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La portulaca (también conocida como verdolaga de flor o flor de seda) es una adición colorida para cualquier jardín expuesto al calor seco. También es una excelente opción para los principiantes y cualquiera que desee cultivar plantas que no necesitan riego frecuente. Es una planta anual con buena supervivencia en la mayoría de los climas y puede cultivarse a partir de semillas, esquejes o trasplantes comprados en centros de jardinería. En ciertos casos, puede resembrarse a sí misma después de haberla plantado. Cuida de tu portulaca regándola con moderación y serás recompensado con flores vívidas durante el verano.

Método 1
Método 1 de 4:

Germinar semillas de portulaca

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  1. Puedes sembrar las semillas de portulaca directamente en tu jardín después de la última helada de tu región. Esta ocurre en primavera, con frecuencia en marzo o abril, aunque el momento varía en función de la región. Busca información en Internet sobre tu zona de cultivo para averiguar cuándo es seguro sembrar semillas de portulaca en tu zona. [1]
    • Si tu zona no experimenta heladas, puedes sembrar las semillas en marzo.
    • Puedes germinar las semillas en el interior 6 semanas antes de la última helada si prefieres plantar plantones. Cultiva las semillas en macetas de turba en una ventana que reciba buena luz solar o bajo una lámpara de cultivo en interior antes de trasplantarlas a tu jardín.
  2. Las mejores zonas de plantación reciben luz solar al menos por 6 horas al día. La portulaca se desarrolla bien en condiciones desérticas, así que mantén las semillas a la luz del sol. [2]
    • Observa tu jardín para determinar dónde cae la luz del sol durante el día.
  3. Las plantas de portulaca no se desarrollan bien en tierras empapadas. Evita plantar las semillas en arcilla. En vez de eso, elige una zona de tu jardín donde la tierra se seque relativamente rápido después de mojarse.
    • Busca zonas con buen drenaje observando el jardín después de una lluvia intensa. Debes evitar cualquier zona que presente charcos de agua unas horas después de que acabe de llover.
    • Puedes corregir las zonas con mal drenaje añadiendo arena a la tierra.
    • La portulaca crece bien en zonas rocosas como las paredes de piedra y en las grietas a lo largo de las aceras.
  4. La portulaca con plena madurez mide de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) de ancho y de 10 a 20 cm (4 a 8 pulgadas) de alto. Dales suficiente espacio a las semillas para que las plantas no se amontonen más adelante. La aglomeración puede matar algunas de ellas.
  5. Las semillas germinarán dentro de 10 a 15 días. Hasta entonces, necesitan un riego casi diario para mantener la tierra húmeda. Revisa la tierra todos los días y si se ve seca, vuelve a humedecerla con una regadera o una botella de espray. [3]
    • Evita utilizar una manguera, dado que el rociado intenso puede sacar las semillas y los plantones jóvenes.
    • La portulaca se establecerá al cabo de 10 a 15 días. Tendrá brotes verdes, raíces cortas que la mantendrán en la tierra y sobrevivirá con menos agua.
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Método 2
Método 2 de 4:

Cultivar portulaca a partir de esquejes

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  1. Aunque la portulaca es relativamente fácil de cultivar a partir de esquejes, aun así debes esperar que estos fallen 2/3 de las veces. Es posible que te vaya mejor que esto, pero no hace daño prepararse tomando más esquejes de los que necesitas.
    • Puedes cultivar portulacas a partir de esquejes cada año. Después de plantar una por primera vez, no será necesario volver a comprar nuevas plantas.
  2. Con unas tijeras de podar esterilizadas, recorta de 10 a 13 cm (4 a 5 pulgadas) de la parte superior de la planta. Esto debe incluir al menos una hilera de hojas o un nudo, que es un bulto en el tallo del que brotan las hojas. Una portulaca madura tiene varios tallos, así que tomar estos esquejes no dañará la planta. [4]
    • Retira las hojas inferiores de los esquejes. Cualquier hoja que esté debajo de la tierra o el agua en una bandeja de cultivo terminará pudriéndose.
    • Podrías tomar varios esquejes de una planta madura sin dañarla.
  3. Ponlo en una bandeja o maceta llena de mezcla para macetas comercial. Empuja el esqueje hasta 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad en la tierra. Luego, presiona suavemente la tierra para compactarla. Traslada la maceta a un lugar soleado para que los esquejes reciban mucha luz.
    • Es recomendable cultivar esquejes en macetas con tierra para macetas, puesto que la tierra del exterior no está esterilizada.
    • También puedes cultivar el esqueje en arena de construcción, perlita o vermiculita.
    • La turba es otro posible medio de cultivo. También puedes mezclar turba con partes iguales de arena de construcción y perlita para crear tu propia mezcla para macetas.
  4. Llena una taza o un frasco con suficiente agua para cubrir la mitad del tallo. Retira las hojas que se sumergirían en el agua. Los esquejes pueden desarrollar raíces cortas en unos cuantos días.
    • Una vez que broten las raíces, traslada la portulaca a una bandeja de cultivo para estimularlas a crecer aún más.
    • Puedes almacenar temporalmente la portulaca en agua mientras preparas la tierra.
  5. Revisa los esquejes con frecuencia para ver qué tan bien están creciendo. Si la tierra se siente seca a 5 cm (2 pulgadas) de profundidad, añade cantidades pequeñas de agua hasta que vuelva a estar húmeda. La portulaca no necesita mucha agua, pero la tierra húmeda evita la sequedad de los esquejes.
    • Será necesario hacerlo durante 2 semanas hasta que los esquejes echen raíces.
  6. Al cabo de 2 semanas, los esquejes se sentirán difíciles de mover debido a las raíces que los sujetan a la tierra. Cuando esto ocurra, cava cuidadosamente alrededor de cada planta para descubrir el cepellón. Luego, podrás trasladar los esquejes a lugares soleados con tierra de buen drenaje al exterior. Sepáralos al menos a 15 cm (6 pulgadas) de distancia y plántalos en agujeros tan profundos como el cepellón.
    • Antes de trasladar los esquejes al exterior, debes endurecerlos colocándolos al exterior durante unas horas todos los días. Empieza con 3 horas en una zona con sombra que esté protegida del viento. Aumenta el tiempo de exposición de los esquejes al exterior en unas cuantas horas cada día durante una semana. Luego, estarán listos para ser trasplantados.
    • Puedes añadir un fertilizante equilibrado a la tierra para ayudar a que crezcan los esquejes trasplantados.
    • Después de su trasplante, los esquejes solo necesitarán regarse una vez por semana.
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Método 3
Método 3 de 4:

Plantar una portulaca comprada en tienda

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  1. Las portulacas necesitan una tierra que se mantenga mayormente seca. Una vez que hayas encontrado una buena zona, remueve la tierra con una pala. Añádele arena según sea necesario para asegurarte de que se drene de forma correcta.
    • Si la tierra de tu jardín no drena bien, considera cultivar la portulaca en una maceta con mezcla para macetas.
  2. Mantenla cerca mientras cavas el agujero. Puedes colocar la maceta de la planta en la tierra para guiarte. El agujero debe ser tan profundo como la maceta y dos veces más ancho. [5]
  3. Agarra ligeramente la parte inferior del tallo con una mano. Inclina la maceta de lado de modo que su contenido se derrame. Sujeta el cepellón con la otra mano mientras sacas con suavidad la planta de la maceta. [6]
    • Evita tirar del tallo, ya que puedes dañar la portulaca.
    • Si está atascada en la tierra, utiliza una pala para soltar la tierra alrededor de los bordes de la maceta. Otra forma de soltar la planta es apretando los lados de la maceta.
  4. Colócala en el centro del agujero que cavaste. Debe estar enterrada a la misma profundidad que su maceta original. El cepellón debe estar debajo de la línea de la tierra. Asegúrate de que el resto de la planta esté por encima de la superficie de la tierra. Cubre el cepellón con tierra y luego presiónala suavemente para eliminar las bolsas de aire.
  5. Humedécela ligeramente con una regadera o una botella de espray. Sigue añadiendo agua hasta que la tierra esté húmeda de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de profundidad.
    • Evita saturarla con agua, ya que la planta puede pudrirse.
  6. Es importante regar la portulaca con frecuencia durante este periodo para ayudarla a adaptarse a su nuevo ambiente. Revisa la tierra a diario, asegurándote de que esté húmeda a 5 cm (2 pulgadas) de profundidad. Vuelve a humedecerla cada 2 o 3 días.
    • Si rocías la tierra, será necesario aplicar agua todos los días hasta por 4 semanas.
    • Al cabo de 2 semanas, la planta debe estar establecida. Tendrá raíces que dificultarán su movimiento. Luego, puedes reducir el riego a una vez por semana.
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Método 4
Método 4 de 4:

Cuidar de una portulaca establecida

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  1. La portulaca tolera bien la sequía, aunque aún debes mantener húmedos los primeros 5 cm (2 pulgadas) de tierra. Riega alrededor de la base de la planta con una regadera o una botella de espray. Evita regar directamente el follaje y las flores, ya que puede provocar enfermedades.
    • Evita utilizar una manguera o un rociador, ya que estos dispositivos dañan las flores delicadas que cultivaste con tanto esfuerzo.
  2. Esta no necesita mucho fertilizante a medida que crece. Puedes esparcir un poco de fertilizante alrededor de la planta para ayudarla a empezar en una nueva tierra. Elige un fertilizante comercial equilibrado o rico en nitrógeno. Espárcelo sobre la tierra según las instrucciones de la etiqueta.
    • Un fertilizante equilibrado estará etiquetado con una proporción de 10-10-10. Los números indican el contenido de nitrógeno, fósforo y potasio, respectivamente.
  3. Un poco de fertilizante favorecerá el crecimiento de flores más llenas. Utiliza un fertilizante rico en fósforo o para todo uso durante el periodo vegetativo de tu zona. Sigue las instrucciones de la etiqueta para esparcir una cantidad pequeña de fertilizante sobre la zona de cultivo.
    • Un fertilizante rico en fósforo puede estar etiquetado como 5-10-5.
    • El exceso de fertilizante evitará el florecimiento de las flores.
  4. Observa si hay flores marchitas en la portulaca después de su florecimiento en verano. Debes eliminarlas, es decir, podarlas. Pellizca las flores con los dedos o córtalas por el tallo con unas tijeras.
    • Eliminar las flores muertas permite conservar la energía de la portulaca de modo que produzca flores nuevas y saludables. Esto se debe a que utiliza sus nutrientes para desarrollar nuevas flores en vez de semillas.
    • La eliminación de las flores muertas no es una necesidad con la portulaca, así que puedes dejarla marchitarse naturalmente si no tienes ganas de podarla.
  5. Podrías notar la aparición de manchas, coloración amarillenta o grupos de insectos en la portulaca. Los pulgones son una amenaza, pero puedes controlarlos con un espray comercial. Sigue las instrucciones del fabricante para tratar ligeramente la planta con el insecticida. [7]
    • Las babosas y los caracoles también pueden ser un problema. Rocía aceite de ricino en la planta o esparce gránulos repelentes.
    • Asegúrate de no regar en exceso la planta, ya que esto puede provocar hongos y pudrición.
    • También puedes probar un método de eliminación de plagas natural y no tóxico. Por ejemplo, podrías atrapar las babosas y los caracoles en trampas de cerveza . Para eliminar los pulgones, rocíalos con un chorro de agua fuerte o con jabón hortícola.
  6. Estas plantas son resistentes y se propagan con rapidez, así que pueden parecer malezas. Aunque puedes podarlas, no dejarán de crecer. Retíralas sacándolas de la tierra. Debes cavar la tierra para eliminar las raíces.
    • Las portulacas esparcen semillas cada año, así que debes estar atento a los nuevos brotes en primavera.
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Consejos

  • La portulaca añade mucho color a las zonas difíciles para otras plantas, puesto que tolera el calor y requiere poca agua.
  • Esta planta crece bien en tierras pobres, arenosas y rocosas, incluidos los jardines con piedras y otras zonas expuestas.
  • Según la variedad, la portulaca añade tonos vivos de amarillo, blanco, morado, naranja y rojo a los jardines.
  • Cuando la cultivas en macetas y cestas colgantes, cae en una bella cascada. También tiene una buena supervivencia en macetas de arcilla o terracota que absorben el calor y la humedad.
  • Se le considera una planta anual y crece desde la primavera hasta la primera helada del otoño.
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Advertencias

  • Aunque algunos la llaman “rosa de musgo”, la portulaca no es un tipo de rosa. Trátala más como una suculenta para evitar el exceso de agua.
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