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Los muebles de cuero son una hermosa elección para muchos diseños de habitaciones, pero requieren un poco más de cuidado que los muebles de tela. Necesitarás quitarles el polvo regularmente, aspirar las grietas y limpiar los derrames inmediatamente. Revisa la etiqueta del fabricante para instrucciones específicas y nunca uses productos químicos o limpiadores no diseñados para el cuero. Coloca los muebles lejos del aire acondicionado, las fuentes de calor y la exposición prolongada a la luz solar de forma directa. Usa un acondicionador de cuero regularmente para mantenerlos impecables y si debes guardarlos, toma precauciones, incluyendo el no envolverlos nunca en plástico.

Método 1
Método 1 de 3:

Limpiar los muebles de cuero

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  1. Usa un trapo de microfibra. Incluye la limpieza de los muebles en tu rutina semanal de limpieza del hogar. El mejor método preventivo de limpieza es evitar la acumulación de polvo.
    • Si el polvo es más persistente, humedece el trapo con agua destilada. Procura que el trapo no esté empapado. No dejes nunca que el agua penetre en el cuero.
    • Asegúrate siempre de usar un trapo suave y nunca uses un cepillo abrasivo o un estropajo, ya que esto puede rayar y dañar el cuero.
  2. Todos los muebles acumulan suciedad y otros residuos, por lo que el cuero no es una excepción. Usa la conexión de la aspiradora con un cepillo de cerdas suaves. Desliza el cepillo suavemente por toda la superficie. Aspira entre y debajo de todos los cojines. [1]
    • Si puedes quitar los cojines, hazlo para que la aspiración sea más efectiva. Si no puedes quitarlos, trabaja en las grietas lo mejor que puedas. También puedes usar un accesorio de ángulo estrecho para llegar más adentro de los muebles.
  3. Cuando algo se derrame sobre la tapicería de cuero, límpiala lo antes posible. Utiliza un trapo seco o una esponja para absorber la mayor cantidad posible del líquido derramado, recurriendo únicamente a un trapo húmedo si es necesario. Usa la menor cantidad de agua posible para limpiar el derrame y luego seca el área. [2]
    • Si frotas un derrame, solo se esparcirá más, así que asegúrate de secarlo. Toma el trapo seco y colócalo encima de la mancha y déjalo allí durante cinco segundos más o menos mientras lo absorbe.
    • Para los derrames que no son de agua, es posible que necesites usar un poquito de jabón suave con agua tibia. Si la mancha es muy grave, es mejor consultar con un profesional para no empeorarla.
    • Lo más importante es limpiar el derrame rápidamente para que no tenga tiempo de impregnarse en el cuero.
  4. Los detergentes, los disolventes, los aerosoles de limpieza de uso general, el amoníaco, la lejía y el abrillantador de muebles pueden ser perjudiciales para los muebles de cuero. No apliques estos productos en un intento de limpiar los muebles o quitar las manchas. Ten a mano un limpiador específico para el cuero para una limpieza ocasional y para casos de emergencia. [3]
    • Puede que pienses que comprar un limpiador por adelantado no es una buena forma de usar tu dinero, pero si realmente lo necesitas, agradecerás tenerlo a mano en lugar de tener que ir a comprarlo. Limpiar un desastre rápidamente puede salvar el cuero.
  5. Las pautas generales de cuidado son útiles, pero siempre es bueno leer cualquier información proporcionada por el fabricante o distribuidor acerca de sugerencias específicas de cuidado para la pieza. Algunos muebles de cuero pueden tener instrucciones específicas de cuidado basadas en las cualidades que tienen. [4]
    • Algunos fabricantes pueden suministrar o vender un producto diseñado para ser usado en sus muebles. Si este es el caso, cómpralo, porque está hecho específicamente para tus muebles.
    • Esto puede resultar de gran ayuda para determinar si el cuero ha sido tratado de alguna manera específica que pudiera verse afectada por una limpieza inapropiada.
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer que el cuero dure

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  1. Dado que el cuero está hecho de piel de animal, piensa en cuidarlo de manera similar a como lo harías con tu propia piel. No los pongas debajo de un conducto de aire acondicionado, cerca de una chimenea o calentador, ni expuestos a la luz directa del sol. Todo esto puede secar el cuero y hacer que se agriete o se descolore. [5]
    • Es aceptable si la luz del sol alcanza los muebles durante una parte del día, pero una exposición prolongada dañará el cuero.
    • No hay problema en que el cuero esté en habitaciones con aire acondicionado o calefacción, pero hay que evitar que esté directamente debajo o al lado de la fuente.
  2. Acondicionar el cuero regularmente evitará que se seque y se agriete. Aplica un acondicionador una o dos veces al año con un trapo de microfibra. Usa solo lo suficiente como para cubrirlo ligeramente. Contacta al fabricante para averiguar qué tipo de acondicionador es el más recomendable. [6]
    • El acondicionador de cuero se puede comprar en muchas tiendas de muebles. También está disponible en las tiendas de autopartes, donde se vende para acondicionar los interiores de los automóviles de cuero.
    • Escoge una marca de calidad en lugar de algo más barato para no arriesgarte con algo que acabe dañando el cuero. El acondicionador es un gasto necesario para mantener los muebles de cuero en buen estado, así que no lo consideres como algo opcional.
  3. Si necesitas almacenar los muebles de cuero durante un tiempo, haz que se limpien profesionalmente de antemano y asegúrate de que estén bien secos. Coloca una cubierta de plástico debajo para evitar que la humedad se filtre. El cuero necesita respirar, así que nunca envuelva los muebles de cuero en plástico, ya que esto hará que la humedad se acumule y lo dañe. [7]
    • Nunca pongas otros artículos pesados encima de un mueble de cuero, ya que esto puede causarle deformaciones irreparables.
    • Monta los muebles de cuero en palés de madera para mantenerlos separados del suelo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Reparar los muebles de cuero dañados

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  1. Toma un trozo de tela de mezclilla como la que usarías en un par de pantalones vaqueros. Córtalo un poco más grande que la rasgadura en el cuero y redondea los bordes del parche. Usa unas pinzas para meterlo suavemente en la rasgadura de modo que quede bien plano debajo de la misma. Aplica un pegamento flexible para plástico o vinilo sobre el parche. Presiona sobre la rasgadura para cerrarla. [8]
    • En lugar de solo pegar la rasgadura para cerrarla, lo que hará que quede deforme, colocar un parche creará una nueva capa debajo del cuero que lo mantendrá unido y sin deformaciones.
    • Puedes dejarlo en este punto y la rasgadura estará reparada. Pero si quieres mejorar el aspecto, puedes poner un poco de pegamento instantáneo en la rasgadura, lijar suavemente mientras aún está húmeda (lo que añadirá polvo al pegamento) y luego recuperar el color con un restaurador de color para cuero.
  2. Dejar algo pesado en los muebles puede causar deformaciones. Consigue una pistola de calor o usa un secador de pelo, si lo prefieres. En la configuración baja, calienta el área deformada del cuero. Usa suavemente ambas manos para estirar el cuero hacia afuera de la deformación. Repite el proceso de calentamiento y estiramiento hasta que se reduzca o se elimine la deformación.
  3. Ve a una tienda de muebles, a una ferretería o busca en línea para comprar un kit de reparación de colores de cuero. Esto normalmente incluirá una crema o bálsamo que frotarás suavemente en los muebles. Elige un color que combine lo mejor posible. Toma un trapo, ponle un poco de la crema y frótalo suavemente en los lugares más descoloridos.
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Consejos

  • Si vas a probar un limpiador, úsalo en un lugar discreto que no se pueda ver en el caso de que cause daños.
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