las orejas.
    • No bañes demasiado al perro, pues podría quitarle los aceites naturales a la piel y, así, provocar que se seque o se lastime.
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