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El dolor de brazos es frecuente y a menudo se origina a consecuencia del ejercicio, la práctica de algún deporte o por realizar actividades que involucran movimientos repetitivos. Los síntomas pueden incluir dolor, inflamación o calambres. Generalmente, las molestias leves mejoran por sí solas. Si el dolor es intenso es mejor que consultes con tu médico; sin embargo, hay muchas cosas que puedes hacer en casa para aliviar el dolor y para ayudar a que tu brazo se recupere.

Método 1
Método 1 de 4:

Determinar la causa del dolor

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  1. Se conoce como esguince al estiramiento, torcedura o rotura de las fibras musculares. Los síntomas incluyen dolor, inflamación, contusiones, limitación de la movilidad y un sonido “explosivo” cuando se produce la lesión. El daño es temporal y la lesión en las fibras no es permanente. Normalmente, la rehabilitación después de un esguince dura solo unos pocos días. [1]
  2. Estas dolencias, conocidas también como tendinitis, ocasionan dolor en la zona del codo. Generalmente, se producen debido al uso excesivo de los músculos que se encuentran alrededor de la articulación del codo. El dolor puede durar varias semanas e incluso meses; sin embargo, la recuperación puede ser más rápida si se cuida el brazo lesionado.
  3. La bursitis es la inflamación de la bursa, que son bolsas pequeñas llenas de líquido ubicadas sobre las articulaciones, cuya función es protegerlas. En condiciones normales, la bursa contiene una cantidad pequeña de líquido, pero cuando se produce la lesión esta se inflama y causa mucho dolor originando la bursitis. Generalmente, aparece debido a la práctica de actividades que involucran movimientos repetitivos con el brazo. El dolor suele aliviarse en unas pocas semanas y, la inflamación, aunque puede tardar un poco más; gradualmente también irá mejorando. [2]
    • La zona afectada por la bursitis lucirá inflamada, se pondrá roja y probablemente duela si la presionas.
    • Los casos de bursitis que acompañan una lesión que implica una herida abierta pueden acarrear una infección, por lo que requieren el uso de antibióticos.
  4. Los nervios de la médula espinal pueden comprimirse, particularmente, a medida que envejecemos. Los síntomas incluyen dolor de cuello que se irradia hacia los brazos o una sensación de hormigueo o ardor en la zona afectada. El dolor puede variar de un día para otro; sin embargo, a menudo se puede mitigar con el uso de analgésicos de venta libre, como por ejemplo, los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y el ejercicio.
    • La compresión de un nervio también puede producirse en el brazo. Si ocurre en la muñeca, se le denomina síndrome del túnel carpiano y, si ocurre en el codo, síndrome del túnel cubital. Generalmente, los síntomas incluyen dolor y hormigueo en el brazo o mano afectada.
  5. Cuando constantemente se realizan tareas que involucran el uso de los brazos o manos, como por ejemplo, en los procesos de manufactura, trabajos manuales, manipulación de maquinaria pesada y trabajos con computadoras, puede producirse una lesión por esfuerzo repetitivo. El síndrome del túnel carpiano es un tipo de lesión nerviosa que se produce como consecuencia de actividades que involucran movimientos repetitivos como por ejemplo escribir con teclado. Tu empleador podría mejorar y acondicionar tu área de trabajo para evitar que tu dolencia se agrave. Por ejemplo, puede facilitarte una silla regulable o modificar el tablero de tu escritorio para que no tengas que levantar tanto el brazo. [3]
  6. La angina de pecho se produce cuando las arterias coronarias se endurecen y se estrechan. Los síntomas incluyen dolor sordo u opresivo en el pecho, acompañado de una sensación de pesadez en la zona que puede irradiar hacia el brazo izquierdo, cuello, mandíbula o espalda durante varios minutos. Generalmente, el dolor aparece mientras se está en actividad o ante situaciones de estrés. Si presentas dolor en el pecho o en el brazo izquierdo mientras haces ejercicio, debes consultar con tu médico.
    • Las mujeres en particular, a menudo presentan síntomas de angina de pecho menos “clásicos”, como por ejemplo, únicamente dolor en el brazo.
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Método 2
Método 2 de 4:

Dejar que el brazo descanse

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  1. No hagas ejercicio, no levantes objetos, no escribas en la computadora, ni hagas nada que agrave el dolor en tu brazo. Tus fibras musculares necesitan descansar para poder sanar y evitar una lesión más grave. Suspende toda actividad que empeore el dolor y concéntrate en utilizar el brazo afectado lo menos posible.
  2. Para reducir la inflamación y proteger tu brazo, puedes vendar la zona afectada con un vendaje elástico (como las vendas Ace o cualquier otra marca que exista en tu país). Ten cuidado de no ajustar demasiado el vendaje para evitar que las partes que rodean la zona se hinchen.
    • El adormecimiento, cosquilleo, aumento del dolor, sensación de frío o hinchazón alrededor del vendaje son señales de que este se encuentra demasiado ajustado.
    • Si tienes que usar un vendaje por más de 48 a 72 horas, conversa con un profesional de la salud.
  3. Tu brazo, mano y dedos pueden hincharse mucho después de una lesión. Asegúrate de quitarte los anillos, pulseras, relojes y cualquier otra joya. Después, a medida que la hinchazón aumente, será más complicado y doloroso sacártelas, ya que pueden provocar un incremento de la compresión nerviosa y la reducción de la circulación sanguínea.
  4. El cabestrillo protege el brazo y lo mantiene en una posición elevada. Asimismo, reduce la presión sobre el brazo lesionado, te hace sentir más cómodo y te brinda un soporte. Si necesitas usar un cabestrillo por más de 48 horas, contáctate con un profesional de la salud.
  5. Para reducir la inflamación, mantén tu brazo a la altura del pecho o por encima de él. Cuando te recuestes o te sientes, puedes colocar unas almohadas sobre tu pecho o sobre tu costado. No eleves demasiado tu brazo, ya que esto podría provocar una disminución del flujo sanguíneo.
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Método 3
Método 3 de 4:

Manejar el dolor

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  1. Deberás utilizar hielo o compresas frías lo antes posible para controlar la inflamación. En la farmacia de tu localidad puedes encontrar una variedad de compresas terapéuticas frías que puedes aplicar sobre la zona dolorida. Asimismo, puedes utilizar una bolsa de verduras congeladas o hielo envuelto en una toalla. Puedes aplicarte hielo por un máximo de 20 minutos varias veces al día.
  2. Una vez que hayan pasado 48 a 72 horas después de producida la lesión, podrás aplicar calor sobre la zona afectada; no obstante, si la inflamación persiste no deberás hacerlo. Asimismo, puedes alternar el frío y el calor para favorecer la recuperación de tu brazo. [4]
    • Evita aplicar calor sobre la zona afectada durante las primeras 48 horas, ya que esto podría agudizar la inflamación. Esto incluye duchas, jacuzzis o compresas calientes.
  3. Los analgésicos de venta libre como el ibuprofeno, naproxeno y el acetaminofeno pueden utilizarse para tratar el dolor y la inflamación. Siempre debes seguir las indicaciones de la etiqueta y nunca excederte de la dosis recomendada. De ningún modo le des aspirina a los niños.
  4. Frota o masajea la zona dolorida ejerciendo presión suavemente. Esto puede ayudar a mitigar el dolor y a mejorar la circulación para acelerar la recuperación de las fibras lastimadas. Si te duele mucho, no intentes masajear la zona hasta que la intensidad del dolor disminuya.
    • Una forma de masajear las áreas doloridas es utilizando una pelota de tenis. Haz rodar la pelota sobre la zona afectada y, cuando encuentres un punto sensible, hazla rodar lentamente sobre el lugar 15 veces como máximo. [5]
    • También puedes acudir regularmente a un masajista profesional que demuestre ser eficiente.
  5. Conversa con un médico sobre las dudas e inquietudes que puedas tener con relación al dolor de brazos. Si el dolor dura más de dos semanas, no puedes manejarlo o empeora, debes acudir al médico. Asimismo, si no puedes utilizar tu brazo con normalidad, tienes fiebre o presentas adormecimiento y cosquilleo, significa que es momento de llamar a un profesional de la salud.
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Método 4
Método 4 de 4:

Contribuir con la rehabilitación del brazo

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  1. No fuerces a tu brazo a moverse de determinada manera o a levantar algo si sientes dolor. El dolor indica que necesitas tiempo para recuperarte. Si tu brazo está dolorido, déjalo descansar para permitir la reparación de las fibras musculares dañadas. No te exijas demasiado haciendo cosas que puedan agravar la lesión. [6]
  2. Algunas veces la deshidratación ocasiona calambres musculares que pueden involucrar a tus brazos. Cada vez que estés haciendo ejercicio o estés expuesto al calor, toma más agua de lo habitual. Puedes diluir las bebidas de reposición de electrolitos o bebidas isotónicas con agua al 50 % y utilizarlas para recuperar la sal, el azúcar y otros minerales. Evita la cafeína y el alcohol.
  3. Es necesario que sigas una dieta balanceada para garantizar la ingesta de tus requerimientos diarios de vitaminas y minerales. La falta de algunos minerales como el calcio y el magnesio puede originar calambres musculares. Si consideras que tu alimentación no te aporta lo que necesitas, toma en cuenta el uso de un complejo vitamínico basado en alimentos integrales o conversa con tu médico acerca de la posibilidad de consumir una cantidad adicional de calcio o magnesio.
    • Los lácteos y las verduras de hoja verde oscuro son alimentos que aportan vitaminas y minerales, por lo que debes incorporarlos con frecuencia a tu dieta.
  4. El estrés debilita el sistema inmunológico y afecta la capacidad del cuerpo para recuperarse por sí mismo. Cuando se produce una lesión, resulta fundamental que el cuerpo pueda centrarse en reparar los tejidos dañados, en lugar de tratar de equilibrar el organismo. Practica la meditación y ejercicios de respiración profunda para estimular tu recuperación.
  5. Cuando realizas ciertas actividades debes ejecutar los movimientos adoptando las posiciones apropiadas para evitar tensionar los músculos, articulaciones o tendones. Si constantemente realizas el mismo movimiento de brazo a lo largo del día, debes considerar la posibilidad de variar la ejecución del mismo para evitar una lesión por esfuerzo repetitivo (LER). Algunas veces es necesario que un profesional evalúe los movimientos de tu brazo en el trabajo o mientras realizas otras actividades para garantizar que no representen un problema.
    • Cada vez que hagas ejercicio o practiques algún deporte, asegúrate de que el equipamiento que estés utilizando sea el adecuado según tu capacidad y talla.
    • Si el trabajo que estás realizando te causa dolor en los músculos, tendones y articulaciones, comunícate con el departamento de recursos humanos de tu oficina para conversar sobre las modificaciones, otras formas de realizar tus labores o sobre la posibilidad de ocupar otro puesto dentro de la compañía.
  6. Fumar puede retrasar tu recuperación, además de disminuir la irrigación sanguínea e impedir que el oxígeno llegue a los tejidos dañados en la cantidad necesaria para poder repararlos oportunamente. Asimismo, fumar aumenta las posibilidades de desarrollar problemas óseos como la osteoporosis, lo que a su vez puede provocar lesiones más graves.
  7. Estira la zona dolorida suave y lentamente. No realices movimientos bruscos, ni te estires más allá de tus límites. Mantén cada estiramiento durante 20 o 30 segundos y repítelo si lo deseas.
    • Puedes estirar el tríceps elevando las manos sobre tu cabeza y flexionando uno de los codos. Sujeta la muñeca del brazo flexionado con la otra mano y tira de él hacia tu espalda. Repite el ejercicio con el otro brazo.
    • Estira tu bíceps juntando tus manos detrás de tu espalda con los codos estirados. Inclínate hacia adelante y lleva tus manos juntas hacia el techo.
    • Puedes estirar tus hombros cruzando un brazo sobre tu pecho, mientras sujetas tu antebrazo con el otro brazo. Tira suavemente de él hacia la parte posterior del hombro. Repite el ejercicio hacia el otro lado.
    • Para estirar las muñecas, cruza tus manos para formar una cruz. Haz presión con la mano de encima, de tal forma que tu muñeca quede flexionada. Repite el ejercicio con la otra mano. [7]
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Advertencias

  • Si has sufrido un desgarro en un músculo o tendón, posiblemente requieras someterte a una cirugía o a una terapia física.
  • Si sientes dolor, cosquilleo o adormecimiento en el brazo izquierdo y una compresión u opresión en el pecho, llama al servicio de emergencias de inmediato.
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Cosas que necesitarás

  • compresa fría
  • vendaje compresivo
  • fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)
  • compresa caliente o almohadilla térmica

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