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Si tienes dificultades para defenderte de tu hermana cruel, podrás aprender maneras de hacerlo estableciendo límites claros y específicos. Primero evalúa la situación que haya entre ustedes y reflexiona sobre todo acontecimiento que pueda estar ocurriendo en sus vidas y que podría estar agravando la situación. Luego podrás preguntarle qué es lo que ocurre y defenderte mediante el uso de técnicas de confrontación si los problemas persisten. Por último, aprende a mejorar la situación en el futuro haciendo que la relación con tu hermana mejore, obteniendo el apoyo de tus amigos y familiares, y modificando tus pensamientos en relación con ella.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Evaluar la situación

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  1. Por lo general, si sientes que alguien te molesta, podría haber 2 posibilidades. Podrías tener problemas para defenderte y expresar lo que necesitas, o podrías sentir que tus necesidades son más importantes que las de tu hermana. Puedes mejorar cualquiera de estas situaciones si aprendes a comprender a tu hermana y a ti mismo con más eficacia. [1]
    • Si tienes dificultades para expresarte, deberás identificar lo que necesites de tu hermana o el motivo por el que sientas que te ataca, y luego tendrás que expresarlo con palabras. Puedes escribir tus experiencias y sentimientos en un diario, así entenderás mejor lo que ocurre. Por ejemplo, podrías escribir algo como “Me duele que ignore lo que digo. Me hace sentir tonto y luego me enfurece”.
  2. Reflexiona sobre lo que ella haga y que te provoque estrés o incomodidad. Este podría ser un signo de que te molesta de forma injusta, en especial si te provoca incomodidad. Divide las cosas que salgan mal en su relación e identifica las acciones que puedas pedirle que deje de hacer o las palabras que pueda dejar de decir.
    • Por ejemplo, podrías sentirte incómodo si entra a tu habitación y empieza a buscar algo sin pedirte permiso. Tal vez te mencione el motivo por el que haya entrado así y se comporte como si estuviera bien que entre a tu habitación. No dejes que su motivo o su actitud te distraigan. Piensa solo en lo que haya hecho mal en esta situación; este será tu límite. En este ejemplo, ella tendrá que tocar la puerta antes de entrar.
    • Haz que tu límite sea más específico. Si no deseas que entre sin tocar la puerta, ¿cómo debería tocar? ¿Puede entrar si no estás en tu habitación? Escoge límites razonables y más específicos. Por ejemplo, podrías decir algo como “No puedes entrar a mi habitación sin tocar la puerta. Si no estoy aquí, tendrás que enviarme un mensaje para pedírmelo antes de entrar a ella”.
  3. Con frecuencia, podrás determinar el motivo de una parte o la gran mayoría de los problemas que tengas con tu hermana si prestas atención y comprendes los demás acontecimientos de su vida. Presta mucha atención a lo que diga y también a su lenguaje corporal cuando estén discutiendo o conversando en general. Determina si luce estresada por otro acontecimiento de su vida. Piensa en su vida desde una perspectiva general y en el motivo por el que estos acontecimientos la estresan. Si puedes identificar los motivos por los que esté molesta, podrías evitar los problemas que ocurran entre ustedes. [2]
    • ¿Hay alguna situación determinada que provoque las peleas entre ustedes? Si puedes identificar los lugares o las horas en los que parecen discutir, por lo general podrás encontrar maneras de evitar estas peleas o problemas.
    • Por ejemplo, si notas que se molesta contigo cuando se alista para la escuela, podrás evitarla durante esta hora de la mañana.
  4. Ten en cuenta si hay otros factores de tu parte que estén agravando la situación con tu hermana. Por ejemplo, ¿tienes problemas en la escuela? ¿Tienes dificultades con tus padres? Si notas que tienes muchos problemas con tu hermana luego de salir con tus amigos, reflexiona sobre la manera en la que ellos influyan en ti.
    • Cuando conozcas estos aspectos de tu persona, podrás idear maneras de evitar los mismos problemas con ella luego de salir con tus amigos. Por ejemplo, podrías decirle algo agradable a tu hermana cuando la veas luego de pasar tiempo con tus amigos, así iniciarás una conversación de una buena forma. También podrías evitar determinados temas de conversación con ella. Por ejemplo, si te pregunta que has hecho hoy, puedes decir algo pequeño y cambiar de tema.
  5. Conversa con tu hermana antes de que tengan otro problema. Es probable que esté más dispuesta a escucharte. Si no puedes hacerlo, también puedes preguntarle por qué pelean justo cuando estén a punto de tener una pelea o un problema. El primer paso para defenderte es pedirle que conversen sobre el tema. Conversen cuando tengan tiempo libre suficiente como para hablar sobre lo que ocurra en su relación, y háganlo en un lugar en el que puedan conversar sin que los interrumpan.
    • Si tienen problemas, deja de pelear y di algo como “Detente. No quiero pelear. He notado que últimamente hemos tenido problemas y quiero hablar de ello”.
    • Si vas a iniciar la conversación con ella, dile con sinceridad algo como “Quiero saber qué crees que ocurre entre nosotros”.
    • Explícale que deseas ayudar para que las cosas mejoren. Debes preguntarle algo como “¿Qué puedo hacer para que las cosas mejoren?”.
  6. Algunas de las cosas que diga podrían enfurecerte, por lo que deberás anticiparlo. Deberás mantener la calma, evitar interrumpirla y escucharla antes de defenderte. Si puedes prestar atención a lo que diga, podrás explicar tu versión y entenderla con más eficacia.
    • Asiente cuando te diga algo.
    • Haz contacto visual con ella y mantenlo mientras hable.
    • Hazle preguntas que aclaren tus dudas. Puedes preguntarle algo como “¿Lo que dices es que quieres que te deje sola cuando salgas con tus amigos salvo que me pidas que salga con ustedes?”.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Defenderte

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  1. Podrías tener que defenderte de diferentes maneras, lo que dependerá de tu hermana y tu relación con ella. Si tu hermana se lleva bien con personas que sean directas, deberás emplear afirmaciones simples para aclarar qué problema tiene contigo. [3] Esto significa que tendrás que decirle o preguntarle algo de forma directa.
    • Empieza con lo bueno. Por ejemplo, di algo como “Aprecio que me dejes usar tu computadora”.
    • Sé sincero y directo cuando menciones tus problemas. Puedes decir algo como “Creo que tenemos algunos problemas que debemos solucionar”.
    • Dile algo que necesites de su parte. Por ejemplo, puedes decir algo como “Me gustaría que toques la puerta antes de entrar a mi habitación”.
    • Puedes explicarle lo que sientes. Por ejemplo, dile “Siento que no puedo confiar en ti cuando entras a mi habitación sin pedir permiso”.
  2. Esto es muy eficaz si a tu hermana le importa que la escuchen o es una persona emotiva. Cuando converses con ella, menciona lo que creas que podría sentir cuando le expliques el problema que tengan. Hazlo para que note que también estás pensando en sus sentimientos.
    • Si vas a empezar con lo positivo, puedes decir algo como “Sé que no es tu obligación prestarme tu computadora y me alegra que me dejes usarla cuando la necesito”.
    • También puedes emplear la empatía cuando hables sobre lo que necesitas. Por ejemplo, puedes decir algo como “Puedo entender el motivo por el que piensas que no necesitas tocar la puerta para entrar a mi habitación, ya que solíamos compartir una. Sin embargo, ahora necesito mi propio espacio. Por favor, siempre toca la puerta antes de entrar a mi habitación”.
  3. Esta manera de hablar con tu hermana podría ser más adecuada si necesitas ser amable con ella algunos días y tratarla con firmeza en otras ocasiones. No obstante, si no te escucha y sigue haciendo lo que le hayas pedido que deje de hacer, quizás tengas que emplear una afirmación más intensa en los pasos brindados a continuación. Esto no quiere decir que debas volverte agresivo con ella. Ser más firme tan solo muestra lo serio que eres con tus límites.
    • Empieza de forma amable y di algo como “Me alegra que vengas a mi habitación, pero primero debes tocar la puerta”. Esta es una petición amable pero firme.
    • Si no te escucha, sé más firme y di algo como “Amanda, no entres a mi habitación sin tocar la puerta”. Mantén una voz seria, pero no seas cruel ni grites. Los gritos no te ayudarán a comunicarte con ella.
    • Si sigue ocurriendo, dile que se detenga de una forma más seria. Di algo como “Amanda, te he pedido dos veces que toques antes de entrar a mi habitación. No entres hasta que te diga que puedes hacerlo”. Emplea un tono serio y firme, pero no te dejes llevar por las emociones ni grites. Esto daría la impresión de que has perdido el control.
    • Ten en cuenta que, si no está de acuerdo, no hay nada que puedas hacer al respecto. Todo lo que podrás hacer será defender tu postura.
  4. Por ejemplo, si notas que se está comiendo tu comida a pesar de haber dicho que no lo haría, podrás emplear afirmaciones en primera persona para decirle lo que sientes. Las frases en primera persona tienen 4 partes y en ellas harás lo siguiente:
    • Describe de forma específica las acciones de tu hermana y los hechos de la situación. Di algo como “Amanda, te estás comiendo lo que guardé para el almuerzo de hoy”. No emplees las acusaciones cuando converses con ella. No digas algo como “Te robaste mi comida” o “No te importo”. No sabes leer la mente y no debes suponer por accidente algo que sea incorrecto.
    • Dile a tu hermana en qué forma te afecta su comportamiento. Por ejemplo, puedes decir algo como “Guardé esta comida y quería comerla hoy, pero ahora debo buscar algo de comer y no tengo mucho tiempo ni buenas opciones”.
    • Dile cómo te hace sentir. Di algo como “Cuando te comes mi comida, esto me hace sentir que no te importo”.
    • Brinda una solución para el problema o explica la situación con más detalle. Por ejemplo, puedes decirle “La próxima vez pregúntame si puedes comer mi comida. Si no estoy en casa, envíame un mensaje. A veces, tengo comida adicional que podría compartir contigo con gusto”.
  5. No le grites ni seas cruel con ella. Si quieres que tu hermana te respete, tendrás que aprender a comunicarte con ella sin ser cruel ni gritar. Si no puedes controlar tus emociones, ella podría considerarlo como una debilidad e iniciar una discusión contigo para desviarte de la conversación.
    • Si practicas lo que dirás en un juego de rol con un amigo o frente al espejo antes de hablar con ella, esto será de utilidad para guardar la calma cuando tengan la conversación. Usa un tono de voz que sea objetivo y natural.
  6. Pídele a un amigo o familiar que finja ser tu hermana para practicar lo que deseas decirle. Busca a alguien que conozca a tu hermana y pídele que se comporte contigo tal como ella lo haga. Puedes practicar mencionándole tus límites o manteniéndote firme.
    • Anota lo que desees decirle a tu hermana y practica diciéndolo en tu juego de rol. Haz que tu amigo responda de la forma que crea que tu hermana lo haría, así podrás practicar la manera de defenderte de ella.
    • Asimismo, puedes practicar la forma en la que la escucharás. Haz que tu amigo interprete a tu hermana explicando su problema, así podrás practicar escuchando de forma activa. Nuevamente, anota las preguntas que desees hacerle sobre sus problemas e idea otras preguntas con las que puedas proseguir. Demuestra que estás escuchando en el juego de rol al asentir y hacer un contacto visual adecuado.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Seguir adelante

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  1. Lo que ocurra luego de defenderte no será tan importante como el haberlo hecho. Es difícil defenderse uno mismo y deberás sentirte orgulloso por haberlo hecho. Esta es una buena práctica que deberás emplear muchas veces antes de que las cosas empiecen a cambiar, ya que defenderte no solucionará todo de una sola vez. [4]
    • Durante la confrontación, repítete que estás haciendo lo correcto. Nuevamente, luego de conversar, recuerda que ha sido una buena idea hablar con tu hermana y establecer tus límites sin importar la forma en la que ella lo afronte.
  2. No te pongas triste si algunas cosas han salido mal en la conversación o si tu hermana parece no haberte escuchado. Reflexiona sobre lo que te alegre haber dicho o hecho. Planea decir las cosas de una manera diferente y escuchar mejor o responderle mejor teniendo en cuenta lo que hayan conversado.
  3. Las personas hablan consigo mismas en su mente y, a veces, estas palabras se vuelven negativas y reiteradas. En lo que respecta a tu hermana, cerciórate de no ahondar solo en lo malo de su relación. [5] Es bueno pensar en las maneras en las que nos tratan mal y defendernos, pero no debemos ahondar en ello, ya que esto podría agravar las cosas. Si aprendes la forma de convertir estas palabras negativas en positivas, esto también puede ser de utilidad para disminuir el estrés que sientas en otras áreas de tu vida.
    • Por ejemplo, si notas que te repites palabras negativas como “Nunca me agradará”, esto podría hacer que te enojes más con ella. El enojo o el resentimiento harán que ambos tengan más dificultades para tener una buena relación. Busca maneras de lograr que tus pensamientos se vuelvan más positivos. No tienes que mentir, pero puedes decir algo como “A veces siento que mi hermana no me agrada mucho, pero en ocasiones me defiende ante nuestros padres y puedo ver que se preocupa por mí”.
    • Vuelve a concentrarte en lo positivo. Luego de una mala conversación, puedes repetirte algo como “No perderé los papeles sin importar lo que haya ocurrido”.
  4. Si tienes una relación difícil con tu hermana, es probable que ella sienta que no te agrada, y esto será perjudicial para su relación. Busca maneras de entablar vínculos con ella. Reflexiona sobre lo que tengan en común o algo divertido que podrían hacer juntos. Por ejemplo, si ambos adoran ver películas, pregúntale si un día podrían ir juntos al cine, solo los dos.
    • Pregúntale a tu hermana cómo le va. Si tienes un tiempo libre, pregúntale de forma sincera cómo se siente. Puedes decir algo como “Oye, ¿cómo te ha ido?” o “¿Qué tal te va hermana?”. A la mayoría de las personas les agrada que alguien en verdad quiera saber cómo les ha ido.
    • Muestra aprecio por lo que tu hermana haga y diga. Esto podría ser difícil al principio, pero se volverá más fácil luego de haberlo hecho un par de veces. Esfuérzate por demostrarle a tu hermana que te agrada siempre que salgas o converses con ella. Por ejemplo, ríete de sus bromas, hazle preguntas y menciónale lo que te guste de ella. Si siente que la respetas, podría empezar a respetarte.
    • Por ejemplo, si ves que ayuda a un amigo, podrías hacerle un cumplido diciéndole “Oye, eres una muy buena amiga”.
    • Si hace algo por ti, dile que lo aprecias. Por ejemplo, puedes decir algo como “Oye, gracias por defenderme cuando nuestros padres me acusaron de llevarme las llaves”.
  5. [6] Consigue apoyo externo para que te ayuden en tu relación con tu hermana. Si conversas con otras personas, esto puede ser de utilidad para comprender mejor la situación. Estas personas (en especial tus padres) pueden saber algo sobre la situación que te ayudará a identificar la forma de lidiar mejor con tu hermana. En el caso de tus amigos, quizás tengan relaciones similares con sus hermanos y puedan hablarte de ello, lo cual será de utilidad. En general, si hablas sobre lo que ocurre entre tu hermana y tú, esta será una manera saludable de mejorar tu relación con ella.
    • No menciones solo lo negativo de tu hermana. Estas conversaciones no deben reforzar los sentimientos negativos sobre ella. Si no se te ocurren aspectos positivos sobre su persona, céntrate en mencionar lo que puedas hacer para ser un hermano o una hermana mejor.
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