¿Te has dado cuenta de que tomas los chistes de los compañeros de trabajo, amigos o compañeros de la escuela con demasiada seriedad? Después de un tiempo, esta incapacidad para tomarte las cosas con calma puede ejercer presión sobre tus relaciones, especialmente si la gente siente que estás tratando de actuar como si fueras superior o como un aguafiestas. Con frecuencia, si tomas los chistes con seriedad, significa que eres una persona seria o muy sensible al humor de los demás. Esto podría ser porque sientes que no tienes el mismo sentido del humor que los demás y eres sensible a sus chistes o porque no estás seguro de cómo responder a los chistes en general. [1] X Fuente de investigación Aceptar el humor y los chistes puede ayudarte a relajarte, quitarte el estrés y tomarte las cosas con calma. Siempre y cuando los chistes de una persona no te parezcan ofensivos, existen algunas formas para dejar de tomar con seriedad los chistes ligeros y reírte también.
Pasos
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Entiende cuál es el origen de tu sensibilidad a los chistes. Con frecuencia, tu reacción ante un chiste se basa en los pensamientos que relacionas con el mismo. Es posible que interpretes la intención del chiste de una forma más seria de la que realmente era o que no entiendas el chiste correctamente. Al procesar el chiste, es posible que quieras tener en cuenta por qué reaccionas de forma tan seria al chiste y por qué eres sensible al mismo. Esto te ayudará a tener más conciencia del origen de tu sensibilidad a ciertos chistes y podrás abordar el problema de frente. [2] X Fuente de investigación
- Ten en cuenta si tu interpretación del chiste es realista y precisa. ¿Para entender el chiste te basas en suposiciones o en experiencias de primera mano? ¿Tu sensibilidad se basa en experiencias previas o en un falso sentido de la intención de la persona que contó el chiste?
- Es posible que también tengas en cuenta si existen pruebas que demuestren que no deberías tomar con seriedad el chiste y puedas procesar tu sensibilidad de una forma que no sea con ira o negatividad. Tomar estas preguntas en consideración puede ayudarte a darte cuenta de que tu sensibilidad al chiste puede no tener justificación, sino basarse en otros sentimientos o emociones que no tienen nada que ver con el chiste.
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Ten en cuenta si estás luchando con otras emociones como el estrés y la ansiedad. A veces, las otras emociones pueden tomar el control y puede ser difícil reír o sonreír ante los chistes de una persona. Es posible que sientas estrés y ansiedad debido a una fecha límite, a un compromiso o un retraso reciente y no estés de humor para escuchar una historia graciosa o un comentario ingenioso. Es posible que tomes con seriedad los chistes porque estás atrapado en una mentalidad negativa o demasiado obsesionado con tus problemas para ver el lado más ligero de las cosas. [3] X Fuente de investigación
- Recuerda que la risa y los chistes pueden aliviar el estrés de una forma muy eficaz, sobre todo si tienes problemas para mantener una actitud positiva y estás en un lugar oscuro o con problemas. Aunque es posible que tengas una mentalidad en la que todo es serio y terrible, es importante que te permitas tomarte las cosas con calma y te rías, aunque sea de un chiste tonto.
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Observa si tu sensibilidad se debe a la incomodidad. Puedes estar en una situación en la que tomes con seriedad un chiste, porque no te sientes cómodo con el tema o no entiendes por qué el chiste es gracioso. Si piensas que el chiste puede ser ofensivo, debes tener en cuenta por qué consideras que lo es y si tu reacción se basa en hechos reales (como en un hecho histórico, en el caso de un chiste racista) o en una experiencia personal (como en tu experiencia como mujer, en el caso de un chiste machista).
- No es necesario que tengas una experiencia de primera mano con cierta perspectiva para que un chiste te parezca ofensivo e inadecuado. Con frecuencia, si te sientes incómodo porque el chiste parece grosero o incorrecto, tienes una justificación para tomar el chiste con seriedad y no ríerte. [4] X Fuente de investigación
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Pide una aclaración si estás confundido por el chiste. Si tomas el chiste con seriedad, porque estás confundido por las intenciones de la persona que lo contó, es posible que quieras preguntarle qué quiso decir con el chiste o pedirle que aclare por qué lo contó. Por ejemplo, puedes escuchar un chiste de un científico que solo tiene sentido para otro científico. El final de la mayoría de los chistes se arruina si se exageran, pero hacerle preguntas a la persona que contó el chiste puede ser una forma útil para que puedas obtener más información del mismo y entender mejor ciertos tipos de chistes en el futuro.Anuncio
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Ponte en los zapatos de la persona que contó el chiste. Debes pensar quién es la persona y por qué puede estar contando cierto chiste. Por ejemplo, un padre puede contarles a un grupo de personas un chiste relacionado con los padres y podría tener sentido únicamente para otros padres. Esto puede deberse a que quiere agradarles a los otros padres que están en el grupo, pero es posible que tú no entiendas el chiste porque no eres padre. Esto puede aplicarse a otras profesiones y grupos y es posible que tengas que tratar de identificar la perspectiva de la persona que contó el chiste para entenderlo por completo. [5] X Fuente de investigación
- Puede ser útil considerar el chiste como una representación del humor de la persona también. Una persona que tiene un sentido tonto del humor puede contar un chiste diferente a una persona que es más irónica e ingeniosa. Al ajustarte a la persona que contó el chiste, puedes tomar el chiste como se suponía que debía tomarse, que por lo general, no es con seriedad.
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Observa cómo reaccionan las demás personas al chiste. Si no puedes determinar exactamente la intención del chiste, puedes mirar a los demás para determinar cómo debes reaccionar. Con frecuencia, la risa puede ser contagiosa y puedes terminar riéndote con todos los demás con solo prestar atención a sus reacciones. Estimar las reacciones de los demás también puede permitirte tomar el chiste con menos seriedad, sobre todo si los demás disfrutan del chiste. [6] X Fuente de investigación
- Según algunos estudios, la risa no se elige. Con frecuencia, la risa es una respuesta automática que se hace de forma inconsciente. Por eso es difícil reírte si te piden que lo hagas o fingir una risa. Prestar atención a la forma en que responden los demás puede hacer que te rías del chiste sin darte cuenta, en lugar de permanecer serio y distante.
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Responde con un comentario ingenioso. Para romper tu enfoque de seriedad, es posible que quieras retarte a reaccionar ante el chiste con una respuesta o comentario ingenioso. Puedes hacerlo tomando un tema o idea del chiste y contraatacar con un comentario que pienses que es más gracioso o más interesante. [7] X Fuente de investigación
- Por ejemplo, un compañero de trabajo puede contar un chiste acerca de su hijo que siempre se queda triste cuando él sale de la casa. Entonces puedes responder con un chiste sobre cómo tu perro siempre se queda triste cuando te vas a trabajar. Esta es una respuesta graciosa porque surge del chiste original y presenta una imagen contraria y graciosa: tu perro, triste en la puerta, cuando te vas al trabajo. Esto demostrará que no te tomas el chiste de tu compañero con seriedad y puede formar parte de la diversión.
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Réstale importancia al chiste siendo autocrítico. Ser autocrítico es burlarte de ti mismo para provocar risas. Puede ser útil cuando no estás seguro de cómo responder a un chiste o si te das cuenta de que respondiste con mucha seriedad. El humor autocrítico puede ser una buena forma de restarle importancia a un momento incómodo y demostrar que puedes reírte de ti mismo. [8] X Fuente de investigación
- Usa el humor autocrítico cuando te sientas incómodo, cuando estés en un aprieto o cuando no estés seguro de qué decir. Por ejemplo, un amigo tuyo puede contar un chiste acerca de lo malo que es para cierto deporte o juego. Puedes responder con una autocrítica de lo malo que eres en la mayoría de las cosas. Esto probablemente hará que tu amigo se ría y te permitirá responder al chiste original de una forma graciosa.
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Cuenta tus propios chistes . Practica los chistes y las risas obligándote a contarles chistes a los demás. Esto puede ayudarte a tomarte con menos seriedad y demostrar que estás dispuesto a ser gracioso. [9] X Fuente de investigación
- Es posible que quieras buscar algunos buenos chistes en línea y practicarlos frente a un espejo antes de contárselos a los demás. También puedes probar los chistes con algunos amigos comprensivos antes de contarlos frente a un público más grande. También puede ser divertido hacer una noche de comedia de aficionados en un bar o taberna local y demostrar tu sentido del humor frente a un grupo de extraños simpatizantes.
- Un buen chiste consta de una introducción y un final. La introducción es la primera mitad del chiste y por lo general, contiene la ubicación y los personajes principales. El final suele ser una línea y provoca las risas. Por ejemplo: puedes tener la siguiente introducción: “Un sacerdote, un ministro y un rabino entran en una cantina”. Luego, puedes tener este final: “El cantinero dice: ‘¿Qué es esto, una especie de chiste?’”.
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Practica contándoles historias graciosas a los demás . Una historia o anécdota graciosa también puede ayudar a calmar el estado de ánimo y demostrar que estás dispuesto a reírte con los demás. Contar una historia graciosa es similar a contar un chiste. Debes combinar sincronización y gestos físicos y crear una configuración y una frase final para la historia. También debes mantener el contacto visual con el público mientras cuentas la historia y tratar de terminar la historia con un final que causará las mayores risas.
- Cuando cuentes una historia o un chiste, debes tratar de ser breve y e ir al grano. El público tiene una capacidad de atención limitada y no querrás que pierdan el interés en la historia antes de llegar al final.
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Mira programas y películas graciosas. Ten una mejor idea de lo que se considera gracioso viendo programas de televisión y películas que se consideren de comedia. Los actores profesionales de comedia suelen ser muy buenos para elegir el momento oportuno y los gestos físicos, así como los chistes acertados, para hacer que el espectador se ría.
- Ten en cuenta si te gustan más ciertos estilos de comedia que otros, como el humor negro, la ironía o las bufonadas (slapstick). Entonces, podrás determinar qué chistes te pueden parecer graciosos en la vida real junto a tus compañeros de trabajo, amigos o familia. Si respondes a una bufonada en el cine o en la televisión, puedes responder bien a ella en tu propia vida.
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Referencias
- ↑ http://www.theglobeandmail.com/life/health-and-fitness/ask-a-health-expert/i-cant-take-a-joke-how-do-i-control-my-sensitivity/article13524221/
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- ↑ http://www.healthguidance.org/entry/15554/1/Why-Do-I-Take-Things-Too-Seriously.html
- ↑ http://www.rachelsimmons.com/2010/08/no-offense-but-i-was-just-kidding-dealing-with-mean-jokes/
- ↑ http://basicinstructions.net/basic-instructions/2011/6/2/how-to-respond-to-a-joke-that-makes-no-sense.html
- ↑ http://www.nbcnews.com/id/3077386/ns/technology_and_science-science/
- ↑ http://www.inc.com/steve-cody/5-ways-to-help-you-stop-taking-yourself-so-seriously.html
- ↑ http://www.inc.com/steve-cody/5-ways-to-help-you-stop-taking-yourself-so-seriously.html
- ↑ http://www.creatingacomic.com/2009/how-to-write-a-joke-joke-structure/