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Tener el cutis mixto significa tener dos o más tipos de piel en diferentes partes de la cara al mismo tiempo. Tu cutis podría ser seco o reseco en ciertas partes y también podrías tener una zona T grasa (la zona T engloba el largo del centro de la cara, nariz, barbilla y frente). Además, podrías tener cutis mixto si tienes otros problemas de la piel en la cara al mismo tiempo, tales como arrugas, imperfecciones o rosácea. [1] Puede ser difícil cuidar un cutis mixto, pero no imposible. Para cuidarlo como se debe, tienes que buscar productos efectivos para los distintos tipos de cutis que tienes y que no sean irritantes.

Método 1
Método 1 de 3:

Con remedios naturales

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  1. Parte de la clave para tratar el cutis mixto consiste en cumplir un régimen facial de día y de noche. Es decir, usar los mismos productos de 1 a 2 veces al día por lo menos durante 1 mes para que tu piel se acostumbre el régimen. [2]
    • Limpia tu cara 1 o 2 veces al día con un limpiador.
    • Exfóliate con poca frecuencia, a veces 1 vez a la semana. [3]
    • Termina con un hidratante una vez en la mañana y una vez en la noche.
  2. Con este tipo de cutis, tendrás que centrarte en tratar dos tipos de cutis. Tendrás que hidratar las zonas resecas y reducir el exceso de aceite en las partes grasas de tu cara. [4] Muchas veces, la zona grasa de la cara es la zona T (la frente, la nariz, sobre la boca y la barbilla). En vez de tratar toda tu cara con un solo producto, tendrás que tratar zonas específicas de tu cara según el tipo de cutis. [5]
    • Por ejemplo, si te sale un granito en la frente y sabes que la piel de tu frente tiende a ponerse grasa, aplícate un tratamiento antigranos para tratar la grasa en tu frente. Si la piel de tus pómulos tiende a resecarse e irritarse, aplícate un producto hidratante solo en esa área.
  3. Los limpiadores hechos de aceites naturales como de aceite de coco o de oliva son ideales para pieles secas y resecas, y solo pueden ser efectivos en las zonas secas de tu cutis mixto. [6] Si bien los limpiadores a base de aceites no son perjudiciales para la piel, no son recomendables para un cutis graso. Puedes mejor probar varios limpiadores faciales a base de aceites durante un periodo de prueba. Si te empiezan a salir granitos o cualquier otra reacción negativa, quizá te interese la idea de usar un limpiador profesional que contenga otros ingredientes para tratar mejor el cutis graso. Empieza con un limpiador sencillo y natural a base de miel: [7]
    • Necesitarás 3 cucharadas de miel, ½ taza de glicerina vegetal (disponible en la mayoría de las tiendas naturistas) y 2 cucharadas de jabón de castilla líquido.
    • Mezcla los ingredientes en un tazón grande. Viértelo en una botella vacía para aplicártelo fácilmente.
    • Aplícate un poco sobre tu cara y tu cuello. Con tus dedos, masajéatelo en la piel de 30 segundos a 1 minutos. Esto ayudará a desprender todas las impurezas en la superficie de la piel. Cuando termines de hacerte la limpieza, lávate la cara con agua tibia y sécate con una toalla dándote toques leves.
    • También puedes probar un limpiador a base de aceites con aceite de coco o de oliva y un paño tibio. Busca un aceite de coco o de oliva orgánico y extra virgen para asegurarte de usar los productos naturales más puros para tu cara. [8]
    • Con tus dedos masajea el aceite en tu cara durante 30 segundos. Luego, humedece el paño en agua tibia y presiona la toalla tibia en tu cara. Mantén el aceite en tu cara de 15 a 30 segundos y luego usa suavemente el paño para quitarte el aceite. Evita restregarte la cara, solo retira el aceite.
  4. Puedes exfoliar tu piel para retirar las células muertas después de limpiarte la cara, especialmente si ciertas áreas de tu cara están resecas y obstruidas con células muertas. La exfoliación también evitará la aparición de poros bloqueados y piel opaca. Empieza exfoliándote con un exfoliante casero de 1 a 2 veces a la semana. [9]
    • La exfoliación no es recomendable para los que tienen piel sensible. Exfóliate muy de vez en cuando. Para probar, exfóliate una parte muy pequeña de piel. Si no te duele o te irrita, puedes usarlo para el resto de tu cara.
    • En la mayor parte de los exfoliantes caseros se usa azúcar rubia como base, pues se considera más suave que la azúcar granulada. También puedes usar aceites naturales como los de pachuli, de árbol de té y de lavanda, para que tu cutis tenga un brillo sano.
    • Para pieles sensibles, haz una mezcla de 1 taza de azúcar rubia, 1 taza de avena molida y ½ taza de miel. Restriégatelo en la cara durante 30 segundos a 1 minuto para retirar las células muertas y exfoliar suavemente tu cutis.
    • Para hacer un exfoliante para cutis graso, mezcla 1 cucharada de sal marina, 1 cucharada de miel y unas gotitas de aceite de pachuli. Humedécete la piel y luego aplícate suavemente el exfoliante con los dedos. Masajea la mezcla haciéndola penetrar en la piel de 30 segundos a 1 minuto y luego lávate con agua tibia.
    • Para hacer un exfoliante común, mezcla 2 cucharadas de azúcar rubia, 1 cucharada de granos de café finamente molido y 1 cucharada de jugo de limón. Añade 1 cucharada de miel para tenga un mayor beneficio. Aplícate el exfoliante en la cara de 30 segundos a 1 minuto y luego lávate con agua tibia.
  5. Para tratar los granitos en tu zona T y evitar que te aparezcan más, prueba usar tratamientos antiacné. Así podrás tratar las zonas proclives al acné y evitar irritar otras partes de tu cara. Hay varios tratamientos antiacné naturales, entre ellos: [10]
    • Bicarbonato de sodio: este tratamiento efectivo antiacné es económico y fácil de hacer. El bicarbonato de sodio desinflama el granito y evita futuras apariciones. También es un gran exfoliante y elimina las células muertas que pueden acumularse en la superficie de la piel. Toma unas cuantas cucharaditas de bicarbonato de sodio y mézclalas con agua tibia hasta que se forme una pasta espesa. Aplícate la pasta en las zonas secas de la piel, o directamente sobre un granito. Para tus primeras aplicaciones, déjate la pasta puesta de 10 a 15 minutos. Incrementa el tiempo gradualmente, hasta 1 hora o toda la noche, a medida que tu cutis se va acostumbrando al tratamiento antiacné.
    • Aceite de árbol de té diluido: este aceite esencial es un remedio poderoso y antibacteriano para el acné. Pero debe estar diluido, ya que en realidad puede causar más daño a tu piel si te lo aplicas directamente a un granito. Para hacer un tratamiento antiacné con este aceite, mezcla de 5 a 10 gotas de aceite de árbol de té con ¼ taza de agua en un tazón. Aplícate el tratamiento antiacné con una bolita de algodón en las áreas proclives al acné o sobre los granitos mismos. Puedes dejarte el tratamiento debajo de tu base de maquillaje y volvértela a aplicar durante el día.
    • Jugo de limón: este tratamiento antiacné está basado en las propiedades astringentes y antibacterianas del jugo de limón. Usa el jugo fresco de un limón recién exprimido o el jugo de limón empacado del supermercado. Echa 3 cucharaditas de jugo de limón en un tazón y usa una bolita de algodón para aplicártelo en las zonas proclives al acné o sobre el granito mismo. Déjalo actuar de 15 minutos a 1 hora para dejar que el jugo de limón sea absorbido por la piel.
    • Sábila: si tienes acceso a una planta de sábila, aprovecha sus propiedades calmantes y corta una hoja. Exprime el jugo de su interior y aplícatelo sobre el granito o la zona proclive al acné en tu piel. Puedes aplicarte este gel en el cutis varias veces al día. También puedes comprar sábila orgánica en tu tienda naturista local. Busca productos con sábila que tengan pocos o ningún ingrediente agregado.
  6. Aplícate una mascarilla facial una vez a la semana para renovar tu cutis y calmar tu piel. Muchas mascarillas faciales orgánicas y naturales emplean una mezcla de frutas y aceites para hacer una gran pasta facial.
    • Pon 1 banana, ½ papaya, 2 zanahorias y 1 taza de miel en una licuadora. Licúa los ingredientes hasta que obtengan una textura espesa. Aplícate esta pasta en la cara durante 20 minutos. Luego, lávate la cara con agua tibia. [11]
    • Haz una mascarilla facial con yogur y limón mezclando 1 cucharadita de yogur natural, 1 cucharadita de jugo de limón y 2 gotas de aceite esencial de limón. Aplícate la mascarilla en la cara durante 10 minutos. Luego, quítatela de la cara con agua tibia. [12]
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Método 2
Método 2 de 3:

Con productos profesionales

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  1. Cumplir un régimen de cuidados faciales en el día y en la noche ayudará a que tu piel se acostumbre a ciertos productos y garantizará que tu cutis mixto se vea sano y sin acné. [13]
    • Límpiate la cara dos veces al día (en la mañana y en la noche) con un limpiador para retirar las impurezas de la superficie de la piel.
    • Aplícate un hidratante a base de aceites en las zonas secas de tu piel para que no se resequen más.
    • Si vas a tratar de reducir la apariencia de las arrugas, aplícate una mascarilla o crema reafirmante en la noche antes de irte a dormir.
  2. En vez de aplicarte un solo tratamiento en toda tu cara, céntrate en tus diferentes tipos de cutis. Tendrás que tratar las zonas secas de tu cara y las zonas grasas o proclives al acné por separado.
  3. Busca un limpiador en espuma o en gel para prevenir la resequedad y la inflamación. Evita los limpiadores que contengan irritantes o fragancias, y aplícate el producto en movimientos circulares. Límpiate la cara todas las mañanas y todas las noches al menos de 30 segundos a 1 minuto. [14]
    • La exfoliación no es recomendable para los que tienen piel sensible. Exfóliate muy de vez en cuando. Para probar, exfóliate una parte muy pequeña de piel. Si no te duele o te irrita, puedes usarlo para el resto de tu cara.
    • Un limpiador ligero es recomendable para aquellos con piel seca y rosácea. Aléjate de las barras de jabón o barras limpiadoras, pues sus ingredientes pueden obstruir tus poros y resecar o irritar tu piel. Te recomendamos buscar en las etiquetas los términos “suave” y “para piel sensible”.
  4. Busca un tónico sin irritantes, tales como alcohol, hamamelis, mentol, fragancias sintéticas o naturales, o aceites a base de cítricos. Un buen tónico está hecho a base de agua y contiene agentes antiinflamatorios y antioxidantes que ayudarán a tu piel a repararse por sí sola. [15]
    • Accede a una lista de buenos antioxidantes en los tónicos haciendo clic aquí .
    • Usar un limpiador o tónico con ácidos beta hidroxi (BHA) como el ácido salicílico, o con ácidos alfa hidroxi (AHA) como el ácido glicólico puede ayudarte a revelar la piel saludable oculta debajo de la piel propensa a sufrir acné. Busca un producto que contenga estos elementos en un gel o líquido para cutis graso o mixto. [16]
  5. Opta por un hidratante a base de aceites botánicos para evitar que tu cutis se reseque. La piel está compuesta de aceites, así que para equilibrar la producción de grasa, debes aplicarte aceites de alta calidad en la piel. Si tienes piel grasa o sensible, usa productos sin aceites o no comedogénicos.
  6. Sé diligente a la hora de tratar cada tipo de cutis por separado. Quizá te parezca mucho para recordar y como muchos productos para tener a la mano. Pero al fin y al cabo, tu cutis mixto te agradecerá por prestar atención a las necesidades de tus diferentes tipos de cutis.
    • Aplícate un hidratante a base de crema o loción en las zonas secas. En las zonas grasas, aplícate un hidratante sin aceites y no comedogénico.
    • Hidrata las áreas secas de tu cara antes de aplicarte tu base de maquillaje o antes de maquillarte. Esto evitará la formación de áreas resecas.
    • Aplícate un tratamiento antiacné en los granitos o las cicatrices de acné. Evita aplicártelo en toda tu cara.
  7. Después de limpiar, exfoliar, tonificar e hidratar tu cara, lo último que querrás hacer es obstruir tus poros con maquillaje. Usar un maquillaje mineral completamente natural mantendrá tu piel hidratada y evitará la formación de grasa en tu zona T. Busca bases de maquillaje especiales para cutis mixto.
    • No te acuestes con el maquillaje puesto.
    • De ser posible, opta por una base de maquillaje que también contenga FPS (factor de protección solar) para proteger tu piel del daño solar.
  8. Si no tienes ya la costumbre de usar una base de maquillaje con FPS, deberás aplicarte un filtro solar todos los días, todo el año para proteger tu cutis de los signos de envejecimiento. Las arrugas, las pecas y las manchas causadas por el sol pueden evitarse con una simple aplicación de un filtro solar ligero de FPS 30. [17]
    • Para pieles sensibles y rosácea, usa un filtro solar que contenga ingredientes activos, tales como el dióxido de titanio o el óxido de zinc.
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Método 3
Método 3 de 3:

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  1. Pídele a tu doctor de cabecera que te derive a un dermatólogo especialista en cutis mixto. También puedes buscar dermatólogos por tu zona en el listado de dermatólogos licenciados de tu país. Toma en cuenta la formación, la trayectoria y las tarifas de cada dermatólogo para programar una consulta inicial y así puedas saber cuál es el correcto para ti. [18]
    • Pregunta por las distintas opciones de tratamiento para el acné: los ungüentos tópicos, los antibióticos orales, los peelings químicos y los tratamientos con luz y a laser son algunos ejemplos.
    • Pregúntale a tu dermatólogo qué te recomienda como limpiador, hidratante, exfoliante, tónico y filtro solar.
    • También puedes pedirles recomendaciones a amigos o familiares. Pregúntales cuánto tiempo llevan con su dermatólogo, qué opinan del trato del personal a sus pacientes en el consultorio y el nivel de accesibilidad de la información sobre los procedimientos o tratamientos para los problemas de cutis mixto que les brindó el dermatólogo.
  2. Si los productos de venta libre no te ayudan con tu acné, tu dermatólogo podría mandarte medicamentos tópicos de venta bajo receta para tus problemas de piel. Hay 3 tipos principales: [19]
    • Retinoides: estos fármacos pueden venir en presentación de loción, gel o crema. Es probable que tu dermatólogo te indique que debes aplicarte el medicamento por la noche, 3 veces a la semana y luego todos los días a medida que tu piel se acostumbra al fármaco. Los retinoides provienen de la vitamina A y obstruyen los folículos pilosos, lo cual detiene la acumulación de aceites, y por ende, del acné.
    • Antibióticos: es muy probable que tu dermatólogo te recete un retinoide y un antibiótico (vía tópica u oral) durante los primeros meses de tu tratamiento. Tendrás que aplicarte el antibiótico en la mañana y el retinoide en la noche. Los antibióticos actúan eliminando las bacterias extra de la piel y la desinflaman. Por lo general suelen combinarse con peróxido de benzoílo para ayudar a prevenir que la bacteria se vuelva resistente a los antibióticos.
    • Dapsona: este tratamiento viene en presentación de gel y suele recetarse con un retinoide tópico. Si usas este tratamiento, podrías experimentar efectos colaterales como resequedad y enrojecimiento.
  3. En un peeling químico, tu dermatólogo te aplicará en la piel una solución química como ácido salicílico repetidas veces. Quizá se te recomiende combinar un peeling químico con otros tratamientos antiacné. [20]
    • Sin embargo, no deberás consumir retinoides orales mientras te hagan las sesiones de peeling químico. Tomar dos medicamentos a la vez puede irritarte la piel.
    • Algunos posibles efectos de los peelings químicos son: enrojecimiento grave, aparición de ampollas y descamación, y una coloración permanente de la piel. Estos efectos colaterales son poco frecuentes si te sometes a este tratamiento en manos de médicos o cosmetólogos capacitados.
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