La planta de oración, conocida también como Maranta leuconeura o maranta, es perenne, colorida e ideal para habitaciones en el este o norte de tu casa donde los niveles de luz por lo general son bajos. Tiene hojas de forma ovalada con manchas o haces de color verde vivo o rosado y se pueden cultivar en maceteros colgantes o colocar sobre una mesa. En la noche y en los días nublados, la planta de oración junta sus hojas como si fueran manos rezando. Se pueden cultivar en exteriores, en el caso de Estados Unidos, en las zonas 11 y 12 de dureza del USDA, pero por lo general se usan como plantas de interiores en todas partes.
Pasos
-
Pon la planta en un recipiente poco profundo que tenga agujeros de drenaje en la parte inferior. La planta de oración tiene raíces poco profundas. Entonces, si la plantas en un recipiente profundo con mucha tierra debajo de las raíces, esta se mantendrá húmeda por bastante tiempo y las raíces se pudrirán. Si vas a poner la planta en una maceta, utiliza siempre una que tenga agujeros de drenaje para que el agua de las raíces y la tierra pueda escurrir.
-
Coloca la planta en luz solar indirecta. Puedes colgarla o ponerla cerca de una ventana donde le caiga luz solar indirecta. Nunca la pongas donde le alcance la luz solar directa pues el sol le decolorará las hojas.
-
Cuelga la planta del techo en una habitación que dé hacia el oeste o el sur. Encuentra una esquina donde no le llegue la luz solar directa y cuélgala para que tenga una exposición adecuada a la luz y crezca bien.
- Una exposición adecuada a la luz hace que la planta de oración tenga hojas coloridas y tallos de color verde intenso.
- Si a tu planta no le llega suficiente luz, los tallos crecerán largos y delgados pues buscarán más luz de manera natural.
-
La temperatura de la habitación debe oscilar entre los 20 y 25 °C (65 a 75 °F) y debe ser un poco húmeda. Como las plantas de oración son tropicales, no crecen bien cuando la temperatura desciende muy por debajo de los 20 °C (75 °F). Las temperaturas menores y el aire seco harán que las hojas se marchiten y se pongan marrones. Por otro lado, las temperaturas mayores a 25 °C tendrán como resultado menos hojas, y tallos largos y delgados.
- Incrementa la humedad en la habitación con un humidificador o pon una bandeja o una fuente llena de piedras y agua debajo de la planta.
- No pongas la planta de oración cerca de alguna rejilla de calefacción o ventilación, ni de las puertas, donde quedará expuesta a fluctuaciones extremas de temperatura y corrientes de aire.
Anuncio
-
Échale agua a la planta cuando la superficie de la tierra se esté empezando a secar. Nunca dejes que la tierra se seque por completo. El riego insuficiente o en exceso provocará que las hojas se pongan amarillas y se caigan.
- Si las hojas empiezan a ponerse amarillas, riega la planta con menos frecuencia si la tierra está húmeda o más frecuencia si se ve seca entre un riego y otro.
CONSEJO DE ESPECIALISTAEspecialista en plantasChai Saechao es el fundador y propietario de Plant Therapy en San Francisco y un médico de plantas autoproclamado. Dejó su trabajo de 10 años para fundar Plant Therapy en 2018. En ese momento, tenía más de 250 plantas de interior en su departamento de un ambiente. Él cree en el poder terapéutico de las plantas, y espera seguir compartiendo su amor por las plantas con cualquiera que esté dispuesto a escuchar y aprender.Las plantas de oración, como la maranta, necesitan mucha humedad. Puede ser difícil cuidar de plantas de oración, pero si mantienes la tierra húmeda en todo momento, no tendrás problemas. Algunas de estas plantas son conocidas por cerrarse y abrirse de noche, y moverse.
-
Usa agua a temperatura ambiente en la mañana. De esta forma, el agua que salpique en las hojas se secará antes del anochecer. El agua fría de grifo enfriará la raíz de tu planta y le causará estrés, lo que provocará que bote sus hojas.
- Las hojas húmedas y las temperaturas más bajas de la noche también son campo de cultivo para las manchas. Si a tu planta le aparecen manchas marrones o negras en las hojas, corta las que estén dañadas y bótalas.
-
Ponle fertilizante a tu planta de oración cada dos semanas desde el inicio de la primavera hasta el otoño. Usa un fertilizante soluble en agua para plantas de interiores diluido a la mitad de la proporción usual. La proporción a la mitad para la mayoría de los fertilizantes es de ½ cucharadita por cada 4 l (1 galón) de agua, pero podría ser un poco más o un poco menos. Revisa la etiqueta para saber cuál es la proporción recomendada para diluirlo y disminúyela a la mitad.
- Busca un fertilizante de plantas interiores balanceado que tenga una proporción de 8-8-8 o 10-10-10.
- Si usas muy poco fertilizante, la planta de oración crecerá poco o no crecerá. Si usas demasiado, las raíces se quemarán y a las hojas les saldrán bordes marrones. Cuando se les pone la cantidad adecuada de fertilizantes, las plantas de oración tendrán tallos y hojas saludables de color verde y crecerán con fuerza.
-
Prepara tu propia tierra para maceta para tu planta. Usa una mezcla de tierra para maceta con un pH de 5,5 a 6,0 o mezcla dos partes de turba de esfagno, una parte de tierra limosa y una parte de arena perlita o gruesa.
- Revuelve todos los ingredientes hasta que estén bien combinados. Puedes comprar la turba de esfagno, la tierra limosa y la arena perlita o gruesa en algún centro de jardinería de tu área.
- Compra únicamente materiales limpios y empaquetados que se hayan procesado de forma comercial y que no contengan insectos ni semillas de mala hierba.
-
Trasplántala únicamente en la primavera o el verano si ya no quepa en la maceta. Cuando el recipiente de la planta se llena de raíces, la tierra se seca muy rápido y la planta de oración crece muy lento. A esto se le llama que la planta ya no cabe en la maceta.
- El nuevo macetero debe tener solo entre 3 y 5 cm (1 a 2 pulgadas) más de ancho que el anterior. Pon 3 cm de tierra para macetas en el fondo de la nueva, saca la planta de la antigua y ponla en ella. Después, termínala de llenar con la tierra. Una vez que la hayas trasplantado, riégala generosamente para que la tierra se asiente alrededor de las raíces.
-
Divide la planta en plantas más pequeñas al trasplantarla. Para dividirla en varias, agita suavemente la tierra de las raíces para quitárselas y sepáralas. Cada planta nueva debe tener una buena masa de raíces y varios tallos.
- Planta por separado las plantas nuevas en macetas pequeñas y poco profundas.
-
Poda las plantas entre dos y tres veces al año para que crezcan con más fuerza. Usa unas tijeras afiladas o podaderas de mano para recortar algunos centímetros de los tallos. Haz los cortes justo encima de una hoja.
- Los nuevos tallos y las nuevas hojas crecerán de los nódulos que se encuentran debajo del corte por donde sale la hoja que queda, de modo que tendrás muchas plantas de oración para que disfrutes en casa.
Anuncio
Cosas que necesitarás
- un recipiente poco profundo con agujeros de drenaje
- un humidificador o un plato con piedras (opcional)
- un fertilizante (soluble en agua)
- tierra para maceta a base de turba
- tijeras afiladas o una podadera de mano