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El Ficus benjamina , también conocido como higuera de Java, higuera benjamina o ficus de hoja pequeña, es muy popular como decoración para oficinas y hogares. Es nativo de climas cálidos como la India y Australia, pero puede cultivarse fácilmente como planta de interior en climas más templados. En su hábitat natural al exterior, puede crecer a más de 15 m (50 pies) de altura, pero cuando se cultiva en interiores es bastante más pequeño.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cultivar una planta a partir de un esqueje

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  1. La manera más fácil de cultivar un ficus nuevo es con un esqueje recortado de una planta madura. El mejor esqueje será una ramita de al menos 15 cm (6 pulgadas) de largo y con unas pocas hojas. [1] No es conveniente que la rama sea un brote nuevo, pero tampoco debe ser demasiado vieja. Busca una ramita que no presente daños y que tenga hojas verdes sanas.
  2. Con un par de podaderas o de tijeras de jardinería esterilizadas, recorta el esqueje del ficus. Haz el corte justo debajo de un nudo, que es donde crece una hoja de la rama. Habrá más hormonas de enraizamiento debajo del nudo, lo que ayudará a asegurar una reproducción exitosa.
    • Ten mucho cuidado con la savia que sale del ficus. Puede causar sarpullido si entra en contacto con la piel. [2]
  3. Después de quitar el esqueje, poda la rama que queda en el ficus hasta justo encima del siguiente nudo de hoja. Esto ayudará a la planta a sanar más rápido.
  4. Con las podaderas o las tijeras de jardinería, recorta todas las hojas de la parte inferior del esqueje. Puedes dejar una hoja superior intacta, pero elimina el resto del follaje para que la planta pueda enfocar su energía en el enraizamiento. [3]
    • El esqueje se secará rápido y morirá si no le quitas la mayoría de las hojas, porque la planta pondrá demasiada energía para mantenerlas vivas.
  5. Llene un vaso alto con agua fresca y tibia. Coloca el esqueje en el recipiente de manera que el tallo quede sumergido y las hojas queden por encima del agua. El esqueje comenzará a echar raíces una vez que se asiente en el agua. [4]
  6. Cambia el agua en el recipiente una o dos veces por semana. Coloca el recipiente en un lugar cálido, iluminado y ligeramente húmedo. Mientras el esqueje este echando raíces, mantenlo alejado de la luz solar directa. La luz filtrada es mejor para el ficus durante su reproducción. [5]
  7. De dos a tres semanas será suficiente tiempo para que el nuevo sistema radicular se establezca por sí solo. Cuando haya una pequeña cantidad de raíces en la parte inferior del tallo, el esqueje estará listo para ser trasplantado a la tierra. [6]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Trasplantar el esqueje

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  1. Busca una maceta pequeña de unos 10 cm (4 pulgadas) y llénala hasta la mitad con una mezcla para macetas a base de tierra que drene bien y sea alta calidad. Evita las mezclas de turba para macetas, ya que estas no le brindan suficiente estabilidad a la planta. Las mezclas de turba también se compactan con el tiempo, lo que puede causarle problemas al sistema radicular. [7]
  2. Saca el esqueje del agua y trasládalo a la maceta. Asegúrate de que las raíces estén en contacto con la tierra. Mantén el esqueje en posición vertical mientras le agregas más tierra para cubrir las raíces y el fondo del tallo. Debes agregar suficiente tierra para cubrir las raíces y mantener el tallo estable, pero no tanta como para cubrir la mayor parte del tallo.
    • Una vez agregada la tierra, golpea suavemente la maceta contra una superficie plana unas cuantas veces para ayudar a que la tierra se asiente alrededor de las raíces. [8]
  3. Humedece completamente la tierra con agua fresca tibia tan pronto como hayas terminado el trasplante. Las plantas de ficus no necesitan demasiada agua, pero la mayoría de las plantas necesitan agua después de un trauma, como en el caso de un trasplante. Riega el ficus cada vez que la tierra se seque durante las próximas semanas. [9]
  4. Coloca el ficus trasplantado en un lugar luminoso y cálido, pero mantenlo alejado de la luz solar directa, especialmente hasta que esté más arraigado. La planta debe mostrar algún brote nuevo en la parte superior antes de ser expuesta a la luz solar directa. [10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar a un ficus

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  1. El lugar ideal para un ficus es un lugar muy iluminado pero que no reciba mucha luz solar directa. Las hojas se pueden quemar si están expuestas a demasiada luz solar directa, especialmente si la habitación no está lo suficientemente húmeda. [11]
    • Durante el invierno, un cuarto de baño cálido iluminado o una habitación con claraboya es ideal para el ficus. En los meses más cálidos del verano, puedes trasladar la planta al exterior a un balcón o un patio con mucha luz, siempre y cuando haya bastante sombra en la tarde. [12]
  2. El riego excesivo puede ser un gran problema para el ficus, ya que solo necesita ser regado cuando la tierra esté seca. Cuando la planta esté en fase de crecimiento (durante la primavera y el verano), riégala regularmente, pero no mantengas la tierra húmeda. Deja que la parte superior del suelo se seque entre cada riego. [13]
    • El riego excesivo puede hacer que las hojas se enrosquen, se vuelvan marrones o se caigan.
    • Durante el otoño y el invierno, riega la planta con menos frecuencia y deja que la tierra se seque a una profundidad de unos cuantos centímetros (unas pocas pulgadas) antes de regarla.
  3. La temperatura ideal para un ficus es entre 18 y 24 ºC (65 y 75 ºF). El ficus no soporta bien las temperaturas extremas o las fluctuaciones de esta, por lo que es probable que se le caigan las hojas si se expone a temperaturas bajo cero. Lo ideal es que la planta nunca se exponga a temperaturas por debajo de los 10 ºC (50 ºF). [14]
  4. Como el ficus es nativo de climas tropicales, tiende a desarrollarse mejor en ambientes ligeramente húmedos. La humedad ideal para el ficus está entre el 50 y el 70 %, por lo que cualquier cosa más seca puede ocasionar la caída de las hojas de la planta. [15]
    • Para aumentar la humedad, considera instalar un humidificador portátil cerca de la planta o rociar la planta y el aire cercano a diario.
    • Como al ficus no le gusta el aire seco, mantenlo alejado de las rejillas de ventilación, los extractores de aire, los radiadores, los calentadores y cualquier otra cosa que pueda causar una corriente de aire.
  5. Entre finales de la primavera y principios del otoño, fertiliza el ficus cada dos a cuatro semanas para estimular el crecimiento saludable de las hojas y evitar que estas se vuelvan amarillentas. Combina una pequeña cantidad de fertilizante líquido y agua y nutre la planta para mantenerla saludable durante las fases de crecimiento. [16]
  6. El ficus tendrá que ser trasplantado a una maceta un poco más grande cada cierto tiempo, ya que las raíces se desarrollan más allá de la maceta actual. El mejor momento para replantar es a principios de la primavera. [17] Para trasplantar el ficus:
    • Elige una maceta de un tamaño más grande, unos 5 cm (2 pulgadas) de diámetro, que la maceta actual.
    • Llena la maceta hasta la mitad con una nueva mezcla para macetas a base de tierra que drene bien.
    • Saca el ficus de la maceta actual sacudiéndolo suavemente.
    • Coloca el ficus en la maceta nueva.
    • Cubre las raíces y el fondo del tallo con más tierra.
    • Riega la planta.
  7. El ficus es muy sensible a los cambios de temperatura, humedad, luz y otros elementos, e incluso el más mínimo cambio puede resultar en una caída de hojas. Como tal, es mejor encontrar una ubicación ideal para el ficus y dejarlo allí.
    • Si tienes que mover el ficus o elegir llevarlo afuera durante las estaciones más cálidas, la planta puede tardar unas semanas en recuperarse del traslado, pero sobrevivirá. [18]
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Advertencias

  • Los ficus contienen una savia lechosa tóxica, así que no agregues los recortes al abono.
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