Descargar el PDF
Descargar el PDF
Los geranios pueden ser de muchos colores: rojo fuerte, rosa romántico, blanco virginal, púrpura real... La lista es infinita. No hace falta decir que son un añadido perfecto para cualquier jardín, ventanal y macetero. Sigue estos pasos para saber cómo plantar y cuidar tus propios geranios de ensueño.
Pasos
-
Escoge el lugar ideal para plantar tus geranios. Sin importar si vas a plantarlos en la tierra o en una maceta, los geranios son una de las plantas más fáciles de cuidar. Pueden plantarse en lugares donde les dé sol todo el día, un poco de sol, o en la sombra. Generalmente, los geranios son más felices con 5 o 6 horas de luz solar al día, aunque el número puede aumentar o disminuir un poco. Es mejor plantar los geranios en un terreno con buena filtración. Los geranios no agradecen mucho la humedad, por lo tanto si la tierra está empapada puede hacer enfermar a la planta.
- Si vives en un área muy cálida la mayor parte del año, busca una zona que esté en la sombra durante la tarde y que tenga la tierra relativamente húmeda.
-
Si vas a plantar los geranios en una maceta, escoge una adecuada. La maceta deberá tener un agujero en el fondo puesto que al geranio no le gusta la tierra muy húmeda. Compra una maceta lo suficientemente grande para la planta, dependiendo de la variedad de geranio que compres. Si es una planta más bien pequeña, estará bien si usas una maceta de 15 a 20 cm (de 6 a 8 pulgadas), mientras que las especies más grandes necesitarán una de 25 cm (10 pulgadas).
-
Escoge el momento adecuado del año para plantar tus flores. Se recomienda plantar los geranios en primavera, después de la última gran helada. Dependiendo del tipo de geranio, la planta puede florecer a mediados de verano, a finales, o en otoño (aunque a veces las flores deciden por sí mismas y florecen en primavera. En cualquier caso, debes estar preparado para que su belleza surja en cualquier momento menos en invierno.)
-
Prepara el lecho del jardín. Los geranios crecen en la tierra labrada y suelta. Usa un arado o rastrillo para que la tierra esté suelta hasta unos 30 o 38 cm (12 o 15 pulgadas). Tras arar la tierra, añade unos 5 o 10 cm (2 o 4 pulgadas) de abono para darle los máximos nutrientes posibles.
-
Dale a cada planta el espacio suficiente para crecer. Según el tipo de geranio, habrá que separar cada planta entre 15 y 60 cm (de 6 pulgadas a 2 pies). Si escoges una variedad grande, tendrás que dejar por lo menos 60 cm (2 pies) de espacio entre cada planta para que puedan crecer.
-
Cava un hoyo para cada planta. Cada hoyo deberá tener el doble del diámetro del macetero de plástico que contenga la planta. Por ejemplo, si compras un geranio en un macetero de 15 cm (6 pulgadas), deberás cavar un hoyo de 60 cm (1 pie) de diámetro.
- Si decides plantar semillas de geranio, siémbralas directamente en la tierra. Si escoges usar semillas, ten en cuenta que las plantas tardarán más en crecer y florecer. Si vas a plantar las semillas en una maceta, empieza poniéndola en un interior mientras estas echan raíces. Cuando las semillas empiecen a germinar, puedes llevar la maceta afuera.
-
Coloca la planta en el hoyo. Saca el geranio con suavidad, sin romper ninguna raíz. Coloca la planta en el hoyo de manera que el cepellón (el montón de raíces que están pegadas en el contenedor de plástico) quede al mismo nivel que la superficie de la tierra. Llena el resto del hoyo con tierra y aplánala alrededor de la planta de manera que el geranio pueda levantarse por sí mismo. Riega la planta inmediatamente.
- Intenta evitar poner tierra en el tallo, porque un tallo enterrado puede pudrir la planta.
Anuncio
-
Riega las plantas cuanto sea necesario. Los geranios resisten bastante bien la sequía, pero eso tampoco significa que no debas regarlos nunca. Comprueba la tierra para saber si las plantas necesitan agua. Rasca debajo de la superficie de la tierra con la uña, si está seca o casi seca, deberás regar.
- Los geranios en maceta deberán recibir agua suficiente. Riega las plantas hasta que el agua se salga por el fondo (por eso necesitas agujeros en el fondo del macetero).
-
No olvides el abono. Cada primavera deberás echar una capa nueva de abono alrededor de los geranios. Añade 5 cm (2 pulgadas) de cubierta humidificadora sobre la capa de tierra abonada. La cubierta humidificadora ayudará a mantener la tierra húmeda y reducirá el número de malas hierbas que se atrevan a crecer alrededor de tus geranios.
-
Mantén la salud de tus plantas quitando las flores muertas. Después de que florezcan, retira las flores y las partes de la planta que hayan muerto para que puedan volver a crecer sanas y fuertes. Retira las hojas y tallos muertos (serán de color marrón) para que no aparezcan hongos (crecen en las zonas muertas de las plantas).
-
Separa las plantas cada tres o cuatro años. Cuando hayan crecido hasta un buen tamaño (extendiéndose bastante), deberás separar las plantas. Divide las plantas a finales de primavera. Para hacerlo, levanta las plantas (y sus raíces) de la tierra, sepáralas por los grupos que hayan crecido alrededor de los tallos, y vuelve a plantarlas.
-
Fertiliza la tierra con un fertilizante líquido de 20-20-20 o 15-30-15. Sigue las instrucciones del fertilizante para saber cuándo y cómo hacerlo. Procura que el fertilizante no caiga sobre las hojas.Anuncio
Consejos
- Planta los geranios solos en macetas o mézclalos con otras plantas para crear macetas de distintos tipos. Las flores de geranio se mezclan bien con muchas otras plantas.
- Las plantas de geranio pueden cortarse para volverse a plantar. Corta un tallo y quita las hojas inferiores. Colócalo en un terreno adecuado para que arraigue como harías con otros esquejes.
Anuncio
Cosas que necesitarás
- Plantas de geranio
- Semillas de geranio
- Fertilizante
- Maceteros
- Agua
- Terreno para plantar
Anuncio