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Dar consejos es una de las tareas más difíciles de llevar a cabo, ya que puedes estar bajo mucha presión, en especial, si casi siempre das malos consejos (involuntariamente). ¡Con estas sugerencias, serás un experto dando consejos en cuestión de segundos! Empieza por leer el paso 1 a continuación.
Pasos
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No juzgues a tu interlocutor. El primer paso, así como el más básico, para dar buenos consejos (o cualquier consejo, en realidad) es no juzgar a la otra persona. No es correcto pensar que una persona vale menos o que es mala por el simple hecho de que tomó una mala decisión. Todos jugamos con un mazo de cartas distinto y tanto las cartas que tienes en tus manos, así como lo que decidas hacer con ellas, no tiene nada que ver con lo que otras personas tienen.
- Mantén un rostro serio y recuerda lo que tu madre te enseñó: si no tienes nada bueno que decir, no digas nada en absoluto.
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Elimina tus sesgos. Desde luego, todos tenemos nuestras propias opiniones sobre lo que es correcto y lo que no lo es, o sobre lo que alguien debería hacer en determinada situación. Sin embargo, al momento de dar un consejo, la idea es darle a alguien las herramientas para que tome su propia decisión y no tomar la decisión por ellos. Trata de no vincular tus opiniones con la conversación y concentrarte únicamente en ayudar a la otra persona a sacar sus propias conclusiones.
- Por ejemplo, si tu amiga ha considerado realizarse un aborto pero tú consideras que eso no es correcto, no dediques todo el tiempo de la conversación a decirle lo malo que es. En lugar de hacer eso, preséntale los argumentos que conozcas, tanto a favor como en contra, en igual medida.
- Solo debes expresar tu opinión cuando alguien te pregunte qué harías tú en su lugar. Asegúrate de exponer todas las razones que justifiquen tu opinión, de modo que la otra persona pueda entender tu razonamiento.
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Sé honesto. De ser el caso, deja en claro que no eres un experto en el tema. La mayor parte del tiempo no tienes que serlo, ya que todo lo que la otra persona necesita realmente es alguien que lo escuche. Sin embargo, es importante que no des la impresión de que eres una autoridad en el tema cuando realmente no lo eres.
- Asimismo, no hay ningún problema si no dices "sé cómo te sientes". En su lugar, puedes decir algo como "está bien que te sientas triste por eso" o "entiendo cómo eso podría hacerme sentir ignorado".
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Expresa tu confianza en tu interlocutor. A veces, lo único que una persona necesita para tomar la decisión correcta es saber que alguien cree en él y piensa que puede hacer lo correcto. Sé esa persona en su vida, en especial, si nadie más puede serlo. Dile algo como "esa es una decisión realmente difícil, pero sé que quieres hacer lo correcto. Sé que harás lo correcto. Solo debes demostrar esa valentía que te caracteriza."
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Averigua cuándo es oportuno o inoportuno intervenir. Una intervención consiste en darle a alguien un consejo cuando no lo ha pedido y uno que probablemente no quiera oír. Por lo general, puedes hacer esto con el apoyo de varios amigos o familiares de la persona, aunque también puedes hacer solo. Desde luego, es importante saber cuándo debes o no intervenir y cuándo debes brindarle un consejo a alguien que no lo quiere. Por lo general, debes reservar esta acción solo para aquellos momentos en los que te preocupa que la otra persona sea un peligro para sí misma o para los demás.
- Si se trata únicamente de algo como mantener la relación con alguien que no apruebas debido a su personalidad o religión, entonces esa no es una buena razón. Sin embargo, si te preocupa que el novio de tu amiga esté abusando de ella físicamente porque evidencia moretones, entonces es un buen momento para intervenir.
- A veces, una mano firme es lo que se necesita para lograr que alguien tome la decisión correcta. Sin embargo, esto puede hacer que la otra persona se ponga a la defensiva. Esta es una situación delicada y podrías estar arriesgándote un poco.
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Simplemente escucha. Cuando alguien habla e intenta obtener un consejo de ti, simplemente empieza por escuchar. Muy a menudo, lo único que una persona necesita es alguien que escuche lo que tiene que decir. Esto le proporciona la oportunidad de resolver sus problemas por sí misma y llegar a aceptar una situación en su mente. No hables hasta que la otra persona haya terminado de hablar, a menos que parezca necesitar una respuesta directa.
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Todavía no es momento de expresar tu opinión. Si la otra persona te pide tu opinión a mitad de la historia, responde de manera evasiva y reúne toda la información. Esto es importante porque necesitas formarte una opinión completa e informada antes de que puedas dar un buen consejo. La otra persona podría manipular la historia e intentar obtener una respuesta de ti antes de que hayas recolectado todos los hechos con el fin de obtener la respuesta que desea oír.
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Haz muchas preguntas. Después de que tu interlocutor haya terminado de contar su historia, haz preguntas para obtener más información. Esto no solo te permitirá formar una opinión más completa e informada sino que también ayudará a la otra persona a pensar en cosas que no había considerado antes, tal como alternativas u otros puntos de vista. Puedes hacer preguntas como:
- "¿Por qué dijiste eso?"
- "¿Cuándo se lo dijiste?"
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¡Pregúntale si quiere un consejo! Preguntarle a la otra persona si desea recibir un consejo es un buen hábito. Algunas personas solo desean hablar y no desean que se les diga qué hacer. Si alguien te dice que desea un consejo, dáselo. Si no lo desea, entonces puedes decir algo como "bueno, si tienes problemas en el futuro, estaré aquí para ti y estaré feliz de poder ayudarte a superarlo".Anuncio
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Si te es posible, tómate tu tiempo para pensar sobre el problema. Si puedes tomarte un día o incluso algunas horas para meditar sobre el problema y sus posibles soluciones, tómate ese tiempo para pensar concienzudamente en las posibles soluciones o métodos para enfrentarlo. Incluso podrías pedirle un consejo a otra persona, en caso de que conozcas a alguien con más experiencia en el tema. Sin embargo, la mayoría de las veces, las personas necesitan ayuda inmediata, lo que no te permitirá pedir consejo a alguien más. Por este motivo, debs responder lo mejor que puedas y luego hacer un seguimiento.
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Habla con esa persona y ayúdala a superar los obstáculos. Identifiquen juntos las partes complicadas de la situación y por qué dichas partes podrían constituir un problema. Algo que la otra persona considera como una barrera insuperable podría ser, en realidad, fácil de superar desde una perspectiva ajena al problema.
- "Así que quieres mudarte pero te preocupa que sea algo imposible de hacer. ¿Qué es lo que te detiene? Debes encontrar un empleo primero, ¿no es así? Está bien. ¿Qué más? ¿No puedes dejar a tu padre solo aquí? De acuerdo".
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Ayuda a la otra persona a evaluar el problema desde el exterior. A veces, como muchas personas dicen, no es posible contemplar el bosque por culpa de los árboles. Por lo tanto, a muchos les resulta difícil ver la totalidad de su situación o incluso las posibles soluciones, ya que están demasiado concentrados en problemas menores. Ayuda a tu interlocutor a tomar un paso hacia atrás y ver el panorama general desde tu perspectiva de espectador.
- Por ejemplo, si a tu amiga le preocupa llevar a su novio a una fiesta porque él es mayor que ella y no quiere que la juzguen, podrías enfatizar el hecho de que quizás nadie en la fiesta la conozca de todos modos, así que no habría ningún problema.
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Muéstrale todas las opciones que tiene. Analicen todas las opciones que hayas podido imaginar. Luego, intenta pensar en otras opciones que la otra persona no haya considerado y dáselas también. En esta primera etapa, es importante que evites que se descarten opciones, de modo que se sopesen todas equitativamente y una a la luz de las otras.
- Cuando la otra persona desee descartar alguna opción, intenta buscar la verdadera razón. A veces, esto sucede debido a creencias erradas.
- Di algo como "así que quieres decirle a tu esposo que estás embarazada nuevamente, pero debes hacerlo con mucho cuidado, ya que la situación económica es complicada ahora. Puedes esperar a decirle hasta después de que encuentres un empleo o puedes decírselo ahora para que tenga más tiempo de considerar otras opciones. ¿Has considerado verificar para qué programa de bienestar calificas y luego hablar con él?".
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Brinda ayuda en la evaluación de estas opciones. Una vez que todas las cartas estén sobre la mesa, evalúen juntos todas las opciones y hagan una lluvia de ideas sobre los pros y los contras. De esta manera, ambos podrán ver un panorama general libre de sesgos sobre lo que se puede hacer para resolver el problema.
- "Decirle a tu novio que quieres casarte con él es una opción, pero conociéndolo como lo conozco, solo le harás sentir que lo estás juzgando. Otra opción sería salir en una cita doble conmigo y con James. James puede tener una charla de hombre a hombre con él y quizás intentar averiguar por qué él tiene tantas dudas".
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Brinda toda la información que puedas. Si tienes un consejo relacionado con alguna experiencia o incluso información sobre lo que se debería esperar, ofrécela luego de discutir todas las opciones. Esta información puede resultar útil para afianzar los sentimientos que la otra persona pueda tener con respecto a las opciones.
- Nuevamente, recuerda que, al dar un consejo, no debes mostrar sesgos ni censura en tu tono de voz o en tus palabras.
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Aprende cuándo debes ser duro y cuándo debes ser suave. La mayor parte del tiempo, las personas necesitan oír un discurso positivo pero motivacional. Sin embargo, otras veces, es necesario confrontarlas con la realidad. A veces, simplemente necesitan una patada en el trasero. Debes aprender a medir cuándo utilizar un enfoque o el otro, lo cual es complicado. No existe una fórmula única. Por lo general, cuando alguien se sigue lastimándose y no aprende la lección, es momento de intervenir.
- Sin embargo, si no tienes una buena relación con esa persona o si ella es incapaz de aceptar una crítica, decirle lo que necesita escuchar podría no ser beneficioso para su relación a corto plazo.
- Incluso si le das a alguien este útil empujón, es importante no ser expresamente malo.
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Enfatiza el hecho de que no tienes control sobre el futuro. A menudo, cuando alguien busca un consejo, deseará que se le ofrezca una garantía. Recuérdale que no se la puedes brindar, ya que no existe manera alguna de predecir el futuro. Sin embargo, debes demostrarle que estás ahí para él y que si las cosas no salen como se las esperaba, la vida continúa.Anuncio
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Brinda ayuda si la otra persona la desea. Si se trata de una situación en la que otra persona puede hacer algo, tal como en muchas situaciones interpersonales o problemas laborales abrumadores, ofrece tu ayuda. Es probable que la rechacen, pero es importante completar la tarea si te ofreces a hacerlo.
- Desde luego, si sabes que no serás de ayuda en absoluto, no ofrezcas tu ayuda. Sin embargo, puedes ofrecerte a buscar a alguien que sí pueda ser de ayuda.
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No dejes de apoyar a la otra persona. Mientras ella navega a través de la situación difícil a la que se enfrenta, continúa brindando tu apoyo lo más que te sea posible. Esto puede consistir en algo tan básico como ser su porrista personal o puede significar algo como cubrir su turno en el trabajo si necesita salir para manejar la situación. Saber que cuenta con tu apoyo puede marcar toda la diferencia.
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Busca material de apoyo para esa persona. Haz una pequeña investigación sobre el problema al que se enfrenta y envíale enlaces útiles. Incluso puedes comprarle un libro en caso de que encuentres uno que trate sobre su problema. Esta es una gran manera de darle a alguien las herramientas necesarias para resolver sus propios problemas.
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Hazle un seguimiento al problema. Si la otra persona no ofrece ningún tipo de información o actualización para que puedas hacer un seguimiento, debes preguntar sobre el tema (a menos que quede claro que no quiere hablar al respecto). Esto le permitirá notar tu preocupación y lo mucho que te has involucrado en la búsqueda de una solución a su problema.Anuncio
Consejos
- Es una buena idea conocer un poco del tema con el cual la otra persona necesita ayuda (por ejemplo, citas, amigos, escuela, etc.). Si no tienes mucha experiencia en esa área, hazle saber que no eres un experto .
- Verifica su progreso de vez en cuando. Pregúntale cómo está y si las cosas han mejorado.
- ¡Cuídate mucho de no herir sus sentimientos!
- No sugieras nada que podría dañar a la otra persona.
- Piensa antes de hablar. Si las cosas salen terriblemente mal, podrían culparte por ello.
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Advertencias
- Si parece que la otra persona se hará daño, debes buscar ayuda profesional de inmediato.
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