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La raza de perros Boston terrier goza de una gran popularidad en los EE.UU. y su origen se atribuye al cruce de un bulldog inglés con un terrier inglés blanco. [1] Luego, esta raza se convirtió firmemente en una favorita de las familias debido a su temperamento alegre, pero, si bien estos perros tienen una personalidad maravillosa, su salud no lo es tanto. Por ejemplo, los boston terrier tienen una debilidad en los ojos debido al tamaño y la prominencia de estos. Esto suele ocasionarles úlceras corneales, cataratas juveniles y otro tipo de problemas oftalmológicos. [2] Por tanto, el dueño de un Boston terrier debe estar atento a los síntomas de problemas en los ojos, ya que, si se interviene a tiempo, podría evitársele dolor al perro y, posiblemente, salvar su vista.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Identificar los síntomas de los problemas oftalmológicos

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  1. Estas ocurren cuando hay daños serios a la córnea; es decir, la superficie transparente del ojo. Entre los síntomas de que tu boston terrier podría padecer este tipo de úlceras se encuentran que se frote constantemente el ojo y mantener uno de ellos cerrado en todo momento. Cuando los perros se frotan los ojos, esto se debe a que las úlceras corneales pueden llegar a ser muy dolorosas y frotarse reduce este dolor de manera temporal. Asimismo, sus ojos se mantienen cerrados involuntariamente como una forma de proteger al ojo dañado. [3]
    • Existen dos tipos diferentes de úlceras corneales. El primero surge debido al traumatismo a la córnea del perro, lo cual ocurre comúnmente en los boston terrier debido a que sus ojos son de un gran tamaño y prominencia. El segundo tipo de úlcera corneal surge debido a un problema hereditario conocido como distrofia corneal, la cual es particularmente difícil de tratar, además de que le ocasiona mucho dolor al perro. [4]
    • Es posible que la superficie del ojo pierda su apariencia lustrosa y se torne opaca y puedan verse bordes dentados en los reflejos, como si uno se viera en un espejo roto, en lugar de observarse reflejos intactos.
  2. Estas constituyen otro de los problemas oftalmológicos comunes de los perros. Las cataratas son un problema en el que el cristalino del ojo se nubla y se torna opaco, lo cual evita que el ojo reciba la luz adecuadamente. [5] Si las cataratas, sobre todo las cataratas juveniles que surgen a una etapa muy temprana en la vida de un perro, no se detectan a tiempo, pueden ocasionarle ceguera total y permanente. Estos son algunos de los síntomas de que un boston terrier podría padecer cataratas:
    • Ceguera: es posible que el perro empiece a tener dificultades para tomar sus juguetes favoritos o a chocarse con los objetos que estén en su camino. Si bien podría parecerte que tu perro está bien al dar un paseo que le sea conocido (debido a que está familiarizado con la ruta), se mostrará dubitativo y se quedará atrás en las visitas a los lugares que no conozca. [6]
    • Pupilas blancas: es posible que, al mirar directamente al ojo de tu perro, observes una zona blanca en la parte central de la pupila o una nubosidad o una opacidad blanca en el cristalino.
  3. Los boston terrier son susceptibles a una variedad de otros problemas oftalmológicos, entre los cuales se encuentran el ojo de cereza, la atrofia de retina, el glaucoma, la proptosis (ojos salidos) y los problemas en las pestañas (aunque esta lista no es exhaustiva). [7] Los problemas oftalmológicos de estos perros pueden variar ampliamente, por lo que debes mantenerte alerta a cualquier cambio en general en los ojos de tu perro y también a cualquier síntoma específico. Estos últimos incluyen los siguientes:
    • Irritación general en el ojo: es posible que tu perro entorne los ojos y los mantenga parcialmente cerrados o se los frote con las patas o contra el suelo o los muebles de tu casa.
    • Ojos rojos: es posible que, en la parte blanca del ojo, puedan observarse vasos sanguíneos inflamados que forman rayas sobre la superficie y que tengan una nubosidad roja. Asimismo, si tu perro padece el ojo de cereza, es posible que el tercer párpado también esté enrojecido. [8]
    • Ojos llorosos: el dolor ocasiona que los ojos estén llorosos. Por tanto, las mejillas del perro podrían estar mojadas debido a las lágrimas.
    • Ojos salidos: la proptosis puede ocasionar que los ojos de tu perro se salgan de sus órbitas y sobresalgan de su rostro, lo cual suele poder arreglarse mediante la cirugía. [9]
    • Ojos de diferentes tamaños: el glaucoma puede ocasionar que ya sea uno o ambos ojos se inflamen debido a que no se drena correctamente el líquido dentro de ellos. Esto incrementa la presión y el tamaño de los ojos. [10]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Obtener un diagnóstico veterinario

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  1. En caso de que detectes alguna anormalidad, debes llevar a tu boston terrier al veterinario de inmediato para que lo revise. Debes hacerle un chequeo a tu perro si tienes la mínima sospecha, independientemente de la gravedad de los síntomas que observes. Si el veterinario interviene a una etapa temprana, esto podría reducir la gravedad del problema y salvarle la vista a tu perro en casos extremos.
  2. En primer lugar, el veterinario llevará a cabo un examen físico en donde le prestará atención especial a los ojos, a la zona alrededor de ellos y a la parte interior. El veterinario se fijará con cuidado si hay algún pelo o bigote que se esté frotando contra la superficie del ojo hasta ocasionar una úlcera. Luego, empleará un oftalmoscopio (que en parte ilumina y en parte magnifica) para examinar la superficie del ojo, la cámara delantera, la cámara trasera y la retina. Esto le brindará al veterinario información sobre las cataratas, ya que estas bloquean la luz que ingresa a la parte interior del ojo y dificulta o imposibilita la observación de la retina.
    • Luego, para volver a revisarlo, tu veterinario retrocederá un par de pasos en una habitación oscura y apuntará una luz brillante directamente a cada ojo de tu perro. Nuevamente, la opacidad en el cristalino bloqueará la luz, lo cual ocasionará que la retina muestre una sombra negra y confirmará la presencia de cataratas. [11]
    • Para revisar si tu perro padece úlceras, el veterinario podría introducir un tinte óptico especial, conocido como fluoresceína, en el ojo de tu perro. Este tinte es de color anaranjado y se torna de color verde al entrar en contacto con tejidos dañados. Las úlceras se mostrarán como islas de un color verde vivo en la superficie anaranjada de la córnea, lo cual confirmará la presencia de úlceras corneales. [12]
  3. En el caso de algunos problemas oftalmológicos, su tratamiento es más eficaz que el de otros. Por desgracia, los principales problemas oftalmológicos de los boston terrier consisten apenas del manejo del dolor y el retraso de la ceguera durante el mayor tiempo posible.
    • Los tratamientos para las cataratas tienen el objetivo de reducir la inflamación repentina en el ojo, lo cual podría retrasar el desarrollo de la catarata de manera temporal, pero, por desgracia, lo más probable es que esta vuelva a progresar en el futuro. Un perro con cataratas podría perder la vista incluso si se le administra un tratamiento oportuno. Por tanto, si tu Boston terrier tiene cataratas, deberías prepararte para esto.
    • Los tratamientos para las úlceras corneales pueden llegar a ser muy difíciles de poner en práctica. Requieren una combinación de gotas y un proceso de desbridamiento para raspar el tejido desvitalizado que evita que el ojo sane. También será necesario manejar el dolor para aliviar el malestar y, en los casos en los que no pueda solucionarse el problema, la mejor opción será extirpar el ojo afectado. [13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Comprender los problemas oftalmológicos de los Boston terrier

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  1. La cornea es una cápsula transparente que se encuentra en la parte delantera del globo ocular. La luz pasa a través de ella para llegar al cristalino y luego continúa hasta la retina. Considérala como una piel transparente sobre el ojo (que constituye el grosor completo del globo ocular). De hecho, la córnea está hecha de células transparentes apiladas dispuestas en capas, como los ladrillos en una pared. Las úlceras son similares a una ampolla reventada en la piel del ojo o a una erosión o un cráter sobre la superficie del ojo.
    • Los boston terrier pueden desarrollar úlceras debido a un problema conocido como distrofia corneal, en el que hay una falla en el pegamento que sujeta a las células unas a otras (como si no hubiera suficiente argamasa entre los ladrillos). De esta forma, las láminas de células pueden levantarse y desprenderse.
    • Las úlceras corneales son muy dolorosas. En los casos en los que su erosión es demasiado profunda, el globo ocular se debilita gravemente y podría llegar a reventarse, lo cual ocasionaría que el perro pierda el ojo.
  2. El término "cataratas" hace referencia a la nubosidad en el cristalino. Este último constituye la estructura que enfoca la luz hacia la retina y consiste de una bolsa transparente de una sustancia gelatinosa que se encuentra justo detrás de la parte de color del ojo, llamada iris. Este problema es genético y puede ocasionar que un perro desarrolle cataratas apenas a los 12 meses de edad.
    • El desarrollo de las cataratas juveniles puede llegar a ser angustiosamente rápido, en algunos casos hasta en apenas 24 horas. Cuando las cataratas son muy densas, se puede observar un objeto brillante blanco en el centro del ojo, en donde suele estar la pupila negra. [14]
    • Se cree que 1 de cada 10 boston terriers padecerá este problema en el transcurso de su vida. [15]
    • En ocasiones, el desarrollo repentino de cataratas juveniles se asocia a la inflamación dentro del ojo. Esto quiere decir que el ojo está adolorido e inflamado. Cuando las cataratas son muy densas, no permiten que pase la luz, por lo que, a pesar de que la retina está saludable, el perro queda ciego debido a que la luz no puede penetrar en el ojo a tanta profundidad. [16]
  3. Comprende la forma como las prácticas de reproducción incrementan o disminuyen las posibilidades de problemas oftalmológicos. En parte, la razón por la cual los boston terriers, así como también otros perros de pura sangre, tienen una gran cantidad de problemas oftalmológicos es que los perros que de por sí padecen este tipo de problemas se reproducen unos con otros. Si uno o ambos de los padres de por sí padecen un problema genético, esto incrementa la posibilidad de que surjan estos problemas. Por fortuna, si se llevan a cabo buenas prácticas de reproducción (por ejemplo, evitar reproducir a perros que padezcan estos problemas), podrían reducirse en gran medida estos inconvenientes.
    • Por ejemplo, actualmente, se puede acceder a una prueba genética para las cataratas juveniles. [17] En el caso de este tipo de cataratas, es mejor prevenir que curar. El problema se podría controlar si se hicieran pruebas a todos los ejemplares de crianza y solo se reprodujera a aquellos cuyos resultados sean negativos.
    • Al adoptar a un perro de un criador, debes pedirle que te muestre la historia clínica de los padres. Es mucho menos probable que el perro que estés considerando adoptar tenga problemas oftalmológicos si ha recibido el cuidado veterinario apropiado y se le han realizado pruebas para los problemas de este tipo.
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Consejos

  • En caso de que te preguntes si tu perro tiene cataratas, una forma de obtener una mejor idea es tomándole una foto. Colócate directamente frente a tu perro y tómale una foto con flash. La parte de color blanco vivo creará una sombra sobre la retina. Las cataratas incipientes tendrán una apariencia un poco similar a un eclipse con un halo rojo debido al reflejo de ojos rojos de la retina y un punto oscuro en el centro. Las cataratas completas se verán ya sea como un objeto blanco o como una sombra completamente oscura, aunque esto dependerá del flash y de la posición. [18]
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