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Las serpientes de leche (lampropeltis elapsoides) tienen diferentes tamaños, que van desde los 60 cm y 91 cm (2 – 3 pies) para la variante de Puebla, hasta los 120 cm y 150 cm (4 – 5 pies) para la variante de Sinaloa. Son serpientes por lo general muy dóciles, robustas e ideales para principiantes. Los criadores han establecido muchas morfologías, pero el patrón de tres líneas rojo-negro-blanco es aún muy popular.

  1. Deja que la serpiente se deslice por tus dedos. Si sientes alguna protuberancia, puede ser señal de comida atorada o de costillas rotas. Mira la cloaca en busca de señales de inflamación, enrojecimiento o heces; esto indica la presencia de parásitos internos. Mira tus manos en busca de rastros de sangre que indican la presencia de ácaros. Por último, verifica el hocico y los ojos. Los ojos deben verse nítidos y alertas. La boca debe presentar un color rosáceo sin rastros de mucosidad ni signos de jadeo que pueden delatar una infección respiratoria o deshidratación.
  2. Los terrarios pueden comprarse o hacerse con tableros DM (densidad media) o madera fuerte (no uses cedro, ya que es tóxico para tu serpiente, ni pino). Los acuarios también son apropiados para albergar serpientes. Asegúrate que sea a prueba de escapes. Las serpientes pueden escapar por los espacios más pequeños imaginables. Según se dice, si un lápiz puede pasar por un hoyo, una serpiente también. Sin embargo, esto no aplica para las serpientes bebé. Una cubierta de malla funciona con las serpientes de leche, ya que no necesitan mucha humedad en sus ambientes. Si ocurren problemas durante la muda de piel, reduce el flujo de aire a la mitad y agrega un plato de agua más grande.
  3. El sustrato puede incluir virutas de madera (que no sean de cedro, ya que es tóxico para las serpientes, ni de pino, ya que aún falta investigar este material) de corteza para orquídeas, que es buena para mantener altos índices de humedad, aunque las serpientes de leche no lo necesiten. Recientemente, el sustrato de aspen se ha vuelto muy popular entre los aficionados debido a su disponibilidad. El papel periódico también se emplea mucho, ya que es barato, puede cambiarse fácilmente y no afecta a las serpientes a pesar de su apariencia “peligrosa”. Debes emplear un material que la serpiente pueda usar para esconderse. No uses arena (irrita a muchas serpientes) o gravilla de acuario.
  4. El plato con agua debe ser los suficientemente grande como para que la serpiente pueda enroscarse en su interior. Asegúrate que el agua está limpia y fresca, y cámbiala cuando empiece a oler mal o cada 2-3 días.
  5. La corteza de corcho semicircular sirve a este propósito y es muy atractiva a la vista. Si no la puedes conseguir, encontrarás escondites comerciales disponibles. Un florero también te servirá. Ahora, coloca un escondite en el lado más fresco del terrario y otro en el más cálido. Así promoverás la termorregulación de la serpiente cuando digiera su comida. Si no le brindas un escondite, la serpiente podría dejar de comer, sobre todo en el caso de las serpientes de leche que son muy tímidas y pasan mucho tiempo ocultas.
  6. La calefacción la puedes generar con una lámpara de cerámica colocada en la parte superior a por lo menos 30 cm de la serpiente, de forma tal que no pueda enroscarse a su alrededor o tocarla. CUALQUIER SISTEMA DE CALEFACCIÓN DEBE ACOPLARSE A UN TERMOSTATO. Demasiado calor provocará que tu serpiente se deshidrate rápidamente, interrumpa su ciclo de termorregulación o presente daño neurológico temporal. Unos 25 °C son ideales para las serpientes de leche, con una temperatura nocturna de entre 5 °C y 7 °C. Debes dejar un espacio libre para que la serpiente pueda “asolearse” de entre unos 28 °C y 30 °C. Vigila a tu serpiente; si pasa más tiempo en un lado del terrario que en otro y no parece seguir su ciclo de termorregulación, ajusta las temperaturas. Por ejemplo, si tu serpiente no se aleja de la fuente de calor, aumenta la temperatura unos 2 °C o 3 °C.
  7. La iluminación no es precisamente necesaria pero hace más atractivo el entorno y promueve la rutina natural y el apetito de tu mascota. No se sabe si ayuda al procesamiento de calcio, pero sí en aportar rayos UVB en la mayoría de reptiles. El foco no debe superar los 2.0 de intensidad y debe ubicarse a por lo menos 30 cm (12 pulgadas) de la serpiente o podría dañar sus ojos.
  8. Las serpientes de leche ya pueden comer ratones congelados desde temprana edad. Alimenta a los ejemplares bebé cada 7-10 días y a los adultos cada 10-14 o cuando te parezca que están cazando. En lo posible, no ofrezcas comida viva a tu serpiente ya que podría resultar lastimada.
  9. Cambia el sustrato cada mes, limpia los excrementos inmediatamente y asegúrate de que el sustrato no se ensucie o humedezca. Esto puede causar que se pudran sus escamas o una infección respiratoria.
    • Limpia el plato de agua con lavavajillas líquido y enjuágalo bien cada vez que empiece a oler mal o semanalmente. Desinfecta las estructuras y límpialas cuando empiecen a oler mal o una vez al mes. (Puedes poner la corteza de corcho en el microondas o en el horno para desinfectarlo; los tiempos varían dependiendo del tamaño del artefacto o del horno que emplees). Asimismo, limpia el terrario con agua jabonosa cada mes.
  10. Las serpientes de leche hacen mudas de piel. La muda debe ocurrir una sola vez. Verifica la piel para ver si la capa de los ojos cayó con la muda y si la zona de la cola también cayó. Si no fue así, podría provocar una disminución de la circulación. Las serpientes jóvenes pueden mudar más de 12 veces al año; los adultos lo hacen mucho menos, pero depende de cada individuo particular. Asimismo, los adultos mudan con frecuencia si su piel está dañada.
  11. Aísla a tu serpiente nueva en este terrario básico por 4 a 6 semanas y mantente atento a cualquier comportamiento extraño, como tendencia a caerse de objetos, mirada perdida, inclinación hacia un lado de su cuerpo o cualquier otro signo preocupante o anormal. Lleva una muestra de excrementos al veterinario para verificar que no tenga endoparásitos. Luego de este periodo, puedes agregar otros elementos, como estructuras para escalar o plantas vivas y así enriquecer la estancia de tu serpiente y la belleza del terrario.
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Advertencias

  • Manipular en exceso a tu serpiente puede generarle enfermedades musculares con síntomas como inactividad, falta de brillo y de apetito. Toma nota de los comportamientos habituales de tu serpiente. De esta manera, cualquier cambio, excluyendo la muda, te dará pistas si algo no va bien.
  • Aunque las serpientes de leche sean dóciles por naturaleza, la manipulación las estresa, por lo que debe ser mínima. Restringe estos periodos a menos de 7 minutos al día, evitándolos por completo durante la muda.
  • Las serpientes de leche son muy delgadas y curiosas, por lo que es muy posible que no se detengan hasta encontrar una salida. Mantente atento para tapar cualquier hoyo sospechoso.
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