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Los pug son una raza de perros muy popular que tienen una personalidad maravillosa y un amor característico por la comida y las personas. Su tamaño pequeño los vuelve populares para las personas que viven en departamentos, y su rostro redondo similar al de un bebé les encanta a todos los amantes de los perros. No obstante, estos ojos grandes y hermosos pueden causarles muchos problemas oculares a lo largo de su vida. Sus ojos suelen sobresalir de su rostro, el cual es plano y hace que un mayor porcentaje de la córnea quede expuesto al aire. La forma de su cabeza y las predisposiciones genéticas a problemas oculares específicos hacen que los dueños deban mantenerse alertas para detectarlos. [1]

Parte 1
Parte 1 de 2:

Identificar los problemas oculares

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  1. La córnea es la capa transparente en la parte delantera del ojo. Para poder ver, la luz debe pasar por ella y alcanzar el cristalino y la retina. Si un perro tiene úlceras de córnea (las cuales son como marcas en ella), estas afectarán la capacidad de la luz para pasar por la córnea, lo que limitará la visión del animal. [2]
    • Algunos de los signos son que el perro mantenga el ojo cerrado o lo entrecierre con frecuencia. Este es un signo de que tiene malestar y podría necesitar tratamiento veterinario.
    • También podrías notar una falta de brillo en la parte del ojo con la úlcera, o un reflejo irregular en lugar de uno con bordes uniformes.
    • En los pug, la úlcera se desarrollará debido a la gran cantidad de la córnea que está expuesta al aire, lo que la vuelve más propensa a resecarse y sufrir un traumatismo. [3] Esto significa que las úlceras se deben a una combinación de factores genéticos y una lesión.
  2. Los pug son propensos a los tipos de cataratas de cristalino hereditarias. El cristalino es la estructura que enfoca la luz en la retina. Es un saco transparente de material viscoso y reposa detrás de la parte de color del ojo, el iris. Una catarata consiste en un área turbia del cristalino. Esta afección genética puede desarrollarse en el pug entre los 6 meses y los 6 años de edad. [4]
    • Podrías notar signos de ellas como un área blanquecina o lechosa detrás del iris (la parte de color del ojo) que normalmente es negra (la pupila).
    • También podrías notar el comportamiento general asociado con los perros que se vuelven ciegos, como golpearse con los objetos de la casa que antes evitaban con facilidad.
  3. La falta de producción de líquido lagrimal hace que la superficie del ojo se reseque demasiado. Esto hace que el ojo se vuelva incómodo, caliente y con comezón. La superficie del ojo perderá su brillo y lucirá opaca. El perro podría frotarse la cabeza para aliviar la comezón y dañará la córnea al rascarse. Para protegerse, el ojo producirá una substancia espesa similar a la mucosidad, que tiene el efecto de cubrir el ojo.
    • Si el perro tiene los ojos resecos, podría entrecerrarlos y mantenerlos cerrados porque se siente más cómodo así. [5]
    • Los ojos resecos surgen cuando los conductos lagrimales no producen suficiente humedad o esta no puede llegar al ojo. Este podría ser un problema genético (un conducto lagrimal mal desarrollado) o deberse a una afección (como un conducto lagrimal obstruido).
  4. Esta es una afección que ocurre cuando la glándula detrás del tercer párpado (en la esquina interior del ojo) se sale de su posición. Esta sobresale hacia adelante y luce como una cereza roja pequeña atorada en el ojo.
    • Diagnosticar esta afección es fácil, ya que incluso puede verse desde el otro lado de la habitación debido al área roja grande en el ojo del perro. [6]
    • El ojo cereza se debe a una afección genética que debilita la conexión entre la glándula del ojo, lo que permite que esta se salga de su lugar con facilidad. No se sabe si es una enfermedad hereditaria, a pesar de ser congénita. [7]
    • Esta afección podría parecer dolorosa, pero por lo general no le genera dolor al perro. [8]
  5. Esta es una enfermedad hereditaria que aún no se comprende del todo. Se depositará un pigmento marrón en las células transparentes de la córnea, lo cual luce como si el animal usara lentes de contacto cubiertos con pintura. El perro no podrá ver a través de él y perderá la visión con el tiempo. [9]
    • Revísale los ojos a tu pug si sospechas que está perdiendo la vista (p. ej., si corre hacia los objetos que debería poder evitar). Revisa con cuidado la superficie del ojo para identificar las acumulaciones de pigmentos marrones. Estos pueden variar en tamaño de pecas pequeñas a manchas grandes.
  6. No te preocupes por hacer un diagnóstico definitivo. Tu trabajo será identificar que algo no anda bien y luego determinar si tu mascota necesita atención veterinaria o no. En el caso de los problemas oculares, más vale prevenir que lamentar, ya que muchas afecciones oculares que no se tratan pueden causar ceguera y dolor en los perros. Estos son algunos signos de que hay un problema: [10]
    • Mantener el ojo cerrado o entrecerrarlo: este es un signo de malestar y requiere atención urgente.
    • Frotarse el ojo: nuevamente, este es un signo importante de que el perro tiene malestar en el ojo.
    • Descarga del ojo: esta puede ser líquida si el ojo está irritado, verde si hay una infección o con la textura de un pegamento si el ojo está reseco.
    • Ojo opaco: esto puede indicar la presencia de una úlcera en la superficie, o la falta de producción de humedad.
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Parte 2
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Recibir un diagnóstico veterinario

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  1. Debes llamar al veterinario y consultar si no sabes con certeza si debes llevarle tu mascota o no. Si la llevas, el veterinario le hará un examen físico. Él les prestará mucha atención a sus ojos, el área alrededor de ellos y su interior, y los párpados (para identificar el ojo cereza).
    • El veterinario buscará factores externos que podrían irritar el ojo, como el pelo que lo toque.
    • Él revisará la superficie de la córnea, buscará las acumulaciones de pigmento (queratitis pigmentaria) o las áreas opacas (ojo reseco o úlceras), las cuales podrían indicar que hay un problema.
    • Luego usará un oftalmoscopio (una luz y una lupa) para revisar de cerca la superficie del ojo, la cámara delantera y la posterior, y la retina. [11] Esto le dará la mayor información sobre la posibilidad de que haya una catarata, ya que la retina será difícil o imposible de ver a causa de este problema.
  2. El veterinario podría tener que verificar su diagnóstico a través de pruebas adicionales. Esto podría costarte un poco más, pero es importante que el veterinario esté seguro de su diagnóstico, de modo que pueda recetar el tratamiento correcto.
    • Para identificar las úlceras, el veterinario aplicará un contraste óptico especial (llamado fluoresceína) en el ojo. Este contraste es anaranjado y se vuelve verde cuando entra en contacto con el tejido lesionado. Las úlceras se mostrarán como áreas de color verde vivo en la superficie de la córnea anaranjada. Esto confirmará la presencia de una úlcera en ella.
    • Para identificar los ojos resecos, el veterinario realizará una prueba de Schirmer. [12] Esta consiste en colocar una tira delgada de un papel absorbente marcado en milímetros sobre el párpado inferior. El papel absorberá las lágrimas y el recorrido de las mismas en él. Un ojo normal humedece de 10 a 15 mm en un minuto. Se considerará que el pug tiene ojos resecos si no logra alcanzar los 5 mm después de un minuto.
    • Para verificar si el perro tiene una catarata, el veterinario podría tener que dilatar los ojos del animal. [13] Él se parará en una habitación oscura y hará brillar una luz fuerte directamente en cada ojo del perro. Los cristalinos opacos evitarán que la luz forme una sombra oscura en la retina. Esto confirmará la presencia de una catarata.
  3. El tratamiento variará en gran medida según la enfermedad ocular que tu pug tenga. Consulta sobre todas las opciones con el veterinario y elige una que sea la más adecuada para tu mascota y para ti. En ocasiones, esto significa que no podrás pagar por la cirugía más costosa ni el tratamiento más avanzado, pero podrás garantizar que tu perro no tenga dolor ni malestar.
    • Para las úlceras de córnea, el tratamiento por lo general comprende a los antibióticos o la antiproteinasa (tratamiento tópico). Esto suele curar la afección si las úlceras no están muy avanzadas antes de solicitar tratamiento. Si estas se encuentran en una etapa muy avanzada, el tratamiento por lo general comprende a la cirugía para reparar la córnea y el iris, los cuales se pueden ver afectados si la enfermedad es grave. [14]
    • En el caso del ojo cereza, la afección suele requerir cirugía para reemplazar la glándula asociada con el tercer párpado. Esta glándula es importante, ya que produce el líquido necesario para la producción de lágrimas. [15]
    • Los ojos resecos suelen tratarse al administrar lágrimas artificiales o lubricantes con frecuencia. Podrás encargarte de ello en casa, sin requerir la ayuda de un veterinario. [16]
    • El tratamiento para las cataratas suele comprender a la cirugía. El cirujano cortará la parte delantera del ojo, retirará el cristalino turbio y lo reemplazará con uno artificial. Esta cirugía debe realizarse con la mayor rapidez posible, ya que la enfermedad es progresiva. [17]
    • La queratitis pigmentaria suele tratarse con medicamentos para reducir la pigmentación, medicamentos para producir lágrimas o una cirugía en los párpados. [18]
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