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El moho es un hongo que tiene varios usos, es común y sus esporas reproductoras están presentes casi en todas partes, tanto en el aire como en las superficies. Interesantemente, es un organismo que puede enfermar a la gente y arruinar los alimentos pero, al mismo tiempo, se ha utilizado para preservar otros alimentos y también produce componentes que se usan en la producción de medicamentos. Cultivar moho es una gran manera de aprender sobre este organismo único. Con las instrucciones de este artículo, podrás producir moho en muy poco tiempo.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Aprende sobre el moho

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  1. El moho es solo uno de los muchos tipos de hongos con los que el ser humano está en contacto todos los días. Los mohos son científicamente definidos como organismos multicelulares del reino de los hongos (un orden taxonómico al mismo nivel que las plantas o los animales). El organismo sencillo, formado por células genéticamente idénticas se conoce como micelio. [1]
  2. La mayoría de las personas reconocen al moho como la mancha peluda o decolorada en una rebanada de pan o un trozo de fruta, pero no todos los mohos son indeseables. Algunos ayudan a la preservación de alimentos, como en el caso de ciertos quesos. Otros, como la penicilina, aportan antibióticos vitales para los seres humanos. Los mohos y otros hongos también juegan un papel vital en el proceso de descomposición. Degradan las estructuras de las células vegetales y animales y permiten que los nutrientes que contienen reingresen a la cadena alimenticia. [2] [3] [4]
  3. Los mohos son organismos vivos y, de hecho, sus estructuras celulares se asemejan más a las de los animales que a las de las plantas. Como todo lo que está vivo, los mohos necesitan agua, una fuente de alimentos y el ambiente adecuado para desarrollarse.
    • Tal como los animales, ni los mohos ni los hongos pueden producir alimentos internamente. Deben obtener de una fuente externa todas las calorías y los nutrientes que requieren para funcionar. Los mohos en general no son muy exigentes, algunos crecen bien en los alimentos ricos en almidón, otros en las frutas y verduras y otros brotarán de las pequeñas tiras de materia orgánica (mayormente en el papel) que se encuentran en las paredes de yeso húmedas. [5]
    • Los mohos sobreviven mejor en los ambientes mojados. Por supuesto, la mayoría de las cosas vivas se hallan cerca del agua, pero los mohos son especialmente dependientes de ella. A diferencia de las plantas y los animales, los mohos emplean un proceso de digestión externa. Los ambientes secos dificultan que los mohos absorban nutrientes, así que considera que no se desarrollarán si no tienen acceso a la humedad. [6]
    • La mayoría de las formas de moho también prefieren las temperaturas cálidas. Existen dos razones primarias para lo anterior. Las enzimas que utilizan los mohos tanto en la digestión externa como en los procesos celulares internos funcionan mejor a temperaturas bastante superiores al punto de congelación. Además, los mohos son organismos multicelulares sin sistemas circulatorios complejos y les resulta más sencillo transferir nutrientes de célula a célula en los ambientes cálidos que en los fríos. [7]
    • Aunque unos pocos mohos son sensibles a la luz, a la mayoría no los afecta directamente la luz del sol. Generalmente, los mohos no crecen en lugares soleados solo porque tales áreas son propensas a secarse. [8]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Cultiva tu propio moho

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  1. Como ya se dijo, casi cualquier cosa que haya estado viva alguna vez (y algunas que no lo estuvieron) son fuentes potenciales de alimento para el moho. Sin embargo, algunos mohos son más comunes que otros.
    • Uno de los mohos más comunes es el de la penicilina, que a menudo crece en el pan. El pan es conveniente para el moho por la misma razón que es un gran alimento para la gente. La materia orgánica de los granos con los que se elabora ya ha sido parcialmente deshecha. Igual que en el caso de los seres humanos, al moho le resulta más sencillo de digerir que los granos mismos. [9]
    • Los productos lácteos y el queso en particular, también son un buen medio para cultivar moho con efectividad. Podría ser más sencillo seguir el desarrollo del moho en un queso libre de este como por ejemplo la mozzarella suave. Por otro lado, algunos quesos contienen moho vivo en su interior o en una cáscara externa. Estos quesos podrían servir como alimento y como fuente de moho. [10]
  2. Ten presente que los mohos liberan esporas que pueden causar alergias y algunas hasta podrían ocasionar infecciones. Mientras que la mayoría son inofensivos, es aconsejable que te protejas. Busca un recipiente potencial en el cual pueda crecer el moho, los mejores son los transparentes, así podrás observar el crecimiento del moho sin exponerte al mismo. También deberían tener tapas herméticas por las que no les entre el agua. Aun en el caso de que no agregues humedad, el proceso de descomposición probablemente será desagradable.
    • Una de las mejores opciones de recipiente es una bolsa de plástico transparente resellable. Podrás observar el crecimiento del moho y mantenerlo perfectamente contenido. Tal vez quieras usar una bolsa de plástico de buena calidad, ya que si en algún momento se rompe el sello podría producirse una suciedad muy desagradable.
    • Debido a todas las razones antes mencionadas, lo mejor será que encuentres un recipiente desechable. Una vez que hayas creado un recipiente lleno de moho, no debes abrirlo.
  3. Como ya se señaló, no es necesario que mantengas al moho en un lugar oscuro, pero ten presente que la alta exposición a la luz del sol potencialmente podría secarlo. Además, mientras algunos pueden crecer en ambientes fríos, la mayoría se desarrolla mejor en temperaturas cálidas. Encuentra un lugar cálido y protegido para conservar el moho mientras crece.
  4. Las esporas del moho están en todas partes, por lo que no necesitarás "sembrarlas" en la fuente de alimento, ciertamente ya estarán allí.
    • Asegúrate de que el ambiente dentro del recipiente sea lo suficientemente húmedo. Ten presente que tu meta es sellar el envase y no volver a abrirlo nunca más mientras cultives el moho. Si la fuente de alimento se seca mientras esperas a que crezca el moho, tal vez debas abrir el recipiente y agregar más agua. Al mismo tiempo, la mayoría de los mohos no crecen directamente en el agua, así que mantén la fuente de alimento húmeda sin empaparla.
  5. Revisa el envase regularmente, de ser posible todos los días. Si aparentemente no hay moho y la fuente de alimento se ve seca, abre el recipiente y rocía unas pocas gotas de agua sobre ella.
    • Si abres el recipiente, podría ser buena idea que uses guantes desechables de goma y una máscara que cubra tu rostro y nariz. Ten presente que aun cuando no puedas ver el moho, este podría estar creciendo. La mayoría de los mohos no son peligrosos, pero algunos pueden serlo, así que no corras ningún riesgo. [11]
  6. Obsérvalo cuidadosamente y apunta los colores y formas de los parches de moho. Estas características pueden indicarte el tipo que está creciendo en la fuente de alimento. Puedes averiguar más sobre los mohos comunes si investigas en Internet o consultas la página web del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (el enlace está más abajo). [12]
  7. Desecha el envase en la basura, no lo abras.
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Advertencias

  • Antes de proceder, determina si eres alérgico al moho o si tu sistema inmune está debilitado. Si cabes en cualquiera de las dos categorías anteriores, lo mejor será que no intentes cultivar moho. Ten presente que los síntomas de la alergia al moho pueden incluir tos, estornudos, comezón en los ojos, ojos llorosos, dolores de cabeza y fatiga. Algunas infecciones producidas por el moho pueden ser letales.
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