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El bambú es una planta elegante que le da una personalidad única a la decoración de un jardín. Es una planta relativamente resistente y capaz de soportar muchos climas distintos con solo un poco de cuidado y mantenimiento. Para los mejores resultados en tus plantas de bambú, debes cultivar un ambiente favorable para el bambú, nutrir tus plantas con los nutrientes adecuados y resolver los problemas que surjan durante su crecimiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cultivar un ambiente saludable

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  1. Estas son las dos principales variedades de bambú. Muchos de los procedimientos que usarás para cuidar tus plantas corredoras o fargesias serán intercambiables entre ambas plantas, pero existen algunas diferencias que debes tener en cuenta para fines estéticos.
    • El bambú corredor tiene cañas gruesas separadas a intervalos regulares, al igual que la imagen estereotipada del bambú. En cambio el bambú fargesia tiene cañas más delgadas, un aspecto similar al arbusto y sus cañas parecen brotar del mismo (o casi el mismo) lugar en el suelo.
    • El bambú corredor permite crear un excelente panel cuando lo plantas. A diferencia del bambú fargesia (el cual tiene segmentos superiores colgantes y una base estrecha), el corredor forma naturalmente un panel con tallos rectos y verticales. [1]
  2. Si ya has plantado tu bambú en una zona que recibe mucha luz solar directa, debes poner un trapo entre estacas o postes para frijoles para ofrecer un poco de sombra a las plantas. El bambú crece naturalmente en zonas con sombra parcial y por ende, dársela a tus plantas promoverá el crecimiento saludable. [2]
  3. El mantillo ayudará a proteger las raíces del bambú de los cambios de clima repentinos, como las olas de frío. [3] También absorberá el agua de la planta durante los periodos secos. Asimismo, impedirá que la maleza invada tus plantas de bambú.
    • Esparce con cuidado el mantillo alrededor de los tallos jóvenes y el bambú emergente. El exceso de mantillo puede dañar la planta o dificultar su crecimiento.
    • Puedes esparcir libremente el mantillo alrededor de los tallos de las plantas más resistentes y más establecidas. Deja 2,5 cm (1 pulgada) de espacio libre alrededor de los tallos para que las raíces reciban suficiente flujo de aire. [4]
  4. Lo más probable es que no necesites podar tu bambú hasta que haya crecido por unos años y se haya cubierto de hojas. Podarlo permitirá que las demás plantas reciban más luz solar adecuada. Esto también eliminará los crecimientos antiestéticos o menos saludables, lo que promueve la salud y el aspecto general de la planta.
    • A la hora de podar, debes priorizar las ramas que se ven muertas, enfermas o débiles. La mayoría de las plantas de bambú pueden podarse sin temor de dañarlas, así que debes podar libremente tu bambú para alcanzar el aspecto deseado. [5]
  5. Las raíces del bambú corredor pueden crecer fácilmente fuera de control si no eres cuidadoso. Si el bambú crece en una zona abierta, tal vez esto no sea un problema. Sin embargo, puedes cortar las raíces para evitar fácilmente que se vuelvan invasivas.
    • Fija un límite para las raíces de la planta de bambú y luego cava una zanja estrecha en dicho límite, más o menos de 30 cm (1 pie) de profundidad. Corta las raíces que encuentres en esta zanja y revísala regularmente para ver si hay nuevos crecimientos de raíces.
    • Cortar las raíces del bambú corredor no daña la planta. Dichas raíces normalmente pueden encontrarse a 12,5 cm (5 pulgadas) de profundidad en la tierra. [6]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Nutrir tu bambú

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  1. La estación más activa para el crecimiento del bambú es la primavera. Por lo tanto, debes empezar a regarlo a finales del invierno o inicios de la primavera. Debes regar semanalmente y continuar con este programa de riego durante todos los meses de verano. [7]
  2. Si cultivas tu bambú en un suelo margoso con buen drenaje, es probable que no tengas problemas con el riego. Aun así, el mejor ambiente para el crecimiento del bambú será húmedo, no saturado o seco. [8]
    • Sabrás si el bambú no recibe suficiente agua por sus hojas arrugadas. Si este es el caso, continúa con tu programa de riego, agregando agua en pequeños incrementos hasta que las hojas se relajen.
    • Algunos tipos de bambú también sufren de hojas arrugadas en los ambientes muy soleados. Si agregas agua a tu rutina y no notas ninguna diferencia en las hojas arrugadas, esto podría indicar que tus plantas están recibiendo mucho sol. [9]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Lauren Kurtz

    Horticultora profesional
    Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014.
    Lauren Kurtz
    Horticultora profesional

    Lauren Kurtz, horticulturista profesional, recomienda: "Riega el bambú cuando la tierra se seque. El momento para hacerlo dependerá de muchos factores, entre ellos la altura de la planta, el tamaño de la maceta, si el bambú está plantado en el suelo, la cantidad de lluvia que cae sobre tu región, etc.".

  3. Para las plantas que se cultivan en agua, debes asegurarte de que el nivel del agua cubra por completo las raíces de las plantas y que mantenga una profundidad de 5 a 7 cm (2 a 3 pulgadas). Para evitar las enfermedades, el crecimiento de algas y otros problemas que surgen debido al agua estancada, debes drenar y reponer el agua del bambú cada 2 o 3 semanas. [10]
  4. Fertilizarlo garantizará que tenga los nutrientes necesarios para crecer sano y fuerte. La fertilización es importante sobre todo si tu suelo es bajo en fósforo, nitrógeno o potasio. Dichas sustancias son vitales para tener un bambú sano y fuerte. [11]
    • Debes agregarle fertilizante al suelo que rodea el bambú a inicios de la primavera o a finales del invierno. Así te asegurarás de que las plantas tengan los nutrientes necesarios para la primavera, el periodo más activo para el crecimiento del bambú.
    • Si tu suelo es escaso en fósforo, nitrógeno o potasio, es probable que necesites agregar un poco de fertilizante periódicamente durante todo el año. Debes evitar fertilizar la zona que rodea las plantas en invierno.
    • El bambú que se cultiva en agua necesitará que lo fertilices cada 2 o 3 meses con un fertilizante de plantas soluble en agua. Debes coordinar los ciclos de cambio de agua con la fertilización. [12]
    • Considera la posibilidad de usar un fertilizante de césped para tus plantas de bambú. Este se vende ampliamente en las tiendas de artículos para el hogar y jardinería y le brinda al bambú el alimento que necesita. [13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Resolver los problemas de la planta de bambú

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  1. El pudrimiento de las raíces puede ocurrir si usas mucho fertilizante o riegas tus plantas en exceso. El indicador de este problema es la calidad suave y marrón de la base de los tallos. Si notas esto en tus plantas, corta las puntas sanas y vuelve a plantarlas en cualquier otra parte. [14]
    • A la hora de cortar las partes sanas del bambú, trata de incluir 2 o 3 nudos de las hojas por sección. Puedes encontrar dichos nudos buscando un engrosamiento del tallo. En algunos casos, estos tendrán brotes.
    • Asegúrate de moderar el riego y la fertilización después de esto. Es posible salvar las plantas con raíces podridas, pero si moderas el cuidado de tus plantas, evitarás esto por completo. [15]
  2. Estos insectos normalmente no representan un problema para las plantas de bambú, pero si observas una sustancia blanca en los tallos de las plantas que es pegajosa y algodonosa, un material similar a la telaraña o crecimientos irregulares que tienen la forma de un caracol, es probable que tengas hemípteros o arañas rojas. [16]
    • Si tu bambú está en una maceta, debes limpiarlo con un jabón suave. Si este crece en piedritas, lávalos de la misma manera. Si usas tierra, debes sustituirla.
    • Limpia cada una de las plantas usando un trapo humedecido con agua jabonosa. Bastará con unas gotas de detergente para platos. Sé cuidadoso a la hora de limpiarlas para evitar dañar el tallo y enjuágalas por completo al terminar. [17]
  3. Una de las causas más comunes de esto son las quemaduras por flúor, las cuales pueden ser un problema especialmente si vives en un ambiente urbano. El flúor que se agrega al suministro de agua puede hacer que las puntas de las hojas del bambú se vuelvan de color marrón, aunque esto también puede indicar que el aire es muy seco para tus plantas. [18]
    • Para los casos de quemaduras por flúor, usa agua destilada o agua de lluvia recolectada para tus plantas. Podrías dejar un balde o una piscina para niños al exterior para recolectar el agua de lluvia o construir un sistema de recolección de agua de lluvia .
    • El aire seco puede ser un problema para el bambú si vives en una región árida o semiárida. Sin embargo, puedes restaurar sus hojas rociando las plantas diariamente o cada 2 o 3 semanas en los climas semiáridos. [19]
    • También puedes pasar mayonesa por las hojas de bambú y luego quitar la mayonesa con un paño para dejarlas con un brillo fresco.
  4. 4
    Desempolva con cuidado las hojas de tu planta de bambú para ayudarlas a mantenerse vivas y en crecimiento.
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Advertencias

  • Ciertos tipos de bambú son muy invasivos en determinados climas. Infórmate sobre el bambú antes de plantarlo si consideras que esto podría ser un problema para ti.
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Cosas que necesitarás

  • planta de bambú
  • mantillo
  • fertilizante rico en nitrógeno
  • tijeras de podar
  • pala (para cortar las raíces)
  • agua

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