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Las enfermedades hepáticas son una de las afecciones más graves que pueden afectar a los perros mayores. Por desgracia, es difícil diagnosticarlas en los perros mayores, puesto que muchos síntomas relacionados también pueden atribuirse a la vejez. Por esa razón, muchos perros no reciben tratamiento a pesar de las afecciones potencialmente mortales. Sin embargo, si te informas sobre los síntomas comunes, trabajas junto con un veterinario o especialista y aprendes sobre la enfermedad hepática en perros mayores, avanzarás en el diagnóstico de enfermedades hepáticas riesgosas en tu perro mayor.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Prestar atención a los síntomas

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  1. Los cambios en el aspecto físico de tu perro pueden brindarte mucha información sobre los problemas crónicos como la enfermedad hepática. Sin embargo, es difícil identificar los cambios en el aspecto físico de un perro mayor, puesto que podrías confundirlos con los cambios propios de la vejez.
    • Determina si ha perdido peso.
    • Observa si el perro tiene coloración amarillenta de las encías, la lengua y los ojos.
    • Busca la presencia de un vientre hinchado.
    • Cualquier cambio notorio en el aspecto de tu perro en el transcurso de varios meses podría indicar una enfermedad hepática u otra enfermedad grave.
    • La evidencia de cambios en el aspecto físico de un perro debe evaluarse junto con otros síntomas para ayudar a llegar a un diagnóstico adecuado.
    • Si sospechas que tu perro puede estar enfermo, mantén un diario en el que registres cada día las observaciones del aspecto y la conducta del perro.
  2. Identificar los cambios de conducta es problemático, puesto que los cambios en la conducta de un perro también pueden descartarse como el resultado natural de la vejez. En consecuencia, debes centrarte en varios síntomas que, cuando se combinan con otros signos, pueden indicar una enfermedad hepática en perros mayores.
    • La debilidad es un síntoma común de enfermedad hepática en los perros mayores. Este síntoma es complicado, puesto que ellos también pierden fuerza y tienen menos energía que antes.
    • El letargo puede ser un indicador de enfermedad hepática.
    • La confusión, aunque puede indicar otros problemas, es un síntoma relativamente común de enfermedad hepática. [1]
  3. Los cambios en la forma en que tu perro come o va al baño pueden ser signos de una enfermedad hepática. Pero como ocurre con otros síntomas, estos signos suelen descartarse como signos de vejez. Busca lo siguiente:
    • pérdida del apetito
    • aumento de la sed
    • micción frecuente
    • sangre en la orina o materia fecal
    • diarrea [2]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Consultar con un veterinario

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  1. Lo primero que debes hacer después de observar los síntomas que pueden indicar la presencia de una enfermedad hepática en perros mayores es sacar una cita con el veterinario. Él tomará en cuenta los síntomas que observaste, examinará al perro y realizará pruebas de diagnóstico básicas.
    • El veterinario realizará un examen completo del perro, observando su pelaje, abdomen, encías y más.
    • También llevará a cabo análisis de sangre básicos.
    • Además, puede realizar un análisis de orina y una prueba de heces. [3]
  2. Después de hablar con tu veterinario, puede derivarte a un especialista. Los especialistas veterinarios con frecuencia tienen más educación y experiencia con afecciones poco comunes como la enfermedad hepática. Por lo tanto, serán tu mejor opción si te preocupa la salud de tu perro.
    • Algunos veterinarios pueden tener una gran experiencia en el tratamiento de ciertas enfermedades hepáticas y es posible que no te deriven a un especialista.
    • La mayoría de las zonas metropolitanas cuentan con especialistas veterinarios capacitados y con experiencia en el tratamiento de enfermedades hepáticas en perros mayores.
    • El veterinario también podría derivarte a una escuela veterinaria de un colegio o universidad local. Con mucha frecuencia, estas instituciones tienen especialistas que están activos en el campo y que pueden estar participando en estudios centrados en enfermedades hepáticas o en problemas relacionados con perros mayores. [4]
  3. Después de acudir al veterinario o especialista, es posible que te recomienden hacerle exámenes de diagnóstico avanzados a tu perro. Estos exámenes se centrarán en reunir más información sobre la condición de tu mascota y por último, ayudarán al veterinario o especialista a establecer un diagnóstico para tu perro. Estos son algunos exámenes que podrían recomendarte:
    • radiografías, ecografías o una resonancia magnética
    • análisis de sangre avanzados que miden los niveles de enzimas hepáticas, proteínas sanguíneas o niveles de amoniaco
    • biopsia del hígado [5]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Informarte sobre la enfermedad hepática y la salud de tu perro

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  1. En el diagnóstico de la enfermedad hepática, es fundamental poder diferenciar sus síntomas de los síntomas y enfermedades comunes que afectan a los perros mayores. Si aprendes sobre el proceso de envejecimiento canino, estarás mejor preparado para comprender y lidiar con la enfermedad hepática.
    • Los perros mayores pierden energía y son menos vivaces que antes.
    • Muchos perros mayores se vuelven frágiles y pierden masa muscular.
    • Algunos perros mayores tienen incontinencia o pierden el apetito.
    • Estos cambios suelen ocurrir en perros en envejecimiento durante el transcurso de muchos años, no durante un periodo de meses. [6]
  2. Las visitas regulares al veterinario son importantes, puesto que establecen puntos de referencia para la salud de tu mascota. Como resultado, cualquier cambio en su aspecto o conducta será mucho más notorio que cuando no tiene controles regulares.
    • El veterinario realizará un análisis de sangre especial para perros mayores. Los análisis de sangre pueden detectar la enfermedad hepática en sus primeras etapas.
    • Los perros mayores deben acudir al veterinario al menos dos veces al año. Acudir al veterinario dos veces al año te permitirá detectar la enfermedad hepática en sus primeras etapas, lo que puede aumentar la vida de tu perro. [7]
  3. Existe una diversidad de enfermedades hepáticas que pueden afectar a los perros mayores. Estos son los tipos comunes de enfermedad hepática:
    • cáncer de hígado o crecimientos tumorales en el hígado
    • cirrosis
    • hepatitis canina
    • enfermedad crónica del hígado debido al consumo de plantas o alimentos tóxicos [8]
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