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Por lo general, los woks tradicionales están hechos de acero al carbono, el cual es un material que necesita curarse. Mediante este proceso, se le añade sabor al acero y el wok adquiere un efecto antiadherente, lo cual mejora el sabor de los alimentos, facilita el uso y la limpieza del wok y evita que este se oxide. Además, tienes la opción de volver a curar el wok si los alimentos continúan pegándose a la superficie o si te parece que el acero no tiene suficiente sabor.

Ingredientes

Para curar el wok

  • 1 racimo de cebollas de verdeo picadas
  • 1/2 taza (25 g) de jengibre picado
  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite
Parte 1
Parte 1 de 3:

Curar el wok

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  1. Lava el wok con agua jabonosa caliente y una esponja o un paño para eliminar el aceite, la suciedad y el polvo y enjuágalo con agua caliente. Pásale una toalla ligeramente y luego deja que se seque al aire mientras preparas los ingredientes.
    • Asegúrate de ventilar tu lugar de trabajo antes de empezar, ya que, para curar el wok, tendrás que calentarlo mucho, y esto puede producir humo y liberar ciertos gases. Puedes abrir las ventanas o encender un ventilador. [1]
  2. Coloca el wok sobre una hornilla y enciéndela a fuego alto. Después de 30 segundos, deja caer gotas de agua sobre el wok. Cuando estas se evaporen apenas hagan contacto con el wok, esto indica que está lo suficientemente caliente. [2]
    • Si tienes un wok más nuevo, es posible que el agua no se evapore en ningún momento. En este caso, simplemente precalienta el wok durante un minuto.
  3. Retira el wok de la hornilla y viértele aceite. Sujeta el wok por el mango y gíralo para esparcir el aceite por toda la superficie. Luego, vuelve a colocarlo sobre la hornilla.
    • Para este proceso, los aceites más recomendables son el aceite de maní, el de canola, el de semillas de uva y el de palma y también puedes usar otros tipos de grasas, como la manteca. [3]
  4. Añade el jengibre y las cebollas al wok y baja el fuego de alto a medio. Cocina los vegetales revolviéndolos constantemente durante entre 15 y 20 minutos. Conforme se vayan cocinando, presiónalos contra los lados del wok con la parte trasera de la cuchara para que suelten sus sabores. [4]
    • Si durante la cocción notas que los vegetales empiezan a secarse, puedes añadir una cucharada más de aceite (15 ml).
  5. Conforme se vaya calentando, el metal del wok empezará a tornarse de un color marrón amarillento e incluso puede adquirir tonalidades azules o negras. Una vez que esto ocurra, retíralo del fuego.
    • Si el wok no cambia de color, retíralo del fuego después de 20 minutos, ya que es posible que algunos woks no cambien de color del todo. [5]
  6. Retira las cebollas y el jengibre del wok y déjalo enfriar. Puedes añadir estos vegetales cocidos a una sopa o a algún otro plato o simplemente tirarlos a la basura.
    • Cuando puedas tocar el wok sin quemarte, enjuágalo con agua caliente y límpialo con una esponja o un paño pero sin usar jabón, ya que esto también limpiará la capa de sabor que acabas de añadirle al wok. [6]
    • Seca el wok con una toalla y luego colócalo sobre una hornilla a fuego bajo. Caliéntalo durante un par de minutos o hasta que el agua se evapore para evitar que se oxide.
  7. Mientras más alimentos grasosos cocines en el wok, la capa de sabor se asentará más. Puedes curar el wok cuando desees, sobre todo si notas que los alimentos se pegan o te parece que el acero no tiene suficiente sabor. Con el tiempo, se formará una pátina negra, la cual indicará que el wok está completamente curado. [7]
    • Si apenas has adquirido el wok, espera a que se forme por completo la capa de sabor antes de cocinar alimentos ácidos.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar y darle mantenimiento a un wok

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  1. Cuando termines de cocinar, deja enfriar el wok durante unos minutos y luego remójalo en agua caliente limpia. Solo debes remojarlo durante unos segundos, pero, si aún quedan trozos de comida pegados al wok, lo mejor es remojarlo durante 30 minutos. [8]
    • No laves el wok con jabón, detergente o algún otro producto limpiador, ya que esto puede dañar la capa de sabor que se forma al curarlo. Solo lávalo con agua limpia y fresca.
    • No debes colocar los woks de acero al carbono en el lavavajillas. En cambio, lávalos siempre a mano.
  2. Después de remojar el wok, refriégalo con una esponja limpia para desprender los trozos de comida que se hayan quedado pegados. Puedes hacerlo con el lado verde de la esponja o con un estropajo que no ocasione rasguños. Después de quitar los trozos de comida, enjuaga el wok con agua caliente limpia.
    • No uses estropajos muy abrasivos para limpiar un wok que ya haya sido curado, ya que esto dañará la capa de sabor. [9]
  3. Sécalo ligeramente con un trapo de cocina y luego colócalo en la estufa a fuego bajo durante unos minutos. Retíralo del fuego cuando se haya evaporado toda el agua y déjalo enfriar. [10]
    • Es mejor secar el wok al fuego que con una toalla, sobre todo porque esto evita que se oxide.
  4. Si no usas el wok con mucha frecuencia, una forma de proteger la capa de sabor que se forma al curarlo es aplicándole una capa de aceite. Usa un paño limpio o un papel toalla para esparcir una capa delgada de aceite de cocina o grasa alimentaria por toda la superficie interior el wok. [11]
    • Limpia el exceso de aceite antes de guardar el wok.
  5. Aplica detergente lavavajillas sobre las partes oxidadas y refriégalo con lana de acero para eliminar el óxido. Enjuaga el detergente y las partículas de óxido con agua caliente, seca el wok con una toalla y luego colócalo en la estufa a fuego medio hasta que esté completamente seco. [12]
    • Si quieres volver a curar el wok, añádele aceite de cocina o grasa alimentaria cuando esté caliente. Gira el wok para esparcir el aceite o la grasa y luego retíralo del fuego. Frota el aceite contra la superficie del wok con un paño y limpia el exceso antes de guardar el wok.
    • No debes usar lana de acero en el wok para otra cosa que no sea eliminar el óxido, ya que esto también dañará la capa de sabor.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cocinar con un wok

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  1. Si quieres cocinar con un wok, debes hacerlo rápido y a fuego alto. Por esta razón, debes tener todos los ingredientes a la mano antes de encender la hornilla, ya que no podrás prepararlos después de empezar a cocinar. Por ejemplo, para hacer un saltado básico en un wok, necesitas lo siguiente: [13]
    • aceite de cocina, como aceite de maní, de canola o de semillas de uva
    • vegetales aromáticos, como cebolla, ajo y chiles picados
    • alguna proteína, como carne, mariscos o tofu cortados en dados
    • vegetales picados
    • salsas y líquidos, como vino, vinagre de vino de arroz, salsa de soya, caldo o aceite de coco
    • aderezos, como cebollas de verdeo, especias tostadas o nueces
    • una espátula, platos o tazones para servir y utensilios para comer
  2. Coloca el wok sobre una hornilla a fuego alto durante 30 segundos. Luego, espolvorea un poco de agua para ver cuán rápido se evapora. Si esto ocurre casi de inmediato, el wok está lo suficientemente caliente como para añadir el aceite.
    • Si el agua no se evapora después de este tiempo, deja el wok sobre la hornilla durante un minuto antes de añadir el aceite.
  3. Vierte el aceite en el wok por los lados en lugar de directamente sobre el centro. Gira el wok por el mango para esparcir bien el aceite por toda la superficie. Añade los vegetales aromáticos, como el ajo y las cebollas. [14]
    • Revuélvelos para cubrirlos con el aceite. Cocínalos durante 30 segundos para impregnar el wok con sus sabores.
  4. Después de cocinar los vegetales aromáticos, añade hasta 450 g (1 libra) de carne, mariscos o tofu. Esta cantidad es suficiente para que todos los trozos se doren uniformemente. Por tanto, si la receta lleva una mayor cantidad de trozos de cualquier tipo de proteína, lo mejor es cocinarla en tandas de 450 g. [15]
    • Cuando los trozos de proteína estén a tres cuartos de cocción, transfiérelos a un plato.
  5. Después de cocinar los trozos de proteína, cocina los vegetales añadiéndolos al wok y revolviendo inmediatamente. Desliza la espátula por debajo de ellos y muévelos unos sobre otros para asegurarte de que se cocinen uniformemente y evitar que se quemen. [16]
    • Para evitar que los vegetales se cocinen demasiado o no lo suficiente, añade primero los vegetales que se cocinen más lento, como el brócoli y las zanahorias. Luego, conforme estos se vayan cocinando, añade los vegetales que se cocinen más rápido, como los pimientos y los champiñones.
  6. Regresa los trozos de proteína al wok para terminar el saltado y luego añade algún tipo de líquido para despegar los trozos de comida del wok y añadirle sabor al plato.
    • Debes usar una cantidad de líquido que sea suficiente como para cubrir todo el plato pero no tanta que lo inunde.
  7. Después de cocinar por completo los vegetales y los trozos de proteína y de que el líquido se haya calentado por completo, retira el wok del fuego y sirve el saltado inmediatamente en los platos o tazones. Sazónalos y ¡a comer!
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Advertencias

  • Debes tener mucho cuidado al curar el wok o usarlo para cocinar, ya que tanto el wok como el aceite alcanzan temperaturas muy altas y podrían quemarte u ocasionar un incendio.
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