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Las pseudomonas son un tipo de bacterias que, generalmente, solo le causan infecciones graves a la gente con un sistema inmune debilitado. Esto significa que los más vulnerables son los pacientes muy enfermos que están hospitalizados. Por lo general, estas infecciones se tratan con antibióticos, aunque encontrar uno que sea efectivo podría resultar difícil ya que estas bacterias se están volviendo resistentes a muchos de los medicamentos que se prescriben comúnmente. Sin embargo, si se envía una muestra de bacterias a un laboratorio para que sea analizada, seguramente será posible tratar la infección. [1]

Parte 1
Parte 1 de 2:

Reconocer y tratar una infección leve por pseudomonas

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  1. Por lo general, las pseudomonas producen síntomas leves en las personas sanas con un sistema inmune fuerte. Estas infecciones podrían ser transmitidas por el agua. Se ha reportado lo siguiente: [2]
    • Infecciones en los ojos en las personas que usan lentes de contacto permanentemente. A fin de evitarlo, cambia la solución de tus lentes de contacto en lugar de rellenarla. No uses tus lentes de contacto por más tiempo del recomendado por tu oftalmólogo o por el fabricante.
    • Infecciones en los oídos de los niños después de nadar en aguas contaminadas. Esto puede ocurrir si la alberca no tiene el cloro suficiente como para desinfectarla adecuadamente.
    • Erupciones en la piel después de usar una bañera contaminada. Esta erupción generalmente se presenta como granitos rojos que producen comezón o pequeñas ampollas llenas de fluido alrededor de los folículos pilosos. Podría ser peor en las áreas en las que tu piel haya estado cubierta por un traje de baño. [3]
  2. Los signos y síntomas de pseudomonas dependen de dónde ocurre la infección.
    • Las infecciones de la sangre se caracterizan por fiebre, escalofríos, fatiga, dolores musculares y en las articulaciones, y son extremadamente graves. [4]
    • Las infecciones pulmonares (neumonía) incluyen síntomas como escalofríos, fiebre, tos productiva, dificultad para respirar. [5]
    • Las infecciones de la piel pueden causar sarpullido con picazón, úlceras sangrantes o dolor de cabeza. [6]
    • Las infecciones de oído pueden presentarse con hinchazón, dolor de oído, picazón dentro del oído, secreción del oído y dificultad para oír. [7]
    • Las infecciones oculares causadas por pseudomonas pueden incluir los siguientes síntomas: inflamación, pus, hinchazón, enrojecimiento, dolor en el ojo y problemas de visión. [8]
  3. Lo más probable es que el médico quiera ver la erupción y podría tomar una muestra de las bacterias a fin de enviarlas al laboratorio para confirmar el diagnóstico. Podría hacer esto de dos maneras: [9]
    • un frotis sobre la infección en la piel.
    • una biopsia, aunque el procedimiento es poco común.
  4. Si aparte de la infección gozas de buena salud, el tratamiento podría no ser necesario, ya que tu sistema inmune puede combatir la infección. Sin embargo, tu médico te podría sugerir alguna de las siguientes opciones: [10]
    • Medicamentos para la comezón si tienes una erupción que te pique.
    • Antibióticos si tu infección es grave. Es probable que el médico te prescriba antibióticos si tienes una infección en los ojos.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Reconocer y tratar los casos graves de infección por pseudomonas

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  1. Las pseudomonas son más peligrosas para las personas hospitalizadas, que tienen sistemas inmunes más débiles. Los recién nacidos están bajo el riesgo más alto. Como adulto, podrías estar bajo un mayor riesgo si: [11] [12]
    • recibes tratamiento contra el cáncer;
    • tienes VIH/SIDA;
    • tienes fibrosis quística;
    • estás conectado a un respirador artificial;
    • te estás recuperando de una cirugía;
    • tienes un catéter;
    • te estás recuperando de quemaduras graves;
    • tienes diabetes mellitus.
  2. Si tienes sospechas de una infección, habla con tu médico lo antes posible, porque necesitarás atención inmediata. Las pseudomonas se pueden manifestar como muchos tipos diferentes de infecciones, dependiendo del lugar de tu cuerpo en el que se alojen. Podrías tener: [13]
    • neumonía, que podría estar asociada con un respirador artificial infectado;
    • una infección en los ojos;
    • una infección en los oídos;
    • una infección en el tracto urinario que fue introducida por un catéter;
    • una herida quirúrgica infectada;
    • una ulceración infectada, algo que les podría ocurrir a los pacientes que han estado en cama por mucho tiempo y desarrollan llagas;
    • una infección en la sangre transmitida por una línea intravenosa.
  3. Tu médico podría tomar un frotis y enviarlo a un laboratorio a fin de confirmar exactamente qué cepa te causa la infección. El laboratorio también podría ayudar a determinar cuáles son los medicamentos más efectivos para combatir la infección. A menudo, las pseudomonas son resistentes a muchos de los medicamentos que se prescriben habitualmente. A fin de que el tratamiento sea efectivo, es importante que tu médico conozca tu historial médico completo, en particular si piensas que podrías estar embarazada o tener una insuficiencia renal (en los riñones). El médico te podría prescribir algo de lo siguiente: [14] [15] [16] >
    • Ceftazidima: por lo general, es efectiva para combatir una cepa común, la Pseudomona aeruginosa . Podría administrarse como inyección intramuscular o por vía intravenosa. Probablemente no sea apropiada para los pacientes que sean alérgicos a la penicilina.
    • Piperacilina/tazobactam (Tazocin): también es efectiva contra la Pseudomona aeruginosa . Podría estar contraindicada con algunos medicamentos, así que dale a tu médico una lista completa de los que estés tomando. Esto incluye a ciertos medicamentos de venta libre, remedios herbales y suplementos.
    • Imipenem. Este es un antibiótico de amplio espectro que a menudo se administra con cilastatina. La cilastatina aumenta la vida media del imipenem y también puede ayudar a penetrar mejor el tejido.
    • Aminoglucósidos (gentamicina, tobramicina, amikacina): es probable que tu médico tenga que ajustar las dosis de estos medicamentos según tu peso corporal y la condición de tus riñones. Posiblemente también monitoree tus niveles de sangre e hidratación durante estos tratamientos, ya que los efectos secundarios pueden incluir daño renal (como nefrotoxicidad) o daño al oído y la audición.
    • Ciprofloxacina: puede tomarse oralmente o ser administrada por vía intravenosa. Infórmale a tu médico si tienes epilepsia, insuficiencia renal o piensas que estás embarazada.
    • Colistina: puede administrarse por vía oral, intravenosa o en nebulizaciones.
  4. Algunos pacientes, como por ejemplo aquellos que padecen de fibrosis quística, podrían tener que cambiar su dieta y niveles de actividad a fin de asegurar una nutrición adecuada y promover la sanación. [17] [18]
    • Si tienes un respirador artificial que te ayuda a respirar, tu médico te podría recomendar una dieta más alta en grasas y más baja en carbohidratos. Los carbohidratos pueden aumentar la cantidad de dióxido de carbono que produce el cuerpo, dificultando la respiración cuando se está conectado a un respirador.
    • Si tienes una infección sistémica, tal vez necesites limitar tus niveles de actividad. Este podría no ser el caso si la infección está localizada.
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Advertencias

  • Infórmale a tu médico si piensas que podrías estar embarazada antes de tomar cualquier medicamento.
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