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Las deliciosas y nutritivas almendras provienen del fruto del almendro, el cual es oriundo del Medio Oriente y del Sur de Asia y es pariente del durazno, el albaricoque y otros árboles de frutas de hueso. El cultivo de almendros puede requerir condiciones muy exigentes, sin un clima adecuado ni las técnicas de cuidado apropiadas, es probable que no sobrevivan y mucho menos que den frutos.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Planta un almendro

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  1. Los almendros son oriundos del Medio Oriente y del Sur de Asia, en donde el clima es cálido y árido; por ello, les va mejor en los veranos calientes y en los inviernos leves, y no se adaptan muy bien a otras condiciones. Por lo general, los almendros no crecen en climas fríos. [1] Salvo que cuentes con un área cerrada de cultivo que sea grande y esté cuidadosamente controlada, es posible que sea difícil cultivar almendros al aire libre en zonas cuyo clima sea diferente al del Mediterráneo Oriental o al del Medio Oriente.
    • Si te encuentras en los EE.UU., una buena forma de determinar si tu clima local es apropiado para el cultivo de almendras es usar un mapa de zonas de rusticidad de plantas del Departamento de agricultura de los EE.UU. (USDA). [2] Estos mapas clasifican las áreas geográficas por sus temperaturas mínimas, brindando una indicación aproximada de los tipos de plantas que pueden sobrevivir en ellas. Para las almendras, necesitarás un área que tenga como mínimo una clasificación de "6"; mientras más alta sea la clasificación, será mejor.
    • Según este sistema, las áreas apropiadas en los EE.UU. incluyen a la mayoría del centro y sur de California, así como algunas áreas de Arizona, Texas y el interior de Florida.
  2. Tienes dos opciones para cultivar tu almendro; puedes usar semillas (frutos secos frescos no procesados) o brotes (árboles jóvenes). [3] Los frutos secos te permiten experimentar el proceso de cultivo desde el inicio, pero este método puede requerir más tiempo y esfuerzo. Por otro lado, el uso de brotes es más conveniente, pero puede costarte más dinero.
    • Si deseas cosechar almendras comestibles, debes asegurarte de elegir semillas o brotes de almendros que produzcan frutos dulces. Ten en cuenta que las almendras amargas no son comestibles y que no todos los almendros dulces dan frutos. Estas variedades solo son apropiadas para dar sombra y servir como decoración. Si no sabes qué almendros producen frutos, conversa con el personal de la tienda de suministros de jardinería de tu localidad.
  3. A los almendros les va bien si reciben mucho sol. Antes de empezar, encuentra un área de tu patio o jardín que reciba mucha luz del sol de forma directa y que no cuente con sombras. Sembrarás el almendro en una maceta antes de plantarlo en el suelo, pero es importante elegir un área con anticipación; ya que solo cabrá en la maceta por un tiempo.
    • También debes asegurarte de que el área en donde los cultivarás tenga un suelo con buen drenaje. Los almendros se dañarán si el agua se acumula cerca de sus raíces, esto puede hacer que las raíces se pudran.
  4. Si vas a cultivar un almendro con una semilla (que simplemente son frutos secos de almendra cubiertos por su cáscara), empieza germinando la semilla en un ambiente controlado; cuando crezca, puedes plantarla en una maceta o en el suelo. Primero, coloca las semillas en un tazón hondo (mientras más uses, mejor; ya que algunas podrían no brotar o estropearse por el moho). Luego germínalas siguiendo estos pasos:
    • Echa agua y deja que las semillas se remojen toda la noche.
    • Al día siguiente, usa un cascanueces para abrir un poco la cáscara de la almendra; la cáscara aún debe permanecer unida, pero debes ser capaz de ver el fruto en su interior. Desecha toda semilla que muestre signos de moho.
    • Llena algunas macetas pequeñas con tierra para maceta. Asegúrate de que las macetas tengan agujeros en el fondo para garantizar el drenaje.
    • Planta las semillas a una profundidad de 2,54 a 5 cm (1 o 2 pulgadas) con las aberturas hacia arriba. Deja la maceta en un espacio cerrado, en un área que reciba la luz directa del sol. Ahora espera a que surja un brote.
  5. Una vez que los brotes hayan empezado a crecer (o si compraste brotes listos para plantar), prepara el área del suelo que elegiste previamente para plantarlos. Para cada brote, forma un montículo pequeño de 2,54 o 5 cm (1 o 2 pulgadas) de altura, cuyo ancho sea un poco mayor a su altura. Coloca los brotes en el centro de cada montículo y empújalos hasta que desciendan 2,54 cm (1 pulgada). Esta técnica de los montículos ayuda a evitar que el agua se acumule cerca de las raíces de la planta conforme va creciendo, lo cual podría causar graves problemas (como que la raíz se pudra).
    • Si vas a plantar brotes germinados, hazlo al final del invierno o en la primavera. Asimismo, si vas a plantar semillas no germinadas, hazlo al final del otoño para que tengan la oportunidad de brotar en la primavera, al inicio de la temporada de floración. [4]
    • Si vas a plantar múltiples árboles, fija una separación de 6,1 m (20 pies) cómo mínimo entre cada árbol. Esto le brinda espacio suficiente a las raíces de los árboles y permite una irrigación fácil y efectiva. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Cuida los almendros

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  1. Inmediatamente después de plantar el almendro, debes "recargarlo" (regarlo con abundante agua) con un galón de agua cómo mínimo para mantener la tierra bien hidratada. [6] Después de este riego inicial, debes mantener un horario de riego regular conforme el árbol vaya creciendo. El almendro florece en climas cálidos, pero no es una planta del desierto, así que es vital que lo riegues para que la planta en crecimiento esté saludable. [7]
    • Riega cada almendro como mínimo una vez a la semana, salvo que llueva. Los árboles ya establecidos pueden sobrevivir sobre 5 o 7 cm (2 o 3 pulgadas) de agua sin que llueva, pero las plantas en crecimiento suelen requerir más. [8]
    • También puedes usar un sistema de irrigación por goteo. Esta opción es muy conveniente, en especial si cuentas con muchos árboles.
  2. Una vez que inicie la temporada de cultivo, es apropiado usar una cantidad razonable de fertilizante para mejorar el crecimiento de tu planta (pero esto no es necesario). En el caso de los árboles jóvenes, puedes usar dosis pequeñas de nitrógeno entre semanas durante la temporada de cultivo. Por otro lado, para los árboles maduros, puedes usar 907 g (2 libras) de urea o 13 kg (30 libras) de estiércol (en una sola aplicación). [9]
    • Sin importar el tipo de fertilizante que utilices, asegúrate de "regarlo" después de aplicarlo. El fertilizante puede tener un efecto dañino tipo "quemadura" en la planta si no se aplica con agua o si se aplica una cantidad excesiva en una sola vez. [10]
  3. Los almendros que dan frutos empezarán a producir pequeños frutos verdes durante la temporada de cultivo; estos frutos agrios y duros no son un alimento común en el Occidente, pero son algo populares en el Medio Oriente. En el otoño, estos frutos endurecen, se vuelven marrones y se abren. Si las cáscaras expuestas de las almendras tienen un exterior marrón y seco, ya están listas para su cosecha. Más adelante te brindaremos información sobre la cosecha.
    • Existen dos tipos de almendros: los que producen almendras "dulces" y los que producen almendras "amargas". Las almendras amargas y sus frutos no son aptos para el consumo . Las almendras amargas contienen ácido prúsico, un químico tóxico. Tan solo un puñado de almendras amargas crudas sin procesar podría ser mortal. [11] Sin embargo, es posible procesar las almendras amargas mediante un proceso especial de lixiviación de toxinas, el cual las vuelve comestibles.
  4. El invierno es el momento perfecto para podar; ya que la madera inactiva del árbol permite una eliminación fácil y segura. Sin embargo, ten en cuenta que las ramas muertas o enfermas deben eliminarse inmediatamente en cualquier momento del año. Para podar las ramas, usa unas tijeras de jardín para realizar un corte limpio cerca de la base de la rama. Usa una sierra para podar las ramas más duras.
    • Podar el árbol permite que el crecimiento sea saludable, uniforme y atractivo a la vista. Si podas el árbol apropiadamente, puede volverse más fuerte, robusto y más resistente a ciertas enfermedades. [12]
    • Cuando podes, trata de cortar en especial las áreas densas de follaje y de eliminar los puntos en los que dos ramas se chocan. También puedes podar toda rama desviada que crezca más alto o más hacia los costados en comparación con las otras ramas, para lograr un crecimiento uniforme. [13]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Haz que tu árbol dé frutos

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  1. Los almendros tardan algo de tiempo para empezar a producir frutos secos. Por lo general, este periodo de "espera" dura alrededor de cinco años. Sin embargo, dependiendo de la especie del árbol, podría tomarle hasta 12 años para alcanzar su máxima capacidad de producción de frutos. Sé paciente, ¡un árbol saludable y maduro puede producir más de 18 kg (40 libras) de frutos secos en una sola cosecha!
    • Una vez que el almendro empieza a dar frutos, lo hará cada año durante 50 años, garantizando así una cantidad abundante de almendras para los próximos años.
  2. Es importante comprender que los almendros no producen almendras "por defecto". El fruto del almendro (y por lo tanto, las propias almendras) suelen producirse gracias a la polinización como método de reproducción sexual. Esto significa que si el almendro no pertenece a la variedad que se poliniza por sí misma, necesitarás una polinización cruzada con el polen de otros árboles para obtener almendras.
    • Por lo general, la forma más fácil de hacerlo es teniendo múltiples árboles. Cuando tengas dos o tres árboles creciendo juntos, los polinizadores como las abejas empezarán a transportar el polen de un árbol a otro como parte de su conducta natural.
    • También puedes polinizar los árboles de forma manual tomando una rama con flores de un árbol y frotándola con las flores del otro árbol, mezclando así el polen. Sin embargo, esto toma más tiempo y es posible que no funcione tan bien como la polinización natural.
  3. Asimismo, puedes colocar un injerto de una rama productiva en el árbol. Si por alguna razón, tu árbol no produce almendras, ¡no te preocupes! Aún hay esperanza. Mediante un proceso conocido como injerto, puedes agregarle de forma física una parte que produzca frutos y que pertenezca a otro árbol. Luego de "colocar" el injerto, esta parte aún podrá producir frutos, incluso si el resto del árbol no puede hacerlo. Esta es la forma en la que la gran mayoría de ciertos cultivos (como los de las naranjas) se producen. [14]
    • Existen muchas formas de colocar un injerto de una rama productiva en tu árbol. La más fácil suele ser una técnica llamada injerto por yema en T ( T-budding ) que consiste en hacer un corte largo y fino en el árbol "anfitrión" y colocar la nueva rama en la ranura formada. Luego se debe asegurar la nueva rama con una cuerda o cintas de goma hasta que el árbol anfitrión la acepte.
    • Ten en cuenta que la mayoría de los injertos se realizan en la primavera, cuando el material ubicado debajo del tallo está húmedo y verde.
  4. Las almendras suelen cosecharse entre julio y octubre cuando el fruto exterior se ha secado y se ha abierto. Sacude el árbol y recolecta las almendras que caigan, asegurándote de desechar las que estén podridas. En ocasiones, los frutos empiezan a caer sin agitar los árboles. Estos frutos aún son comestibles, salvo que ya estén empezando a podrirse.
    • Después de cosechar las almendras, es buena idea congelarlas con cáscara por 1 o 2 semanas para matar cualquier residuo de plagas. [15]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Trata los problemas comunes

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  1. Un problema que puede afectar a casi todo tipo de árbol (incluido el almendro) es que las raíces se pudran. Esta condición perjudicial es provocada principalmente por los hongos que empiezan a crecer en las raíces de los árboles cuando están en contacto con el agua por mucho tiempo. Este problema puede ser muy difícil de resolver; por ello, el mejor remedio es la prevención. Nunca riegues en exceso tu árbol; cualquier tipo de riego que provoque una acumulación de agua en la base del árbol puede dañarlo, en lugar de ayudarlo.
    • Para evitar el exceso de agua, puedes aumentar la capacidad de drenaje del suelo. Puedes hacerlo agregando una buena cantidad adicional de humus o materia orgánica para darle una mayor permeabilidad. Ten en cuenta que los suelos arenosos, duros y poco profundos en particular tienen un mal drenaje.
    • Si las raíces de tu árbol están podridas (cuando presenta síntomas parecidos a los de una sequía, como hojas amarillas, marchitas y muertas), desentierra las raíces de la planta y corta las partes pegajosas y oscuras. Si el problema persiste, deshazte de la planta para evitar que los hongos se diseminen por todo tu jardín.
  2. La maleza no representa un serio problema para los almendros viejos ya establecidos, pero puede ser una grave amenaza para los brotes jóvenes. La maleza compite ferozmente con los almendros jóvenes por los mismos nutrientes, el agua y el sol. Si la ignoras, puede incluso "estrangular" a los brotes antes de que tengan oportunidad de crecer. [16]
    • La mejor solución para evitar la maleza, en especial durante los primeros meses de vida de la planta, es empezar a eliminarla desde una etapa temprana y con frecuencia. Trata de mantener una franja de 1,5 a 1,8 m (5 a 6 pies) en cada fila de brotes que estén libres de maleza; puedes usar métodos manuales (usando tus manos o herramientas de jardín) o herbicidas para matar la maleza. [17]
  3. Una plaga que es especialmente molesta para el almendro es el gusano de la naranja navel. Durante el invierno, este insecto se refugia dentro de los frutos que no se cosecharon y que se dejaron en el árbol al final del otoño y en el invierno. Cuando llega la primavera, las larvas se vuelven más activas y causan daños al cultivo de almendras. La mejor forma de evitarlo es simplemente deshaciéndote de los frutos no cosechados. Si estos gusanos no tienen un lugar en donde refugiarse durante el invierno, no aparecerán, ya que no podrán penetrar los frutos saludables en otro momento del año.
    • Luego de retirar los frutos no cosechados, asegúrate de destruirlos con una cortadora de césped. Los gusanos de la naranja pueden refugiarse en los frutos intactos que estén en el suelo.
  4. Tal como su nombre lo indica, los barrenadores de las ramas del durazno son pequeños insectos tipo larva que perforan las frutas de hueso, como los duraznos y las almendras. Los hábitos alimenticios de estos insectos pueden causar un grave daño a los cultivos de almendras; por lo tanto, si ves a estos molestos insectos (u hojas mordidas que pueden ser una señal de su presencia), usa inmediatamente un pesticida para proteger tu cultivo. El bacillus thuringiensis, un insecticida bacteriano, es una grandiosa opción para eliminarlos. Aplícalo durante la temporada de incubación en la primavera para matar a estos insectos antes de que tengan la oportunidad de causar un daño significativo. [18] [19]
    • Además de los dos ejemplos indicados, es posible que una gran cantidad de diversas plagas pueda atacar al almendro, tantas que sería imposible describirlas todas en este artículo. Para obtener más información, busca "plagas del almendro" en Internet o comunícate con la tienda de suministros de jardín o la facultad de botánica de una universidad de tu localidad.
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Consejos

  • Si vas a plantar más de un árbol, fija una separación de 6,1 a 9,14 m (20 a 30 pies) entre ellos.
  • Empieza a germinar las semillas en otoño para que el almendro brote a inicios de la primavera.
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Advertencias

  • No riegues en exceso tu almendro. Estas plantas se pueden podrir o enmohecer.
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