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Reír cada vez que alguien deja de hablar suele ser una señal de ansiedad , pero hay muchas otras razones por las que podrías hacerlo con mucha frecuencia. Quizás lo hagas porque sientes nervios, para romper la tensión, por soñar despierto o por tener dificultades para enfocarte. Para dejar de reír cada vez que alguien habla, determina la causa de la risa. Para ello, lleva un registro de cómo te sientes cuando lo haces. Luego, recurre a los pellizcos, la respiración enfocada y las distracciones físicas para detener la risa causada por la ansiedad. Si tienes problemas para participar en las conversaciones, practica técnicas de escucha consciente al imitar el comportamiento de tu interlocutor y hacer preguntas de seguimiento.

Método 1
Método 1 de 3:

Diagnosticar la fuente de la risa

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  1. Las personas se ríen después de que otros hablan por distintos motivos, y determinar por qué lo haces hará que te resulte más fácil detener el comportamiento. Cada vez que observes que ríes mucho, pregúntate cómo te sientes en ese momento. Si tienes nervios o temor, la risa probablemente sea un mecanismo de defensa subconsciente contra los sentimientos de ansiedad o nerviosismo. [1]
    • La mejor forma de evitar la risa causada por la ansiedad es desarrollar técnicas de afrontamiento para que las interacciones sociales te resulten más cómodas. Existen muchas medidas preventivas y trucos físicos que puedes probar para calmar tu cuerpo.
  2. Muchas personas se ríen cuando sueñan despiertas, no saben qué decir o sienten que algo es inapropiadamente gracioso . Cuando te encuentres riendo frecuentemente en una conversación, tómate un momento para hacer una introspección. Si te sientes cómodo, relajado y no tienes problemas con la conversación en sí, es probable que lo hagas para llenar vacíos en la charla o porque la interacción realmente no te interesa tanto. [2]
    • Si te ríes porque imaginas algo gracioso cuando las personas hablan, no sabes qué decir o sueñas despierto, trabaja en tus habilidades para escuchar y enfócate en la conversación para no reírte.
  3. Es mucho más difícil sentirse cómodo, enfocarse en escuchar y controlar los impulsos en grandes multitudes o contextos sociales. Para tener una mejor idea de por qué te ríes con tanta frecuencia, limítate a las conversaciones privadas e íntimas siempre que puedas. A medida que identifiques los factores desencadenantes y determines cuál es el problema, podrás trabajar para controlar la risa en reuniones sociales más numerosas. [3]
    • Enfocarse en escuchar cuando hay muchas distracciones puede ser difícil. Limitarte a las conversaciones uno a uno te ayudará a limitar el ruido de fondo para enfocarte en la interacción.

    Consejo: esto es muy importante si tu risa es producto de la ansiedad o el temor. Las multitudes grandes y las charlas públicas suelen exacerbar los sentimientos negativos en lo que respecta a los nervios.

  4. Si realmente no puedes evitar reírte y no logras determinar los motivos, consulta con un médico. Quizás tengas algo llamado trastorno de labilidad emocional, que se puede tratar con medicamentos y terapia. Los síntomas incluyen llanto excesivo, irritabilidad, cambios de humor y falta de moderación. [4]
    • Ver a un psiquiatra y realizar psicoterapia puede ayudarte a lidiar con los síntomas de este trastorno.
    • En casos extremos, los médicos pueden recetar antidepresivos para calmar tus respuestas emocionales y controlar los síntomas del trastorno.
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Método 2
Método 2 de 3:

Detener la risa causada por nervios o ansiedad

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  1. Si sientes que estás por reírte de manera inapropiada, enfócate en tu respiración. Cierra los labios e inhala lento durante dos o tres segundos por la nariz. Luego, exhala lento por los labios mientras los frunces. Continúa el ejercicio hasta inhalar por cinco segundos y exhalar por cinco segundos. Controlar la respiración hará que te resulte más difícil reírte, al mismo tiempo que le proporcionarás al cuerpo otra cosa en qué enfocarse. [5]
    • Si no quieres que las personas observen que haces esto, agáchate y actúa como si te ataras el calzado o gira como si estuvieses respondiendo un mensaje de texto.

    Consejo: esta es la forma más eficiente de prevenir la risa causada por la ansiedad. A medida que ralentices la respiración, la frecuencia cardíaca disminuirá naturalmente y te resultará más fácil calmarte. Fruncir activamente los labios también hará que te resulte más difícil hacer la expresión facial necesaria para reír.

  2. En una parte discreta del brazo o la pierna, pellízcate la piel justo antes de sentir que te reirás. Pellízcate lo suficientemente fuerte para sentirlo, pero no tan fuerte como para sentir dolor extremo. La sensación física redireccionará tu impulso de reírte, y te resultará más fácil quedarte callado. [6]
    • Pellizcarte es una forma ideal de no reírte ante comentarios serios o inapropiados que no ameriten reírse.
    • En vez de pellizcarte, puedes morderte el labio o enroscar los dedos de los pies antes de inclinarte hacia adelante sobre ellos.
  3. Si crees que podrías reírte en la próxima conversación, mete el pulgar en la palma de la mano. Luego, envuelve los otros cuatro dedos alrededor del pulgar para formar un puño. Aprieta firmemente para distraer tu cuerpo y dejar de reírte por lo ocurrido. [7]
    • Puedes hacerlo con cualquiera de las dos manos, dado que no hará una diferencia. También puedes hacerlo con ambas, si lo prefieres.
    • Este es un truco utilizado para detener el impulso sofocante si sientes que podrías vomitar. Activar los músculos del brazo tensa el pecho al mismo tiempo, lo que hace que al cuerpo le resulte más difícil contraerse mientras te ríes o atragantas. Esto hace que sea una técnica ideal para prevenir la risa por ansiedad.
  4. Si te ríes frecuentemente durante una interacción, tómate algunos segundos para mirar a lo lejos detrás de tu interlocutor. Busca un árbol, un pájaro o una edificación para inspeccionar y obsérvalo durante 10 o 15 segundos. Enfócate en el objetivo que mires, en vez de mirar a tu interlocutor, hasta que sientas que te relajas y distraes. Luego, vuelve a entrar en la conversación después de restaurar tu enfoque y estado de ánimo. [8]
    • Esta es una gran técnica para los contextos sociales donde otras personas te hablen. No te ayudará mucho durante las conversaciones privadas, dado que tendrás que responder en algún punto y tendrás que mantenerte concentrado.
  5. Cuando te encuentres en un contexto social incómodo, juega con un bolígrafo, una moneda o un trozo de papel para calmarte de forma natural. Gira el objeto en los dedos y frótalo repetidamente para mantener los sentidos activados. Esto le dará al cuerpo una acción simple para enfocarse mientras escuchas de manera activa a otra persona, lo que hará que te resulte más difícil reír a carcajadas cada vez que alguien deje de hablar. [9]
    • Esta no necesariamente es la mejor opción si te encuentras en un contexto profesional donde no se supone que debas jugar con objetos.
    • También puedes dar golpecitos con los dedos sobre algo si no tienes un objeto aleatorio en tu bolsillo.
  6. Otra forma de dejar de reírte luego de cada comentario es distraer tu mente con algo aburrido. Puedes hacerlo al contar ovejas , pensar en los quehaceres domésticos o recitar una canción aleatoria en tu mente. Cualquier tema servirá, siempre y cuando no haga que te rías. [10]
    • Esta es una gran opción si te encuentras en una situación en que solo se supone que debes escuchar, como al mirar una película o asistir a una conferencia.
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Método 3
Método 3 de 3:

Mantener el interés para evitar la risa

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  1. Algunas personas se ríen de forma pasiva o se ríen entre dientes como forma de comunicación no verbal para indicar su interés o participación en la conversación. Si piensas que es tu caso, comienza a incorporar distintos sonidos o un simple "está bien" después de que las personas hablen para reemplazar la risa. Un básico "mmm" es una alternativa sencilla que no requiere hablar y permite mostrarles tu interés a las personas. [11]
    • Muchas personas muestran esta risa para demostrar interés porque se sienten nerviosas a nivel subconsciente por ser excluidas de una conversación. Esto suele ser una combinación de ansiedad y habilidades deficientes de escucha. Incorpora trucos de ambos métodos si tienes un problema con ambos tipos de risas.
    • Si buscas una opción no verbal, asiente conscientemente un poco después de que alguien termine de hablar.
  2. Otra forma de mantener tu participación y evitar reírte cuando las personas hablan es memorizar lo que dicen. Cuando alguien comience a hablar, repite cada palabra que diga en tu mente. Imagina cada palabra individual y finge que quieres memorizarla para convertirlo en un juego. Cuanto más te enfoques en las palabras, más participarás sin la necesidad subconsciente de reírte. [12]
    • Este es un truco ideal si sueles soñar despierto al hablar con los demás. También puede ayudarte a no reírte ante comentarios inofensivos o inapropiados.
  3. Otra forma de mantener tu interés y evitar la risa es imitar el comportamiento del otro. Copia sutilmente el tono de la otra persona cuando respondas y enfócate en sus expresiones faciales para que te resulte más fácil imitarlas. Si sonríe, sonríe. Si frunce el ceño, haz lo mismo. Imitar el comportamiento de tu interlocutor hará que te resulte más fácil evaluar cuándo es apropiado reírte. [13]

    Advertencia: para algunas personas, imitar el tono y la expresión del interlocutor empeorará las cosas si son propensas a reírse de cosas tontas. Si esto te resulta muy difícil o no crees que te ayudará a dejar de reírte, deja de imitar el comportamiento de tu interlocutor.

  4. No podrás reírte luego de cada comentario si tienes algo para decir. Cuando alguien hable, piensa en una pregunta de seguimiento o un comentario interesante que quieras compartir. Formula el comentario o la pregunta en tu mente, y espera hasta que la persona deje de hablar antes de compartirlo. De esta forma, te asegurarás de mantener tu interés y no tendrás tiempo para reírte después de que alguien deje de hablar. [14]
    • Por ejemplo, si alguien te habla de su perro enfermo y dice "El veterinario cree que Toby estará bien, pero no estoy seguro", pregunta "¿De qué no estás seguro?" o "Bien, espero que Toby mejore. Es un buen perro". De esta forma, participarás en vez de observar la conversación.
  5. Si realmente sientes que tienes muchas ganas de reírte y tienes dificultades para concentrarte, márchate. Di que necesitas revisar tu teléfono o escribir algo y márchate durante tres o cinco minutos. Deja salir la risa y controla tu respiración para reiniciar el cuerpo antes de volver a la conversación. [15]
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Consejos

  • Dejar de reírte de la noche a la mañana será muy difícil. Sé constante y no te desanimes para romper el hábito con el paso del tiempo.
  • No intentes dejar de reírte si todos los demás se ríen. En cambio, aprovecha la oportunidad para quitar la risa del camino.
  • Descansa al menos ocho horas por noche. Las personas suelen reírse con más frecuencia cuando están cansadas. Además, te resultará difícil controlarte si estás exhausto.
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