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Un error, equivocación, metedura de pata, desacierto o desliz. Llámalo como desees, pero si cometes un terrible error en el trabajo, tendrás que decírselo a tu jefe de inmediato. Un error en el trabajo no es algo que debas enterrar o pasar por alto, especialmente si afecta las operaciones diarias, la reputación o la línea inferior de tu empresa u organización. Ser abierto, honesto y franco respecto a la corrección de la situación dará lugar a mayores posibilidades de resolverla rápidamente. Además, tomar esta ruta podría incluso evitar que pierdas tu puesto.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Admitir el error

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  1. Tómate el tiempo de determinar las potenciales consecuencias de tu error. Esto no solo hará que estés más cerca de corregirlo, sino que también mostrará a tu jefe que realmente te preocupas por tu trabajo. [1]
    • Las cosas que debes considerar cuando veas las posibles consecuencias incluyen si el error pone a los demás en peligro físico, de modo que realmente sea una emergencia, u otra situación que se tenga que abordar inmediatamente a fin de evitar las posibles situaciones de crisis. Un ejemplo de una situación que necesita atención inmediata es dar a un paciente los medicamentos equivocados. Esto se debe a que la brecha para evitar un posible peligro de muerte es pequeña.
    • Otra posible forma de consecuencia debido a un error puede ser una publicidad adversa o una reacción negativa para la empresa en función del error. Eso podría pasar si un correo electrónico sobre un tema sensible se filtró a la base de datos completa en vez de solo a una persona. Debes saber que este tipo de error puede significar que muchas más personas tendrán que lidiar con el problema y que incluso habrá algún tipo de declaración formal corporativa sobre el error.
  2. Deja en claro que la situación necesita atención inmediata. Asegúrate de poner sobre aviso a tu jefe si hay algo que se tiene que hacer de inmediato para evitar mayores daños.
    • Atrae la atención de tu jefe diciendo algo como “Disculpe señor, tengo que hablar con usted sobre un asunto urgente, ¿podemos hablar en privado?”.
    • Mantén la calma y asegúrate de que tu jefe comprenda la necesidad de una conversación inmediata. Ese no será el momento de molestarse dado que tu primer objetivo será algo que se tiene que solucionar más pronto que tarde. Asimismo, decírselo a tu jefe con la suficiente anticipación a fin de que lo sepa primero por ti te ayudará a recuperar la confianza en el futuro. [2]
  3. Ahora que tienes la atención de tu jefe, él tendrá que saber más al respecto. Explica qué pasó o quién podría salir perjudicado por el error y las medidas que se tienen que realizar en el momento si hay algo que lo puede corregir de inmediato. Ese no será el momento de culpar o de dar excusas; por el contrario, deberás enfocarte primero en solucionar la situación.
    • Cuando vayas directo al grano, admite que cometiste un error. Di algo como “Cometí un error, envié por correo electrónico de manera accidental toda la lista de clientes”.
  4. Abstente de culpar. Podría ser tentador incluir a otra persona cuya supervisión contribuyó al problema, pero no lo hagas. Culpar a otras personas para evitar toda la culpa no te hará ganar ningún favor con tus superiores.
    • En primer lugar, la forma más efectiva de asumir la responsabilidad es admitir el error y luego disculparse. Sé sincero sin poner excusas. Sé humilde y ve al grano. Puedes decir algo como “Sé que usted contaba conmigo, pero lamento bastante decepcionarlo. Haré lo que sea necesario para corregir la situación”.
    • Ponerte a la defensiva al tratar de culpar a otra persona más casi siempre terminará con una reacción adversa de parte de tu jefe y también probablemente de la persona a la que culpaste. No surgirá nada positivo de este tipo de comportamiento.
    • Algunas veces, una reacción automática es tratar de cubrir una situación; sin embargo, una vez más, ser honesto e ir al grano será una decisión mucho más positiva. No querrás agregar mentiras a la lista de errores. Si fue un error honesto, mantente firme en que la honestidad es la mejor manera de seguir adelante. [3]
  5. Podrías manejar la situación con el mayor profesionalismo posible, pero aun así podría haber un resultado negativo. Dependiendo de la escala de tu error, podrías recibir una advertencia, ser puesto en un periodo de prueba o incluso despedido. [4]
    • Independientemente de las consecuencias, manejarlas con una actitud profesional solo te ayudará en el largo plazo. Incluso si te despiden, no deberás hacer que la situación empeore al reaccionar de manera negativa o incluso violenta.
    • Ten en cuenta que cualquier reacción negativa solo empeorará la situación. Ser despedido de un trabajo puede dañar tus futuras posibilidades de empleo si actúas de una manera que implica la participación de policías o abogados.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Corregir el error

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  1. Es tu error y tu responsabilidad. Por lo tanto, también deberás estar totalmente involucrado en la solución del problema. Si bien tomar la delantera en la solución de las cosas podría ser el mejor de los escenarios, ten en cuenta que tu jefe podría no permitirte hacerlo. Sé flexible y afable si tu jefe quiere que trabajes con otras personas o si es escéptico respecto a que lo manejes solo.
    • Mantén una actitud positiva incluso si hay opiniones negativas de los que te rodean. Hubo un error que cometiste y tus compañeros de trabajo podrían comentar al respecto; no obstante, tu concentración debe estar en hacer bien las cosas, no en el drama que surgirá en la oficina.
  2. Pídele indicaciones a tu jefe y hazlo como te diga. Este será el momento de demostrar que puedes asumir una mala situación y mejorarla; no obstante, es posible que no sea el momento más adecuado para tratar de improvisar. [5]
    • Asumir las críticas podría ser parte de este proceso. Mantente abierto a las sugerencias y muestra a tu equipo que realmente lamentas lo que pasó. Trabaja no solo para solucionar el problema actual, sino también para asegurarte de que eso no pase de nuevo.
  3. Con el fin de recuperar la confianza de tu jefe y de rectificar el problema, deberás esforzarte por ir más allá de lo que se requiere. Sé franco con cualquier oferta que hagas. Recuerda que te tomará tiempo y esfuerzo corregir el problema, dependiendo de cuán grande fue el error que cometiste. Dado que tú fuiste la razón de que eso sucediera, tendrá sentido que debas dedicar recursos adicionales para ver resuelto el problema. [6]
    • Tómate el tiempo de agradecer a toda persona afectada por el error y que ahora sea parte de la solución. Esas personas tendrán que hacer un trabajo extra para corregir un error que cometiste. Asegúrate de demostrar que respetas y aprecias sus esfuerzos.
  4. Este es un paso positivo para cualquier persona que tiene un jefe que en ese momento está bajo amenaza debido al error. Será una pequeña forma de mostrar que estás dispuesto a asumir la responsabilidad y a hacer esas llamadas telefónicas difíciles. [7]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Reducir al mínimo los futuros errores

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  1. Utiliza tus errores del pasado como momentos de enseñanza para el futuro. Muestra a tu jefe tu capacidad de mejorar al documentar el error y todas las cosas que aprendiste como resultado. Esto es útil para ti en términos de evitar que sucedan errores similares y también te ayudará a demostrar tu progreso cuando vayas a evaluación en el trabajo. [8]
    • Muchas veces, un error allana el camino a la innovación. Comparte una idea con tu jefe sobre una forma en que buscas cambiar tu enfoque, de modo que esos tipos de errores no sucedan de nuevo. Todo cambio importante normalmente requerirá la aceptación de tu jefe. No obstante, los nuevos enfoques mediante lluvia de ideas al menos mostrarán iniciativa.
  2. Ten cuidado especial al manejar tus tareas. De este modo, tendrás tiempo para enfocarte en completarlas de una en una para que así no te arriesgues a cometer errores innecesarios.
    • Toma ese error como una oportunidad para mirar otras cosas que puedas tener que cambiar sobre tus hábitos de trabajo. Es posible que tengas que limpiar tu escritorio a fin de evitar perder documentos importantes o encontrar una mejor manera de manejar los correos electrónicos para así evitar usar la lista equivocada de correos electrónicos. [9]
  3. Obtener una aclaración te puede ahorrar tiempo en el largo plazo ya que no tendrás que volver a hacer las cosas más adelante. No sientas como que molestas a alguien al pedir ayuda. Si eres educado y considerado en tus peticiones, es probable que los demás disfruten de ofrecerte una ayuda. Presta atención y aprende de los que te rodean.
    • Pide instrucciones específicas y prácticas de modo que puedas determinar lo que antes obviabas y así seguir adelante. A menudo este es un paso que habías olvidado en el proceso o algo pequeño que hace una gran diferencia.
    • Muestra tu agradecimiento por la ayuda y asegúrate de implementar las estrategias que aprendiste. De hecho, poner tus nuevas habilidades en práctica mostrará que tienes gratitud y eso hará que sea más probable que los demás te ayuden si necesitas preguntar de nuevo.
  4. Si sientes como que no tuviste suficiente tiempo en el día durante el trabajo, imagina cuán peor podría ser si tienes que corregir otro gran problema. Empieza a hacer una lista de cosas pendientes a fin de manejar mejor tu tiempo de modo que no estés apurado con las tareas ni ignores los pasos importantes.
  5. Culparte tú mismo en realidad puede hacer que el problema empeore. Todos cometen errores, incluso tu jefe en algún momento. Practica el perdón a ti mismo y asegúrate de que aprendiste del problema para que así no pase de nuevo. [10]
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