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Calentar tu voz y practicar son pasos importantes para mejorar tu voz de locutor. Por ejemplo, practica la pronunciación clara de las palabras, tanto a ritmo lento como rápido. Hablar de forma natural y ser tú mismo; no querrás tener tono de "anunciante" como un maestro de ceremonias. Cuanta más concentración y práctica dediques a esta tarea, menos esfuerzo necesitarás.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Practicar tu voz de locutor

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  1. Desarrolla una voz potente practicando ejercicios de fortalecimiento. Elige palabras con sonidos específicos y repítelas subiendo y bajando las octavas de tu rango vocal. Repítelas nuevamente a un mayor volumen. [1]
    • Intenta repetir “Mm-mmm. Mmm-hmm”.
    • Intenta repetir diez veces “No, no, no”.
    • Intenta imitar un sonido de una sirena usando vocales, subiendo y bajando a lo largo de tu rango vocal.
    • Los locutores usan sus cuerdas vocales de manera rápida y con una tensión bien controlada. [2]
  2. Practica frente al espejo pronunciando cada palabra de manera lenta y correcta. No murmures. [3] Practica repitiendo trabalenguas a rápida velocidad. Mejora la calidad de tu pronunciación y te será más sencillo hablar en vivo y a una mayor velocidad. [4]
    • Intenta repetir seis veces “Pablito clavó un clavito en la calva de un calvito”.
    • Intenta repetir varias veces “Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal”.
  3. Evalúa cómo puedes corregir los errores y en qué aspectos puedes mejorar. Asegúrate de no obsesionarte con tus errores, ya que solo atraerás la atención hacia ellos. [5]
    • Por ejemplo, si pronunciaste mal una palabra, solo corrígela (en caso de que sea necesaria para que la audiencia entienda lo que quisiste decir) y continúa. [6]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Calentar tu voz

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  1. Bebe agua tibia o té con una rodaja de limón al despertar y a lo largo del día. No consumas demasiada azúcar o cafeína, ya que pueden resecar tu garganta y afectar tu voz. Evita la leche y los productos lácteos, ya que favorecen la producción de moco. [7]
    • Las bebidas tibias son mejores que las bebidas muy frías o muy calientes.
    • Las manzanas verdes contienen pectina, que ayuda a combatir las flemas. Intenta beber jugo de manzana verde o comer una manzana verde.
  2. Relaja tus hombros, pero no los dejes caer ni te encorves. Mantén tu cuerpo erguido pero relajado. Si te resulta difícil no encorvarte, realiza ejercicios posturales . [8]
    • Una buena postura proporciona un mejor uso de la respiración diafragmática.
    • Una postura encorvada provoca presión en la caja torácica, dificultando la inhalación.
  3. Si es posible, abre una ventana para respirar aire fresco. Respira profundamente sin elevar los hombros. Mete aire por la nariz contando hasta tres, realiza una pausa breve y después realiza una grande exhalación contando hasta ocho. [9]
  4. Mantén un nivel de humedad de al menos 30 % en tu ambiente de trabajo. Utiliza un humidificador si es necesario. [10] Inhala vapor desde un vaporizador personal (disponible en farmacias) o durante un baño caliente. También puedes colocar agua hirviendo en un lavabo e inhalar el vapor.
    • Inhalar vapor humedece la garganta y alivia la irritación de las cuerdas vocales.
    • No inhales vapor directamente de un recipiente con agua hirviendo sobre la estufa.
    • Moja una toalla en agua caliente, exprímela, y respira a través de ella por la nariz o la boca.
  5. Coloca los talones de tus manos debajo de los pómulos. Frota los músculos de tu cara presionando hacia adentro y hacia abajo. Deja que tu mandíbula se abra por sí misma mientras masajeas tu cara.
    • Repite este procedimiento varias veces para calentar tu boca y disminuir la tensión en tu mandíbula.
    • También puedes usar movimientos circulares para masajear tus músculos faciales.
  6. Exhala haciendo un ligero sonido de “hmmmm” a una baja octava que te resulte cómoda. Realízalo nuevamente, añadiendo un sonido de “ahhh” durante la segunda mitad de la exhalación. Frunce los labios y hazlos vibrar mientras exhalas, con la lengua relajada. Inhala y vuelve a hacer que tus labios vibren al exhalar. [11]
    • Prueba estos ejercicios aumentando y disminuyendo el tono.
  7. Coloca la lengua detrás de tus dientes superiores. Exhala, haciendo vibrar tu lengua mientras realizas un sonido de “r”. Mantén el sonido. Realiza este ejercicio en diferentes tonos, sin sobrepasar tu nivel de comodidad.
    • Este ejercicio ayuda a que tu lengua se relaje, mientras estimula la voz y la respiración.
  8. Estira tu voz comenzando por una octava baja e incrementándola mientras realizas un sonido de “me”. No fuerces tu rango, sino más bien amplíalo con suavidad en cada repetición.
    • Prueba este ejercicio con sonidos de “e” y “oo”.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Desarrollar tu propio estilo vocal

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  1. Utiliza el tono orgánico que usas al conversar. Lee las palabras escritas de manera relajada para atraer al radioescucha. Evita hablar de manera muy formal. Imagina que estás leyendo en voz alta para ti mismo o que estás teniendo una conversación con otra persona. Dales vida a las palabras como si estuvieras contando una historia. [12]
    • Casey Kasem aconseja imaginar que el micrófono es un elegante violín al que deseas tocar dejando fluir totalmente tus sentimientos.
  2. Expresa tus ideas con firmeza en todo momento. No te detengas dejando ideas sin terminar. Mantén un enfoque y un volumen consistentes. [13]
    • Por ejemplo, no uses todo el aire que tengas disponible, hasta que sea necesario volver a respirar. Realiza pausas mientras hablas para inhalar rápidamente y después continúa hablando. [14]
  3. Enfócate en sonar como tú mismo. No te encasilles para satisfacer un estereotipo, como al modificar intencionalmente tu dialecto para que coincida con cierta región, edad, raza o religión. Sé sincero y la gente te querrá escuchar, más que si intencionalmente les presentas una versión de ti que no es auténtica. [15]
    • Es posible que admires a ciertos locutores, pero no trates de sonar como alguien más. Tú autenticidad es lo que te hará distinguirte.
    • Usa la voz que escuchas en tu cabeza cuando lees una historia para ti mismo.
  4. Investiga las noticias y temas de interés actuales. Prepárate tomando notas. Habla acerca de lo que crees que tu audiencia quiere discutir, más que de lo que tú quieres hablar.
    • Puedes encontrar temas interesantes mirando en línea la información que está en tendencia y observando lo que los radioescuchas comentan al respecto.
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Consejos

  • Si lo deseas, puedes consultar a un actor de voz especialista en el trabajo de radio. [16]
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Advertencias

  • Los analgésicos de venta libre y los medicamentos para el resfriado/gripe pueden resecar la garganta. [17]
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