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El eucalipto es un tipo de árbol originario de Australia, pero que se puede cultivar en cualquier lugar en el que la temperatura no caiga por debajo de los -12 °C (10 °F). En realidad, hay muchas especies distintas de eucaliptos, pero todas tienen hojas grisáceas muy aromáticas, motivo por el que son muy populares para hacer arreglos florales. Los eucaliptos no funcionan muy bien como plantas para macetas porque crecen con bastante rapidez, no responden bien a los trasplantes y comprimir sus raíces en un recipiente dificulta el crecimiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Germinar el eucalipto a partir de su semilla

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  1. Traslada el envase de las semillas al frigorífico y deja las semillas ahí durante dos meses. Este proceso se llama estratificación y ayuda a las semillas a salir de su estado de inactividad, favoreciendo su germinación. [1]
    • La estratificación reproduce el periodo de inactividad que tiene lugar durante el invierno, de forma que las semillas puedan volver a la vida e iniciar la germinación una vez que sean retiradas del frigorífico.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Lauren Kurtz

    Horticultora profesional
    Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014.
    Lauren Kurtz
    Horticultora profesional

    ¿Sabías qué? Si bien el eucalipto crece mejor a partir de una semilla, también puede propagarse a partir de un esqueje. Toma un esqueje de 10 a 15 cm y plántalo en una maceta pequeña llena con perlita o tierra de maceta. Mantén húmedo el sustrato y rocía el esqueje con regularidad. Colócalo en un área cálida con buena luz solar y deja que el eucalipto crezca.

  2. Las semillas de eucalipto deben sembrarse en macetas en una zona de interior varias semanas antes de la última helada prevista. [2] Si vives en el hemisferio norte, intenta plantarlas a mediados de febrero. Si vives en el hemisferio sur, plántalas a mediados de julio.
    • Para dar con la fecha de la última helada prevista, consulta en Internet las páginas del tiempo meteorológico del gobierno local.
  3. Utiliza una tierra para macetas de consistencia porosa que tenga perlita en abundancia para garantizar un buen drenaje. [3] También es importante utilizar macetas de turba que se puedan trasplantar con los vástagos, ya que los eucaliptos no responden bien al proceso de trasplante. [4]
    • Cultivar eucaliptos a partir de sus semillas es la mejor forma de propagar plantas nuevas, ya que hacerlo a partir de sus esquejes es difícil y la probabilidad de éxito es mucho más baja.
  4. Esparce unas cuantas semillas sobre la superficie de la tierra en cada maceta de turba. Espolvorea una pequeña cantidad de arena para jardinería sobre cada maceta. [5] De esta forma, las semillas se mantendrán en su sitio, a una temperatura templada y bien hidratadas durante su germinación.
    • No utilices arena de la playa o del patio, ya que podría estar contaminada de gérmenes nocivos para las semillas.
  5. En cuanto hayas cubierto las semillas con arena, rocíalas con agua pulverizada para ayudar a que se asienten en la tierra. Cuando las semillas empiecen a germinar, rocía la tierra con agua pulverizada a diario o en días alternos para mantener el medio de cultivo uniformemente hidratado. [6]
  6. Traslada las macetas a un lugar templado, como un invernadero con temperatura cálida o encima del frigorífico. También puedes dejar las macetas sobre una manta eléctrica para mantenerlas templadas mientras las semillas germinan. [7]
  7. Dado que has plantado varias semillas en cada maceta, es posible que brote más de un vástago. Examina cada maceta y busca el vástago más grande, grueso y sano. Utiliza unas tijeras esterilizadas para podar los vástagos más débiles al nivel de la tierra. [8]
    • Para esterilizar las tijeras, pásales un paño impregnado en alcohol isopropílico.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Trasplantar los vástagos

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  1. Llegada esa fecha, los vástagos habrán tenido tiempo suficiente para establecerse. Además, las temperaturas cálidas de esta época del año son ideales para trasladar los eucaliptos al exterior. [9]
  2. Los eucaliptos necesitan luz natural en abundancia, lo cual quiere decir que deben estar expuestos un mínimo de entre 6 y 8 horas a la luz solar directa todos los días. [10] También deberías elegir un lugar situado a unos cuantos metros de cualquier edificio o valla para evitar que el árbol cause daños en las estructuras cercanas debido a su rápido crecimiento.
  3. Asegúrate de que el lugar que elijas pueda proteger la planta de los vientos fuertes. Los eucaliptos tienen raíces cortas, así que muchos no resisten al viento.
  4. Labra la tierra a una profundidad de 30 cm (12 pulgadas) utilizando las manos o un motocultor. Extiende una capa de varios centímetros (unas cuantas pulgadas) de compost maduro sobre la zona y utiliza un arado cincel para trabajar mezclarlo con la tierra. De esta forma, te asegurarás de que la tierra sea rica en nutrientes y tenga un buen drenaje.
  5. Utiliza una pala pequeña para cavar hoyos ligeramente más anchos y profundos que las macetas. Los hoyos deberán quedar espaciados a una distancia mínima de 2,5 m (8 pies) entre sí para poder alojar a los árboles una vez que hayan alcanzado su tamaño adulto. [11]
  6. Coloca una maceta de turba en cada agujero y cubre los trasplantes con más tierra. Utiliza las manos para compactar suavemente la tierra alrededor de las raíces. Riega la zona con agua abundante para ayudar a que los eucaliptos se asienten en la tierra. [12]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar los eucaliptos

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  1. El mantillo ayudará a controlar la temperatura de la tierra, a proteger el árbol del frío, a eliminar las malas hierbas y a mantener la tierra húmeda. El mejor mantillo para los eucaliptos es el compuesto de materia orgánica gruesa y voluminosa, como la corteza y el compost. [13]
  2. Los eucaliptos toleran la sequía hasta cierto punto, pero responden mucho mejor a la tierra constantemente húmeda. Durante las épocas de sequía, riega los árboles una vez a la semana. [14]
    • Las hojas marchitas son señal de que la planta no está recibiendo el agua que necesita. En tal caso, deberás proveer al árbol de agua abundante. Es posible que las hojas afectadas no se recuperen.
    • Una vez que el árbol se haya establecido, pasados unos cinco años, no tendrás que regarlo ni nutrirlo, ni siquiera durante los periodos de sequía. [15]
  3. La temporada de crecimiento de estas plantas tiene lugar entre la mitad de la primavera y la mitad del verano. Añade fertilizante líquido al agua todas las semanas antes de regar la planta. El mejor fertilizante para los eucaliptos es el rico en fósforo y bajo en nitrógeno. [16]
    • Para las dos últimas fertilizaciones, cuando se vaya acercando el final del verano, cambia a un fertilizante rico en potasio para que el árbol se fortalezca antes de la llegada del invierno.
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Consejos

  • En los Estados Unidos, los eucaliptos se pueden cultivar en zonas de rusticidad climática del 8 al 11, de acuerdo a lo establecido por el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).
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