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Las puertas pueden empezar a atascarse por varias razones y esto siempre es una molestia. La madera puede hincharse con el aire caliente y húmedo del verano, las bisagras pueden aflojarse con el uso y la casa incluso puede desplazarse y asentarse con el paso del tiempo, lo que provoca cambios en el marco. [1] La clave para arreglar una puerta atascada es determinar la causa del problema y luego decidir si puedes arreglarlo con un truco simple o si necesitas una solución más compleja.

Método 1
Método 1 de 5:

Buscar la zona del problema

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  1. Busca raspones en la pintura o cualquier otro daño evidente en la puerta y el marco. También verifica si hay mugre o cualquier acumulación pegajosa que necesite limpieza. Cierra la puerta y pasa la vista a lo largo del espacio entre la puerta y el marco, observando los lugares donde el espacio es muy delgado.
    • Es mejor inspeccionar una puerta exterior en una zona soleada o bien iluminada.
  2. Esto es muy útil si no puedes determinar dónde está atascada la puerta examinándola físicamente. El papel debe deslizarse con suavidad alrededor de la mayor parte de la puerta. La zona problemática es donde el papel se quede atascado.
  3. Intenta cerrar la puerta con las manos en la parte inferior, el costado y la parte superior. Esto te permitirá sentir dónde hay más resistencia a medida que la cierras.
  4. Las bisagras chirriantes pueden hacer que la puerta se atasque. Si escuchas esto, indica que necesitan aceitarse.
  5. Si la puerta parece estar ligeramente atascada, es probable que se deba a los cambios en la humedad. La madera se expande cuando la humedad aumenta y se encoge cuando la humedad disminuye. [2]
    • Es importante comprenderlo, puesto que una puerta que se atasca en verano podría no atascarse en invierno. En este caso, es mejor probar una solución menos drástica, como lijar la puerta de forma ligera. De lo contrario, podría lidiar con corrientes de aire y estar encogida en invierno.
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Método 2
Método 2 de 5:

Tratar el atascamiento estacional

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  1. Esto debe reducir la fricción y permitir que la puerta se cierre con mayor suavidad. Utiliza un jabón seco sin hidratante que deje un residuo polvoriento en los lados de la puerta. [3] Por supuesto, esta es una solución suave y temporal y deberá repetirse de forma esporádica durante los momentos de humedad.
  2. Una de las funciones del aire acondicionado es eliminar el exceso de humedad del aire y reducir el nivel de humedad en tu casa. Aunque esta puede ser una solución costosa, ayudará con las puertas atascadas. A medida que disminuye la humedad en el hogar, la puerta de madera se reducirá de tamaño.
  3. Este aparato actúa succionando aire, retirando la humedad del aire y expulsando el aire a la habitación. La principal ventaja de utilizar un deshumidificador es que es portátil, lo que te permite colocarlo cerca de la puerta atascada. [4]
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Método 3
Método 3 de 5:

Lubricar las bisagras

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  1. Cuando una puerta se abre y se cierra repetidas veces, no es sorprendente que pueda empezar a dañarse. Los raspones y otros daños superficiales en las bisagras crean fricción y hacen que la puerta se atasque. [5]
    • Si te preocupa que el lubricante manche la puerta, puedes tomar la medida adicional de retirar la puerta del marco. Busca en Internet cómo quitar una puerta de las bisagras.
  2. Así como el lubricante puede manchar la puerta, también puede manchar el piso. Cubre la zona directamente por debajo de las bisagras en las que estás trabajando para evitar goteos.
  3. Después de hacerlo, abre y cierra la puerta unas cuantas veces para distribuir la vaselina en las articulaciones de las bisagras.
    • El lubricante WD-40 también tendrá el mismo efecto útil en la puerta, pero provoca más desorden y se seca más rápido. [6]
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Método 4
Método 4 de 5:

Ajustar los tornillos de las bisagras

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  1. Es posible que la puerta esté atascada cerca de la parte superior o que esté arrastrándose por el piso. Si este es el caso, los tornillos de las bisagras podrían haberse aflojado con el paso del tiempo. [7]
  2. No utilices un taladro, puesto que ajustar demasiado los tornillos puede dañar la madera y provocar mayores problemas. Atorníllalos con lentitud para asegurarte de no ajustarlos mucho.
    • Los tornillos de las bisagras son conocidos por salirse con el tiempo, así que podría ser necesario añadir un tornillo más largo o tapar el agujero y luego volver a atornillarlo.
  3. Es posible que debas volver a ajustar los tornillos o aflojarlos. Si los aflojas, reducirás el espacio entre la puerta y el marco y viceversa. Experimenta ajustándolos y aflojándolos hasta que encajen a la perfección. [8]
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Método 5
Método 5 de 5:

Cortar la puerta

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  1. Si has verificado que los tornillos están puestos con firmeza en las bisagras, que las bisagras están bien aceitadas y has determinado que la humedad temporal no es el problema, podría ser necesario cortar la puerta. Esta es una solución compleja y permanente. [9]
  2. Puedes averiguar cómo retirar una puerta de las bisagras en Internet. Es importante notar con exactitud dónde está rozándose la puerta, para evitar cortarla demasiado.
  3. Un cepillo de contrafibra es una herramienta simple de carpintería que te permite recortar finamente la madera. [10] Es perfecto para esta tarea, puesto que puedes hacer cambios pequeños en la anchura o la altura de la puerta sin dejar espacios muy grandes entre la puerta y el marco.
    • Si eres un aficionado o solo debes quitar un poco de la puerta, es mejor utilizar una lijadora de palma para hacer esta tarea.
  4. No hagas este paso hasta que te hayas asegurado de que sea del tamaño correcto o podría ser necesario hacerlo dos veces. Una vez que la pintura se haya secado, la puerta se abrirá y se verá como si fuera nueva.
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