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El alhelí nocturno, o Matthiola longipetala , es una hermosa flor anual que recibe su nombre porque florece por la noche. Sus floraciones pueden ser de color blanco, rosado pálido, magenta, granate o lavanda. Su agradable aroma a vainilla y rosa atraerá a las abejas y mariposas, lo cual es genial si tienes otras plantas que necesiten polinizarse (y si quieres ayudar a alimentar a uno de los insectos más importantes de la Tierra). Crecen en la zona de rusticidad 8 del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA) en adelante, aunque pueden irles bien en las zonas 6 y 7, sobre todo si las germinas en interiores mediante bandejas para semillas. Son bastante fáciles de cultivar y, por ende, puedes disfrutar de sus hermosas floraciones y aroma aunque no tengas mano para la jardinería. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Sembrar semillas en el suelo

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  1. Asegúrate de elegir uno que reciba luz solar todo el tiempo (12 horas es ideal). Si quieres plantar estas flores cerca de tu casa o de cualquier otra estructura, revisa la luz solar por la mañana y a finales de la tarde para asegurarte de que el terreno esté completamente expuesto al sol. [2]
    • Al alhelí nocturno le encanta el sol pero puede lidiar con una sombra ligera si la tierra es particularmente rica en nutrientes.
    • El mejor momento para germinar las semillas en el suelo es a principios de la primavera (de febrero a mayo si vives en el hemisferio norte). El alhelí nocturno se desarrolla bien en temperaturas de entre 15 y 27 °C (60 a 80 °F).
  2. Introduce un tenedor de jardinería a 20 cm (8 pulgadas) en el terreno en donde tengas la intención de plantar las flores y revuelve la tierra de un lado a otro. Asegúrate de sacar las rocas, de haberlas al hacerlo. [3]
    • Revolver la tierra de este modo dispersa los nutrientes de manera uniforme y asegura un buen drenaje.
    • Asimismo, puedes incorporar unos cuantos puñados de composta a la tierra para rejuvenecerla de forma que las flores tengan la mejor oportunidad de crecer con rapidez y permanecer saludables por más tiempo. Debe bastar con una capa de 5 cm (2 pulgadas). [4]
    • No dudes en incorporar también un poco de abono (una mezcla de 6-9-6, 3-5-4, 2-8-4 o 10-30-20) al terreno para rejuvenecer la tierra y fortalecer las floraciones próximas. Una taza (130 g o 4,5 onzas) bastará por cada metro (10 pies cuadrados) de tierra. [5]
  3. Con el extremo plano de un rastrillo de jardín, haz un surco en la tierra en línea recta de un extremo del terreno al otro. Empuja el extremo romo contra la tierra de forma que el surco tenga 1 cm (1/2 pulgada) de profundidad. [6]
    • No es necesario que sea de 1 cm (1/2 pulgada) exacto, tan solo asegúrate de que el surco sea lo suficientemente profundo como para que las semillas tengan la cubierta de tierra suficiente para enraizarse.
    • Debe quedarte un montículo pequeño que se extiende a lo largo de cada surco.
    • Si vas a hacer varios surcos (para filas de flores), asegúrate de que cada fila se encuentre como mínimo a 15 cm (6 pulgadas) de separación.
  4. Vierte las semillas en la palma de tu mano y toma unas cuantas a la vez con los dedos índice y pulgar. Espolvoréalas dentro de los surcos de la forma más uniforme posible. [7]
    • Si quieres disfrutar por más tiempo del aroma dulce de tus alhelíes nocturnos, siembra cada fila a intervalos de 1 o 2 semanas empezando a principios de abril y terminando a finales de mayo (si vives en el hemisferio norte).
    • Por el momento, no te preocupes por espaciarlas. Tan solo distribuye las semillas de la forma más uniforme posible en una fila larga.
  5. Con un rastrillo de jardín, cubre las semillas con tierra, luego gira el mango del rastrillo para colocarlo en un ángulo de 90 grados y muévelo hacia arriba y hacia abajo para comprimir la tierra encima ligeramente. [8]
    • Asimismo, puedes empujar el montículo de tierra encima del surco con la mano.
  6. Llena una regadera con agua y viértela sobre la tierra en donde hayas plantado las semillas. Lo mejor es que uses una regadera con una rosa en el extremo del pitorro de forma que el agua se disperse de manera uniforme, imitando la lluvia natural. [9]
    • Puedes hacer tú mismo una regadera con forma de rosa usando una jarra con una tapa grande. Tan solo hazle entre 10 y 20 agujeros a la tapa atravesándola con un clavo.
  7. Introduce el dedo a entre 2,5 y 5 cm (1 a 2 pulgadas) en la tierra para ver si hay humedad. Si está seca, riega la tierra de manera uniforme como lo hiciste desde el principio. Debes comenzar a ver que brotan hojas verdes después de entre 2 y 3 semanas. [10]
    • Si vives en un entorno más cálido, quizás empieces a ver que las semillas germinan apenas en 1 o 2 semanas.
  8. Con una pequeña pala de mano, excava partes de cada fila. Las dos secciones contiguas al lugar que hayas excavado deben encontrarse como mínimo a 15 cm (6 pulgadas) de separación. [11]
    • De este modo, cada planta tendrá espacio para que le crezcan raíces saludables para no tener que pelear por los nutrientes en la tierra.
    • Puedes trasladar las plantas que excaves a un lugar con tierra fresca o trasplantarlas a otro terreno en el jardín.
  9. Introduce el dedo a 5 cm (2 pulgadas) en la tierra uno que otro día para fijarte si está húmeda. Si se siente seca, riega bien la tierra sin verter agua sobre las floraciones en sí. Si aún está húmeda, espera un día y vuelve a revisar. Debes comenzar a ver que las floraciones se abren por la noche a alrededor de entre 6 y 8 semanas después del día en que las hayas plantado. [12]
    • Si vives en una zona en donde las temperaturas en la primavera sean calurosas, quizás debas revisar la tierra todos los días.
    • Lo mejor es regar las plantas por la mañana de forma que los tallos puedan secarse al sol. Si bien puedes regarlas por la noche, es arriesgado debido a que podrían comenzar a crecer hongos si las plantas no se secan con la suficiente rapidez.
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Método 2
Método 2 de 3:

Germinar semillas en bandejas

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  1. Elige una bandeja para semillas que tenga como mínimo 12 celdas si es un terreno más pequeño y como mínimo 24 celdas si es más grande. Utiliza tierra para macetas diseñada para flores (una mezcla orgánica para germinar semillas es perfecta para el alhelí nocturno). Llena cada compartimiento con tierra hasta el borde (pero no por encima de las paredes de cada celda) y apisónala hacia abajo con los dedos. [13]
    • En su mayoría, las mezclas para germinar semillas contienen musgo de turba, fibra de coco y vermiculita. Por ende, revisa el dorso de la bolsa para asegurarte de que estos figuren entre los ingredientes.
    • En lo que respecta al tamaño de las celdas de cada bandeja, los cuadrados de 5 cm (2 pulgadas) son una buena opción.
    • Si no quieres tener que preocuparte por quitar el bloque de tierra de las celdas más adelante, utiliza bandejas biodegradables (de turba) que puedes colocar directamente en el suelo.
    • Asimismo, algunas mezclas contienen composta o vermicompostaje, los cuales son beneficiosos pero no siempre necesarios.
  2. Sujeta la regadera encima de la bandeja para semillas y pasa sobre ella alrededor de 4 veces para asegurarte de que la tierra en cada compartimiento esté mojada. Quizás debas disponer la bandeja sobre una mesa de jardinería al aire libre o en el suelo. [14]
    • Te será de ayuda usar una regadera que tenga un aditamento de rosa en el pitorro para que el agua caiga de manera uniforme sobre la tierra (imitando la lluvia).
  3. Introduce el dedo meñique en el centro de cada celda para formar una hendidura de aproximadamente 6 mm (1/4 de pulgada) de profundidad. Coloca una semilla en cada hendidura. [15]
    • Quizás debas verter las semillas en la palma de tu mano y tomarlas de ese modo en lugar de escarbar dentro del paquete de semillas.
  4. Coloca la bandeja en el alféizar de una ventana o en un lugar soleado en un invernadero si lo tienes. Si vives en un lugar muy seco, coloca la bandeja dentro de una bolsa resellable grande de plástico y colócala al sol para incrementar la humedad. [16]
    • Mientras más cálido y húmedo sea el aire alrededor de las semillas, germinarán con mayor rapidez.
  5. Revisa la tierra con los dedos todos los días para fijarte si está húmeda. Si está seca, humedécela. Los brotes deben crecer hasta alcanzar los 5 cm (2 pulgadas) de alto en 2 o 3 semanas. [17]
    • La tierra no debe estar empapada, tan solo húmeda de manera uniforme.
  6. Con una pala de mano, excava agujeros pequeños a 15 cm (6 pulgadas) de distancia. Haz que tengan la profundidad suficiente como para que la celda quepa en el suelo de forma que la base de la plántula esté alineada con el resto del terreno. [18]
    • Si las celdas de la bandeja miden apenas 5 cm (2 pulgadas) de ancho, no dudes en hacer agujeros en la tierra usando solo 2 o 3 dedos.
  7. Presiona la base y los lados de la bandeja para aflojar la tierra de la bandeja. La idea es que quites la tierra alrededor de la base de la planta en un bloque de forma que no se perturbe el sistema radicular. Después de colocar cada brote en el suelo, apisona la tierra alrededor de cada uno. [19]
    • Si vas a usar una bandeja biodegradable (de turba) que pueda plantarse directamente en el suelo, no es necesario que saques la planta y la tierra de la bandeja. Tan solo desprende las celdas individuales y plántalas así como están.
  8. Elige una maceta ancha de 30 cm (12 pulgadas) para que quepan 3 brotes dentro. Llena la maceta con tierra hasta que se encuentre a 5 cm (2 pulgadas) por debajo del borde. Con una pala de mano, excava 3 agujeros pequeños en la tierra a 15 cm (6 pulgadas) de separación e introduce un brote en cada uno. Apisona la tierra alrededor de los brotes con los dedos para mantenerlos en su lugar. [20]
    • Elige una tierra para macetas de un pH de entre 6,3 y 6,7, ya que a las floraciones anuales les gustan los entornos casi neutros.
    • Si vas a usar una maceta redonda, la forma más fácil de que quepan los 3 brotes y darles el espacio suficiente es plantarlos en forma de triángulo.
    • Si tienes la intención de llenar la maceta con tierra de tu jardín, añádele una capa de 5 cm (2 pulgadas) de composta o abono (o ambas cosas) para incrementarle los nutrientes.
    • Puedes usar una maceta de la forma que desees. Tan solo asegúrate de que cada brote tenga 15 cm (6 pulgadas) de espacio.
  9. Al alhelí nocturno le encanta el agua, así que revisa la tierra como mínimo uno que otro día o todos los días. Si se siente seco a 5 cm (2 pulgadas) por debajo de la superficie, riégalo bien. [21]
    • Si en el lugar en donde vivas hace mucho calor, quizás sea necesario que riegues el terreno todos los días.
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Método 3
Método 3 de 3:

Cuidar del alhelí nocturno

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  1. Introduce el dedo a 5 cm (2 pulgadas) en la tierra para fijarte si está húmeda. Si se siente seca (es decir, si la tierra puede desconcharse de la yema de tu dedo), riégala bien, pasando por encima de todo el terreno 4 veces. Si aún está un poco húmeda, espera un día más y luego vuelve a revisarla. [22]
    • Quizás sea necesario que riegues con mayor frecuencia los días calurosos y soleados.
    • Si hay unos cuantos días nublados o frescos seguidos, es posible que tan solo debas revisar la tierra y regar una vez alrededor de cada 2 días. La tierra es el mejor indicador de cuándo las plantas tiene sed.
  2. Espolvorea un puñado de abono balanceado (las mezclas de 10-10-10 o 5-10-5 son buenas opciones) sobre la tierra antes de regar las plantas. Revisa la parte trasera de la bolsa para fijarte con exactitud cuánto debes usar según el tamaño del terreno. Sigue abonando las plantas cada 6 a 8 semanas y deja de abonarlas en el otoño. [23]
    • Si bien puedes usar un abono en aerosol soluble en agua, los nutrientes se filtrarán fuera de la tierra con mayor rapidez, lo que significa que tendrás que aplicarlo más a menudo (cada 7 a 14 días).
  3. Pellizca el tallo justo debajo de las floraciones muertas o marchitas con los dedos, arráncalas y colócalas en una pila o contenedor de composta si lo tienes. Esto fomentará que crezcan más floraciones con el paso de las semanas. [24]
    • Evita dejar que las floraciones (o cualquier otro material vegetal) que se hayan caído se queden en el suelo debajo de las flores, ya que esto podría invitar a las pestes y los hongos.
    • Si ves que crecen vainas de semillas en las floraciones, déjalas secar en la planta y luego ábrelas. Ahora tendrás más semillas para cultivar más flores bonitas.
  4. Si observas insectos pequeños y pálidos en las hojas o las floraciones, lo mejor es deshacerte de ellos lo más pronto posible. Puedes preparar tú mismo un aerosol contra los áfidos si mezclas 1 cucharadita de aceite de nim prensado en frío, 1/3 de cucharadita de jabón insecticida y 950 ml (32 onzas fluidas) de agua tibia en un rociador. Agítalo y úsalo para rociar las flores. [25]
    • Agita la botella entre rociadas para asegurarte de que la mezcla esté bien incorporada.
    • El aceite de nim no es dañino para las abejas ni las mariposas, tan solo para los insectos que se comen el tejido vegetal.
  5. Los hongos suelen deberse a las hojas o floraciones caídas que liberan esporas fúngicas a medida que se descomponen. Mezcla 1 cucharada de bicarbonato de sodio con 4 litros (128 onzas fluidas) de agua en una jarra grande y agítalo. Viértelo en un rociador y rocía las flores y los tallos una vez por semana o cada 2 semanas como medida preventiva. [26]
    • Si bien el bicarbonato de sodio no mata los hongos, cambia el pH de las hojas de la planta y dificulta que los hongos crezcan después de que las hojas caigan y empiecen a descomponerse.
    • No olvides recoger siempre la materia vegetal caída al podar las flores marchitas o revisar el terreno en el jardín.
    • Puedes usar clorotalonil, un fungicida químico, aunque no es una buena idea, ya que se le ha vinculado a una infección intestinal mortal en las abejas. [27]
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Consejos

  • Germina las semillas en interiores alrededor de 2 meses antes de la fecha esperada de la última helada en el lugar en donde vivas para así disfrutar de sus floraciones por el mayor tiempo posible. El calendario de siembra del lugar en donde vivas puede indicarte cuándo es la fecha de la última helada. [28]
  • Coloca las bandejas para semillas al aire libre por unas horas al día mientras brotan. Esto las ayudará a aclimatarse a una mayor cantidad de luz solar a medida que crecen.
  • Considera usar una luz para cultivo de interiores para ayudar a que los brotes crezcan con mayor rapidez. [29]
  • No deseches los posos de café usados sino úsalos como abono. Son ricos en nitrógeno y es probable que tengas algunos a la mano si bebes mucho café. [30]
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Advertencias

  • Evita usar insecticidas neonicotinoides en las plantas de tu jardín, ya que se les conoce por matar a las abejas melíferas al contacto. [31]
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Cosas que necesitarás

Sembrar semillas en el suelo

  • terreno soleado
  • tenedor de jardinería
  • composta
  • abono orgánico (mezclas de 6-9-6, 3-5-4, 2-8-4 o 10-30-20)
  • rastrillo de jardín
  • regadera (con un aditamento de rosa)
  • pala de mano
  • pila o contenedor de composta (opcional, para podar las flores marchitas)

Germinar semillas en bandejas

  • bandejas pequeñas para germinar semillas (de plástico o de turba biodegradable)
  • tierra para macetas (o mezcla para germinar semillas diseñada para plantas de floración)
  • regadera
  • pala de mano
  • maceta grande (opcional, si vas a plantar en macetas)
  • regadera

Cuidar del alhelí nocturno

  • abono (mezclas de 10-10-10 o 5-10-5)
  • aceite de nim
  • jabón insecticida
  • agua
  • rociador
  • bicarbonato de sodio

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